Para
Mi cuerpo, mi mente, todo en mí era un lío, mis lágrimas se sentían calientes sobre mi rostro, mis gemidos eran lastimeros, tenía miedo, no quería estar aquí, no con una persona tan enferma como él.
— Jungkook... — escuché su voz burlona desde atrás de la puerta
— ¡DÉJAME! — grité sintiendo mi cuerpo húmedo
— Nunca. Tú y yo somos destinados, nosotros somos perfectos el uno para el otro —
— ¡NO!, ¡ESTÁS LOCO! —
Luego de eso no recibí respuestas, no hasta luego de unos minutos, una estruendosa risa se empezó a escuchar, estaba loco, ¿Cómo no me pude dar cuenta antes?.
— Jungkook, esto es amor, te amo —
— ¡NO!, esto no es amor... lo que tu sientes se llama obsesión, una ilusión de tus pensamientos, que te hace hacer cosas... — dije viendo como la puerta se abría lentamente, hasta dejarme verlo a cuerpo entero — no es amor, es una obsesión, déjame ir, afuera recibirás ayuda —
— ¿Porqué todos dicen lo mismo? — preguntó sin entrar — todos dicen que estoy loco... no lo estoy Jungkook — dijo poniendo un pie adentro del cuarto
— Ta-taehyung, por favor — dije apegándome a un rincón de la cama
— Ámame, si lo haces seremos felices — dijo dando pasos lentos — verás lo bien que lo pasarás conmigo, verás que no hay nadie como yo — se sentó en la cama, me miró fijamente y quiso tocarme pero yo lo aparté — si me rechazas las cosas serán feas, Jungkook — dijo acercando su mano de nuevo a mí
— ¡Pudrete en el infierno maldito loco! — exclamé apartando su mano
— Te dije que no me rechaces maldita perra — dijo agarrándome fuertemente del tobillo y jalándome
Intenté soltarme pero Taehyung era más fuerte, intenté gritar pero él puso un trapo en mi boca.
Sentía sus manos por mi cuerpo, sentía como empezaba mi cuerpo a reaccionar a eso, tenía asco, quería morir, quería matarlo.
— Hueles delicioso, ya quiero probarte — susurró cerca a mi rostro — lo vamos a pasar muy bien —
— ¡HUMMM! — grité mientras negaba con la cabeza
— Voy a tratarte bien, no te preocupes por eso mi amor, voy a tratarte como a una princesa — dijo pasando su mano por mis piernas
Estaba echado sobre mí, mis manos estaban inmovilizadas, mis piernas igual, quería sacarlo de encima mío pero eso parecía imposible. Sentía como dejaba besos por mi cuerpo, como sus manos se empezaban a adentrar por debajo de mi ropa, estaba cada vez más alterado.
Pensé que no podría estar esto peor, pensé ingenuamente que se iría y me dejaría en paz, pero al sentir como se puso entre mis piernas todo cambió, rápidamente saqué fuerzas de donde no creía y lo empujé, liberándome de él, pero no por mucho. De inmediato me quejé de dolor al sentir como su mano impactó contra mi rostro con fuerza, me volteó y hundió mi rostro contra la almohada.
— ¡NOOO!, ¡DÉJAME! — intentaba gritar, escupiendo ese trapo como pude al sentir como bajó mi ropa interior — déjame, por favor... —
— Lo vas a disfrutar Jungkook — dijo poniendo algo caliente en mis nalgas
— ¡No-o....!, ¡AHG! — grité sintiendo mi garganta arder
— Mi-mierda, esto es... —
Dolor, eso fue lo primero que sentí. De inmediato mi cuerpo se puso tenso, gritaba de dolor, pero a él muy poco o nada le importaba, me movía con desesperación, pero no podía lograr soltarme.
— ¡A-ahg! — gemí sintiendo como se movía con rudeza, pensé que pararía al escucharme suplicar de dolor, pero estaba muy equivocado — pa-para... — supliqué por enésima vez, esperando inútilmente que reaccione
— No lo haré, esto es delicioso — gruñó moviéndose más fuerte — deberías también moverte y dejar de decirme que pare, no mientas, tu interior me absorbe, tu interior me está recibiendo muy bien, deberías aceptarlo amor, hazlo conmigo —
— No-o, primero muerto... — dije lleno de odio
— Lo tendrás que hacer, aún faltan cuatro días, aún tu celo no se va... ¿Y quién crees que estará ahí para tí? — preguntó agarrándome del mentón, haciéndome voltear a la fuerza — yo, yo estaré ahí para tí, voy a estar contigo siempre, no importa en donde estés, yo voy a estar contigo, siempre —
— ¿Po-or qué? —
— Porque te amo, y es porque te amo que ve voy ha hacer un hijo —
— No-o — dije viendo como sonrío
— Sí, vamos a tener miles de hijos, los vamos a criar juntos — gruñó dándome una estocada profunda, volviendo a hundir mi rostro en el colchón — vamos a cuidarlos muy bien —
— No, por fav... ¡Ahg! —
— ¡Mierda! — exclamó viniéndose dentro mío, sintiendo su nudo
No me moví, no grité más, no hice nada más, no tenía caso, no me soltaría, por más que grite y luche, no lo haría. Solo podía llorar, sintiendo como era usado, como mi cuerpo era tocado por él.
Taehyung utilizaba mi cuerpo a su antojo, pero ya no me importaba, sentía dolor, pero ya pasaría, todo estaría bien, encontraría la manera de seguir con vida, encontraría la manera de escapar de él, pero no ahora, ya no podía hacer nada, solo llorar y ahogar mis gemidos, solo cerrar mis ojos y rogar que esto acabe lo más rápido posible.
Mi primera vez, no quería que fuera así, no quería que sea así, no quería. Quería esperar a la persona indicada, enamorarme, salir con esa persona, compartir cosas, quería tanto poder conocer el amor, a alguien que me lo dé, pero no fue así, estoy siendo forzado por un maldito loco, estoy siendo obligado a abrir mis piernas a este maldito loco.
— Pa-para... — supliqué en voz baja
No quería decir nada, pero era doloroso, dolía todo, mi cuerpo y mi alma, era como si fueran desmenbrados pedazo por pedazos, como si a una linda mariposa se les fueran arrancadas sus alas, acabando por tirarla y pisarla.
— Me aburrió esta posición — dijo volteando mi cuerpo como a un costal de suave algodón, era como un muñeco
— Para... — dije viendo una esquina del cuarto — duele, me duele... —
— Te duele por que tú quieres — lo escuché decir
Yo solo podía mirar la pared oscura, escuchando rápidamente el sonido del flash, no me importó, solo quería que parara, quería que se vaya y me deje.
— No voy a seguir, es como hacerlo con un tronco — sonaba algo molesto — pero te voy a tener paciencia, no debe de ser fácil para tí, seguro tienes cosas que pensar, sé que puede ser duro el cambio de tu vida, pero no estás mal, yo estoy contigo, tú me amas y yo te amo, es todo lo que necesitamos —
— Déjame ir... — dije tan bajo, creo que ni el silencio mismo me escuchó
— No puedo dejarte, tu olor inunda la casa... creo que me quedaré toda la noche contigo — dijo abriendo mis piernas
— Hoseok... — dije recordando su sonrisa
— Hoseok está muerto Jungkook, yo mismo lo maté y me aseguré de que no vuelva —
— Te odio... — dije volteando a verlo
— Me amas —
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