V
Título: Believe.
Personajes: Hawks, Nejire Hadō, Tamaki Amajiki, Krista Litzer (Oc), Jeannet Faure-Dumont (Oc - FanficUchiha17).
Ships: Hawks x Krista, Jeannet x Tamaki.
Advertencia: Quirckless, Au moderno, leve cambio de personalidad en algún personaje.
Cantidad de Palabras: 2986.
Caminaba de un lado al otro en su despacho, observando cada cierto instante el reloj de pared, lo cual lograba impacientarla más al tiempo que las miradas de quienes la acompañaban estaban fijas en ella. De entre todos los artistas a quienes llegó a representar, este chico sin duda se ganaba con justa razón las ganas de ahorcarlo que la azabache tenía por su impuntualidad.
Jeannet Faure-Dumont era una de las managers más exitosas y jóvenes en el país nipón, lugar en el cual se radicó desde hacía ya un par de años. Ganó notoriedad por su trabajo de asesoría con artistas a quienes impulsó en los géneros de J-rock, J-pop e incluso en el J-core. Una vez los ídolos quedaban en la cima de ventas, ella simplemente iba en busca de otros nuevos talentos a quienes ayudar a cumplirles el sueño de tener fama y reconocimiento por su trabajo.
Debido a esto, se le ocurrió impulsar unos géneros que fueran externos del país, los cuales ya se conocían más aun así, ella deseaba darle su toque. Por ello se enfrascó en trabajar sobre un proyecto que de cierta forma era personal, pasando cerca de unos dos meses recopilando información de todos aquellos que les enviaban sus datos, ciertas especificaciones de los integrantes de la banda e incluso pequeños demos.
Su asistente Nejire Hadō, era la encargada de concretar las citas y ver los detalles sobre cada aspecto que se llevaría a cabo en cada encuentro o entrevista donde participaría la joven. Para la peliceste era fácil cumplir con sus funciones, debido a que su alegría y espontaneidad.
Por su parte, su prometido Amajiki era quien concretaba los shows y fechas en las cuales los diversos artistas se presentarían, además de organizar toda la logística necesaria para que cada uno de los eventos precisaba. El concretar todos los detalles era algo que al peliazul le costaba, debido a su timidez y pocas ganas de hablar con los demás, a pesar de ello siempre lograba que todo saliera de la mejor manera.
—Es el colmo —bufó exasperada tomando su móvil para llamarlo por décima vez.
—¿Qué es el colmo?
—¡Ah! Tú lo eres, grandísimo impuntual —vociferó luego de oír su voz resonar en la estancia—. Llevamos esperándote casi dos horas, Hawks. ¿Se puede saber dónde estabas?
—Llevamos me suena a muchas personas, ya que solo...
Sus palabras fueron interrumpidas por el sonido de apertura de una puerta que estaba en el interior de aquel sitio, del cual salió la joven alemana, peinando un poco su negra melena. Sus ojos ámbar se cruzaron con los del chico, viéndolo con cierta apatía y cansancio, mientras que los de él tenían aquel brillo de suspicacia que lo caracterizaba.
—Vaya, hasta que apareciste. Ya le había dicho a Jean que debía buscar un nuevo vocalista.
—Hermosa, tú siempre tan sutil con tus comentarios.
—Por supuesto, es una cualidad el dar aciertos al hablar.
—Jóvenes, por favor no discutan —pidió Nejire acercándose a su jefa.
—Esta vez sí les permito discutirse. Hawks está sobrepasando el límite de la irresponsabilidad y eso es algo que detesto.
—Ya Jean, tranquila. Estoy aquí, qué es lo que importa —contestó sin mucho interés—. ¿Cuál es el motivo de esto?
—Lo diré de la forma más simple posible, quiero que compongan juntos una canción.
—Imposible.
—Me niego.
Tanto la azabache como el rubio voltearon a verse tras dar su respuesta. Ambos eran líderes de las bandas que actualmente Jeannet representaba y con quienes estaba llevando a cabo su proyecto. Ahora la manager deseaba impulsar el éxito que ambas partes estaban teniendo por separado para tener un mayor realce y repercusión no solo a nivel local, sino que también internacional.
—Qué bueno que no les estoy preguntando.
—Con todo respeto Jean —inició la chica mientras se cruzaba de brazos—. No deseo trabajar con este idiota, lo digo con todo respeto —aclaró intercambiando su mirada entre su manager y el rubio.
—Al menos en eso coincidimos, tampoco quiero colaborar con esta señorita tan infantil —asestó el joven llevando una de sus manos a su nuca.
La azabache ante ellos solo se acomodó los lentes que portaba, viéndolos a ambos un instante para sonreír inconscientemente, ganándose un gesto de extrañeza por parte de los mismos. Desde que los unió para una rueda de prensa, tuvo aquella sensación de que ambos eran perfectos para ser pareja, y al principio parecía que podría ser así debido a que su primera plática fue amena.
Aun guardaba esa leve esperanza para ambos, ya que por más que estos se miraran con apatía, se dijeran ciertos insultos o se ignoraran, ella sabía que ambos se gustaban y que solo su orgullo impedía que se dieran los siguientes pasos.
—Chicos, he dicho lo que deseo. Ya Nejire y Tamaki coordinaron todo lo necesario para dar a conocer esa nueva canción en una rueda de prensa dentro de un mes.
Tanto Krista como Hawks sabían que ella no iba a retroceder, ni siquiera se inmutaría en oír sus quejas o motivos sobre el no desear trabajar con el otro. Se conocían muy bien como para ser conscientes de aquello.
Al unísono ambos suspiraron con una expresión de derrota en sus rostros, mientras que la chica ante ello sonreía complacida.
Los días se suscitaron y el par de ambarinos no podía estar ni siquiera unos miseros diez minutos sin pelear, discutir, lanzarse epítetos venenosos u ofenderse. Se comportaban como un par de niños pequeños a quienes Nejire debía soportar.
El carisma y la gracia de la peliceleste le ayudaba a que aquella situación le fuera un poco más llevadera. Ella era consciente que los malos entendidos eran ocasionados por el rubio, quién no cumplía de forma correcta sus obligaciones.
Además de ello, creía que Krista estaba siendo bastante tolerante con eso ya que la alemana se caracterizaba por ser puntual y cumplir en cada aspecto que fuere necesario con responsabilidad.
Nejire sabía que la paciencia y aquella gran consideración con respecto a los actos que el chico realizaba, pronto terminaría por parte de la azabache y ello no sería algo bueno.
Eso simplemente era lo último que soportaría por parte de él, había llegado demasiado lejos con respecto a sus acciones. Ella no lo dudó y marcó su número, podía decírselo en un mensaje, pero no, prefería que la escuchara y si era posible, que sintiera la frustración y molestia que ella sentía en ese momento. A la primera no contestó como tampoco a las dos siguientes, bufó hastiada y lo intentó una última vez.
—Vaya que sí deseas...
—No quiero escuchar ninguna palabra de tu parte, no te llamo para eso —inició con la molestia marcada en su voz—. Esto es lo último que toleraré de tu parte, no te preocupes por nada, como te dije veré de que Nejire te haga llegar lo necesario.
—Pero ¿y el ensayo? No me presentaré para hacer el ridículo frente a los periodistas.
—¿Por qué coordinaremos un ensayo? Ni siquiera apareciste para las pruebas en el estudio. Desde que iniciamos la composición de esta canción todo contigo han sido excusas, contratiempos, llegadas tardías y más. Nejire debió de excusarse por ti miles de veces, yo debí de ponerme a ayudarla en otras —suspiró frustrada—. Eres el chico más desconsiderado que he conocido, todos están dando lo mejor para que tú, maldito egocéntrico, te luzcas. ¿Crees que sólo tú tienes ocupaciones? ¿Piensas que solo tú puedes tener pendientes o cosas que hacer? ¿No consideras que los demás también tenemos una vida, como para estar dependiendo de tu tiempo como si no existiera nada más?
—Podría perfectamente hacer esto sin ti.
—Cállate, Hawks. Que te quede muy claro que si sigo soportándote es porque Jean confía en nosotros y yo de verdad no quiero defraudarla. Le agradezco infinitamente todo lo que ha hecho para ayudarme, para impulsar mi carrera, para que la música que escribo sea escuchada por miles de personas alrededor del país, y porque no, en otras partes del mundo. No me alcanzaría la vida para poder retribuirle todo lo que ella ha hecho por ayudarme a cumplir mi sueño... Si acepté trabajar contigo fue por ella —pausó mientras esperaba algún reproche o tal vez reclamo del contrario, algo que no llegó—. Sé que lo que te diga no te importará, porque para ti soy solo una chica inmadura. Adiós, Hawks.
Observó el su teléfono unos segundos luego de haberse cortado la llamada, era la primera vez que alguien le decía ese tipo de cosas. Siempre recibía halagos, cumplidos y demás, palabras que sin dudar lo hacían sentir importante y porque no decirlo, superior a los que lo rodeaban.
Trato de devolverle la llamada a la chica, pero su teléfono daba apagado, supuso que incluso lo había bloqueado ya que en la aplicación de mensajería no le aparecía su fotografía de perfil. Suspiró con cansancio, dejando a un lado su teléfono para luego de unos minutos quedar dormido.
Cada vez estaba más próxima la fecha del pequeño evento, por ende, las semanas previas al mismo los jóvenes debieron pasar más tiempo juntos en las oficinas de su firma representante "Dreams Records" y era muy notable que algo había cambiado entre ambos. Krista apenas llegaba a saludarlo o tan siquiera hacía un gesto con la mano en representación de ello, ya no discutían, ya no cruzaban una mínima palabra. Las proferidas por el rubio eran simplemente ignoradas por la azabache, quién en ocasiones al oírlo hablar lo volteaba a ver, recibiendo el rubio una mirada que demostraba mucho más de lo que expresaba.
Intentó hablarle en reiteradas ocasiones, le escribió un par de mensajes, le envió recados por parte de la peliceleste e incluso al joven peliazul le había pedido que la citara para planificar parte del evento entre otros temas, pero nada. Ella se mantenía reacia a siquiera volver a hablarle, cumpliría con sus obligaciones, más era libre de decidir a quién hablarle y a quién no.
El tan ansiado día para la joven manager había llegado y si bien se había mantenido al tanto de todos los detalles para que aquello fuera perfecto, los nervios que sentía en ese momento eran de cierto modo inevitables. Tamaki se mantenía a su lado, tomando su mano entre la suya y mencionándole que todo iría estupendo, que tendría un nuevo éxito en su largo palmar y por sobre todo, que confiara en los jóvenes.
Los periodistas se encontraban algo ansiosos por ver a los ambarinos juntos, si bien ya habían estado con sus respectivos grupos en diversos eventos y ellos habían sido fotografiados en distintas ocasiones junto a su manager, aquella era la primera vez que los catalogados como "los ángeles de Dream Records" harían un dueto.
Los flashes no se hicieron esperar cuando ingresaron a la sala siguiendo a la chica de lentes, quien sonreía sutil a los fotógrafos mientras que Krista y Hawks hacían lo propio y posaban casuales y sonrientes.
Las diversas preguntas por parte de los profesionales no se hicieron esperar y los chicos respondieron cada cuestionamiento de una forma clara, concisa y sencilla. Jeannet intervino en algunas ocasiones, generándose en aquel sitio un ambiente ameno y agradable, ya que podía notarse que existía en cierto modo, una constante comunicación entre los artistas y su representante.
Una vez finalizada la rueda de prensa todos los presentes en la sala fueron invitados pasar al salón principal, sitio donde se daría la presentación de la pieza musical en la que estuvieron trabajando Krista y Hawks.
Este último había intentado en vano acercarse a hablar con la azabache, pues ella sencillamente se limitó a señalarle al frente, para luego ir a prepararse y dejarlo solo. Desde aquella vez en que la oyó hablarle a través del teléfono, los días siguientes comenzó a percibir un mal sabor de boca, una extraña sensación lo invadía cuando lograba verla y ella simplemente ignoraba su presencia, aquello no lo podía entender y llegó a molestarle en cierto punto, para luego hacerle meditar sobre las palabras que debía de expresarle para disculparse con ella por la forma de actuar que tuvo.
Ambos se encontraban en posición, los jóvenes estaban al frente de sus respectivos micrófonos, mientras que los demás integrantes de sus grupos musicales se preparaban para iniciar. La melodía comenzó a sonar, siendo la voz de Krista la primera en oírse, para luego ser acompañada por la Hawks, teniendo de fondo a un par de chicos más como segundas voces.
Todo en aquella presentación era indudablemente maravilloso, la forma en completarse que tenían los jóvenes, sus interpretaciones, sus voces fusionándose y expresando como la música era parte de lo que apreciaban, de lo que gustaban, de lo que les encantaba.
Se observaban fugazmente, se tomaban de las manos en diversos intervalos y luego se apartaban para observar a los presentes a quienes señalaban por leves lapsos de tiempo.
Los flashes casi no se detuvieron durante el tiempo en que fue interpretada la canción, los periodistas tomaban nota, coreando partes que se les había quedado de aquella canción y disfrutando de aquel momento.
—Gracias a todos —dijo el rubio con una radiante sonrisa en sus labios.
—Esperamos esto les haya gustado —agregó la azabache también sonriendo.
—Antes de que demos por terminado esto, me gustaría decir unas palabras —mencionó Hawks ganándose la atención de todos los presentes, incluidos los que lo acompañaban en la pequeña tarima que fue preparada para la ocasión—. Yo... le debo una disculpa a mis compañeros de grupo, al joven Tamaki, a ustedes también Nejire y Jean —expresó, obteniendo miradas de cierta incredulidad por parte de quienes lo estaban observando—, y por sobre todo... te debo una disculpa a ti, Krista —pausó un momento antes de acercarse más a ella—.Fui en verdad un completo idiota por la forma en que te hablé, por la manera en que me comporté tanto contigo como con el resto de personas que forman parte de casa disquera que como bien lo mencionaste, de la mano de Jeannet me han llevado a cumplir mi sueño, uno donde muchas personas pudieran escuchar mi voz interpretando las diversas canciones que he compuesto y con las cuales deseo transmitir un mensaje, al igual que tú haces con las tuyas.
Krista estaba sorprendida por cada palabra que el rubio expresaba, podía notar que no mentía, que ni siquiera estaba inventando aquello debido a que en sus ojos no se encontraba aquel brillo burlesco que solía tener, ni sus palabras demostraban la arrogancia con la que solía hablarle a los demás, en verdad él estaba siendo completamente sincero.
—Me gustaría interpretar una canción extra, una que he escrito en estos días y que deseo dedicártela, hermosa.
Los integrantes pertenecientes al grupo del rubio recibieron una señal de este, mientras el acercaba una silla para hacer sentar a la fémina en ella y así lograr que ella estuviera cómoda. La canción inició dando paso a la voz de Hawks, quién observaba a Krista directamente a los ojos mientras cantaba.
Las letras de aquella composición lograban demostrar los sentimientos del rubio, quien la cantaba con sumo fervor y entrega, mientras se desplazaba alrededor de la joven, quien sorprendida lo veía con un tenue rubor en sus mejillas. Los periodistas rápidamente comenzaron a crear sus especulaciones mientras que los fotógrafos captaban la escena que definitivamente sería tapa en los periódicos y diversas revistas de entretenimiento.
Una vez la canción terminó, los profesionales estaban decididos a acercarse a los jóvenes cantantes, pero fueron interrumpidos por la manager de estos, quien les agradeció su presencia. Varias disconformidades se hicieron presentes, más la azabache acomodándose sus lentes, les explicó que, si deseaban saber más sobre "los ángeles de Dream Records", pronto estarían recibiendo novedades.
Con esto dicho, dio una amable reverencia antes de indicarle a sus representados que podían abandonar el lugar. Aun impactada por la situación, Krista caminaba por el largo pasillo sumida en sus pensamientos. Deseaba poder hablar con el rubio con respecto a lo ocurrido, mas no podía negar que todo aquello le había gustado.
—Krista —, aquella voz familiar la había detenido, haciendo que volteara para cruzar su mirada con la del chico.
—Dime, Hawks —contestó, recibiendo una inconsciente sonrisa por parte de él.
—Espero te haya gustado la canción —habló sintiendo un leve rubor en sus mejillas.
—Estuvo muy bonita, no lo negaré —apremió con sinceridad.
—Lo siento en verdad, Krista. Lamento haber sido un verdadero idiota contigo —soltó con seguridad, sin apartarle la mirada.
—Al menos te das cuenta de ello, pero debes corregirte.
—¿Eh?
—Sigues siendo idiota —, ella sonrió.
—Hermosa, esa manera sutil de decir las cosas... admito que es única —dijo dando un par de pasos para estar más cerca de ella—. Al igual que tú.
Ahora era ella quien se había sonrojado, apartando levemente el rostro para sentir en su mejilla derecha unos segundos después los suaves dedos del rubio acariciarle con delicadeza. Ella regresó la vista y sus ojos se volvieron a encontrar, sus miradas doradas parecían brillar en aquel instante en el que estaban conectadas mientras que sus labios se regalaban mutuamente una sonrisa sincera.
Se encontraban tan sumidos el uno en el otro que no se habían percatado de que la azabache los estaba observando a lo lejos. Acomodó sus lentes mientras en su rostro se plasmaba una sonrisa ante la escena que presenciaba, puesto que estaba segura que aquello sería el inicio de algo bonito. Los conocía ambos muy bien, sabía perfectamente que se habían gustado mutuamente desde que se vieron por primera vez, pero que tanto sus orgullos como el ego del chico habían impedido que aquello iniciara ya en ese tiempo.
—Pareces feliz —comentó tras la joven el peliazul.
—Lo estoy amor, en verdad lo estoy —contestó altiempo que giraba a abrazarlo, recibiendo un suave beso por parte de su amado.
NOTA DE LA AUTORA:
Las músicas que son interpretadas por los personajes pertenecen al grupo Skillet, mientras que la imagen del capítulo es sólo una de las obras maravillosas que realiza la talentosa KadeArt ❤.
Quisiera además agradecer a la señortia de esta cuenta FanficUchiha17 , pues gracias a ella logré unir las piezas faltantes para completar este escrito.
Publicado: 22/06/2019
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