Capítulo 17
Jimin se detuvo en seco, sintiendo cómo el miedo se apoderaba de su cuerpo. Era Bang, el amigo de Hoonie, en cuanto lo reconoció, su pulso se aceleró y sus manos temblaron, casi dejando caer el pastel.
—Aquí estas—gruñó Bang, con el rostro torcido por el odio.
Antes de que Jimin pudiera reaccionar, Bang lo agarró del brazo y lo empotró con fuerza contra la pared de un edificio cercano, el impacto resonó en la calle vacía, y el dolor lo recorrió desde la espalda hasta los hombros.
El pastel que tanto esfuerzo le costó preparar cayó al suelo completamente destruido.
—¿Cómo te atreves a seguir caminando tan tranquilo después de lo que pasó? —la voz de Bang estaba cargada de rabia.
Jimin intentó decir algo, pero las palabras se quedaban atrapadas en su garganta. Sabía que cualquier cosa que dijera podría poner en riesgo su secreto, pero también sabía que debía decir algo.
El silencio sería aún más peligroso.
—Yo... yo no he hecho nada malo —murmuró, temblando—. Solo... solo quiero sobrevivir—
Bang lo miró con furia, como si las palabras de Jimin fueran un insulto —¿Sobrevivir? ¿A qué costo? —Escupió las palabras mientras lo sacudía— ¿Te vendes a los soldados para seguir vivo? ¿Es eso lo que haces?, te convertiste en un puto, sabía que no eras más que basura —
El desprecio en la voz de Bang era evidente. Jimin sintió cómo las lágrimas se acumulaban en sus ojos, pero no podía permitirse llorar. No ahora.
—No es eso... Yo hago eso—Intentó defenderse, su voz quebrada por el miedo—. Yo solo trabajo en la cocina para ganar dinero y sobrevivir—
Bang lo empujó de nuevo, su rostro lleno de odio —Tú no mereces seguir viviendo, no después de lo que pasó con Eunwoo. —escupió y lo tomó bruscamente por el cuello, sus dedos se apretaron bruscamente alrededor de su garganta, con una fuerza que le quitaba el aire.
Jimin jadeó, sintiendo que la vida se le escapaba mientras el agarre de Bang se hacía más fuerte. Y entonces, en medio del ataque, algo cambió.
Bang se detuvo de golpe, su mirada fija en los ojos de Jimin. Su expresión pasó de la furia a la confusión, y sus manos, aunque aún sujetaban a Jimin, temblaron ligeramente.
—¿Qué...? —murmuró Bang, entrecerrando los ojos mientras lo observaba más de cerca—. Tus ojos...
Jimin intentó no moverse, pero su corazón latía frenéticamente. Sabía lo que estaba sucediendo, y el miedo le recorrió cada centímetro de su cuerpo.
—Los ojos de Ji—Bang murmuró, retrocediendo apenas unos centímetros, lo suficiente para que Jimin pudiera respirar con dificultad—. No son así. Los de Ji son marrones, ¿Qué demonios está pasando aquí? —
La confusión en el rostro de Bang se tornó en horror mientras lo examinaba. Sus mejillas más redondeadas, el cabello rubio más dorado y rizado... nada coincidía con el Jihoon que conocía. El aire entre ellos se volvía más denso con cada segundo que pasaba.
—No... No eres Ji—dijo Bang con voz temblorosa. Lo soltó completamente, dando un paso atrás, su rostro pálido y lleno de incredulidad—. ¿Quién eres? —
Jimin no pudo contener el pánico que crecía en su interior. Estaba atrapado. Si decía la verdad, lo matarían. Si intentaba escapar, lo perseguirían, ¿Qué diablos podría hacer?
Los ojos de Bang se agrandaron de repente, como si algo hubiera hecho clic en su mente.
—¡Estás infectado! —gritó, su voz llena de terror—. ¡Eso es! ¡Lo recuerdo! A Ji lo mordieron... y Eunwoo... ¡Eunwoo quiso volver por él!, no lo imaginé, si te mordieron—
La revelación cayó como una losa sobre Jimin, sintió como en su garganta se hacia un nudo y su cuerpo se paralizaba, No podía decir nada. No podía hacer nada. Sabía que ahora todo estaba perdido.
La verdad que había intentado ocultar estaba a punto de salir a la luz, y no había manera de detener lo que vendría después.
El silencio entre ambos era insoportable. Jimin sintió cómo el frío del terror puro lo invadía mientras las lágrimas que había intentado contener ahora amenazaban con caer.
Bang dio un paso atrás, sus ojos aún llenos de incredulidad, pero rápidamente el horror se convirtió en furia. Con un movimiento rápido, sacó un cuchillo de su cinturón y lo apuntó directamente al pecho de Jimin.
—¡Dime la verdad! —exigió, su voz vibrando con rabia contenida. El filo del cuchillo brillaba a la luz tenue de la calle, mientras se lo acercaba aún más— Si eres uno de esos malditos infectados, entonces debes morir—
El frío metal del cuchillo estaba peligrosamente cerca, y Jimin sintió cómo su cuerpo temblaba incontrolablemente. El miedo ya no solo estaba en su mente; lo sentía en cada parte de su ser. Su boca estaba seca, y el nudo en su garganta lo asfixiaba.
—Yo... yo no soy lo que crees —susurró, intentando mantener la calma, aunque sabía que cada palabra podría ser su final—. No quiero hacerle daño a nadie. Solo quiero sobrevivir...
Bang soltó una carcajada amarga, pero sus ojos permanecían fríos y llenos de desprecio —¿Sobrevivir? —repitió con amargura—. ¿Crees que puedes vivir entre nosotros siendo lo que eres? ¡No eres humano! ¡No mereces seguir vivo!, pronto empezaras a transformarte y comer carne—
Jimin sintió el filo del cuchillo rozar su piel, y el pánico se apoderó completamente de él. Las lágrimas que había contenido finalmente cayeron por sus mejillas.
—¡Por favor! —suplicó, su voz quebrada—. ¡No he hecho nada malo! Solo quiero vivir... No soy un monstruo...
Pero Bang no parecía escuchar. Sus ojos brillaban con una mezcla de ira y desesperación —Ji fue mordido, se lo que ví —dijo, su respiración acelerada—. Eunwoo quería volver por él porque lo amaba. ¡Y Ji no hubiera podido seguir con su vida sabiendo lo que le sucedió! No importa que seas o qué digas, estás infectado... ¡tienes que morir! —
Jimin intentó retroceder, pero su espalda ya estaba contra la pared. No había escapatoria. Bang avanzó un paso más, su rostro torcido por el odio mientras apretaba el cuchillo con más fuerza.
—Si no lo haces tú... —Bang alzó el cuchillo, listo para atacar—. Entonces lo haré yo—
Bang apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que el comandante Jeon apareciera entre las sombras, moviéndose con la precisión de un cazador entrenado, en un solo y fluido movimiento, desarmó a Bang, apartando el cuchillo de sus manos, y lo empujó hacia atrás, apuntándole con su arma.
—¡Retrocede! —ordenó Jeon con voz firme y fría.
Rápidamente rodeó la cintura de Jimin, tirando de él y colocándolo detrás de su cuerpo, como un escudo humano protegiendo a su tesoro más preciado.
Jimin, todavía temblando, se dejó guiar, incapaz de apartar la mirada aterrada de Bang. Su corazón latía con fuerza, y el miedo de que Bang revelara la verdad lo envolvía.
Si el comandante descubría que no era Ji, que estaba infectado, todo lo que había logrado hasta ahora sería destruido en un instante.
Jeon mantuvo su arma firme en dirección a Bang y, con una voz que no admitía oposición, preguntó:
—Identifícate, ahora.
Bang, con la cara torcida por la ira, escupió al suelo antes de hablar.
—Christopher Bang, de la ciudadela D. C.B – 0310199-7 —respondió con resentimiento, sus ojos ardiendo de odio— Y conozco a este… —señaló a Jimin con desprecio— Solo estábamos hablando—
—¿Con un cuchillo en la mano? — Gruñó Jeon entre dientes.
—No le hice nada, puede preguntarle a Ji… si quiere — Bang se encogió de hombros, pero con desprecio en su voz.
El corazón de Jimin se detuvo un segundo. Sentía que el mundo se derrumbaba a su alrededor, el miedo a lo que Bang podría decir lo envolvía, su respiración se hacía más rápida y descontrolada, mientras su mente se llenaba de imágenes aterradoras. Si Bang mencionaba a el nombre completo de Hoonie… si decía algo sobre la infección…
Jeon no apartó la mirada de Bang, pero su cuerpo se tensó, como si pudiera percibir el creciente temor de Jimin.
—Quedas arrestado por agresión e intento de homicidio —sentenció el comandante, su voz afilada como una espada.
Bang, sin embargo, no estaba dispuesto a rendirse tan fácilmente. Su rostro se llenó de un rencor oscuro mientras volvía a mirar a Jimin, sus ojos cargados de una maldad que hacía que el cuerpo de Jimin temblara aún más.
—¿Homicidio? —Bang escupió al suelo nuevamente, una risa amargada escapando de sus labios— El comandante que te protege, el héroe que salva vidas… ¿Sabes lo que hizo realmente? —
Jimin sintió un nudo formarse en su garganta. No podía responder, solo observaba con horror cómo Bang hablaba con una furia que crecía con cada palabra.
—Después del incidente —continuó Bang, con una voz temblorosa de rabia—, Eunwoo y yo llegamos a la ciudadela D, con la esperanza de sobrevivir. Pero tu amado comandante aquí —señaló con la barbilla hacia Jeon— fue el que le disparó a Eunwoo en la frente sin permitirle siquiera decir adiós. ¡Lo mató como si fuera un animal! —gritó, con la voz rota de dolor y sed de venganza.
El corazón de Jimin latía con fuerza. El comandante… Jeon… ¿mató a Eunwoo?, ¿Fue cuando el llegó?, el comandante había ido a revisar a los sobrevivientes y luego se escucharon disparos, La cabeza de Jimin daba vueltas.
—Eunwoo quería… —Bang tragó saliva, luchando por mantener la compostura—, quería pedirte que se casaran. Iba a proponerte construir una casa, con el dinero de la recolección de karhozanium, para que pudieran vivir juntos, el te amaba—
Jimin sintió que las lágrimas lo invadían, pero no por la historia de Eunwoo, sino por el temor de que Bang soltara la verdad que tanto temía. No podía permitir que Jeon supiera que estaba infectado, el no era humano.
Bang, con los ojos llenos de odio, miró fijamente a Jimin mientras los soldados lo sujetaban, pero no iba a irse sin lanzar su último golpe emocional.
—¿Sabes lo peor? —dijo con una sonrisa torcida—. Ni siquiera habían entregado los resultados de los exámenes de Eunwoo. No sabían si estaba infectado o no. Pero aun así, el gran comandante Jeon le disparó sin más, sin darle oportunidad, el que ahora es tu protector decidió que el hombre que mas te amaba tenia que morir — Soltó con sarcasmo lo último.
Jimin miró al suelo, deseando desaparecer en ese mismo momento.
—¿Y tú crees que vas a tener un final diferente? —continuó Bang, con una risa amarga que resonaba en los oídos de Jimin—Este hombre será el encargado de matarte—
Jimin sintió un escalofrío recorrer su espalda. Las palabras de Bang lo golpeaban con fuerza.
Jeon, sin apartar la vista de Bang, hizo un gesto hacia los soldados, y estos se acercaron para detenerlo.
—Te pasará lo mismo, eres un parásito y te matara también— Espetó.
—Llévenselo ahora —declaró Jeon fríamente.
—¡Terminaras igual que Eunwoo!— Gritó mientras los soldados lo arrastraban.
Jimin tembló aún más, el miedo ahora mezclado con una desesperación creciente.
Jeon lo sintió. Lo percibió, y cuando Bang fue finalmente sacado de su vista, se giró hacia Jimin, suavizando su postura, le colocó una mano protectora en su mejilla, y la otra en la cintura.
Jimin estuvo a punto de alejarse de su toque.
Con la mandíbula apretada y la mirada preocupada, observó a Jimin, su mano apretando suavemente su cintura, como queriendo darle algo de consuelo.
Nunca se había sentido culpable por matar a un infectado, ese era su trabajo, de ello dependía el futuro de la humanidad, sin embargo algunas personas podrían tildarlo de inhumano, o cruel.
Jimin apenas podía controlar su respiración, las lágrimas seguían deslizándose por su rostro, cada palabra de Bang seguía resonando en su mente, y el miedo a que su secreto fuera descubierto lo consumía.
Jeon lo observó detenidamente y, rompiendo el silencio, le preguntó en un susurro —¿Estás bien? —
Jimin lo miró, aún tembloroso, el no estaba bien, ahora seguramente interrogarían a Bang, este lo quería muerto, por supuesto que lo delataría.
Su sueño de vivir como un humano se estaba desmoronando ante sus ojos, su casita colorida, su jardín y el huerto, todo lo que había logrado lo perdería.
Sus amigos Jackson, Hoseok, el sargento Kim, el doctor, todos le temerian.
Y Bang tenía razón, el comandante no dudaría en tirar del gatillo y poner una bala en su frente.
Este lugar no era seguro, si quería vivir debía encontrar la forma de irse.
Mis amores aquí está el cap, voy de regreso a mi casa después de un par de días en la playa, no quisiera irme, 😢
Nos leemos pronto, ¿Qué piensan de este capítulo?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top