Capítulo 10
Jimin yacía en la cama, mirando al techo blanco, sus pensamientos vagando sin rumbo, las paredes de la habitación eran frías y estaban vacías, como si la vida misma hubiera sido desterrada de ese espacio.
En tiempos anteriores, cuando estaba en su forma original, solo una motita de algodón, no hacer nada era un placer; podría flotar sin preocupaciones, sintiendo la suave brisa en su ser, y pasar de un huésped a otro, Pero ahora, con la conciencia humana y el peso de las emociones, la inacción se había transformado en una tortura interminable.
Desde que llegó a la casa del comandante, el tiempo se había vuelto un enemigo, había pasado un par de días desde que el sargento Kim le había prometido ayudarlo a encontrar un nuevo trabajo, pero al parecer tenía muchas cosas que hacer y no había podido cumplir su palabra, y el doctor Kim tampoco iba al comedor, todos estaban ocupados menos él.
El tic-tac del reloj sonaba como un recordatorio constante de su soledad.
Jimin se giró, mirando por la ventana, pero la vista no era mejor, el complejo militar estaba lleno de miradas curiosas y murmullos que lo incomodaban, cada vez que pensaba en salir, una ola de ansiedad lo golpeaba, ser humano era a menudo muy tedioso; ya no podía simplemente ocultarse en su propia esencia.
En lugar de eso, se encontraba atrapado en su mente, atormentado por la falta de acción, extrañaba a Taemin aunque sabia que nunca lo vería, y también pensaba en Hoseok, no tenia idea de que había pasado con el, y no sabía cómo contactarlo, esperaba que estuviera bien.
Se levantó de la cama, sintiendo el frío del suelo bajo sus pies descalzos, y se paseó por la habitación, buscando algo que hacer, pero todo lo que encontró fue el eco de su propia soledad.
En su mente, anhelaba la simpleza de su existencia anterior, donde la falta de propósito no era un peso, sino una forma de libertad.
Sin nada que hacer y la sensación de estar atrapado en su propia mente, Jimin comenzó a revisar las pertenecías de Hoonie, sus manos temblorosas de curiosidad, tocaron cada objeto, como si al hacerlo pudiera conectarse de alguna manera con la vida que había estado allí.
Primero, encontró pequeño álbum de fotos, cuyas páginas estaban gastadas por el tiempo, al abrirlo, se encontró con imágenes de los padres de Hoonie, sonriendo con calidez, Jimin sintió un nudo en el estómago al ver la mirada calida en sus rostros.
Pasó las páginas y vio a Hoonie de niño, junto a su abuelo, un hombre de ojos brillantes que irradiaba bondad, las risas congeladas en las fotografías parecían inmortalizadas en el tiempo.
Sin embargo, lo que más le llamó la atención fue una foto de Hoonie rodeado de sus amigos, Eunwoo lo tenia abrazado, mientras Bang los miraba como cansado de esa escena, pero se veían felices.
Jimin se sintió un poco melancólico al ver esa imagen de felicidad, una vida llena de momentos compartidos que ahora se sentían lejanos e inalcanzables.
Mientras hojeaba más, su mirada se posó en un diario, con una covertura desgastada, pero cuidando de su contenido, con curiosidad lo abrió, encontrando una caligrafía fluida que reflejaba la personalidad de Hoonie, a medida que leía, Jimin se sintió envuelto en la vida de su huésped y amigo.
Las páginas estaban llenas de narraciones sobre su día a día, sus sueños y anhelos.
Hoonie soñaba con un mundo libre de infección, un lugar donde pudiera viajar y conocer paisajes hermosos, la tristeza llenó el corazón de Jimin al leer cómo deseaba conocer la playa, imaginarse sintiendo la arena entre sus dedos y el mar acariciando su piel.
“Quiero una casita pintoresca”,
escribió Hoonie en una de las páginas,“con un jardín lleno de flores y un pequeño huerto donde plantar mis propios vegetales, también quiero tener árboles de manzanas, porque nunca he probado una, pero parecen ser deliciosas en la fotografías de los libros, sembrar un árbol y ver cómo da frutos me llena de ilusión.
Quiero vivir allí junto a Eunwoo, estar con el me hace sentir seguro, y su sonrisa ilumina mi vida, y aunque a veces es un poco gruñón, también me gustaría que Bang viviera con nosotros, sé que juntos haremos de ese lugar nuestro hogar.
Cada palabra resonaba en el pecho de Jimin como un eco de anhelos perdidos, la tristeza lo envolvía, y sintió una conexión aún más profunda con Hoonie, como si compartieran el mismo deseo de escapar de la realidad que los mantenía prisioneros.
Al cerrar el diario, un suspiro se escapó de sus labios, la vida que Hoonie había soñado era una vida que Jimin también anhelaba, un futuro que parecía tan lejano, pero que ahora, en sus manos, se sentía posible.
Jimin cerró el diario de Hoonie con una mezcla de tristeza y determinación, a medida que los sueños de Hoonie se afianzaban en su mente, una idea clara comenzó a tomar forma.
Si quería sobrevivir en este mundo de humanos, necesitaba hacer algo más que simplemente existir. Necesitaba convertirse en:
El humano más humano posible.
—No puedo ser solo un espectador—, se dijo a sí mismo, sintiendo una chispa de propósito encenderse dentro de él, ganar la confianza de aquellos que lo rodeaban sería crucial para desvanecer cualquier sospecha sobre su verdadera naturaleza.
Debía demostrar que era uno de ellos.
Tomando un profundo aliento, Jimin empezó a planear cómo podría cumplir con algunos de los sueños que Hoonie había compartido en su diario, no solo sería un tributo a la vida que Hoonie había deseado, sino también una manera de agradecerle por la oportunidad de vivir en su cuerpo y experimentar la humanidad.
Si Hoonie soñaba con tener una casita pintoresca y un jardín, entonces Jimin podría hacer algo para acercarse a esa visión.
—Podría plantar un pequeño huerto —Murmuró llevándose un dedito a sus labios, imaginando cómo sería cultivar algo con sus propias manos.
La idea de ver crecer un árbol de manzanas lo emocionaba; sería un símbolo tangible de su esfuerzo por vivir plenamente. Y aunque no podría viajar como Hoonie deseaba, podría explorar los alrededores y la ciudad, descubrir nuevos lugares y crear recuerdos que resonaran con el espíritu de Hoonie.
Jimin se sentó en la cama, pensando en los pasos que debía seguir.
Primero, debería salir de esta habitación y socializar. Tal vez podría hablar con el sargento Kim sobre los trabajos disponibles, o simplemente presentarse a las personas del vecindario.
Necesitaba aprender sobre ellos, escuchar sus historias y compartir algo de sí mismo.
—Si Hoonie pudo soñar con un mundo mejor, yo también puedo intentarlo— murmuró, sintiéndose más decidido.
Ser humano, con todas sus complicaciones, podía ser una oportunidad para redescubrirse y para honrar la memoria de Hoonie.
Con una renovada energía, Jimin se levantó, sintiendo que el peso de la soledad comenzaba a levantarse.
Era hora de salir al mundo, de ser activo en su propia vida y de forjar un nuevo camino, uno donde pudiera convertirse en el hombre que Hoonie siempre soñó ser. La misión estaba clara: ser humano y ganar confianza.
Y cuando el comandante Jeon Jungkook regresara ya no sospecharía de el.
Jimin salió de la casa del comandante con una energía optimista, el sol brillaba intensamente, iluminando el camino que llevaba hacia la salida del complejo militar. Aunque todos los soldados lo miraban extrañados, él sonrió y los saludó amablemente, leyendo sus apellidos en sus uniformes.
—Hola soldado Kang, Buen día capitán Lee, ¿Cómo está cavo Bae? — dijo mientras leía los apellidos en sus uniformes, tratando de hacer que su presencia fuera menos intimidante.
Algunos soldados, sorprendidos por su actitud, respondieron con murmullos tímidos, mientras otros se miraban entre sí, desconcertados.
Jimin continuó su camino hacia la salida, sintiendo cómo la energía positiva se esparcía a su alrededor, como un rayo de sol en medio de la penumbra, sabía que en ese lugar podía jugar peligro, pero también sentía una chispa de esperanza que lo impulsaba a seguir adelante.
—¿Va a salir del complejo, señor? — Preguntó el guardia tragando grueso.
—Si, teniente Choi— Contestó con una sonrisa.
—Muy bien, Señor, recuerde que el toque de queda empieza a las 8:00 PM — Le informó el teniente, abriéndole la puerta.
En este instante se escucharon unos gritos afuera como de pelea, rompieron el silencio de la mañana.
Jimin abrió sus ojos con asombros cuando se dio cuenta de quién era la persona que estaba en medio de la disputa.
Hoseok estaba fuera del complejo militar, su rostro enrojecido por la frustración mientras discutía acaloradamente con los guardias de la entrada.
—¡Tienen que dejarme pasar! —exigió, su voz temblando entre la desesperación y la ira.
Los guardias, firmes en su posición, cruzaron los brazos frente a él, negando con la cabeza.
—Lo siento, señor, es un área restringida para el personal civil, no podemos permitirle el acceso —dijo uno de ellos con tono neutral, pero firme.
Hoseok levantó la mirada y, en cuanto vio a Jimin, sin pensarlo dos veces, corrió hacia él, esquivando a los guardias que intentaron detenerlo, la adrenalina lo impulsaba mientras sus pies apenas tocaban el suelo, Al llegar junto a Jimin, lo envolvió en un abrazo tan fuerte que casi lo levantó del suelo.
—¡Jimin! —exclamó, su voz temblando— Estaba tan preocupado por ti, no tienes idea —
Jimin intentó hablar, pero Hoseok lo abrazó con tanta fuerza que apenas podía moverse.
Hoseok finalmente se separó lo suficiente para mirarlo a los ojos, sin soltar sus hombros, con la respiración agitada y una mezcla de alivio y miedo en su rostro.
—Cuando fui a trabajar al día siguiente, todo estaba lleno de soldados —continuó Hoseok, sin dejar de observar a Jimin—. El área de los cerdos estaba restringida, y… me dijeron que Rob y Taemin habían muerto. No sabía nada de ti, no tenia como contactarte ni tu dirección, fue entonces cuando escuché el rumor de que te habían traído aquí, al complejo militar, y no podía quedarme quieto sin saber qué te había pasado—
Los ojos de Jimin se nublaron con el dolor al recordar esos momentos, su cuerpo se tensó ante las palabras de Hoseok, y el peso de lo que había sucedido lo aplastaba.
—Hiseok, yo estaba allí cuando Rob y Taemin murieron —dijo Jimin con la voz quebrada.
Hoseok lo miró horrorizado— ¿Qué pasó ese día, Jimin? —
Jimin bajó la mirada, sus manos comenzando a temblar mientras las escenas de ese día lo invadían de nuevo.
—Rob y Taemin se infectaro —susurró— No pude hacer nada, Hoseok, los infectados salían de todos lados—
Hoseok, aún impactado, dio un paso adelante y lo abrazó otra vez, esta vez con más delicadeza, como si quisiera protegerlo del mundo.
—No puedo imaginar lo que viste, lo que pasaste —susurró, apretándolo contra su pecho— Pero lo importante es que tú estás aquí, a salvo—
Hoseok, aún abrazando a Jimin, notó las miradas curiosas y tensas de los guardias a su alrededor y se apartó soltándolo con cuidado.
—Jimin, creo que deberíamos ir a otro lugar —dijo en voz baja, mirando de reojo a los soldados—Nos están mirando raro, y no quiero causar problemas.
Jimin asintió sin decir nada, todavía abrumado por todo lo que había pasado. Hoseok lo tomó suavemente del brazo, guiándolo lejos del complejo militar hacia un pequeño parque cercano, el lugar era tranquilo, rodeado de algunos árboles y bancos vacíos, un pequeño rincón de paz en medio de tanto caos.
Cuando finalmente se sentaron en uno de los bancos, Hoseok rompió el silencio, mirándolo directamente.
—¿Cómo es que estás aquí? —preguntó, su tono lleno de confusión y preocupación—. Esto es un área militar, Jimin. ¿Cómo terminaste en un lugar como este?
Jimin suspiró, bajando la mirada por un momento antes de responder.
—No tenía a dónde ir —dijo, su voz suave pero cargada de pesar—. Todo cambió tan rápido, Rob y Taemin murieron… y no sabía qué hacer, estaba solo, y entonces el comandante Jeon me encontró, él me ofreció su ayuda y me permitió quedarme en su casa—
Hoseok frunció el ceño, sorprendido.
—¿El comandante Jeon? —preguntó, con sus ojos muy abiertos y rostro lleno de incredulidad— ¿El líder el escuadrón Cerbero?, ¿Ese Jeon?, ¿Por qué te ayudaría él?, ¿Es tu amigo?, Apenas conozco su reputación, pero dicen que es muy frio e implacable, tanto que hasta los mismos soldados temen mirarlo a los ojos—
Jimin lo miró con los ojos llenos de incertidumbre —Yo tampoco lo entiendo del todo —admitió— me llevó a su casa y dijo que podía quedarme el tiempo que necesitara, ha sido bueno conmigo, aunque es un poco difícil de tratar—
Mientras Jimin hablaba, Hoseok bajó la mirada y, de repente, notó algo que no había visto antes: un brazalete plateado con el emblema del Escuadrón Cerbero rodeando la muñeca de Jimin. De inmediato, su expresión cambió. Pareció olvidar todo lo que estaban discutiendo, inclinándose un poco más hacia su amigo.
—Espera, ¿qué es eso en tu muñeca? —preguntó Hoseok, con una ceja levantada, señalando el brazalete— ¿Es del escuadrón Cerbero? —
Jimin miró su muñeca, dándose cuenta de que el brazalete estaba completamente visible, y abrió la boca para explicar, pero Hoseok lo interrumpió con una sonrisa pícara.
—No me digas… ¿Eres el novio del comandante Jeon? —Preguntó con sus ojos chispeando con malicia.
Jimin se sonrojó al instante, comprendiendo el significado de la palabra “novio” con los conocimientos de obtenía de los recuerdos de Hoonie, y se apresuró a negar con la cabeza, agitando las manos frente a sí.
—¡No! No es eso —respondió rápidamente, un poco nervioso— No soy su novio —
Hoseok lo miró con una sonrisa aún más amplia, claramente disfrutando de la situación.
—¿Ah, no? —preguntó en tono juguetón—. Entonces, ¿qué es esto? ¿Tienes una aventura secreta con el comandante? Vamos, Jimin, puedes decírmelo, Somos amigos—
Jimin bajó la mirada, incómodo por la conversación, pero Hoseok no parecía dispuesto a detenerse.
—¿Ya tuvieron sexo? No te avergüences, de verdad. Sabes que no te voy a juzgar si te gusta un hombre, además un hombre muy rico, los números en su cuenta deben tener muchos ceros a la derecha —Cantó moviendo las cejas.
El rostro de Jimin se puso aún más rojo, la palabra “sexo’ estaba en los recuerdos de Hoonie, se lo habían enseñado en las clases y Bang solía hablar mucho de eso.
—Hoseok, no es lo que piensas —respondió Jimin, todavía nervioso, pero intentando mantener la calma—. El comandante solo me está ayudando, de verdad, no hay nada más entre nosotros—
Hoseok lo observó detenidamente por un momento, con una mezcla de diversión y curiosidad en su expresión, no parecía dispuesto a dejar el tema, decidió hacer otra broma, inclinándose hacia Jimin con una sonrisa traviesa.
—Ah, entonces si no tienen nada… —dijo con su tono de voz juguetón—, ¿el comandante te está apartando para él? Ya sabes, como cuando marcas algo para que nadie más lo toque—
Jimin se sonrojó aún más, sintiendo que su rostro ardía, Intentaba procesar las palabras de Hoseok, pero la situación no dejaba de ser incómoda, no sabía cómo explicar algo que ni el mismo entendía del todo.
—¡No, Hoseok! —protestó, aunque su tono seguía siendo un poco nervioso—No es así, te lo juro—
Hoseok rió suavemente, encantado con la reacción de Jimin, le dio una palmada amistosa en la espalda —Tranquilo, Jimin, lo digo en broma. Pero quién sabe, ¿eh? —lo miró con una sonrisa cómplice— A veces, los que parecen fríos son los que más intensamente sienten, quizá el comandante está esperando el momento perfecto—
Jimin soltó un suspiro frustrado haciendo un pequeño puchero —Eres imposible, Hoseok —murmuró, sacudiendo la cabeza
—¡Oye, solo cuido de ti! —respondió Hoseok, aún con una sonrisa— Pero bueno, ya sabes, si algo pasa con él, yo estoy aquí para escucharte—
—El comandante solo me ayuda porque es un buen soldado, y le devolveré el brazalete cuando me entreguen el mío — Empezó a explicar nuevamente— además necesito encontrar una trabajo nuevo, a eso salí del complejo militar—
—Entiendo, aunque sigo pensando que ese tipo de brazalete no se le “presta” a cualquiera — Murmuró — Creo que puedo ayudarte, ese día cuando me dijeron lo que pasó en el área agrícola, también conocí a un amigo de Rob, el es agradable y me ofreció un trabajo, es uno de los chef de comedor comunal, ahora lavo platos allí, seguro que te puede echar la mano también—
Jimin asintió optimista, tener un nuevo trabajo era el primer paso para su nueva vida.
Bueno mis amores aquí está un poco más de nuestra pequeña motita espacial.
¿será que si logra convertirse en el humano mas humano y convence al comandante?
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