✦ 𝟎𝟖. 𝐓𝐡𝐞𝐲 𝐰𝐞𝐫𝐞 𝐫𝐢𝐠𝐡𝐭..

Fang se aventó al suelo, rodando en polvo y roca. Apenas esquivó el disparo de Piper, sintió la bala iluminada pasarle a centímetros del brazo. Sabía que si no se alejaba de ella, Piper iba a eliminarlo de la partida. ¡Pero huir de ella solo lo ponía en mas riesgo! 

Logró esconderse en los arbustos, repetidos disparos le siguieron pero se perdieron entre la hierba alta. Se tomó un momento para retomar su aliento; estaba herido, pero eso se curaria con algunos segundos quieto. Lo qué mas le dolía era el orgullo, sabiendo que Piper por poco y lo había derrotado. 

Maldita… pensó, acomodandose los zapatos. Podía escuchar a Piper riéndose a lo lejos… aunque repentinamente se tornó en gritos disgustados. 

— ¡Colette! ¡Cariño, tranquila! 

Y la risa maniática de Colette. 

Fang no pudo evitar la curiosidad y empujó los arbustos para crear una pequeña abertura, por donde pudo observar a Colette dirigirse a Piper a una velocidad increíble, con su libreta bien abierta y los brazos extendidos. 

Colette chocó contra Piper con una embestida frenética, el impacto envió a la agraciada mujer estrellada contra la pared. Piper se levantó a duras penas, su mirada brincó de lado a lado buscando a la albina que tanto la atormentaba. 

Y Colette ahí estaba, parada justo a su lado. Se inclinó sobre Piper y le sopló un beso, mismo qué se convirtió en uno de sus característicos proyectiles de corazón e impactó a la rubia en la cara. 

Piper fue eliminada de la partida. 

Colette rio contenta con su hazaña y corrió fuera de la vista de Fang, probablemente a buscar a su próxima víctima. Inconsciente de la mirada del joven sobre ella, Colette estaba pasandosela realmente bien en esa partida, sus colmillos relucían en una sonrisa amplia, corría de un lado a otro buscando a quien enfrentarse como si todo se tratara de un juego. 

Fang suspiró. 

Una sonrisa risueña se formó en su cara, y se imaginó lo que se sentiría ser el recipiente de ese beso letal. Colette podía hacerlo perder todas sus copas, pero sí al final repetía esa risa tan linda, a Fang no le molestaría. 

Y tanto se perdió en esa fantasía que no vio venir el golpe por atrás. 

El puñetazo de la bufanda lo tomó por completa sorpresa, pero Fang tiene unos reflejos asombrosos y lo mostró con la rapidez en qué se giró y le propinó una patada en la sien a su contrincante. No le dio a Edgar tiempo de recuperarse antes de agarrarle la bufanda bruscamente y aventarlo al piso de un jaloneo.

Edgar bufó y tuvo que mirar a todos lados, pues ya no sabía dónde se encontraba su oponente entre tanta hierba. 

La hierba alta se movía… y ese leve disturbio cada vez se acercaba mas, hasta que las hojas se partieron para abrirle paso al joven actor que se aproximaba a toda velocidad a Edgar con el pie apuntando directamente a su cara. 

¡FURIOUS FAAAAAA-AAAaaaAaaAaannnggg…!

Lo qué comenzó como un grito de guerra, se rebajó a un miserable quejido cuando la bufanda de Edgar se envolvió en la pierna alzada de Fang y jaló hacia arriba, dejando al pobre suspendido en el aire. 

Fang miró a Edgar furioso, Edgar por su parte se veía desinteresado, incluso aburrido. 

— ¡Tramposo! — Fang gruñó mientras trataba de liberarse desesperadamente del agarre de Edgar. ¿Cómo un pedazo de tela podía ser tan fuerte? 
Se dedicó a patearlo y agitarse en un intento de librarse, pero no logró mucho. Eventualmente se rindió y siguió colgado ahí quieto, mirando al pelinegro con una mirada desafiante. 

— Ella te gusta mucho, ¿no? 

A Fang casi se le cae la cara de la vergüenza, Edgar rio bajo su bufanda. Se puso rojo, volvió a agitarse. 

— ¿Por qué? — luchó contra el agarre. — ¿Quieres hacerme competencia? 

— Relájate, la veo más como una hermana. — Edgar se encogió de hombros. — Pregunto por qué te le quedaste viendo como baboso a media batalla. 

Fang se acomodó la gorra de tal forma que esta le tapara la cara.

— ¿Podrías soltarme? No entiendo que ganas cuestionandome…

— Solo un consejo. — recalcó Edgar antes de aventar al azabache algunos metros lejos. — No te conviene quedarte engatusado a media partida. 

Fang se levantó y tomó velocidad contra Edgar, el menor corrió para conseguir el impulso que necesitaba para un brincó enorme. Fang paró en seco y plantó sus pies en el suelo con fuerza. Si corría… Edgar simplemente lo perseguiría con ese subidón de energía que recibía con cada super. 

Y a Fang le gustaba enfrentar al enemigo de frente. 

Fang puso sus manos frente a sí y atrapó el puño de Edgar antes de que se estrellara en su cara, uso el impulso de su mismo oponente para girar y lanzarlo lejos. Edgar se apoyó de la pared donde iba a estrellarse y se lanzó hacia Fang, los puños de su bufanda se estrellaron en el suelo donde hace unos segundos Fang estaba parado, pues éste esquivó con rapidez. 

Colette eliminó a Colt de la partida. 

Fang volteó justo a tiempo para ver a Colette parada sobre el inmóvil Colt, gritándole quién sabe qué cosa sobre un autógrafo. Y antes de qué pudiera formarse una sonrisa en su cara, Edgar lo levantó de la camisa y soltó sobre él una lluvia de puñetazos. Fang comenzó a tirar patadas frenéticamente, pero no logró efecto alguno contra la regeneración que caracterizaba a Edgar. 

Fang fue eliminado de la partida. 

Fang se despertó en el lobby donde cada Brawler se reunía para comenzar las partidas y al que iban a parar al ser derrotados. Vio una figura verde y violeta parada a su lado, quién con el pasar de los segundos comenzó a aclararse hasta tornarse en aquella actriz que tanto odiaba. 

— Lola… — gruñó. 

— Cariño, ¡te ves horrible! — la mujer río. 

Fang se levantó, detestaba a la actriz pero sabía que no estaba insultandolo, realmente se veía horrible. Acomodó su gorra, sacó una liga de su bolsillo y volvió a atar su pelo deshecho en una coleta.

— Vaya, gracias por el aliento… pero me alegra más recordar que no fui el primero en perder. 

Lola frunció el ceño y se fue de su vista ofendida, asegurándose de practicar sus mejores lágrimas de cocodrilo para ir a quejarse de lo mal que Fang la trataba. Por su parte, el azabache se levantó y se sacudió la camisa del polvo que se le había pegado. 

— Maldito emo… 

Fang se fue a recargar en una pared con los brazos cruzados, pensando en su pequeña conversación con Edgar. Un rubor se le hizo presente al recordar ese No te conviene quedarte engatusado. 

Pfft, engatusado. 

— ¡Hey, Fang! 

Fang giró la cabeza y se encontró con Brock, con una sonrisa amplia y aún una flama pequeña en su lanzacohetes. Recordó ver a Amber básicamente bañandolo en fuego. 

— ¿Qué tal, Brock? — Fang le saludó con pocos ánimos y volvió a la misma expresión melancólica de antes. 

Brock lo miró con preocupación unos segundos. 

—. Ok, Rico tenía razón, definitivamente andas raro. ¿Todo bien? 

Fang levantó una ceja. — ¿Qué dijo Rico de mi? 

— Nada malo, — Brock le aseguró. — Solo que andas como tristezon desde media partida. Dijo que hasta peleando con Edgar te veías así. Dude, me preocupas. 

— Eh, no es nada. — Fang miró a los lados y suspiró. No, definitivamente tenía algo y pronto se lo haría saber a su contrario. — No estoy triste, estoy… ¿confundido? 

— ¿Sobre…? 

Fang se fijó en que no hubiera nadie más cerca antes de continuar. 

— Una chica. 

La expresión preocupada de Brock cambio a una sonrisa pícara, pero le dejó continuar. 

— Es muy amigable conmigo, cuando me lastimé siempre estuvo cuidándome, es tipo, ¡la mejor chica que he conocido! Antes me entretenía coquetearle de vez en cuando, pero ahora cuando lo intento algo me falla en el cerebro, no sé, me pongo todo… ¡estúpido! Los últimos días han sido raros, ¡ella me confunde! Pero no en mal plan, qué digo, me hace feliz estar con ella y… ¿por qué me miras así, bro?

Brock sonrió. 

— ¿Por qué no se lo dices? 

— Decirle… ¿qué? 

— Que te gusta. 

— ¡Ella no me gusta! 

Fang se tapó la cara en su frustración, Brock solo pudo soltar la risotada ante esa reacción. 

— ¡Hey, hey, no tiene nada de malo! — Brock le dio algunas palmaditas en la espalda. — Ella suena maravillosa, no te culpo. 

— Lo es. — Fang admitió.

— Dices que te hace sentir raro. 

— Lo hace…

— ¿Cómo raro? 

Fang buscó las palabras correctas. Se formó un silencio largo mientras hacía un desorden en su cabeza buscando una respuesta. 
¿Por qué? Fang siempre fue muy directo con lo que sentía. Pero ahora, le tomó cada fibra de valentía en su cuerpo para responder. 

— …¿Qué se siente el amor?

— Oh. — Brock pensó, tomado por sorpresa. — Bueno, es diferente de qué alguien solo te guste. 

— ¿Cómo sabes la diferencia? 

Brock miró alrededor del lobby, su mirada cayó en Bea. 

— Bueno, cuando alguien te gusta, te pone "tonto" como tú describiste. El amor es otro nivel, ahí ya no es solo la apariencia lo que te atrae, si no las cualidades de esa persona, y quieres estar con ella por siempre. Al menos así lo veo yo. 

— Mierda. 

— ¿Qué?

— Creo que me enamoré. 

Brock se empezó a reir. 

— ¡¿Qué da tanta risa?!

— ¡Se te notaba desde que empezaste a hablar de ella! — Tomó un momento para recuperar el aire que soltó en esa carcajada, y siguió. — ¿Y quién es la afortunada?

Fang la buscó con la mirada en el lobby, eventualmente encontrándola hablando con Edgar sobre cuánto logró acercarse a Piper esta vez. La partida ya había terminado para ese entonces. Fang no tuvo que decir nada, por qué con solo notar la forma en que la veía Brock tuvo su respuesta.

— Oh. — Dijo con un aire un tanto descorazonado. 

— ¿Qué tiene? 

Brock se rascó la cabeza, intentando decidir entre si debía advertirle sobre el tipo de persona que era Colette, o no interferir. 

— Nada, nada. Solo me sorprende. Nunca había visto a nadie que no fuera Edgar acercarse tanto a ella. 

— Edgar. — Fang gruñó. — Campero… 

— Definitivamente. Pero no es mala persona. 

— Más le vale. — Fang bufó, Edgar era demasiado negativo y no quería que le contagiara esa actitud a Colette. 

— Oye, ¿por qué no le dices lo qué sientes?

— Lo dices como si fuera fácil. 

— No lo es. — Brock se encogió de hombros. — Pero si no le dices tú, nunca lo sabrá. 

— ¡Brock! — Rico exclamó desde lejos. — ¡Vamos a llegar tarde a la reta contra Max! 

Brock se levantó de donde estaba recargado. 

— Fang, tengo que irme. Le prometí a los chicos una noche de videojuegos contra Max, Surge y Meg. ¿Quieres venir? Podríamos intentar aconsejarte. 

— No, creó que iré directamente a hablar con Colette. — suspiró. 

— Bueno, si necesitas algo, mándame mensaje, ¿va? 

— Probablemente lo haga. — Rió. — No tengo idea de lo que haré. 

Ambos rieron juntos, se despidieron, y Brock se retiró de ahí con sus amigos. Fang se dirigió a donde vio a Colette, pero ya no estaba. Probablemente se dirigió a su casa, pensó. Ese día nadie iba al trabajo. 

Fang caminó por las calles, cayó en cuenta de que Colette nunca le había dicho dónde vivía. Era gracioso, sabía dónde vivía Edgar, Colette lo llegó a mencionar, pero no donde ella vivía. 
Sacó su celular. 

Oye, linda

Borró la última palabra antes de enviar el mensaje.

Oye, Colette
Va a sonar raro pero, donde está tu casa? o donde andas?
Tengo que hablar contigo

No hubo respuesta. Caminó sin una dirección concreta, frustrando, hasta que recordó a Colette mencionar que se iba caminando con Edgar a casa. ¿Compañeros de cuarto? ¿Vecinos? ¿Misma calle, al menos? 

La pista más cercana que tenía era la casa de Edgar, así que ahí se dirigió. Debía encontrar a Colette… de una u otra forma.

Todo el camino fue quebrándose la cabeza, pensando exactamente en qué decir. 

¿Colette, te amo?

No, demasiado intenso. 

¿Colette, me haces sentir cosas? 

Muy cursi. 

Para cuando llegó a la dichosa calle, seguía sin tener las palabras listas en su cabeza. ¿Cómo carajos se debía expresar? 

Cuando vio la casa desgastada y con pintura quebradiza, supo que definitivamente ahí no vivía Colette. Ella tenía cierta afinidad por el orden y los espacios lindos, incluso en los días que estuvo en su apartamento se había encargado de deshacerse de mucha suciedad del lugar. Su casa debía ser bonita, como ella. Probablemente esa era de Edgar. Seh, él era definitivamente del tipo qué limpiaba la pared cada 10 años. 

Fang caminó por la calle, ahí vio a Janet regando algunas plantas. Ella debería saber quien vivía por aquí, ¿no? Se acercó, haciendo sus pasos un poco más ruidosos de lo usual para no tomarla por sorpresa. 

— Hey, Janet. 

— ¡Hola, Fang! — le saludó sin apartar la mirada de las plantas. Estaban muy aplastadas y tenían marcas de llantas, no se explicó por qué cuidaba de ellas si se veían tan maltratadas, pero no dijo nada. — ¿Qué haces acá? ¿Buscas a alguien? 

— Sí, de hecho. ¿Sabes si Colette vive por acá? 

— Final de la calle, es la casa con la puerta llena de pegatinas. — respondió mientras acomodaba algunas decoraciones de jardín rotas lo mejor que podía. 

Fang le agradeció y se iba a retirar, pero parecía que Janet no había terminado de hablar. 

— ¿Para qué quieres ir ahí? 

— Oh, bueno, es qué quiero hablar con ella. 

— No te lo recomendaría. — Janet le advirtió. 

— ¿Por? 

Janet miró a ambos lados, a la dirección de la mencionada casa, y luego a Fang. 

— No creo que te guste lo que vas a ver. 

Buen trabajo Janet, solo encendiendole la curiosidad a Fang. El azabache bufó y se fue sin responder, directo a esa casa.

Tal parecía que Colette incomodaba a todos. Si tantos brawlers se lo advertían… debía estar pasando algo, ¿no? Pero no podía imaginársela haciendo algo malo. En su cabeza, no encontraba respuesta, mientras que caminó a la casa indicada y tocó la puerta. La puerta se abrió un poco con su toque. 

— ¿Colette? — llamó, poniendo un pie dentro. — Dejaste la puerta abiert… 

— ¿¡FANG!? — La escuchó gritar desde arriba. 

— ¡Colette! — Respondió con una sonrisa tonta en la cara. 

— ¡NO, FANG, ESPERA! 

Escuchó sus pasos desesperados tirando cosas y apresurandose a bajar. Antes de que Fang pudiera parar, tropezó con algo y se fue de cara al piso. 

Levantó la cara y lo primero que vio, lo más vistoso en la sala, fue lo que parecía ser un altar enorme. Repleto de fotos de él, repleto de cosas que según él se le habían perdido, incluso había bolsas de palomitas vacías. Incluso había peluches de él… 

Colette bajó las escaleras a prisas, supo que llegó tarde cuando Fang la miró horrorizado.

...

No sé como arreglar que wattpad me cambie los guiones largos por cortos, ayuda.
En fin, me gustaría invitarlos a mi servidor de Discord, publicaré cositas sobre este fanfic y Edgar's Inferno, sin caer en los spoilers claro <3 daré el link en los comentarios!

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