- ¡Me ha vuelto a bloquear! - chilla Cherry al ver la pantalla de su móvil.

- ¿De que hablas?

- Michael... está por aquí. Tengo que encontrarle.

- ¿Quién es Michael? - pregunta Jeff, algo confuso.

- El del pelo rosa. Voy a buscarle.

- ¡Pero...!

La rubia ignora a su amigo y empieza a recorrer la enorme discoteca. No sabe dónde buscar al chico, así que va centrando su mirada en las cabezas de la gente, en busca de un cabello rosa. De repente ve uno, pero no tarda en darse cuenta de que es solo el reflejo de las luces de colores de la fiesta, así que sigue buscando.

De repente, le localiza. Ve al chico hablando con tres chicos más antes de emprender camino en dirección al baño. Ella, sintiéndose atrevida por las copas que ha tomado, va tras él. La rubia entra en el cuarto de baño de chicos y, antes de que el chico que tiene fichado, se ponga a hacer sus necesidades, le agarra de la muñeca y la atrae hacia ella. Toma la iniciativa agarrando las mejillas del chico y acercándose a él, empezando a besarle.

Al sentir los finos labios de Cherry, Michael siente como su corazón casi se sale de su pecho, latiéndole con fuerza y velocidad. Se queda tan pasmado que durante un momento, no es capaz ni de seguir el beso.

- Pero bésame, Michael... - murmura ella.

Michael asiente con la cabeza y empieza a mover sus labios torpemente, siguiendo el experto beso de la chica. Poco a poco mueve sus brazos hasta colocarlos alrededor de la pequeña cintura de la rubia. Ella sonríe al ver como Michael empieza a reaccionar y acelera el beso, acorralándole contra la pared. Cherry pone una mano sobre el torso de Michael y se pega completamente a él, sintiéndose caliente, debido a las copas de más que lleva en su cuerpo, y de las ganas que le tenía al chico hasta aquel momento.

- Michael, me gustas.