《Epílogo》
《인생은 계속된다》
Sonreí de lado cuando vi a Jin esperándome. Arrastré las maletas hacia él y, una vez me visualizó, me mostró una sonrisa y estiró sus brazos.
ㅡHa pasado mucho tiempo ㅡasentí y nos abrazos por breves segundosㅡ. Vámonos, el taxi nos espera.
ㅡRealmente... ㅡdije deteniendo sus pasos.
ㅡ¿Qué sucede? ㅡcuestionó frunciendo el ceño.
ㅡHay un lugar al que quiero ir antes...
~*~
Abrí la puerta y admiré aquella casa llena de muebles cubiertos de sábanas y polvo. Traía tantos recuerdo y un leve dolor se entabló en mi pecho.
ㅡTe esperaré aquí ㅡcomentó y se recostó a la pared.
Guíe mis pies hacia la escalera de madera y la subí mientras mi mano se deslizaba por la sucia barandilla.
Llegué al corredor y me dirigí a la puerta de madera clara. Cerré los ojos y suspiré antes de abrirla.
Estoy listo.
Accedí a ella y aprecié la triste y melancólica habitación. Todo se encontraba como lo había dejado años atrás.
Tomé una de las mugrusas sábanas y la retiré, dejando a la vista una mesa y una silla giratoria en la cual me sentaba para componer.
Reí ante la dulzura del recuerdo y, sin importarme el polvo que el asiento contenía, me senté. Tomé una hoja algo estrujada y un lápiz con poca punta que se encontraba desparramado sobre la superficie de madera.
Hice danzar el lapicero sobre el papel en blanco y expuse de nuevo mi corazón.
《Querido y añorado Jimin:
Ha pasado tanto tiempo desde que no escribía una carta que apenas recuerdo como se hacía, sin embargo, aquí estoy, llenando lo blanco con palabras incoherentes...
Hoy se cumple 3 años desde que intenté acabar con mi sufrimiento de forma errónea, pero también de que comprendí que la muerte no es el camino a la felicidad.
Tras aquel fatídico suceso, fui a ver al doctor Jung, quien me aconsejó marcharme por un tiempo para poder abandonar mis angustias y, una vez considerara que estuviese listo, regresara para poder enfrentarme a tu recuerdo.
Hoy, tras conocer varias culturas, personas diferentes y percatarme que hay más colores en el arco iris, volví.
En ese tiempo que estuve para encontrar a mi yo interno, sucedieron muchas cosas de las cuales no pude ser testigo, como el casamiento de Jin con Hanna, una joven de su trabajo, o como comenzó a florecer un romance entre el cascarrabias de YoonGi y el infantil de Tae. Por lo visto todo le ha ido bien a ellos, y me alegro.
En mi caso, el amor todavía no ha vuelto a tocar a mi puerta y tal vez no lo haga nunca porque aún mi corazón sigue latiendo por ti tan fuerte como la primera vez que te vi, con la única diferencia que vive en el dulce recuerdo que dejaste en mi mente y no el amargo porque... no te he olvidado, sólo estoy aprendiendo a vivir recordándote.
Todavía conservo el reloj, también la carta y fotos que adornan mi galería. No he tenido el valor de deshacerme de todo eso porque, aunque muchos digan que es mejor dejar ir a lo que daño te hace, yo quiero llevarte conmigo siempre.
Aún siento opresión en mi pecho cuando veo tus fotografías, pero cada vez se vuelve más ligera e inexistente, cosa que me hace feliz.
Ahora me encuentro en la casa donde los recuerdos y el polvo adornan en cada rincón. Me siento triste y, al mismo tiempo, feliz porque fuiste el trago más amargo que logró endulzar mi vida.
Sé que nos volveremos a encontrar, tal vez no ahora, ni en esta vida, pero algún día nuestros caminos se cruzarán otra vez y, cuando eso suceda, entonces te daré cada "te amo" que callé y cada beso que guardé. Seré todo lo que mereces y me volveré el nada que careces...
Te amará para toda la eternidad,
Namjoon.》
~*~
Admiré el paisaje que había abandonado hace tiempo y me concentré en el detalle del azul cielo que me sonreía con rayos de sol. Volteé ante las palabras de Jin.
ㅡ¿Recuerdas esta canción? ㅡpreguntó y le subió el volúmen a la música.
Sonreí de lado con nostalgia y quise llorar ante cada palabra de la voz conocida que salía por las bocinas del auto.
ㅡSí... ㅡmurmuré.
Dejamos que las melodías melancólicas tomarán rienda suelta del incómodo momento y regresé mi atención a los edificios fugaces.
Así los segundos pasaron y, al darme cuenta, el carro se detuvo frente a la entrada más triste de todas.
ㅡTe espero aquí ㅡanunció y, antes de poder irme, apretó mi hombro con fuerza. Tomé las flores y salí.
Entré al sitio donde las lágrimas fluían tan rápido como la muerte y donde vestir de negro era la mejor forma de estar camuflajeado ante la depresión y el desespero.
Caminé lentamente, apreciando la tristeza y cada estatua que me sonreía con pena. No tardé en llegar a la lápida que presentaba un pequeño ramo de rosas rojas.
ㅡ¿Quién las habrá dejado? ㅡme cuestioné con un murmullo.
Dejé las Spireas preferidas de mi amor sobre la tumba y me senté al lado de esta mientras sostenía un sobre color crema.
ㅡHa pasado mucho tiempo desde que me fui ㅡcomencé a hablar temblorosamenteㅡ. Espero que no me hayas olvidado y que, además de la soledad que te dejé con mi partida, te encuentres bien. Lamento haber sido un cobarde todo este tiempo, pero necesitaba alejarme de ti para poder acercarme a mí. Los días cada vez se vuelven más felices y cortos, también cálidos y coloridos. Ya no hay tantas lágrimas o frialdad y tu recuerdo ahora es dulce como la miel y amargo como un trago. Espero que puedas perdonar todas las idioteces que he estado haciendo a lo largo de mi vida y... espérame. Es lo único que puedo decir ahora porque todavía quiero reír en este mundo, no estoy listo para marcharme y dejar un vacío en el pecho de mis seres queridos. Por eso, espérame... porque sé que, en otra vida, nuestro caminos se volverán a unir... Sólo... espera...
Suspiré sonoramente y posicioné la carta al lado de los ramos, la cual se desintegraría ante las recientes gotas de lluvia. Acaricié el mármol algo húmedo, para después besarlo con delicadeza.
Si un día mi hora llega y esta te hace sufrir, piensa en mí como un dulce sueño que debes dejar ir.
ㅡ¡NamJoon! ㅡese grito me tomó por sorpresa. Era SeokJin, quien sostenía un paraguasㅡ Es hora de irnos.
Asentí y me levanté. Di pasos hasta él, pero, a mitad de camino, por algún motivo, me detuve y volteé ante una sensación conocida.
Fruncí el ceño al ver un cuerpo borroso de cabellos rubios que me veía en la lejanía. Pude apreciar una diminuta sonrisa y desapareció junto con la lluvia que azotaba en el lugar.
Reí sin gracia y me marché con mi corazón cálido y un sentimiento de tranquilidad porque...
Después de mucho tiempo, me di cuenta que la vida continúa. Después de tantos Inviernos, hoy, por fin, pude ver la Primavera.
Fin.
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