Prólogo.

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momen al lector.

Hinata golpeó sus mejillas con ambas manos, necesitaba armarse de valor y las palabras de Sakura e Ino no funcionaban demasiado para hacerlo. Ino le pasó la caja de galletas que llevaba, le había hecho el favor de sostenerla para que ella intente reunir valor de alguna manera. Las tres estaban frente a la entrada de la escuela, Obito y Kakashi habían entrado desde hace unos minutos, y como siempre Hinata no logró ni pronunciar el nombre del Uchiha. Su compañero Sasuke tambien había llegado junto a Naruto, provocando que por unos instantes Sakura e Ino vean al azabache en lugar de apoyar a su amiga, aunque Sasuke estaba más entretenido jugando un poco de soccer con Naruto, no prestaba atención a ninguna de sus amigas.

—Escucha bien, Hinata-chan. Es momento de que dejes de ser tan tímida y te confieses— exclamó Ino alzando su mano derecha que formaba un puño, su pose es la misma que hacía cada que le ganaba a Sakura en la clase de arte. Sakura prefirió ignorar el hecho para seguir dándole ánimo a Hinata.

—¡Vamos, Hinata-chan!, ¡Sé valiente y confiesa tus sentimientos— Sakura tomó los hombros de la joven Hyūga y le ayudó a adoptar una pose que inspire mayor seguridad, porque seguramente Obito Uchiha se sentiría más atraído por una mujer que no le tenga miedo a nada, igual que su primo Sasuke.

—Repite lo que le dirás— le pidió Ino, sólo como precaución, sería mejor revisar de nuevo el discurso de Hinata y ensayar por última ocasión. Ya habían pasado muchos meses organizando la ocasión perfecta, y justo ahora Hinata por fin se había decidido, no podía renunciar ahora que estaban tan cerca.

—Obito-senpai, me gusta— Hinata apretó con más fuerza la caja de galletas que preparó el día anterior, fue muy difícil esconderlas de su padre, que seguramente de enterarse de que perdía el tiempo horneado le habría reprendido —Me gusta, y quiero estar con usted. Sé que puedo hacerlo feliz si me otorga una oportunidad, podremos casarnos, tener los hijos que usted quiera, juntos vamos a preparar sus platillos favoritos...—

—Vuelve— le dijo Ino cruzando sus brazos, Sakura reía por lo tierna que era su amiga.

—Nunca olvidaré su cumpleaños, tampoco nuestras fechas de aniversario, le puedo ayudar a estudiar. Soy muy buena tocando el piano y...—

—Vuelve— la Yamanaka tomó los hombros de Hinata y sacudió su cuerpo para que deje de fantasear con su boda. La ojiperla se sonrojó fuertemente al comprender que perdió la razón, no podía decirle eso a Obito.

—Solamente dile que te gusta, eso será suficiente— le aconsejó Sakura sonriendo, Hinata asintió bajando la mirada. No iba a desperdiciar las galletas que tanto se esforzó en hacer, debía decirle ya.

—D-de acuerdo— la ojiperla tocó ligeramente su cara, en su ojo derecho todavía tenía el moretón que su padre le hizo hace unos días, y no le agradaba la idea de confesar su amor con esa apariencia. Si aceptó hacerlo era por la insistencia de sus amigas, que aseguraban que Obito le correspondía.

—¡Hazlo ya!— Ino le dió un ligero empujón con el propósito de que comience a caminar, la Hyūga así lo hizo.

—¡Shannaro!— Sakura se contagió del gran entusiasmo de Ino, y con el apoyo de ambas Hinata consiguió reunir un poco de valor.

Sakura e Ino se vieron con molestia cuando Hinata se alejó de ellas, y para no crear una batalla sin sentido, ambas decidieron centrar sus ojos en Hinata y seguir de cerca sus movimientos. De ser necesario planeaban intervenir para proteger a Hinata, aunque dudaban que el primo de Sasuke la rechace, resultaba obvio que él también tenía interés en su amiga. Los únicos que no lo notaban eran Hinata y el propio Uchiha.

Hinata continuó caminando, con sus pasos lentos y llenos de nerviosismo. Obito y Kakashi se habían detenido cerca de la entrada que daba directo a los salones del último ciclo, los dos parecían tener una conversación muy entretenida, Obito alzaba las manos y las movía cada segundo. La Hyūga abrazó su caja de galletas, confiaba en que tenían un buen sabor, y eso le ayudaría a ganar el corazón del Uchiha.

—O-obito-senpai...— apenas lo llamó, miró a Obito darse la vuelta. La sonrisa de él se borró, y Hinata sólo debió esperar unos segundos para entender el motivo.

—¡Hinata!— el grito de muchos de sus compañeros fue en vano, la ojiperla no logró reaccionar a tiempo y por consiguiente recibió un fuerte golpe del balón que Naruto pateó.

La Hyūga cayó al suelo, arruinando sus galletas y raspando sus rodillas en el proceso. Tocó con dolor su rostro, pues el golpe dió directamente en el moretón que ya tenía. Cuando logró ver su caja de galletas, fue que sus esperanzas se volvieron cenizas, sus ojos se cubrieron de lágrimas al comprender que todo estaba perdido. Nuevamente un intento fallido de decirle a Obito que lo ama.

—Hinata, ¿Estás bien?— Obito se acercó a ella rápidamente, observando las galletas destrozadas de la chica y el moretón en su ojo. Ella asentía, pero no lo veía, Hinata estaba llorando —¡Naruto!, ¡Ten más cuidado!— se dirigió enfadado al rubio que también avanzaba hacia sus compañeros para ver qué no hubiera lastimado a la ojiperla.

—¡Lo siento mucho, Hinata-chan!— se disculpó Naruto haciendo una gran reverencia, nunca fue su intención golpear a Hinata, fue un accidente no haber calculado bien su disparo.

—Con un lo siento no vas a arreglarlo— Sakura e Ino dieron alcance a su amiga cuando vieron el balón dirigirse a ella, y era Sakura quien sostenía a Naruto por el cuello de su camiseta y lo agitaba sin compasión.

—Eres un idiota— Ino no tardó en unirse a la paliza que Sakura había empezado, las dos tenían un objetivo en común, acabar con Naruto Uzumaki.

—Hinata, te lastimaste las rodillas— la Hyūga se sonrojó fuertemente al sentir que las manos de Obito tocaban sus piernas en busca de otra herida, él estaba ofreciendo su ayuda sin necesidad de que ella lo pida —Lamento que tus galletas estén arruinadas, puedo comprarte otras en la cafetería— él sonreía en un intento de hacerla sentir mejor, incluso acercó sus dedos a sus ojos para detener las lágrimas que salían de ellos.

—E-está bien, no es su culpa— murmuró Hinata cohibida, lo último que deseaba era molestar a Obito, él ya se preocupaba lo suficiente cada vez que la veía llegar con una nueva marca del maltrato que recibía en casa.

—Obito, será mejor si la llevas a la enfermería— opinó Kakashi en vista de que ni su amigo ni Hinata tenían la intención de levantarse del suelo, lo ideal era que Hinata limpie sus heridas y pueda tomar una pastilla que le ayude a aliviar el dolor causado por el golpe.

—Sí, es verdad— reconoció Obito, avergonzado por no haberlo pensado antes. En silencio agradecía que Kakashi lo había seguido cuando corrió a ver a Hinata —¿Me permites llevarte?— le preguntó Obito a su compañera, que tímidamente asintió al creer que no podía articular una palabra. Estaba demasiado avergonzada.

—O-obito-senpai— chilló la Hyūga cuando Obito la tomó entre sus brazos y la elevó, él la llevaría cargando a la enfermería. Con su brazo derecho sostenía la parte alta de su espalda y con el izquierdo sus muslos.

—No temas, no voy a soltarte. Tómame con fuerza— él de nuevo sonreía, el corazón de Hinata saltaba en respuesta a la atención de su amigo. Se abrazó al cuello de Obito y escondió su cara entre su torso.

Kakashi los observó irse, su amigo trataba de animar a Hinata con palabras amables, también se aseguraba de sostener bien su falda para que otro oportunista quisiera ver demás a la inocente joven, él prefirió quedarse a recoger las galletas, lamentablemente las tendría que tirar a la basura. Con sus ojos negros también captó a Naruto, quién se disculpaba una y otra vez con Hinata sin percatarse de que ella ya no estaba. No lo culpaba por eso, no es como si pudiera ver, los golpes de Sakura e Ino me impedían siquiera ponerse de pie.

—Ya basta ustedes dos, ya dijo que lo siente— Sasuke apareció, siendo la gran salvación de Naruto, que no tardó en esconderse detrás de él para frotar las zonas más adoloridas de su cuerpo.

—Sasuke-kun— Sakura e Ino hablaron al mismo tiempo, incómodas porque su gran amor las veía en una situación no tan agradable.

—Naruto ya se disculpó, y Hyūga se dirige a la enfermería— el Uchiha señaló con su dedo índice la dirección en que Obito caminaba con una Hinata en brazos, Sakura e Ino se sorprendieron por la escena tan linda que se desarrollaba entre ambos.

Quizá no todo estaba perdido...

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Parejas:

Obihina:

ItaIno:

Shisusaku:

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Notas de la autora:

• Puede contener errores ortográficos.

• Este será un Three-shot, cada capítulo contará la historia de una protagonista diferente ✨

• Una pregunta porque todavía no me decido, ¿Les gustaría primero la historia de de Sakura o Ino?

• La próxima historia que pienso actualizar será "¿Y si te pido que te quedes?", Esperen un especial de Shisui 💜✨

Dejen sus votos y comentarios 💖

Nos leemos en la próxima actualización 👀❣️

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