Hoy debía ser un día genial, divertido y estupendo. Y lo fue...

En su mayoría.

Estoy increíblemente felíz, y no puedo evitarlo, pero por alguna razón tengo éstas increíbles ganas de llorar que pueden conmigo.

Detesto tenerlas, no las soporto.

De verdad, no puedo tener un día de pura felicidad. Es como si el destino no me lo permitiera.

Rayos, ahora sueno como una triste niña tonta que piensa que la vida siempre le traerá desgracias.

Estoy consciente que no es así. Solo, cuando te sientes así, no puedes evitar hacerlo.

Muchas veces me e preguntado si viviré así siempre. Pero yo sé que puedo cambiarlo.

Pero no se como.

Escribo esto muy rápido, después de asistir al mejor concierto de toda mi vida. Donde dejé el corazón allí, junto a ellas.

Pero yo sigo llorando.

Rayos. Soy un asco.