《악몽》

Sus mejillas se alzaron en una tierna sonrisa, ocasionando que sus ojos pardos se transformaran en dos pequeñas medialunas. Sus pómulos abultados se tiñeron de rosa claro y echó su cabeza hacia un lado de manera dulce.

ㅡHyung, ¿quiere mi última galleta? ㅡpreguntó tendiéndome aquel dulce de chocolate.

ㅡNo, puedes comerla tú.

Asintió moviendo sus cabellos rubios levemente hacia adelante y abrió sus regordetes labios color cereza. Llevó la comida a su boca mientras yo me deleitaba por su manera tan infantil de comer.

Me levanté del sofá y caminé hacia la cocina. Creé una sonrisa ladida al sentir como arrastraba sus pantuflas siguiéndome. Volteé de pronto, haciendo que él se sobresaltara en el lugar.

ㅡSólo vengo por agua... ㅡmurmuró con sus mofletes bañados en rojo vivo.

Giré y, del refrigerador, saqué dos vasos que rellené con aquel líquido transparente e insipido. Le di uno al chico de pequeña estatura para después beber del mío.

ㅡHyung, ¿podemos salir a algún lugar? ㅡpreguntó dejando el recipiente de cristal sobre la mesa y acercándose peligrosamente a mí.

ㅡUmmm... si me das un beso ㅡdije poniendo la tasa en un sitio seguro y enlazando mis brazos en su pequeña cintura. Él colocó sus manos en mi cuello.

Se puso de puntillas para dejar un casto beso en mis labios, haciendo que estos últimos desearan algo más profundo y duradero.

ㅡ¿Feliz? ㅡcuestionó riendo y jugando con mis castaños cabellos.

ㅡNo... ¿podrías darme otro?

Aceptó y fusionó sus apetitosos labios con los míos. Apreté su cadera impidiéndole que se alejara y lo alcé para dejarlo encima de la meseta que formaba parte de la cocina.

Acaricié su espalda por debajo del suéter amarillo y ancho que vestía. Él se dedicó a dar masajes en mi nuca para intensificar el beso y cruzó sus piernas en mi cintura, ocasionando que sus chanclas cayeran al suelo.

Mordí su labio inferior en modo de aviso y profané su cavidad bucal con hambre y desespero. Nuestras lenguas se encontraron e iniciaron un vaivén dulce y lento que se tornó en pocos segundos en uno bañado de lujuria. Jimin soltó unos pequeños gemidos cuando volví a apresar su carnoso labio entre mis dientes.

Nos separamos unos segundos y, antes de volver a fundirnos en deseo, le hice una corta pregunta.

ㅡ¿Aquí o en el cuarto?

~*~

Deslicé mi dedo por su desnuda espalda con delicadeza para después darle un beso húmedo en el hombro.

ㅡ¿No querías salir? ㅡpregunté rozando levemente mi boca con su oído, poco después lo mordí.

ㅡS-sí... ㅡgimió por lo bajo.

ㅡPues... vamos a vestirnos ㅡexpresé y me levanté de golpe de la cama.

Caminé hacia el armario y saqué un pantalón negro y una camisa azul de botones. Deslicé la prenda por mi piernas y, mientras abotonaba la otra, miré a Park, quien seguía tendido sobre el colchón sin intensiones de pararse.

ㅡVamos ㅡhablé y con una mano sacudí levemente su frágil cuerpo.

ㅡYa voy... ㅡrefunfuñó y se levantó con los ojos cerrados.

Besé su puchero repetidas veces hasta sacarle una diminuta sonrisa. Guió sus pies descalzos hacia el closet y retiró de este un pantalón color crema y una camisa blanca y ancha.

ㅡ¿Te ayudo? ㅡpregunté riendo al ver que no podía colocarse la ropa.

Pronunció un apenas perceptible "Sí". Me acerqué y le puse la camisa, dejando al descubierto sus mofletes avergonzados.

ㅡJimin... ㅡsusurré y me miró. Nuestro ojos coincidieron ocasionando en mí ese típico cosquilleoㅡ v-vámonos...

ㅡSí, Hyung...

~*~

Acaricié el dorso de su mano mientras que en mi cabeza resonaban su dulce voz que contaba alguna loca historia de su pasado. Él hablaba sin parar y yo sólo le observaba con amor mientras tomaba de mi café.

ㅡPor cierto, Hyung, ¿cómo le va en su canción? ¿Ya la has terminado?

Negué y le di otro sorbo a la bebidaㅡ Está casi lista... Aunque... ㅡcallé.

ㅡ¿Aunque? ㅡdijo incitándome a continuar.

ㅡNo sé porqué estoy escribiendo una letra triste... ㅡhablé y sonreí para restarle importancia a lo dicho.  

ㅡTal vez... porque así te sientes... ㅡmurmuró cabizbajo.

Cuando iba a decirle palabras que lo reconfortaran e hicieran que su risa volviera, levantó el rostro y me dedicó su hermosa sonrisa cargada de algo más que felicidad, tal vez de tristeza, melancolía...

ㅡQuiero llevarte a un lugar ㅡexpresó y se levantó del asiento.

Yo me apuré en pagar los cafés y salí de aquel sitio que daba por nombre Daly's Coffee.

ㅡVamos ㅡle anuncié a Jimin.

Apretó mi mano y me guió hacia un parque no muy lejano, el cual era iluminado por unos pocos faroles.

Se sentó en una de las bancas del lugar y yo hice lo mismo mientras refugiaba mis manos en los bolsillos del grueso abrigo.

Park soltaba su aliento de manera juguetona e infantil. Sus pómulos y nariz eran rosados dándole un toque más dulce a esa tierna escena.

ㅡHyung... sé que lo que te voy a decir suena extraño, pero, cuando despiertes, ¿podrías olvidarme? ㅡhabló mirando el estrellado cieloㅡ o, por lo menos, ¿dejar de sufrir por mí?

ㅡ¿Eh? ¿Qué estás diciendo? ㅡpregunté observándolo con duda.

En el instante en que nuestros orbes coincidieron, copos de nieve cayeron suavemente por todo el lugar.

Se acercó a mis labios con timidez. Nuestras narices se rozaban y, antes de fusionarnos en el más tierno de los besos, una brisa nos abrigó.

Nuestros labios se movían lentamente, desmontrando dulzura y cariño, sin necesitada de recurrir a la tosquedad o lujuria. Mi mano acariciaba su fría mejilla mientras me concentraba en explorar sin apuro su acogedora boca.

La nieve se afianzó, al igual que el viento y, de pronto, Park rompió el cálido momento. Detalló mi rostro lentamente y yo hice lo mismo, concentrándome en el destello de sus ojos pardos y brillosos por lágrimas. Él estaba llorando...

ㅡ¿Qué sucede, Jimin? ¿Por qué estas-?

ㅡNam... Te amo...

Y tan rápido como fueron sus palabras, su cuerpo desapareció aquella noche, dejando un frío permanente en mi corazón...

ㅡ¡¡Jimin!!

Desperté de golpe. Mi pecho subía y bajaba con desespero y por varios segundos sentí que no podía respirar.

Todo había sido una pesadilla... una maldita y dulce pesadilla...