Capítulo 2

No recuerda bien cómo se liberó de Shoto Todoroki y su conversación tan extraña, lo único que sabía era que estaba, finalmente, en su departamento. Izuku estaba dormido a su lado, aferrado a su remera y roncando como todo un niño pequeño. Katsuki decidió dejar su castigo para mañana. Estaba muy cansado para despertar al niño y darle un buen sermón.

El cenizo intento cerrar los ojos pero todo lo que venía a su mente era la imagen del hombre delante suyo, de rostro indiferente, de ojos y cabello extraños, vestido con un traje gris formal. Se dió la vuelta en la cama, abrazando al pequeño niño entre sus brazos y oliendo su aroma. Olía a el perfume de su ropa. Eso lo relajo y, finalmente, pudo dormirse.

A la mañana siguiente, el cenizo se despertó por el sonido del timbre de su departamento, se separó del pecoso que continúo durmiendo y fue hasta la puerta. Al abrirla, se encontró con la sonrisa de Denki Kaminari.

Tuvo el impulso de cerrarle la puerta en la cara. Era demasiado temprano para que lidiara con otro niño.

Aunque eso era un insulto para Izuku. El de pequitas era un angelito al lado del rubio de ojos dorados.

— ¿No me vas a invitar a pasar, Kacchan? —se rió el rubio — ¡Ah, como adoro ese apodo!

El de ojos rojos gruñó pero después dejo pasar al rubio al departamento, lo vió tomar asiento en una mesa mientras él iba a la cocina a prepararse un buen desayuno. Por costumbre, le llevo al contrario una taza de té y dejo la bandeja con galletas a su alcance. Realmente tenía que dejar de lado esa costumbre de cuidar a sus amigos, con Mina y Hanta había sido más sencillo porque eran mayores y se pudieron independizar antes, pero con Denki y Eijirou le era imposible dejar la costumbre.

— ¿Y? ¿A qué has venido ahora? —cuestiono el cenizo —Si te mando la cara redonda por Deku otra vez dile que yo me haré cargo. Que no joda.

—Manera de hablar sobre nuestra jefa —dijo el de ojos dorados, tomando la taza de té y las galletas a su alcance —Puedes estar tranquilo que no he venido por eso. Y, de todas formas, a Uraraka le gusta le idea de que seas tú quien se encargue de Izu-chan. No confía mucho en dejarlo nuevamente en un orfanato o al cuidado del estado.

—Bien —asintió el cenizo más relajado.

—Pero me ha mandado a decirte que necesitas una manera de parecer más "normal" —continuó hablando el rubio —Tambien cree que tendrías que dejar tu trabajo modelaje. Es decir, el de doble riesgo no le importa mucho, pero el de modelaje es malo, ¿sabes? Más para un sicario.

—Lo sé, maldita sea. Necesitaba ahorrar dinero, ¿bien? —gruño el cenizo a la defensiva —Era el primer mes que tenía con Deku y tenía que comprarle cosas.

—Pudiste habernos pedido —respondió el rubio adoptando una posición sería —A Mina, Hanta, Ei o a mí. Mierda, te debemos la vida. Darte dinero para nuestro sobrino no es nada.

Katsuki quiso haber ignorado las palabras del rubio pero cuando Denki ponía esa expresión sería en la que incluso parecía que sus ojos dorados se volvían más intimidantes era difícil no sentirse culpable.

—No te estoy criticando por eso, Katsuki. Siempre has cuidado de nosotros, supongo que estar en el lugar diferente es difícil para ti también —murmuró el rubio, bajando la taza de té en la mesa y mirando al cenizo a los ojos —Pero a la próxima, no hagas nada que no quieras y solo recurre a nosotros, ¿bien? Mina enloqueció al verte en un anuncio. Odias mucho las cámaras. Debió haber sido un infierno para ti.

Lo fue. Todavía recordaba el estudio todo blanco, las cámaras y los fotógrafos. Los maquillistas. Su agente molesto. Se suponía que era un único anuncio pero cuando su agente le dijo que le pagarían más si hacía dos más dijo que sí, con la condición de que sacarán esas imágenes de circulación en tres meses. Uraraka debió haberlo llamado al ver esas imágenes pero extrañamente no lo hizo y tampoco lo mencionó. Solamente Ashido le pregunto sobre ello hasta ahora.

—No creo que lo vuelva a hacer —admitió el cenizo.

—Eso espero —suspiro el rubio relajando su expresión —Bien, volviendo a lo que debes parecer "normal", según Uraraka necesitas una pareja estable.

— ¿Para qué mierda me tengo que buscar una pareja? —preguntó de malhumor el cenizo —Además, no podría conseguir alguna ahora. Me tengo que hacer cargo de Deku.

—Ella sabía que dirías eso, por lo que solo menciono que no debe ser de inmediato, con que tengas citas y los vecinos sepan que estás viendo a alguien será suficiente —respondió el rubio —Dale un respiro, por favor. Está preocupada desde que atraparon a Jirou, no quiere pasar por una experiencia similar.

Bakugou bufo pero termino asintiendo con la cabeza aceptando las instrucciones de Kaminari. Jiro Kyoka era, como él, una sicaria. Había sido capturada hace un año y tardaron mucho en rescatarla, por lo que pasó un mal tiempo en su lugar de confinamiento y Uraraka tuvo que darla de baja por su salud mental y física. Hasta donde sabía, se habia puesto en pareja con una mujer adinerada y hacia terapia musical.

El rubio y el cenizo charlon un rato más. Aparte, el de ojos dorados le entregó al cenizo el dispositivo diseñado para Izuku. Se trataba de un aparato similar a los que usaban las personas con capacidad auditiva reducida. El pecoso tendría que usarlos en las orejas para evitar escuchar los pensamientos de los demás y para aprender a no depender de sus poderes. El rubio le explicó al cenizo los puntos fundamentales de los dispositivos y que el de ojos esmeralda seguiría pudiendo escuchar todo perfectamente. En caso de que hubiera algún problema, solo tenía que apagar los dispositivos y retirarlos.

Luego de una hora y media, Denki recibió una llamada en la que le pedían su presencia en el cuartel central, por lo que tendría que retirarse. Katsuki lo acompaño hasta la entrada de su casa.

—Ah, por cierto, ¿estás en tu última misión todavía, Katsuki? —quiso saber el rubio —Uraraka no me lo ha dicho.

—No me ha asignado ninguna desde que me hice cargo de Deku. Ya sea porque cree que me ablande por cuidar un niño o por la mierda que esté pasando, no me ha llamado —se encogió de hombros el cenizo —Tampoco me importa mucho, me va bien con el otro trabajo.

— ¿Y no has pensado en dejar este? —interrogó el de ojos dorados —Ya sabes que yo...

—Denki —lo interrumpió el cenizo —No digas ni una mierda irresponsable. Ni pienses en nada. La última vez que usaste ese cerebro tuyo, terminaste trabajando para Uraraka.

El rubio cerro la boca, sonrió levemente con pena y asintió. Abrió la puerta y salió por ella. Bakugou suspiro y se apoyo contra la madera. No tendría que haber dicho eso pero, como siempre, solo se daba cuando cuando era jodidamente tarde para agregarlo.

—Él estaba pensando "es cierto, por mí culpa sigues siendo sicario, lo lamento".

El cenizo se volteo para encontrarse con Izuku que estaba a menos de un metro de él con su peluche de All Might -un personaje de una serie de detectives, rubio y musculoso- abrazado a su pecho y que le miraba con una pequeña mueca de tristeza.

— ¿Hace cuánto te despertaste? —preguntó en lo que caminaba hasta el niño y lo alzaba en brazos.

—Hace poco —murmuró el de ojos esmeralda abrazado al mayor —Escuché la voz de Denki-san y quería saludarlos, pero no llegue. Solo escuché sus pensamientos antes de que cerrará la puerta. Sonaba muy triste, Kacchan.

—Lo sé. Voy a comportarme mejor cuando vuelva —suspiro el cenizo y llevo una mano a la cabeza del menor para darle una caricia —Vamos a que te laves los dientes y desayunamos. Después tengo que ir a trabajar. Vendrás conmigo por hoy.

Izuku se animó mucho al escuchar eso. Katsuki pensaba que estaba mal que fuera tan fanático de las cosas peligrosas que hacía pero no podía negar que era lindo el verlo hablar emocionado de su trabajo.

En el baño le había puesto un banquillo de color celeste para que el niño llegará al lavado, en lo que el de pecas se lavaba los dientes y el cenizo le peinaba el cabello rebelde. No había forma de que estuviera decente pero al menos lo dejo acomodado. Luego fue hasta la cocina a hacer el desayuno para ambos y una vez terminaron, se fueron del departamento.

Katsuki bajo con Izuku en brazos hasta el estacionamiento. Tenía dos opciones, su moto de siempre o el auto que había comprado desde que tenía a el de pecas a su cargo. Tanto él como el de ojos esmeralda se vieron y sonrieron en lo que iban hasta la motocicleta. El cenizo saco un casco extra de color celeste con una estrella amarilla para el niño y se lo colocó bien. Y pese a que el de pecas lo sabía, le repitió las indicaciones para un viaje seguro. Solo cuando se aseguro que las comprendió por completo, se subió a la moto y empezaron el viaje.

Su lugar de trabajo variaba según el papel que debía cumplir. Podía ser un set o un lugar al aire libre. Ese día, tocó en un set de grabación en el que ya había trabajado. Se estaciono, bajo al de pecas y le tomo de la mano. Pasaron por la seguridad y el cenizo fue hasta donde le tocaba trabajar. Las maquiladoras le llamaron y le dijo al niño que podía andar por ahí mientras no causará problemas. Le dió los dispositivos que Denki hizo y le pidió que no se los sacará. Izuku asintió, luego se fue a recorrer el lugar.

Katsuki se sentía ansioso pero sabía que el niño se iba a comportar. Claro que eso no le calmó mientras las maquilladoras le colocaban el maquillaje y lo hacían lo más parecido posible al actor. Le pusieron una peluca color azabache y pupilas azules. Al parecer, sus escenas eran para una serie policial. Bueno, saldría de espaldas y solo tenía que saltar algunos edificios. Lo haría rápido y se iría con Izuku a comer en algún sitio.

Las escenas se pasaron rápidamente. Los directores raramente tenían problemas con sus tomas, lo que más costaba en realidad era que los camarógrafos no captarán su rostro durante las escenas. El más bajo termino todo prolijamente y el director le agradeció, le pidió si podía hacer dos más por precaución y accedió. Las termino bien y fue a buscar al de pecas sin quitarse el maquillaje. Recorrió el set de punta en punta buscándolo pero no lo hallo.

¡Maldita sea, Deku! ¡¿Y ahora dónde te metiste?!

Katsuki se quitó la peluca y fue en busca del niño. Una de las maquilladoras le dijo que lo vio junto con un hombre curioso, de cabello bicolor y ojos de distinto color. Fue entonces cuando un poco de alivio le llegó y le pidió que le diera indicaciones de adónde fueron. Ella le dijo que parecía que fueron a el buffet.

El cenizo suspiro, se quitó las pupilas de colores y se cambió la ropa. No comprendía porqué pero se sentía tranquilo al pensar que estaba con Shoto Todoroki, el hombre podía ser extraño, pero no percibía de él peligro alguno. Se acomodó su chaqueta negra y el pantalón y salió en su búsqueda.

El buffet de los set de grabaciones eran buenos y variados, incluso tenía menús sanos. Pero a Katsuki no le agradaban mucho, prefería cocinar en su departamento o ir a un restaurante tranquilo. Aparte de que Izuku necesitaba lugares con poca gente debido a sus poderes psíquicos. Quizás podía estar ahora con Shoto gracias a los aparatos de Denki.

Si era así, podría ir pensando en meterlo en una escuela. No creía que educarlo en casa fuera una solución. El de pecas necesitaba socializar con otros niños de su edad, tener una infancia normal y un desarrollo apropiado. Había escuchado que la Academia Yuei era el mejor lugar en el país para educar a los niños pero el acceso era muy restringido, además de que se ocupaba de parejas casadas. Bueno, al menos habían quitado el año pasado la cláusula de que era exclusivamente para matrimonios heterosexuales.

Katsuki no entendía porqué el régimen académico pedía parejas casadas. Es decir, estar en matrimonio no quería decir que el niño fuera a tener más oportunidades. Pero supuestamente en la Academia Yuei se creía que sí. Un matrimonio aseguraba que la cuota de la academia sería apagada y que el niño, supuestamente, estaría bien psicológicamente y emocionalmente. Tal vez podría encontrar la forma de que Izuku entrara si le pedía ayuda a Uraraka.

El cenizo se dirigió hasta el buffet y no tardó en encontrar a Shoto e Izuku, es decir, no es que fuera tan difícil. Los dos eran muy peculiares y se sentaron en una mesa redonda en el centro del buffet, el hombre estaba sentado delante del niño, bebiendo café y con unas enormes ojeras. El niño tenía un vasito con lo que parecía ser chocolatada.

Bien, dejando de lado que estaba bien, no podía dejar pasar que Izuku se había ido del lugar que le indico.

—Izuku Midoriya, ¿me podés decir porqué te fuiste tan lejos del set?

Izuku dió un respingo de miedo y se volteo lentamente en la silla, le miro con una expresión de inocencia y disculpa. En cambio, a Shoto pareció que se le fue el cansancio del rostro aunque seguía con una expresión sería.

—Bakugou, buenos días —lo saludo el bicolor — ¿Nos acompañas?

— ¿Te llevas a mi hijo y esperas que te acompañe? —gruño el cenizo, al bicolor también debía demostrarle que estaba enojado.

—Me encontré con Midoriya de casualidad y le pregunté si sabía dónde estaba el buffet. Él me trajo y por eso le invite algo —se explico el bicolor —Lo lamento si te hice preocupar. Él me dijo que estabas trabajando y no quería interrumpirte.

Katsuki miro hacia Izuku el cuál asintió con la cabeza repetidas veces para asegurarle que era verdad. Se encontró con el bicolor en el set de grabaciones, caminando como una especie de zombie, murmurando la palabra café y se le acercó preocupado. El hombre miro hacia abajo y al reconocerlo, se agachó a su altura y le pregunto cómo estaba. Aún sin leerle los pensamientos, a Izuku le agradaba Shoto. Había sido amable con él y Katsuki, no parecía mala persona. Por lo que cuando le pregunto por el buffet, le indico como llegar y le acompaño, ya que el adulto parecía a punto de dormirse.

Claro que le dijo que el cenizo estaba trabajando en el set. Y el bicolor dijo que estarían poco tiempo, por lo que volverían antes de que el cenizo se diera cuenta. El pecoso acepto y al llegar al buffet, Shoto le compro una chocolatada y galletas, en lo que él pedía su preciado café. Izuku se quedó mirando, con algo de diversión, como el adulto bebía su café a sorbos y movía la cabeza como si se quedará dormido.

Katsuki siguió mirando con duda a Shoto pero termino colocando una silla en la mesa y sentándose con ellos. El bicolor sonrió, apoyo el codo sobre la mesa y coloco su cabeza encima de su mano, mirando hacia el cenizo que se pidió un té verde común y unas galletas saladas.

—Vas a tener que pagar por esto —mencionó el de ojos rojos llevando la taza de té hasta sus labios y bebiendo un poco —Por cierto, ¿qué haces aquí?

—Busco actores para lo que te conté antes —explicó el bicolor —Pero nadie me convenció.

La verdad, quería a Katsuki para su actuación e Izuku le parecía adorable. Pero como no pudo ubicarlos y no se atrevía a preguntar por ellos en el Plástico Rosado, estuvo buscando en otros sitios a actores. Y por eso mismo se encontraba muy cansado, los actores eran buenos, pero mantener las apariencias por tanto tiempo y sin saber bien porqué —no se los podía explicar a detalle debido a que su misión era confidencial— era cansador y estresante. Además de la cláusula de convivencia y de un matrimonio real. Es decir, actuar amorosos y todo eso, cuando tocará. Para algunos actores podía ser sencillo, pero para él, no.

— ¿Tanto odias la idea de que tus padres te metan en un matrimonio? Entiendo que es una mi...—carraspeo el cenizo al notar al niño a su lado y se corrigió —Entiendo que no es de tu gusto pero ya estás en edad, ¿no?

—Apenas tengo veintisiete años —respondió el bicolor — ¿Qué hay de ti? ¿Cuántos años tienes?

—Acabo de cumplir veintitrés el mes pasado —contesto el cenizo y mirando al mayor con interes, agrego — ¿Es solo fingir en esa reunión para que tus padres te dejen en paz? Si es así, quizás pueda hacer eso.

—Mis padres no estarían conformes con eso. Lo ideal sería que te mudaras conmigo y estuviéramos juntos por unas semanas —vió la vacilación en el de ojos rojos y agrego —Te pagaría bien, Bakugou. Y no haré nada con lo que te sientas incómodo o molesto.

—En realidad...me vendría bien eso de la mudanza —bajo la taza el cenizo y ladeó la cabeza —El departamento donde vivo tiene el contrato a punto de vencer. A cambio de actuar, deja que Izuku y yo nos quedemos por un tiempo.

Katsuki sentía que había algo raro en el comportamiento de Shoto y su insistencia pero como le iba bien con lo que le había dicho Denki acerca de los pedidos de Ochako Uraraka, su jefa, pensaba que aceptar no sería malo. Podía explicarle a Izuku porqué se mudaban con el bicolor en privado, ya que por su carita de emoción, se debía estar haciendo malas ideas.

Maldita sea, ¿por qué a el niño le tenían que gustar las series de detectives y las BL? Por su cabecita debían estar pasando miles de teorías.

—Trato hecho.

Todoroki le extendió la mano y Bakugou la tomo, entonces, sin que pudiera detenerlo, el bicolor le beso el dorso de la misma, causando que se sonrojara por completo y retirará la mano.

El bicolor sonrió con inocencia, el de pecas contuvo un chillido y el cenizo se tapó el rostro con ambas manos, sintiendo los latidos de su corazón en sus oídos.

Mierda, se suponía que él era un experto en las trampas de miel —donde tenía que ser un experto en coqueto para seducir a sus víctimas— pero porqué ahora tenía la sensación de que estaba atrapado dentro de una.

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