spring waltz
*
Quizás su manera de ver las cosas había cambiado, pero su manera de admirar lo sublime nunca.
Ese hombre de cabellos castaños dejaba mucho que hablar con tan sólo mirar su rostro, y no es que sea tal cual la prensa inglesa dicta: arrogante, sin compasión, ambicioso, malévolo; dispuesto a ser hasta hipócrita y fingir alegría con los plebeyos para así obtener su respeto y cariño.
La persona que el periódico más atolondrado del país mencionaba, fue hecha por la misma imprenta y gracias a ello, daba por hecho que el The Times era una total falacia que debía ser exterminado de un país de máxima nobleza y prestigio.
El Conde de Warrington sólo era él mismo a pesar de ser una especie poco común en Gran Bretaña.
Cabe decir, que lo único claro que el periódico escribía con veracidad, era la seriedad y frialdad que el joven castaño relucía ante la sociedad.
Su mirada café, penetrante y fría. Su mandíbula fina con pómulos marcados y piel acanelada. Sus cabellos castaños peinados hacia los lados resaltando un poco de copete en la parte de arriba. Su porte era sumamente elegante, caballeroso y solariego, que ni por más que escrutaras esa postura, no encontrarías algún indicio de que el Conde Kim fuese el mayor defecto de un omega:
Gamma.
Lamió sus belfos con delicadeza y sencillez tratando de controlar el ritmo veloz de su órgano de vida.
Odiaba recordarse a cada instante que formaba parte de algo antinatural, pero mirar el ventanal de esa mansión vieja en plena reunión familiar, siempre le fue de ayuda emocional y mental para dejar de recordarse su condición natural.
Las gotas de lluvia que chocan contra el vidrio de la ventana, producen un ruido chocante y ensordecedor; se empañan con lentitud y pueden dar a ver la imagen de un chico triste y solitario, sin un brillo especial en esos lindos orbes cafés o una sonrisa encantadora en esos labios rosas.
"¿Conde Kim?" interrumpen su aura de tranquilidad y paz con él mismo.
"¿Deseas algo, John?"
"Mi señor Min, requiere de su presencia en la biblioteca, Conde" responde el mayordomo.
Aun dándole la espalda al sirviente, el Conde Kim observa a las afueras de la mansión.
Sus ojos viran por ese jardín repleto de flores variadas que alegran el hostil lugar que una vez fue.
Observa el gran árbol que con gran magnitud oculta el sendero a la ciudad de Londres y que también oculta la carroza que ha aparcado frente a la mansión Min.
Las ramas comienzan a moverse con fuerza, el cielo sigue gris, la lluvia no piensa cesar. Ah... lo detesta.
"Iré en un momento"
"Con permiso, Conde"
Luego de salir de aquel cuarto, siente de inmediato la pesadez del aura al arribar a la sala.
Los invitados llegan poco a poco y pasa desapercibido por algunos aunque no por todos.
Levanta la mirada, tal y como madame Amelie enseñó a una edad —demasiado temprana a su consideración—.
Saludó con su sombrero al Barón Mcallister y tomó la mano de Lady Elizabeth para dejar un pequeño ósculo en el dorso de la mujer omega.
"¡Ah! ¡Al fin saliste, Kim Taehyung!" una voz eufórica atrae la atención de la pareja y del conde que se comenzaban con una plática banal.
Con una reverencia hacia la próxima pareja, Taehyung vuelve su cuerpo correctamente mientras camina hacia la dirección de aquel llamado, sosteniendo su sombrero negro entre esos largos y finos dedos.
La multitud aun no es mucha, pero sospecha que el evento será algo efímero y de poca importancia, como la vez en que Min reunió a la familia para dar a conocer que había comprado una propiedad cerca del Big Ben.
"Marqués Min, un placer, mi lord" saluda con amabilidad.
"¡Tae! ¡No digas eso!" el omega de mejillas abultadas color rosas dice sonriente, mientras toma el brazo del conde para llevarlo hacia la planta de arriba "Sabes que lo odio"
"Disculpe entonces por mi cortesía, Marqués"
"Yoongi es el Marqués" menciona y su prenda blanca se eleva gracias al no tan pequeño bulto que se encuentra en su barriga "Yo sólo soy su pareja, un chico proveniente de un humilde lugar de un pequeño pueblo"
"Eso te hace Marqués, tonto. Además, podemos añadir que cargas con su heredero. Eso te convierte aún más en Marqués, Minnie" el susodicho, aprieta más el agarre en el brazo derecho del castaño "Eso dolió"
"Odio cuando me hablan de usted. Es horrible y aun cuando se trata de ti, te lo he dicho"
"Es que eso eres, mi querido Minnie" la gigantesca biblioteca del Marqués Min, era el fantástico mundo en el que Kim Taehyung se sumergía en cada visita a la propiedad del marqués "Y te lo has ganado en cuanto ese alfa te preñó con un cachorro"
"¡Oye!" el omega rubio soltó al conde para pegar su brazo "Me convertí en pareja de Yoonie al firmar los papeles de matrimonio y cuando comenzó a cortejarme-"
"Con chocolates blancos" completó el pelinegro detrás de ellos, recordando las visitas que el alfa joven hacía hacia la dulcería de la ciudad de Londres por culpa de un bello omega.
"¡Yoonie!" el omega en cinta abrazó al alfa, quien inmediatamente hundió su nariz en la curvatura del lindo rubio, justamente en donde el omega presumía de su marca "Te extrañé"
"Te dije que estuvieras en la habitación, amor mío" raramente Yoongi se comportaba de una manera dulce y amorosa frente a alguien "El doctor dijo que necesitabas reposo. No quiero pasar otra noche con la sensación de perderte a ti y a nuestro cachorro, cielo"
"Pero Yoongi, tú querías-"
Un carraspeo se oyó. La pareja de Marqueses volteó hacia Taehyung que les miraba con una pequeña sonrisa de lado.
El Marqués Min no fue capaz de mantener su piel blanca por culpa del sonrojo de sus mejillas. Así que susurró al oído del omega, quien gustosamente salió de la vista de ambos hombres, eso sin antes de despedirse de Taehyung para perderse en algún lugar de esa gigantesca casa.
"Conde Kim, su visita es inesperada"
"¿No quería que estuviera en su velada?" inquirió paseando su mirada en ese nuevo estante de libros "El retrato de Dorian Gray" musitó tratando de controlar su emoción "Sir Oscar Wilde gobernando en su estante favorito, Marqués Min. Es impresionante"
Taehyung dejó su sombrero en la silla próxima y se dejó llevar por sus manos curiosas para tomar el libro mencionado. Sonrió al ver la gran firma de Sir Wilde en la primera página con una dedicación especial a Min Jimin, Marqués de Mildford Haven. Aquel día Taehyung no tuvo la oportunidad de escuchar la conferencia de Sir Wilde por culpa de un pequeño problema familiar.
Su amigo en cambio, estuvo en primera fila y obtuvo una firma del autor irlandés, además de las felicitaciones a los Min por ser próximamente padres.
Tanto pensamiento tenía el gamma en mente, que ni cuenta se dio cuando Yoongi se adentró a su despacho, dejándolo solo y engatusado por tal autor.
"Sabes que fue Jimin" el alfa tomó asiento detrás del escritorio de madera, en el cual yacía una fotografía de él y Jimin el día de su casamiento "Detesto a ese hombre y lo sabes"
El Conde volteó a verlo sin soltar la obra.
"Has leídos sus obras e ido a sus conferencias, Yoongi. Quiero recordarte que en una, quedaste tú en vergüenza al ser llamado por él para comprobar que la filosofía del esteticismo, no es cualquier cosa vaga del mundo como dijiste aquel día. Mi duda ahora es ¿Por qué sigues odiando a uno de los máximos escritores y dramaturgos irlandeses de quizás, toda una era?"
"¿Es en serio?" rodó los ojos recargándose en el respaldo del asiento "Tal parece Conde Kim, que no está relacionado con la farándula de The Times, el periódico más importante en el país"
"El periódico más tóxico de Inglaterra, querrás decir" tomó asiento frente a él "Su contenido fue peor al decir que Jack el Destripador se trataba de algún remunerado por parte de la Reina Victoria" suspiró "Tiempo después se disculparon por haber hecho aquello. 'Error de dedo' le llamaron"
Los sonidos de la lluvia comenzaron a incrementar, pero eso no impidió que Taehyung escuchara como los caballos relinchaban con fervor; se estaban yendo de nuevo o más personas llegaron a la mansión Min.
"¿Afirmas entonces que The Times inventó que Sir Wilde se ha violado a un alfa? Sabes que es un caso muy grave como para ser inventado. El caso de Victoria es especial porque hablamos de la reina que ha tenido el trono de Gran Bretaña con más años, en cambio Wilde"
La sonrisa que Yoongi regalaba a Taehyung era de victoria y orgullo. Sin embargo y para suerte de ambos, el joven Conde odiaba aquello y no se dejaría callar por un alfa, a pesar de que ser un gamma significaba ser débil y frágil sin voz alguna para clamar sus derechos ante la sociedad.
"Escuche, Mar-"
"Ya, déjalo. No estoy de ánimo para discutir por culpa de un escritor delta" dijo, restándole importancia con ayuda de un ademán "Hoy llega un viejo amigo mío. Necesitamos aumentar la industria textil y qué mejor que hacerlo con el Duque Jeon de Buckingham"
Ese título retumbó en su mente. Había oído tanto del Duque que estaba hasta el colmo de ello y parecía ser que todos conspiraban contra él, pues en todas las reuniones a las que asistía, podía ser oyente de aquel apellido y título.
Sin embargo, Taehyung sonrió al volver a escuchar la propuesta de Yoongi. A veces sus planes resultaban ser bastante estúpidos a su manera de ver, pero no siempre sus resultados eran así de malos.
"¿Qué harás? ¿Dejarás a Jimin con el cachorro?" comentó recargando su mejilla sobre su diestra. Una sutil sonrisa se formó en su costado derecho y eso, hizo poner serio al pelinegro "No te creí que fueras capaz de hacer eso y mira que hace unos momentos criticabas a Sir Oscar Wilde"
"Muy gracioso, Taehyung. Pero no" esa mirada arrogante significaba algo y el gamma comenzaba a sentirlo "Será tu hermana la que lo hará. Ya lo decidimos la otra vez pero ahora, vamos a confirmarlo"
Jisoo
"¿Es un insulto o algo así, Marqués? Creí que el tema era... bastante lejano e inseguro para el Duque Jeon"
"Hablo muy en serio, Conde" cuando el Marqués Min sonreía de esa manera tenue, no era buena señal y sus instintos naturales se lo decían "Jeon aceptó enlazarse con Jisoo y por ende, aceptó mi oferta textil. Y por supuesto, gracias a ello nuestra familia tendrá otro rango más alto" dijo como si fuera lo más fácil del mundo "Ganaríamos prestigio y capital gracias a ello. Ambos ganamos demasiado, Conde"
Se hubiera ofendido si mencionaba a su madre, pero al escuchar el nombre de su hermana, le dieron ganas de vomitar al escuchar como Min hablaba así de ella.
Hace varios meses que Lady Jisoo había hecho de su vida un completo caos.
Los mundos bajos y la realeza, murmuraban que la hermana menor del Conde Kim era todo lo contrario a él y a su madre, pues la omega vivía de bar en bar en los prostíbulos de White Chapel consiguiendo dinero clandestino y barato de una manera poco digna para una dama de su alcurnia.
Raramente la chica de cabellos negros aparecía en eventos de alta nobleza junto a su madre y hermano, provocando cuchicheos que la joven omega daba sin importancia alguna, pero que afectaba de gran manera a la imagen de los Condes de Warrington.
Tal y como la gente murmuraba, eran una familia que prometía llegar al puesto de duques y salir de su no tan estable economía en pocos años con ayuda de la cabeza de la familia: del mismo Taehyung, la otra vergüenza de los Kim al ser un gamma.
Y est vez Yoongi, estaba dando esa responsabilidad a la liosa de su hermana mayor.
"Vuelvo a repetirlo, mi hermana no tiene una adecuada imagen para que sea esposa de Jeon Jungkook, lo siento Yoongi" se acomodó sobre aquel asiento "Será mejor que busques a otra persona antes de que inicies un problema mayor"
"¿Y quién sí? ¿Tú?" sonrió divertido. Amaba molestar a Taehyung "Ahora que lo mencionas, tal vez seas tú quien lo haga. No eres feo, Conde"
"Te he dicho que no me interesa ningún alfa" sus ojos cafés detonaban seguridad y valentía. Su voz, sólo era un complemento para aquella imagen ficticia de un alfa.
"Vale, ya" se mofó al ver que Taehyung hablaba en serio "El matrimonio es con tu hermana no contigo. En ese caso, si Jeon Jungkook fuese homosexual, te llamaría a ti y no a Jisoo, pero-"
"Cómo sea" se apresuró a callarlo "No me interesa ser parte de tus enlaces maritales sólo para conseguir dinero y reputación. Si sólo querías hablar de esto, no me interesa. Habla con Jisoo en ese caso. Hasta entonces"
Taehyung tomó el sombrero café dispuesto a salir de la mansión del Marqués, sin embargo, al tomar el pomo de la puerta y abrir, pudo encontrarse con alguien completamente conocido para él.
"¿Se encuentra el Marqués Min?"
Un olor particular inundó sus fosas nasales, un olor demasiado conocido para él.
"Café y canela... Un alfa"
"Una disculpa, Duque Jeon" el gamma se alejó del umbral con cierto nerviosismo al escuchar de nuevo la voz del Duque "Taehyung, muévete"
Muévete.
Reaccionó al llamado apartándose instantáneamente del umbral.
Taehyung por inercia bajó la mirada, encontrándose con unos pares de zapatos pulcros pero con pequeños rasgos de lodo en ellos y tragó duramente al escuchar esa voz de nueva cuenta.
"Oh, está bien, Marqués Min"
"Duque Jeon, usted ya conoce al Conde de Warrington, Kim Taehyung" presentó, logrando que el gamma levantara la mirada al alfa frente a él "Y Conde Kim, usted también lo ha de conocer, el Duque de Buckingham, Jeon Jungkook y nuestro próximo Rey"
Oh pero claro que lo conocía. Demasiado para su mala suerte, sin embargo, eso no fue impedimento para admirar lo varonil de su rostro.
Su cabellera negra yacía despeinada provocando que su peinado se asemejara al de un plebeyo con trabajo de tiempo completo. Sus ojos fueron lo más llamativos al igual que la pequeña sonrisa que le dedicó, pues pudo observar que los costados de sus ojos se arrugaron y mostraron una dentadura similar al de un conejo.
No quiso causar una mala impresión y de igual manera, devolvió una efímera sonrisa al pelinegro que apretaba con delicadeza su mano.
El tacto sintiéndose igual de bien... era nostálgico volver a sentirlo.
"Y ya que estamos todos, podemos quizás hablar más de su futuro con Lady Jisoo"
Quizá el Marqués Min debería callarse la boca.
*
Un poco de Opera 9, número 2 Nocturno en E mayor del famoso Frederic Chopin adorna el tranquilo ambiente aristocrático de la mansión Min.
Justo como es de esperarse, el alfa y jefe de familia, presume ante los invitados la nueva vida que se forma en el vientre de su amado esposo y además, lo bello que su omega luce con esas prendas un poco holgadas, con las mejillas rosas de tantos halagos a su persona y lo tierno que se mira al sonreír.
El anuncio del compromiso oficial entre el Duque Jeon y la Condesa Kim, fue un gran impacto para los invitados ya que no esperaban que una chica con tantos rumores detrás de ella, fuera la próxima pareja del próximo rey de Gran Bretaña. No obstante, la buena actuación de ambos ayudó a que algunos miembros de El Parlamento —entre otros— fueran conscientes de lo mucho que prometía tal relación y lo mucho que ayudaría a Gran Bretaña en cuanto al incremento en industria textil.
Mientras tanto, en el otro extremo, se aprecia a Taehyung con una copa de champagne en la diestra mientras que con ayuda de la otra mano, explica a sus conocidos acerca de la buena nueva que se espera en tierras americanas.
"Eso suena espectacular, Conde Kim"
"Y se lo agradezco, Lady Lisa" alza su copa hacia la alfa y bebe un poco de ella mientras su mirar choca efímeramente con unos ojos negros que pasan desapercibido gracias a un pequeño empuje.
"Y bien... ¿De qué me he perdido?" Kim Jisoo interrumpió la conversación colgándose del brazo de su hermano menor "¿Acaso mi hermanito por fin ha ido de caza?"
"Lady Jisoo, qué gusto volverla a ver" comenta la alfa de cabellos rojos hacia la joven castaña "Nunca pensé volverla a ver en... en estos eventos de la nobleza" la mirada de Lisa escaneó a la muchacha frente a ella, haciendo una mueca burlona al ver que el alcohol estaba haciendo de las suyas en ella.
"Espero no haberla decepcionado, entonces" dice apegándose más a su hermano "Porque no sólo podremos vernos en este tipo de reuniones si es lo que quiere"
Una mirada lasciva provocó un sonrojo involuntario en la joven alfa.
"¿Qué está insinuando, Lady Jisoo?"
"Nada, Condesa" sonrió hacia la alfa de mirada fría "Sólo me permito establecer una amistad más... íntima"
"Jisoo, por favor" Taehyung apretaba el brazo de su hermana mayor, susurrando y tratando de no hacer un gran escándalo en medio de una reunión.
"No puedo creer que el Duque Jeon sea capaz de enlazarse con esta mujer" comentó Lady Marie, una anciana glamurosa y con una reputación muy baja entre la nobleza gracias a los chismes que ella misma había inventado "Una prostituta barata no tiene el mismo nivel que nuestro próximo rey tiene"
Los gritos ahogados sonaron como gotas de lluvia en pleno agosto y los murmureos no se hicieron esperar, e incluso el sonido del silencio del piano se hizo presente.
Todos los invitados mantenían su mirada en los hermanos Kim y ellos, sólo mantenían el rostro con calma, tal y como el abandona familias de su padre se los había inculcado a una edad temprana antes de su abandono.
"Además, todos sabemos que los Kim no son tan castos como aparentan" la vieja robusta habló mientras sus caireles blancos caían a sus costados "Una prostituta, una mujer abandonada y un gamma ingenuo no son dignos representantes de nuestra santa Inglaterra-"
"Si me lo permite, bella dama, creo que esos comentarios hacia su próxima su señoría, no son bien vistos" interrumpe el Marqués Min, encaminándose hacia el par de hermanos "Así que Lady Marie, los Condeses de Warrington esperan una sincera disculpa de parte suya"
Lady Marie se marchó del lugar sin admitir su horrible y horroroso acto de indigencia e inmoralidad ante personas de un cargo mayor que ella. El sonido de las teclas volvió a inundar el lugar y gracias a ello la tensión y el momento bochornoso quedó atrás.
"Mis sinceras disculpas, Conde"
"¿Están bien, TaeTae?" el omega del Marqués llega a su lado con un rostro de preocupación "Lo siento mucho, Lady Marie suele ser..."
"Una mujer babieca e inculta si me lo permites, Jimin" contesta Jisoo "Pero no importa, todo está bien"
"Espero y esto quede desapercibido por el Duque" murmura Yoongi hacia la joven "The Times hará una farándula si se llegase a enterar de esto"
"No me interesa si Jeon y toda Europa lo sabe" espeta en voz baja Jisoo, tratando controlar los gritos que el alcohol estaba induciéndole a hacer "Y que quede claro, no estoy a favor de que me uses para tus enlaces, Yoongi y si lo hago, es por el bien de mi familia"
El Marqués Min miró descastadamente a la joven omega que le retenía la mirada con seguridad y fuerza.
Frustrado giró junto con su omega para volver a entablar conversación con los miembros de El Parlamento y las parejas de ellos.
El tema de Jisoo, podría arreglarlo el día de mañana junto con el Duque y los Condes.
"Saldré al balcón"
"Pero, Taehyung~"
"Estaré bien madre. Necesito meditar la situación en la que nos encontramos" sonrió dejando un pequeño ósculo a la omega "Jisoo cuidará de ti"
"Exactamente" habló la joven castaña sonriendo a su madre y hermano "Cualquiera que se atreva a hablar mal de nosotros, estaré lista para desgarrarlo en mi forma lobuna"
"¿Crees poder hacerlo?"
"Soy Kim Jisoo, no el algodón de Kim Taehyung"
El Conde rodó los ojos mientras su hermana mayor le abrazaba por los hombros.
Se mantuvieron un rato de esa forma hasta que el gamma pudo ser oyente de las sinceras palabras de su hermana.
Sonrió al separarse y al ver lo brillantes que sus ojos negros relucían, la calidez en su pecho ardió y las notas de Chopin inundaron su pequeño y frío corazón dando como consecuencia, una pequeña sonrisa y unas pequeñas palabras hacia ella.
"Te quiero"
*
El cuarto abandonado, era la mejor forma de pensar y desahogarse con la basta soledad. Las ventanas se empañaban, las gotas de lluvia las golpeaban con fuerza y las cortinas que adornaban el marco de ella olían a jazmines y a claveles.
Su abrigo yacía en la cómoda mientras que su sombrero y demás artilugios posaban en el mueble de al lado.
Su camisa blanca yacía remangada con dos botones deshechos, sus pies tocaban lo frío del suelo de madera y sus labios eran lamidos y mordidos constantemente provocando que estos sangraran.
Sus cabellos castaños ya no se encontraban peinados como un caballero de su clase, pues yacían despeinados simulando el peinado de un pequeño niño pueblerino.
Su mirada yacía meditabunda hacia el cristal y sus suspiros podrían impregnar en el aire su aroma dulzón de tranquilidad y paz ante dicho recuerdo.
"¿No entiendes?"
Sus manos picaban y en sus lindos orbes cafés, las primeras lágrimas amenazaban con salir sin importar mojar los pulgares del alfa que le retenía por las mejillas.
"Duq-"
"Dejemos los títulos de lado, Tae" su yema limpió la primera lágrima del gamma "Sólo seamos tú y yo bajo la luz de luna, bajo el manto escarchado de hermosas rocas brillantes, bajo un oscuro pozo en donde la única forma de mantenerme con vida, eres tú y no el oxígeno"
Nunca en su vida había anhelado sentirse más cerca de un alfa. Sentir como esas grandes manos podrían acariciar el resto de su piel de manera tenue y amorosa, escuchar como dulces susurros chocan contra su lóbulo de forma tan cálida... sentirse único y especial en cualquier forma para alguien ajeno a su círculo familiar.
"N-no... e-eso no-"
"Entiende, por favor" el jardín yacía solitario pero las cigarras y los grillos comenzaban a ambientar el tenso lugar, su escondite "No quiero una unión con Jisoo al igual que ella, no quiero viajar a Estados Unidos para una luna de miel, no quiero que sea la madre de mis cachorros y no quiero vivir con ella por siempre porque... quiero que esa persona seas tú, Taehyung" se oía tan hermoso que a Taehyung le daba igual el frío que su cuerpo sentía "Al principio, cuando pude verte en El Parlamento, pensé que sólo era una confusión porque un hombre hermoso y serio como tú sólo podía estar rodeado de personas con avaricia. Pero después, de mirarte y apreciarte de lejos, pude deducir que tu corazón es cálido y que sólo tú podrías aliviar mi alma en pena que vaga por noches en busca de sentir nuevamente un latido verdadero, mi príncipe"
"N-no soy-"
"Shh" su dedo se contrapuso en sus belfos callándole "Lo eres para mí... Tus cabellos se mueven al compás del viento ajeno; tus ojos viran hacia donde lo más recóndito y poco común; tus facciones son proporcionadas y simplemente bellas; tu piel es suave y preciosa como el rostro de un infante luego de nacer. Tu risa, tu sonrisa, tus labios, tus manos, tu filosofía, tu encantadora forma de ver la vida, todo tú me encanta y no quiero que alguien más lo note. Quiero que seas el tesoro que tanto busqué para mí, quiero cuidarte todo tú y no vaciarte para desecharte como los barbaros al cofre, mi vida"
Los labios de Taehyung formaron una temblorosa sonrisa. Jungkook la disfrutó, aún más cuando de ellos una linda risa pudo escucharse a pesar de que su rostro estuviera bañado de lágrimas brillantes.
Escuchó como los sollozos del gamma trataban de ser apaciguados con ayuda de la mano que era adornada con un anillo con rubíes a su alrededor, un regalo de parte de Jungkook.
El Duque sonrió atrayéndolo a sus fornidos brazos. Sintió las manos del gamma aferrarse a su espalda, estrujando el traje negro con fuerza, como si temiera dejarlo ir hacia un futuro incierto con Jisoo.
Jungkook inhaló el dulce aroma del gamma: empalagoso y delicioso con cierto toque a fresas y a claveles.
Sonrió al sentir como su alfa reaccionaba positivamente y como el gamma se aprisionaba aún más a su pecho.
"N-no podré darte hijos... mo-moriría fácilmente" alzó su vista para encontrarse con una mirada cargada de amor y cariño "En-enfermaré y te aburrirás d-de mí"
El pelinegro besó sus cabellos castaños y rebeldes sonriendo ante tales palabras provenir de un gamma mientras sus manos trazaban líneas imaginarias en su cadera y en su mejilla.
Desde esa distancia, tenía una vista bastante envidiada para cualquiera en aquel baile en el que se encontraban: labios delgados, rojos y ensalivados de tanto morderlos y humedecerlos con esa lengua rosada y pequeña.
Sus ojos estaban brillosos gracias a lágrimas y a la reflexión de la luna y estrellas en ellos. Sus cabellos castaños yacían esparcidos en su frente por culpa del viento del este que golpeaba ese lozano rostro.
Etéreo.
"¿Cómo me aburría del universo, Tae? Sigues siendo un sibilino a pesar de haber leído Hamlet" tragó saliva al ver los labios del pelinegro "Además, tener hijos no es importante para mí. Tú eres mi felicidad y créeme que lo arriesgaría todo por ti"
"Pero tus padres... t-tu reino... tu he-heredero"
"No añadas más peros, por favor" sonrió al pensar en ello "No quiero tener un cargo en la realeza, yo... yo quiero pasar mi vida al lado tuyo siendo y viviendo como cualquiera sin la necesidad de esperar a que la corte y mi familia apruebe a que haga mi vida con un gamma, y no esperaré ni toleraré un no para ello, Kim Taehyung"
Quizá al conde comenzaba a gustarle esa peculiar sonrisa del Duque Jungkook con todo y sus dientes de conejo de por medio.
"Ven conmigo"
Taehyung sintió un cálido beso posarse en sus labios rosas. Cerró sus párpados por inercia, siguiendo lentamente ese danzar de belfos que disfrutaban de un carnaval entero con solo un pequeño roce de labios.
Palpó la soledad al ya no sentir esos labios dulces y ese olor dominante a café y canela, pero se impresionó al abrir sus parpados y ver al Duque Jungkook a una distancia lejana.
"Ven, Taehyung" estiró su mano hacia el castaño que miraba aturdido al Duque "Convirtámonos en un nosotros"
Ciertamente, no pudo debatir contra tales argumentos venidos desde el corazón del alfa. Sin embargo, una parte racional del gamma pudo ser más prudente y produjo una sensación de miedo y culpa.
Desde ese día, piensa en cómo se habrá sentido entregar su mano al pelinegro quien al tenerla en su palma, podría besar con delicadeza y ternura sus nudillos, sonriendo al gamma que comenzaba a ser víctima de la adrenalina al oír sus nombres en los alrededores del lugar.
Soñaba en como juntaban sus manos para correr por el jardín que Taehyung siempre admiraba al ir a la casa de los Min y que le regalaba momentos de tranquilidad en ataques de histeria y enojo.
Suspiraba al pensar en cómo sus piernas correrían con fervor hacia la entrada de la mansión, encontrándose con uno que otro conocido que les miraría con confusión y arrogancia al verlos correr con un traje de gala. En cómo chocarían con un hombre de edad avanzada, pero que no sería de impedimento para parar pues los gritos de sus respectivas familias comenzarían a llamar la atención de todos los invitados.
Su cuerpo era parte de una ensoñación en el que la adrenalina se escapaba de sus poros.
Sentía el cómo su respiración se estremecía al correr por las calles frías y solitarias de Gran Bretaña, el cómo su gamma sólo quería aferrarse al alfa que tomaba de su mano y le dirigía hacia un desconocido lugar.
Los pitidos de silbatos, los caballos trotando con rapidez y lo gritos exasperantes de oficiales tras ellos comenzarían a abrumarle y a desesperarle. Sin embargo, aquel barco que estaba a punto de zarpar sería el estimulante que le devolvería a la vida al oír cómo les dejaban subir y dejaban de lado los gritos de "Detengáis el barco, caballeros. Lleváis al Duque Jeon y al Conde Kim"
Pronto se hallaría en los brazos del alfa, fundiéndose en un beso lento y cariñoso con sólo el viento de intermedio calando sus prendas, provocando cierto cosquilleo en su interior.
Juntarían sus frentes, aún con las mejillas sonrojadas, con una enorme sonrisa en ellos, con un brillo a gran escala que hasta podían iluminar el Atlántico en su total oscuridad.
Volverían a besarse, sin sentir algún sentimiento de culpa o pena por dejar cargos de alto renombre. Se darían un abrazo tan fuerte y grande, que los icebergs y el barco se quedarían atrás y patéticos.
Y así, juntos podrían disfrutar de las notas de Chopin sin la necesidad de temer ante el final inesperado o bueno... eso tenía pensado.
"¿Pensando, mi príncipe?"
Como pinchazo en la yema del dedo, Taehyung reaccionó ante el llamado. Su mirada avellana se topó con la imagen del Duque con el abrigo en manos y con un peinado poco peculiar para un hombre con alta posición en la realeza.
"¿Qué hace aquí, Duque?"
"¿Ya no soy Gguk, para ti?"
Sus mejillas podrían competir contra los arreboles que las mañanas de septiembre presumían. Su cuerpo volvió hacia la ventana, tratando de calmarse ante el toque que las manos del alfa dedicaba a su pequeña cintura. El aroma de Jungkook pronto lleno sus fosas nasales y su gamma clamaba cariño por parte del alfa.
"¿Qué haces aquí? La reunión es abajo, cielo" con suavidad, abrazó por detrás al castaño, posando su mentón sobre su hombro izquierdo y entrelazando sus dedos con los suyos "Sigues oliendo bien"
"Creí que mi olor era asfixiante"
"Sabes que ese periódico miente demasiado" suspiró "Tu olor es más delicado y delicioso que el de un omega. Eres especial"
"Te esperan abajo" cambió de conversación alejándose del alfa "Y si me lo permite, Duque Jeon, los gammas no somos especiales"
"Extraño tu ego" sonrió en grande, con su nariz arrugándose a la vez que una sonrisa gigante y sincera se formaba sobre sus labios "O bueno, le extraño a usted, Conde Kim"
La gabardina de Kim se hallaba en la cómoda mientras que sus artilugios en el mueble y los botines al lado de este.
En un acto rápido no sería capaz de coger con todo y huir de Jeon. Pero su risa nasal provocó que el Duque le mirara con atención.
"¿Quieres echarme en cara que no acepté ir contigo?" habló sin balbucear pero con la mirada baja "¿Echarme en cara que pensé sólo en mí y-y no en ti también? Lo sé, créeme"
"Tae..."
"Escucha... y-yo lo hice por todos. Me negué a escapar porque no es lo que mereces... por-porque mereces todo. Mereces una vida en la nobleza, mereces te-tener un heredero, un compañero sano y perfecto... necesitas un omega, no un gamma como yo"
Rompió en llanto obligándose a no verse tan decaído ante quien consideraría como el único en su mísere vida. Entonces sintió unos fuertes brazos aferrándolo a un cálido pecho que desde aquella trágica noche, empezó a extrañar.
"Mi piano no hace nada más que tocar Nocturno 20 de Chopin" sus labios posándose su cabellera castaña, mientras sus manos abrazan con fuerza al gamma que desprende un olor trágico y triste.
"¿Por q-qué?"
Lánguido y roto, Taehyung se veía de esa manera ante los ojos negros del alfa que deslizaba sus dedos sobre esas mejillas húmedas gracias a las lágrimas que habían caído.
"Un corazón feliz no es capaz de tocar Spring Waltz si el muso se encuentra ausente" sonrió y Taehyung juró que moriría de felicidad al volver a ver esa peculiar sonrisa.
"Lamento ha-haberte rechazado" musitó con tristeza "Todas las no-noches lo hago"
"Mi TaeTae... mi tierno y hermoso, TaeTae" susurró "Eso ya no importa, siempre te elegiré a ti, mi príncipe. Siempre, sin importar qué y a pesar de ello, pude comprenderte yo también"
"¿No mientes?" preguntó topándose con la mirada brillosa del alfa "¿No estás enojado?"
La palma del gamma recibió un beso por parte del ébano.
"No" sonrió besando su nariz "Nunca miento y nunca me enojaré con gammas hermosos como tú, amor"
"¿Crees que el Marqués Min me reclame algo? Por-porque-"
"Lo dudo" sus belfos besaron con suavidad sus mejillas arreboladas "En cambio, será muy feliz al ver que su amado Conde por fin haya encontrado la puerta del amor"
Taehyung rio un poco acunando la cabeza del ébano para poder sellar sus labios en un cauteloso y suave beso.
Jungkook acarició su cintura por encima de la delgada camisa blanca y el gamma, viajaba sus delicadas manos por la ancha espalda del pelinegro mientras sus labios chocaban con amor y ternura dejando de lado la reunión de abajo.
Lo había extrañado tanto.
De pronto, el alfa subió su diestra por debajo de la camisa blanca del castaño, comenzando a acariciar y formar figuras invisibles en esa piel que presumía de extrema blandura y suavidad.
"A-aún no" susurró Taehyung acariciando las mejillas de Jungkook mientras una efímera sonrisa se formaba en ambos labios "Por favor"
"Entonces déjame hacer algo, Conde" inquirió el pelinegro alejándose del castaño.
Taehyung observó como el alfa buscaba algo en su gabardina hasta que por fin, al parecer Jungkook pudo encontrarlo.
El alfa suspiró acercándose al gamma que le miraba con atención y sonrió ante él estirando su palma derecha con una pequeña caja azul en ella.
"Kim Taehyung, Conde de Warrington y dueño de mis sentimientos más sinceros... ¿Me harías el favor de ser para siempre mi amado muso para Spring Waltz?"
Sus ojos brillaron y su gamma revoleó cuan mariposa en plena primavera. Sus manos tomaron instantáneamente las mejillas del ébano para sellar su repuesta en un cálido beso.
"Sí" sonrió mientras el Duque colocaba el anillo en su lugar correspondiente "Sí quiero"
"¿Sabes algo?" inquirió el ébano al admirar la pequeña pieza en esos largos dedos.
"¿Qué es?"
"Eres el latido que siempre busqué, Taehyung"
Sonrió mientras en la parte de abajo, las notas de Spring Waltz resonaban en toda la mansión.
"Y tú la primavera que mi invierno necesitó, Jungkook"
No fueron Chopin y sus primaveras que alegraron el invierno de un solitario Kim Taehyung sino Jeon Jungkook, otro hombre que buscaba el verdadero y cálido latido de un suave corazón.
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