ADAM

Tras lo ocurrido en casa de Colin decidimos que lo mejor era llevarlo con nosotros porque el peligro estaba a la vuelta de la esquina. No íbamos a arriesgar a perder más gente; la ciudad ya estaba en un caos lo suficientemente grande como para quedarnos de brazos cruzados. Teníamos que informar a los arcángeles de que habíamos salvado a Colin y que, por alguna extraña razón, había demonios mujer pululando por la tierra.

La sospecha rondaba por mi mente, ¿Cómo era posible que ellos no supieran de la existencia de ellas? ¿Era cierto que había ángeles mujer?

Mientras que llevábamos a Colin como podíamos porque se encontraba en una especie de catatonia, Daryl se encargó de convocar la puerta a La Morada para volver a casa. De nuevo, los ojos de Colin se abrieron como platos, pero no parecía que fuera a morir de un ataque al corazón como minutos atrás:

- ¿Qué...qué...eso...? -Preguntó como buenamente pudo. Le di un apretón en el hombro lo más cordial posible para darle ánimos; había tanto que contarle.

Lentamente fuimos caminando a lo largo de aquel túnel. Recordé a Betty cuando la traje a La Morada completamente desorientada y enfadada conmigo. Aquello me sacó una sonrisa pues el rostro de Colin mostraba la misma expresión que ella.

-Debemos de darnos prisa, tenemos mucho que averiguar y poco tiempo. No podemos permitir que los demonios corrompan más vidas humanas.

-Espera, espera, ¿Mi novia era un demonio? -Preguntó Colin.

Daryl y yo asentimos sombríamente. No me gustaba que tuviera el corazón roto, pero era peor tener la vida rota en varios fragmentos convirtiéndote en un demonio. Así eran ellos, vampiros energéticos que absorbían tu energía hasta la última gota para manipular las mentes humanas con mayor facilidad. Ellos eran parásitos de la vida humana porque era complicado para ellos poder procrear, aunque ahora no comprendía muy bien sus razones porque había mujeres de su propia especie.

Había demasiados intrigantes que descubrir.

Daryl, cuando por fin llegamos a nuestro destino, se giró en nuestra dirección diciéndonos que vayamos cuanto antes a mi casa para comprobar que todo estaba en orden. Ahora era yo el que tenía que cuidar de Betty y de su hermano hasta que Daryl informara de lo que habíamos logrado y que habíamos tenido éxito. Prometió no investigar el tema de las mujeres ángeles y demonio sin mí; ahora debíamos ser un equipo nos gustase o no.

Colin miraba todo a su alrededor totalmente confuso, pero más tranquilo. A veces sospechaba que pensaba que estaba dormido o borracho porque una leve risa nerviosa se escapaba de su boca.

-Eh amigo tranquilo, pronto te explicaremos más de este lugar y las razones por las que me llevé a tu hermana creo que comienzas a comprenderlas.

Colin asintió levemente pero pronto su rostro se volvió un tanto serio:

-O sea que te llevaste a mi hermana para protegerla y me dejasteis a mí solo para ser la merienda de esos chupa almas, ¿No? ¿Eso es lo que debo de entender?

-No Colin, tenías protección en todo momento; Daryl era tu protector, pero no le veías. El problema es que tu hermana es una pieza clave en el inframundo y desean hacerse con ella por diferentes razones que ahora voy a explicarte junto con ella. Solamente te pido que mantengas tus oídos y tu mente clara.

No se le veía más convencido, pero estaba seguro que la presencia de Betty le ayudaría a comprender mejor las cosas. Tan solo necesitábamos un poco de tiempo y paciencia para que comprendiesen la situación y así conseguir su colaboración.

Al llegar a casa noté como la puerta estaba entornada y en el suelo brillaba la llave de la cerradura de la puerta principal. Un leve dolor en el pecho me atravesó sintiendo un enorme peligro en aquel lugar.

- ¿Dónde está mi hermana? -Preguntó Colin al ver que la puerta no estaba cerrada con llave. No podía responderle; era algo que todavía mi cabeza no lograba procesar.

Sentí una enorme rabia contra los arcángeles y sus formas de elegir a la gente. Debían de haber enviado a alguien competente para mantenerla a salvo, pero era evidente que no había cumplido su cometido.

Comencé a llamarla completamente desesperado buscando en cada rincón de la casa con ayuda de Colin pero no había ni rastro de ella. Al mirar en la cama, la huella de su silueta casi me arranca una lágrima recordando nuestros besos sobre el colchón, su mirada esmeralda sobre la mía y los suspiros que salían armoniosamente desde el fondo de su garganta. Quise destruir a quien había permitido que ella no estuviera en la cama descansando ajena al peligro, ajena a todo el dolor que había en la tierra.

Odiaba que no fuera yo el que se hubiera quedado a protegerla, pero quizás Daryl no hubiera podido con la demonio y no hubiéramos podido traer a Colin. No sabía qué más hacer; parecía como si la misma tierra se la hubiera tragado.

-¡¡¡ADAM!!¡¡¡ADAM!!!

La voz histérica de Daryl me hizo correr a la cocina con el alma totalmente salida de mi cuerpo. Se encontraba en un estado de tensión tan elevado que supe que las noticias que traía eran de seguro nefastas. No quise preguntar; sabía que pronto él contaría lo que tenía que decirnos.

-He estado en la oficina de nuestros jefes y traigo algo...algo no muy bueno Adam. Yo te vine a buscar porque recibí una notificación; una orden mental que me envió uno de los arcángeles. Me dijo que tú y yo teníamos que ir a la tierra a por Colin para traerlo de vuelta y protegerlo de lo que estaba sucediendo. Me dijeron que habían puesto a alguien de confianza para cuidar de ella, pero nunca me dieron un nombre. El problema es que cuando llegué allí, nuestros jefes comenzaron a gritarme diciendo que no debíamos dejar desprotegida a Betty porque la tierra estaba en un estado de alerta. Fue cuando me di cuenta que ninguno de ellos me había dado el aviso...

Oh joder...no...

-Eso solamente puede significar una cosa.

-Alguien de este mundo le ha abierto la puerta de La Morada a los demonios y están a punto de entrar a nuestro mundo. Les hemos servido a Betty en bandeja-Contestó Daryl.

Y así comenzó todo, comenzó la guerra que todos evitábamos pero que, tarde o temprano tenía que estallar. Ya de nada servía el equilibro del bien o del mal; habían robado una deidad para sus oscuros fines, para crear una nueva especie mejorada y así poder llegar al Otro Lado, el lugar de los dioses. Si alguno de ellos llegaba al poder, la tierra como la conocíamos llegaría a su fin y el caos estaba asegurado.

Pero nada de eso iba a pasar porque estaba yo para poder evitarlo.

Fin de la primera parte.