《Capítulo 2》
《사고》
Lo miré con una sonrisa en mi rostro. Sus ojos estaban posados en la taza con café frente a él. Acaricié su mano con delicadeza, cosa que ocasionó que sus orbes negros se posarán con curiosidad sobre los míos pardos.
ㅡ¿Por qué no tomas tu café? ¿Estás preocupado por algo? ㅡcuestioné riendo.
ㅡNo... sólo que estoy un poco estresado. YoonGi me llama todo el tiempo preguntándome si ya tengo lista la canción y eso sólo hace que empeore mi bloqueo.
ㅡYa veo... ㅡmurmuré y me levanté de la silla.
Caminé hacia él y, sin importarme que las personas nos vieran de mala manera, me posicioné sobre su regazo y plasmé un corto beso en sus labios.
ㅡJ-jimin... ㅡdijo sonrojado por mi acción.
Varios murmullos molestos llegaron hacia mis oídos, pero los ignoré al sentir como Nam dejaba descansar su frente en mi hombro.
ㅡ¿Qué tal si nos vamos de aquí, Hyung? ㅡpregunté acariciando sus cabellos castaños.
Asintió y me paré. Kim dejó el dinero sobre la mesa y enlazó sus dedos con la míos. Me guió a las afueras de la cafetería y emprendimos un viaje hacia un parque cercano.
ㅡHyung ㅡle llamé mientras mecía nuetras manosㅡ, ¿sabes que día es mañana?
Meditó unos segundos mis palabras antes de responder.
ㅡDiecisiete de enero, ¿por qué preguntas?
ㅡPor nada... sólo que... ㅡreí al ver su expresión de confusiónㅡ es nuestro aniversario.
Amplió los ojos a más no poder y detuvo sus pasos. Las luces de neón de una tienda me dejaron detallar el rojo de sus mejillas bronceadas.
ㅡY-yo... ¡No lo había olvidado, sólo...! Creí que era la próxima semana... Lo siento, soy un desastre...
Negué divertido. Me paré de puntillas y besé sus labios lentamente en busca de la calidez que siempre me brindaban. Acarició mi espalda baja y yo me sumergí en la magia del momento.
Amaba la dulzura con que sus labios tocaban a los míos. La manera con que me hacía sentir especial con tan sólo un beso.
Nos separamos lentamente y unimos frentes. Una brisa nos recorrió completamente para después seguir caminando hacia el parque.
Era Invierno, pero mi corazón estaba cálido y lleno de flores como si fuese Primavera.
ㅡPara recompensarte por mi torpeza, mañana haremos lo que tú quieras ㅡdijo dedicándome una sonrisa.
Pensé en sus recientes palabras y abulté mis mejillas al tener millones de ideas de cómo pasar tiempo juntos. Podíamos ir al cine o tal vez a un parque de atracciones, pero sabía que a Namjoon esas cosas no le gustaban mucho. Tenía que pensar en algo que le agradara a los dos...
ㅡ¿Y si nos quedamos en casa? ㅡme miro extrañadoㅡ Podemos preparar la comida, ver una película y jugar a las cartas.
ㅡCreí que ibas a preferir ir a un sitio entretenido y divertido ㅡcomentó y cruzamos la calle.
Nos sentamos en una de las múltiples bancas del lugar, la cual estaba cerca de la calle. La luz de un farol nos alumbraba mientras cada uno admiraba el estrellado cielo. Nuestras manos permanecían unidas, dándose calor con leves roces y caricias.
ㅡNo me importa lo que hagamos mañana mientras ambos sigamos juntos ㅡsusurré viendo el aro de luz torcido en la oscuridad.
ㅡJimin... ㅡme llamó y lo observé.
Entreabrió sus labios levemente y se acercó a mí. Nuestros labios estaban a punto de unirse en lo que denominaría como "amor verdadero", de no ser por el grito desgarrador de una mujer.
ㅡ¡¡JungKook!! ¡¡Cuidado!!
No recuerdo en que momento mi cuerpo se movió velozmente hacia el niño de seis años que cruzaba con lágrimas en los ojos la calle. Sólo me di cuenta de mis acciones una vez empujé al infante fuera del alcance del vehículo y di mi vida a cambio de la del chico de cabello negro.
Mi cuerpo dolió en demasía ante el fuerte choque y caí al suelo. Mi visión se tornó borrosa y un caliente líquido brotaba como un río de mí. Era incapaz de moverme o articular alguna palabra sin sentir que me quebraría en el intento.
A mis oídos llegaron voces distorsionadas, pero, entre ellas, reconocí la de Namjoon colmada en tristeza. Mi orbes admiraron su llanto y me sentí miserable por causarle tanto dolor.
ㅡNo te vayas ㅡescuchaba a manera de murmulloㅡ. Por favor, no me dejes.
Sonreí sin fuerzas sintiendo como poco a poco se me dificultaba más respirar. Sus manos se teñían de sangre mientras gritaba mi nombre con desespero.
Quiero seguir besado sus labios...
Pensé mientras detallaba estos mismo entre gemidos de dolor y lágrimas.
Quiero seguir oyendo su voz...
Mis ojos se iban cerrando cada vez más. Me era imposible mantenerlos abierto.
Quiero seguir amándolo...
Mantuve mi sonrisa ladida hasta cerrar mis párpados y, antes de sumergirme en lo conocido como el sueño eterno, las últimas palabras brotaron de mis labios como el murmullo más silencioso de todos.
ㅡNam... Te amo...
ㅡ¡¡¡Jimin!!!
Eso fue lo último que dije y oí...
~*~
ㅡN-nam... tengo que hablar contigo de algo... ㅡsusurré con un sonrojo mientras jugaba con el pantalón de mi uniforme.
El mencionado asintió y se despidió de sus amigos para después dejarse guiar por mí. Llegamos a la azotea del colegio, la cual estaba vacía como era costumbre.
ㅡ¿Qué sucede, Park? ¿Necesitas que te dé otra vez clases particulares de Inglés? ㅡcuestionó deteniéndose a mitad del lugar.
Yo me mantuve dándole la espalda mientras negaba furtivamente. Mordí mi labio inferior nervioso.
ㅡY-yo... esto... me gustas ㅡmurmuré convencido de que no me había podido oír.
ㅡLo siento, no te escuché. ¿Podrías repetirlo?
Joder, era más difícil de lo planeado. Tal vez esto no fue buena idea. Tal vez nunca debí haberle hecho caso al estúpido de Tae.
ㅡNada, olvídalo ㅡdije dando media vuelta y, sin verle directamente a los ojos, caminé deprisa hacia la salida, pero fui detenido por los brazos del muchacho.
Namjoon me acorraló contra la pared y acercó imprudente nuestros rostros. Mis mejillas ardieron en rojo y mi corazón latió a más no poder.
ㅡTú también me gustas, Jimin.
Hubiese pensado que era una maldita broma de no ser por la intensidad y honestidad que emanaba sus ojos negros.
ㅡN-no era que no me h-habías oído.
Sonrió de lado haciendo que mis piernas temblaban por lo sexy que lucía.
ㅡTaehyung me dijo que yo te gustaba.
Tenía que ser él. Pensé con una mezcla de enojo y alegría.
Detallé el rostro de Kim y, ante el silencio que se había creado, me designé a preguntar.
ㅡ¿Ahora que viene?
ㅡDímelo tú...
Lamí mis labios y, con la poca valentía que mi pequeño cuerpo contenía, me puse de puntillas para alcanzar los labios del chico, los cuales me acogieron con dulzura y delicadeza.
Con sólo ese beso lo supe...
Enamorarme de él fue mi mejor decisión...
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