Capítulo 11
La idea de conocer al jefe del comedor comunal le provocaba tanto emoción como nerviosismo a Jimin, se sentía ansioso por relacionarse con nuevos humanos, y tener la posibilidad de ganar su confianza y la vez conseguir un trabajo.
—¡Aquí estamos! —anunció Hoseok, deteniéndose frente a una puerta que daba al comedor, El aroma a comida recién hecha emanaba del interior, haciendo que el estómago de Jimin gruñera.
Hoseok tocó la puerta y entró sin esperar respuesta, como si ya fuera habitual.
—¡Jackson! —llamó, su voz llena de energía—¡Tengo a alguien que necesitas conocer! —
Desde la cocina, un joven de cabello oscuro y una sonrisa amplia apareció, secándose las manos en un delantal, su actitud era relajada y amistosa.
—¡Hoseok! —exclamó Jackson— ¿Vienes a trabajar, a hacerme compañía o tienes hambre otra vez? —
—Todo a la vez —respondió Hoseok, riendo— Pero lo que realmente quiero es presentarte a mi amigo Jimin—
Jimin, sintiendo una mezcla de emoción y nervios, se adelantó un poco —Hola, soy Jimin, Park Jimin —dijo, extendiendo la mano.
Jackson tomó su mano, sonriendo de oreja a oreja —Encantado de conocerte, Jimin —
Jimin llegó a la conclusión de que esta persona le agradaba, sintiéndose un poco más a gusto habló —Vine a ver si había alguna oportunidad de trabajar contigo —
Jackson se cruzó de brazos, mirándolo con interés —¿Trabajar aquí? Eso suena genial, pero te advierto que es un lugar divertido y a la vez peligroso, porque... —hizo una pausa, mirándolo de arriba a abajo—, ¡eres demasiado lindo para estar en un lugar así! Todos van a querer coquetear contigo—
Jimin entendiendo un poco la frase, y se sonrojó, sintiéndose halagado y un poco incómodo al mismo tiempo.
Jackson se inclinó hacia adelante, su tono volviéndose juguetón —Pero, ¿qué hace aquí, un chico tan precioso? ¿No estás preocupado de que todos se distraigan mirándote mientras intentan cocinar? —
Hoseok se rió, disfrutando de la interacción.
—¡Ves ya me distraje! ¡Eso es lo que quería decir! No puede haber tanta belleza en la cocina a la vez— Jackson bromeó.
Jimin sonrió de forma nerviosa, mirando a Jackson un tanto confundido, sin embargo, los ojos de Jackson fueron directos al brazalete que Jimin llevaba en la muñeca, y su expresión cambió de broma a algo más serio.
—Espera un segundo —dijo Jackson, apuntando con el dedo— Veo que ya estás tomado, ¿verdad? —
Jimin frunció el ceño, desconcertado —¿Tomado?
—Sí—señaló el brazalete —Eso significa que es alguien muy importante, y así cambian las cosas —explicó Jackson, inclinando la cabeza con una sonrisa— No te preocupes, nadie se atreverá a pasarse de la raya contigo—
Jimin sintió una mezcla de alivio y confusión —Eso es un alivio —dijo Jimin, sintiéndose un poco más tranquilo— Estoy aquí para trabajar y aprender—
Jackson asintió, satisfecho y miró a Jimin con una sonrisa, claramente disfrutando de la conversación.
—Entonces, Jimin, tengo dos opciones para ti —dijo, cruzando los brazos—Puedes trabajar aquí en la cocina, ayudándome, o puedes ir al invernadero, donde cultivamos nuestros propios ingredientes. ¿Qué prefieres? —
Jimin sintió un destello de emoción al escuchar sobre el invernadero, esta era su oportunidad —Me gustaría trabajar en el invernadero —respondió sin dudar— Quiero aprender a cultivar un huerto —
Jackson asintió, bastante impresionado —Buena elección, no solo es un lugar hermoso, sino que también es fundamental para la cocina, aprenderás cómo crecen los ingredientes y podrás ver de primera mano lo que sirve para nuestras recetas—
Hoseok sonrió, apoyando a Jimin —¡Eso suena increíble! Jiminnie será el mejor —
Jackson rió, volviéndose hacia Jimin —Entonces, te llevaré al invernadero y te presentaré al encargado allí, el te enseñará todo lo que necesitas saber, solo ten cuidado, porque a veces las plantas pueden ser un poco traviesas —dijo, guiñando un ojo.
Jimin rió, sintiéndose cada vez más emocionado por su nueva aventura —No hay problema, estoy listo —dijo con una sonrisa brillante.
Jackson asintió y empezó a caminar hacia la puerta —¡Vamos, entonces! Te aseguro que no te arrepentirás. El invernadero está lleno de vida y aprenderás mucho, tal vez incluso descubras un talento oculto para la jardinería—
Mientras Jackson guiaba a Jimin y Hoseok hacia el invernadero, el ambiente en el comedor era alegre y relajado, Sin embargo, de repente fue interrumpido de golpe cuando la puerta se abrió de par en par y un grupo de soldados del escuadrón Cerbero entró con una energía imponente, el sonido de las botas resonaba con fuerza en el suelo.
El sargento Kim, lideraba el pelotón, su expresión era de determinación, pero había un atisbo de preocupación en su rostro. Al ver a Jackson y Hoseok, se detuvo, frunciendo el ceño.
—¡Manos arriba!, ¿Dónde está Jimin? —preguntó, su voz grave resonando en la cocina.
Jackson levantó las manos, sorprendido por la repentina intrusión —¡Eh, calma! Está con nosotros, ¿Qué pasa? —
—Se lo llevó un chico de las puertas del complejo —respondió el sargento Kim, su mirada fija en Hoseok— ¿Qué estaban haciendo? —
Hoseok levantó las cejas, un poco confundido —Solo lo traje a conocer a Jackson. Iba a trabajar en el invernadero —
El sargento Kim dio un paso adelante, su mirada cargada de desconfianza.
Hoseok tragó grueso lanzándole a Jimin una mirada preocupada. Jackson frunció el ceño, visiblemente incómodo con la situación, pero no dijo nada.
—¿Jimin? —repitió el sargento Kim, avanzando hacia el centro del comedor—. ¡Sal ahora!
Jimin regresó al interior tembloroso, levantó una mano tímidamente, su rostro reflejaba una mezcla de confusión y miedo.
Los ojos del sargento Kim se posaron de inmediato en él, y en cuanto lo vio, la tensión en su rostro se suavizó, aunque su postura seguía siendo firme —Ahí estás —El sargento Kim bajó el tono de voz, pero su autoridad no disminuyó—llevamos un buen rato buscándote —
Jimin sintió que el aire se le escapaba de los pulmones. ¿Por qué estaban haciendo tanto escándalo por él?, ¿Acaso habian descubierto que el no era un humano realmente?, su cuerpo tembló ante esa idea.
Y ahora, todos en el comedor lo miraban, algunos con sorpresa, otros con curiosidad.
—¿Q-qué está pasando? —preguntó Jimin, su voz apenas un susurro. Trató de mantener la compostura, pero estaba aterrorizado.
El sargento Kim lo miró fijamente, notando su incomodidad, pero no suavizó su postura —Eres el chico del comandante, Jimin —dijo, como si fuera la explicación más obvia del mundo— No puedes andar por ahí sin protección, ¿Acaso no entiendes lo importante que eres?
Jimin parpadeó varias veces, aturdido por las palabras del sargento. "¿El chico del comandante?" ¿Eso pensaban todos? Él solo había recibido ayuda del comandante Jeon para tener un lugar donde quedarse. Pero al parecer, para el escuadrón Cerbero, su relación era algo más. Se sintió aún más pequeño e insignificante, como un símbolo que todos estaban observando y protegiendo por razones que ni siquiera comprendía del todo.
—Yo… el comandante solo me dio permiso para buscar trabajo —logró decir, tratando de sonar tranquilo, aunque su voz temblaba— No soy… no soy lo que piensan—
El sargento Kim levantó una ceja, evidentemente no convencido.
—Eso no cambia las cosas, el comandante Jeon te quiere bajo protección todo el tiempo, y no me voy a arriesgar a desobedecerlo. Eres mi responsabilidad —dijo, y luego añadió con una leve sonrisa—, y eso te hace importante para todos nosotros—
Jimin se sintió abrumado, no quería este tipo de atención, y mucho menos que lo trataran como un “tesoro” del comandante, cuando ni siquiera comprendía bien lo que todo eso significaba, pero no había forma de evitarlo, ya estaba en el radar del escuadrón Cerbero, y claramente no lo dejarían escapar, sin importar cuanto se esforzara en explicar la situación.
—Está bien —respondió, aunque en su mente aún procesaba todo lo que había ocurrido—. Solo… quiero trabajar, nada más—
El sargento Kim lo miró durante unos segundos, luego suspiró.
—Si eso es lo que quieres, no te lo impediré, pero hay una condición: un soldado estará contigo en todo momento. No te dejaremos solo, Jimin. Esa es la orden del comandante. Y la cumpliré—
Jimin asintió con resignación. No tenía muchas opciones, quería independencia, pero al parecer, su vida iba a estar ligada a la vigilancia constante del comandante Jeon, por eso debía esforzarse mucho en demostrar que podía vivir entre los humanos siendo como uno de ellos.
Jackson, que había estado observando todo en silencio, se rascó la cabeza antes de hablar, intentando aligerar la situación.
—Bueno, parece que tenemos un acuerdo entonces, Jimin va a trabajar en el huerto, pero ahora con su propio “guardaespaldas”. ¿Qué tal eso? —dijo, intentando bromear.
Los soldados del escuadrón, aún en formación, apenas sonrieron, pero Jimin pudo sentir que, aunque la situación seguía siendo tensa, al menos ahora podía respirar un poco más tranquilo.
Mientras los soldados permanecían atentos, Jimin trató de adaptarse a la idea de que, por mucho que intentara pasar desapercibido, siempre habría alguien observando sus pasos.
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Jimin terminó su día de trabajo en el huerto, limpiándose las manos sucias de tierra mientras el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, fue un poco agotador pero divertido.
El sargento Kim lo acompañó en silencio hasta la casa del comandante, asegurándose de que llegara a salvo, ambos entraron en la vivienda, y Jimin dejó escapar un suspiro cansado pero satisfecho.
Había disfrutado trabajar en el huerto, pero aún sentía el peso de la presencia constante del sargento y el escuadrón Cerbero.
—Jimin, —comenzó el sargento Kim, rompiendo el silencio mientras se acercaba a él con un gesto serio— Quiero pedirte disculpas por lo que ocurrió esta mañana en el comedor comunal—
Jimin lo miró, sorprendido, mientras el sargento continuaba.
—Sé que fue rudo lo que hicimos. Pero tienes que entender que para el escuadrón Cerbero, tu seguridad es muy importante, cuando el comandante nos da una orden, la cumplimos sin dudar— Explicó.
Jimin asintió lentamente, sin saber muy bien qué responder, Todo aquello aún le parecía un poco extraño, pero comenzaba a acostumbrarse a la idea de que, para ellos, su protección no era opcional.
—Lo entiendo… —dijo en voz baja— Aunque fue un poco, inesperado—
El sargento esbozó una leve sonrisa —Sí, lo fue —admitió, relajándose un poco— Y me alegra que lo entiendas, para nosotros, el escuadrón Cerbero, todo se trata de cumplir con nuestra misión, y parte de esa misión es protegerte, Aunque para muchos de nosotros, esa misión es lo único que tenemos—
Jimin lo miró con curiosidad, ¿Cómo que su única misión?—¿Cómo así? —preguntó.
El sargento suspiró y se apoyó contra la pared —Todo lo que podemos hacer es proteger el futuro de la humanidad y con ello, a nuestros seres queridos— TaeHyung tomó aire — Y para algunos de nosotros, la vida no es fácil, yo solo tengo a mi hermano, es el vicecomandante del escuadrón, y lo admiro, pero eso es todo lo que me queda, y haría cualquier cosa para que el esté bien—
Jimin asintió, entendiendo un poco, el escuadrón cerbero estaba destinado a proteger a todos y en especial a las personas que les importaban.
—En el escuadrón Cerbero, somos admirados por lo que hacemos, pero también es una vida muy solitaria y difícil, salimos a enfrentar infectados, sabiendo que cada día podría ser el último, Y lo más duro de todo es cuando uno de tus amigos se infecta… —Su voz se quebró un poco, y apartó la mirada— Solo te queda una opción en esos casos, tirar del gatillo—
Jimin sintió un nudo en la garganta al escuchar esas palabras. Podía notar el dolor en la voz del sargento. No era fácil para ninguno de ellos.
—Eso suena… muy difícil —murmuró, con empatía.
—Lo es —continuó el sargento, mirando hacia el suelo— Pero el más solitario de todos es el comandante, el es increíble, el mejor en lo que hace, pero la gente le tiene miedo por su carácter, por su forma de ser, Nadie se atreve a acercarse a él… bueno, hasta ahora—
Jimin levantó la vista, confuso —¿Qué quieres decir? —
TaeHyung lo miró con una sonrisa suave, como si supiera algo que Jimin aún no entendía del todo.
—De alguna manera, estamos felices de que el comandante al fin tenga a alguien en su vida —dijo, y aunque su tono era respetuoso, había un dejo de calidez en sus palabras— Alguien que, quizás, pueda hacer que su vida sea un poco menos solitaria—
Jimin se sonrojó levemente, sin saber qué responder a eso, todos parecían tener una idea diferente sobre la relación que existía entre él y el comandante Jeon, pero al escuchar las palabras del sargento, no pudo evitar sentir una profunda empatía por el comandante.
—Es tan solitario —continuó el TaeHyung, como si reflexionara en voz alta— Ni siquiera se ha tomado el tiempo de amueblar su casa asignada en esta ciudadela. Sus paredes vacías, carecen de afecto, como él—
Jimin lo miró sorprendido por esa revelación, nunca se había dado cuenta del estado de la casa hasta que el sargento lo mencionó, creía que así eran normalmente, ahora que lo pensaba, la casa del comandante era fría, con pocos muebles, y las paredes blancas carecían de cualquier decoración, diferente a la que Hoonie compartía con sus amigos.
—¿por qué ni siquiera la ha amueblado? —preguntó Jimin en un susurro, intentando imaginar cómo alguien podía vivir en un lugar tan desolado.
—No lo sé—respondió TaeHyung con un leve asentimiento— Es como si no le importara, para él, el trabajo es lo único que cuenta, y la casa, es solo un lugar para dormir cuando regresa de una misión, No hay fotos, no hay recuerdos, ni siquiera una planta—
Jimin sintió una mezcla de compasión y tristeza, si la casa del comandante reflejaba su estado emocional, entonces realmente vivía en un lugar vacío, al igual que su corazón.
Entonces surgió una idea en su mente, aunque no podía cambiar el trabajo del comandante o eliminar el peligro de su vida, tal vez había algo que podía hacer para mejorar su entorno, que ya no se sintiera tan solitario.
—Tal vez… —dijo Jimin, dudando un poco—. Tal vez pueda ayudar de alguna manera, quizás no soy bueno en lo que ustedes hacen, pero puedo intentar mejorar la casa del comandante. Hacer que sea más acogedora, más… cálida—
El sargento Kim lo miró, sorprendido por la propuesta, pero luego asintió con una sonrisa —Eso suena como una buena idea, Jimin. Puede que el comandante no lo diga, pero estoy seguro de que lo apreciará. Él nunca ha sido muy bueno para expresar lo que siente, pero se notará en cómo actúa, cualquier gesto de amabilidad hará la diferencia, créeme—
Jimin sonrió tímidamente, sintiendo que por fin podía aportar algo a este mundo de muerte y desolación, donde el pan de cada día de los soldados eran las batallas contra infectados, y tal vez así ganar un poco de confianza de parte del comandante.
—Lo intentaré —dijo con determinación.
Hola mis amores, espero que les guste este capítulo, se que va un poquito lento en cuanto a romance, aunque ya todos creen que Jimin y Jungkook son pareja, jajaja.
En el próximo capítulo ya tendremos noticias de nuestro querido y guapo comandante.
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