11

Durante sus veintidos años vida, Taehyung jamás había logrado simpatizar con esa tonta idea de que los domingos por la noche eran deprimentes. No creía que la noche del domingo fuera particularmente distinta a la de cualquier otro día. Sin embargo, en esa noche de domingo en especial, Taehyung creyó entenderlo porque desde que se había levantado y había encontrado la cama fría y una nota en lugar de cierto Jeon Jungkook durmiendo a su lado, como esperaba, nada se sintió bien. No era que no comprendiera que el menor tenía que trabajar y no podía darse el lujo de faltar para dormir con él, pero por alguna extraña razón Taehyung tenía un muy mal presentimiento sobre toda la situación.

Y Taehyung sabía bien que su instinto rara vez le fallaba.

—Espera, espera, déjame recapitular todo —pronunció Jimin, levantando la mano libre para detener los balbuceos incesantes de Taehyung (mientras con la otra revolvía incesante una taza de té)—. Jungkook apareció en tu puerta golpeado y llorando a cualquier hora de la madrugada, te contó todos sus secretos, se durmió abrazándote y antes de irse te dejó una nota en la que literalmente decía que "buscará la forma de agradecerte por lo de anoche". ¿Bien?

—Sí, la situación es exactamente esa.

—¿Te das cuenta de que nada de eso suena mal, Tae? —inquirió su amigo, visiblemente confuniddo—. Bueno, además de que el hermano de Jungkook sea un completo idiota... pero eso no cambia las cosas entre ustedes dos.

—No hemos hablado en todo el día —murmuró Taehyung, revisando su teléfono por milésima vez para confirmar que aún no tenía noticias de Jungkook—. No me ha llamado, no me ha respondido los pocos mensajes que le mandé...

—¿No tiene como un trillón de trabajos?

—Tres, pero tiene la tarde del domingo libre —explicó él, suspirando—. Le mandé un mensaje preguntándole si quería pasar su rato libre conmigo apenas me desperté, pero ni siquiera lo leyó.

—Taehyung, amor mío, su hermano le pegó anoche. Su cabeza debe ser un lío ahora, tal vez esté tratando de lidiar con todo eso —sugirió Jimin, acariciándole la mano sobre la mesa—. Tal vez pasó el día con Min Yoongi o con Hoseokie hyung, ¿quién sabe? ¡Tal vez entre los tres fueron a patearle el trasero a su hermano!

—Jungkookie jamás haría algo como eso. Pero sí, tal vez haya ido a contarle todo a Min Yoongi...

Jimin asintió con la cabeza varias veces, dándole un apretón suave, como si así pudiera infundirle algo de calma. Aunque llevaban un rato largo ya hablando del asunto, cosa que usualmente servía para tranquilizarlo ante cualquier situación adversa porque así de reconfortante era la presencia de Jimin para él, Taehyung se sentía cada vez más inquieto y lleno de dudas. No terminaba de comprender por qué estaba tan nervioso, pero no podía detener los pensamientos negativos que acudían uno tras otro a su mente, atormentándolo, creando situaciones cada vez más desalentadoras.

—¿En qué estás pensando? —preguntó Jimin, demostrando una vez más que lo conocía a la perfección—. Puedo sentir tu cerebro carburando.

—¿Qué pasa si se arrepiente de haberme contado todo? —aventuró, poniendo en palabras uno de los tantos miedos que sentía de repente—. ¿Qué pasa si vuelve a ser el chico desconfiado de antes y trata de alejarme ahora que sé todo esto? Si vuelve a construir esos muros y me deja afuera... ¿crees que pase eso?

—Por supuesto que no, no pienses cosas así —lo reprendió Jimin, frunciendo el ceño—. ¿No ves lo cercano que es a Min Yoongi? ¿Y lo unido que se volvió a Hoseokie hyung desde esa vez en la que hablaron? No creo que se aleje, sino todo lo contrario.

—Jiminie, te prometo que, objetivamente, sé que tienes razón —empezó a decir él, mordiéndose el labio—, pero algo me dice que esto saldrá mal. Una corazonada, una sensación... fea, triste. No sé cómo explicarlo.

—Taehyungie, te prometo que Jeon Jungkook te quiere con toda su alma. No creo que quiera alejarse de ti de repente.

Poco convencido, Taehyung bufó y se puso las manos en el rostro, masajeándose los ojos con frustración. Jimin lo veía casi con comicidad, como si las dudas de Taehyung fueran tonterías, como si el hecho de que Jungkook sentía afecto por él fuera suficiente para disipar todos sus miedos. No lo era.

—Digamos que eso no es un problema, que Jungkook me adora con locura y que planea estar pegado a mi como una sanguijuela para siempre —contraatacó, ganándose una risilla de su amigo—, pero... ¿y si eso no alcanza?

—¿Por qué no alcanzaría?

—Junghoon lo golpeó anoche. ¿Y si vuelve a hacerlo, pero peor? —terminó por decir, temeroso, como si decirlo en voz alta lo hiciera más posible—. O no, tal vez no lo golpea él directamente, pero puede volver a pedir dinero y hacer que vuelvan a atacar a Jungkook y él no me lo dirá porque no quiere ser "una carga" y-

—Taehyung, respira. Respira.

Recién entonces Taehyung se dio cuenta de que estaba levantando la voz, agitando las manos, respirando cada vez más acelerado. Ante la indicación de Jimin respiró profundo, dejando ir el aire en un suspiro, y se mordió el labio hasta que fue capaz de reordenar sus pensamientos.

—Estoy seguro de que pase lo que pase, Jungkook te lo dirá —intentó tranquilizarlo Jimin una vez más, tomando sus manos otra vez—. Me atrevo a decir que ahora están prácticamente saliendo, ¿no? No creo que te oculte cosas ahora.

Taehyung se ahogó con su propia saliva.

—¿Saliendo? —preguntó entre toses y jadeos, tratando de recuperar el aliento—. ¿Desde cuándo?

—¿Desde que Jungkook decidió que el único lugar en el mundo al que podía acudir era tu casa? Contigo, la única persona que podría darle seguridad y consuelo. ¿Y no me dijiste que casi se besaron en Busan el otro día? —enumeraba el rubio, primero exasperado, aunque luego suavizó la expresión—. Hoseokie hyung dice que se la pasa hablando de ti, y que él y Min Yoongi están seguros de que está enamorado. Yo también lo creo, aunque en realidad creo que la mitad de tus amigos están enamorados de ti.

—¡No es el momento para tus tonterías, Park Jimin! —gruñó Taehyung, soltando su mano—. ¡Estoy teniendo una crisis amorosa y me sales con eso! ¡Minjae y Seojoon hyung no están enamorados de mí!

—Tú solito pensaste en ellos, Kim Taehyung, porque yo no di nombres —se burló Jimin, riendo—. Te faltaron Park Hyungsik y Choi Minho, por cierto. Pero... ¿crisis amorosa? Admites que hay un romance.

Bien jugado, Park Jimin, pensó Taehyung al notar que Jimin lo había llevado por donde quiso en la conversación. No respondió de inmediato porque realmente no tenía una respuesta, ¿estaban casi saliendo él y Jungkook de verdad? Ni siquiera habían tenido una conversación sobre ese extraño casi beso de la otra vez, muchísimo menos de sentimientos —si es que acaso había alguno más que amistoso de parte de Jungkook—, ni pensar en una posible relación. No podía negar que desde aquel dibujo que Jungkook le había regalado, Taehyung había pasado, por decirlo de manera suave, cada minuto de su vida pensando en Jungkook. También sería tonto negar que tenía esa sensación cálida en su pecho cada vez que veía la sonrisa de conejo, o cuando se recordaba llorando por Dojo en los brazos del castaño... Pero no importaba si Taehyung aceptaba de una vez por todas que le gustaba Jeon Jungkook, porque Jungkook era indescifrable y lo más probable era que huyera ni bien Taehyung hablara de sentimientos.

No, ellos dos no estaban saliendo.

—Pero me gustaría —susurró Taehyung, suspirando, y hundió el rostro en sus manos, soltando un bufido.

—Ya, tranquilo —murmuraba Jimin, que se había levantado para rodear la mesa y abrazarlo por la espalda—. Deja de montarte películas tontas en la cabeza y no saques conclusiones hasta no hablar con él. Hablar de verdad, digo. Así como él confió en ti anoche, te toca confiar en él ahora.

—¿Qué debería hacer? —preguntó él desde su escondite, todavía dudando—. ¿Voy a buscarlo y le tiró la bomba de sentimientos?

—Tal vez debas esperar a que él te busque primero —sugirió el rubio sin cesar las caricias—. Se me ocurre que va a querer solucionar el asunto de su hermano antes de hacer cualquier cosa, dale tiempo.

—Tienes razón —aceptó Taehyung, incorporándose de golpe—. Sí, le daré tiempo. Esperaré.

✿✿✿

Era interesante el concepto del tiempo. Por ejemplo, Taehyung recordaba con nitidez ser pequeño y estar parado frente al reloj para contar los pocos minutos que faltaban para su cumpleaños, cuando sesenta segundos eran demasiados y pasaban muy lento, nunca terminaban. También recordaba estar dando su examen de ingreso para la universidad, escribiendo lo más rápido que su mano le permitía e igual sintiendo que el tiempo pasaba tan rápido, de repente dos horas no eran suficientes para responder todas las preguntas. Era engañoso, el tiempo.

Cuando prometió darle tiempo a Jungkook, Taehyung sabía que no iba a ser fácil. Tenía tantas ganas de verlo, de aclarar las cosas, de decirle lo que sentía y dejar de preguntarse si acaso sus sentimientos eran correspondidos o no... y sobretodo, quería asegurarse de que Jungkook estuviera bien. Su último recuerdo era el del castaño roto, vulnerable, llorando entre sus brazos hasta quedarse dormido, una imagen que le gustaría olvidar, y por eso sabía que darle tiempo a Jungkook iba a ser difícil. Lo que no se imaginaba, sin embargo, era que sería una pesadilla: las dudas no lo dejaban en paz y el silencio del menor no hacía más que confirmar su mal presentimiento. Porque cuando prometió darle tiempo a Jungkook, no se imaginaba que pasaría tantos días sin recibir noticias suyas.

El domingo había pasado sin oír del menor, pero Jimin había logrado calmarlo un poco, lo suficiente para poder irse a dormir sin pensarlo demasiado. El lunes pudo ignorar la falta de noticias pues se mantuvo ocupado con los últimos trabajos antes de los exámenes finales, al igual que el martes y el miércoles, aunque el monstruo de la inseguridad se había anidado en su estómago y no hacía más que crecer cada día que pasaba. Al llegar el jueves, la máscara comenzó a caerse, le costaba cada vez más fingir que estaba bien con la distancia. Para el viernes, Taehyung sentía que iba a perder la cabeza: si no hablaba con Jungkook pronto, en verdad iba a volverse completamente loco.

Por eso, tal como solía hacer tan sólo unas pocas semanas atrás, apenas salió de clases ese viernes se dirigió directamente a la gasolinera. 

Todo el camino desde que bajó del paradero y hasta entrar a la gasolinera, se acercaba a paso firme, decidido a darle un ultimátum a Jungkook. Sin embargo, una vez que estuvo allí y creyó divisar al castaño cargando el tanque de un auto, su confianza y su seguridad flaquearon. Ya ni tan decidido, ni tan firme su paso, avanzó esos últimos metros cada vez más nervioso, las manos sudando y la boca secándosele. Todo el discurso que tenía bien preparado en su mente se le había olvidado, lo único que quedaba en su cabeza era una laguna de palabras inconexas y arrepentimiento. ¿Por qué había ido, quién era él para exigirle a Jungkook hacer algo para lo que claramente no estaba listo?

—Tengo que irme de aquí —susurró para sí mismo cuando estaba tan cerca como para ver la mejilla todavía hinchada y lastimada de Jungkook—. Dios, tengo que irme.

Y eso era lo que pretendía, estaba dándose la vuelta cuando Jungkook volteó y, por un instante, sus miradas se conectaron. Maldición.

—¿Taehyung?

Taehyung se congeló ahí mismo, dándole la espalda a Jungkook pero sabiéndose incapaz de alejarse ahora que el menor lo había visto. Mortificado, cerró los ojos con fuerza y contuvo el aliento los pocos segundos que tardó Jungkook en llegar a su lado, dejando salir el aire al sentir la mano del menor posándose en su hombro.

—Taehyung —insistió entonces el castaño con duda, y cuando Taehyung se volteó a verlo lo encontró mordiéndose el labio con nerviosismo—. Hyung, hey. ¿Qué haces... qué haces aquí?

—Um.

Taehyung dudó, todavía estaba molesto pero su mente había quedado en blanco y ver la culpa y el miedo reflejados en los grandes ojos ajenos no ayudaban mucho, al contrario, lo confundía más. Él también se sentía culpable, aunque no estaba seguro de por qué. Si lo pensaba fríamente, él tenía razón al estar molesto con Jungkook por desaparecer así, sin dar señales de vida durante casi una semana, sobretodo si tenía en cuenta todo lo que había sucedido la última vez que se vieron. Recordar eso y lo inseguro y traicionado que se había sentido toda esa semana, el enojo regresó a él.

—Vine porque tenemos que hablar, Jeon Jungkook —se oyó decir con firmeza, dejando atrás los nervios—. Creo que me debes una disculpa y una explicación.

—Te debo ambas cosas, pero no es el momento ni el lugar para hablar de esto.

—¿No es el momento ni el lugar para hablar de esto? —repitió, ofendido, en tono de pregunta, dándole la oportunidad de retractarse.

—Estoy trabajando, hyung —le recordó el menor, señalando el auto estacionado detrás de ellos—. No puedo hablar contigo ahora.

—¿No... podemos?

Para ese punto, Taehyung ya no sabía qué pensar. Quería tomar a Jungkook por los hombros y sacudirlo hasta hacerlo entrar en razón, pero algo dentro suyo, quizá su intuición, le decía que había algo raro en todo eso. Jungkook podía ser tímido y reservado, pero nunca le hablaría a Taehyung así, con tanta frialdad. ¿Jeon Jungkook, el niño que lo respetaba, admiraba y trataba como si fuera una deidad, diciéndole que no podían hablar en ese momento? ¿El dulce y tierno Jungkook insinuando que debía irse, cuando otras veces lo recibía tan contento cuando iba a hacerle compañía? Definitivamente algo andaba mal.

Cuánto deseaba Taehyung no haber ido. El rechazo de Jungkook, la culpa reflejada en aquellos bonitos ojos de otoño, que ahora evitaban mirarlo cuando otrora lo veían con total y completa adoración... Pero de repente, esos mismos ojos se abrieron de par en par, pasando a mostrar un miedo que Taehyung nunca antes había visto en ellos, y las manos de Jungkook se habían aferrado a sus muñecas con fuerza.

—Taehyung, tienes que irte ahora mismo —le pidió el menor con urgencia, pasando la vista de Taehyung a algo más allá, por encima de su hombro—. Por favor.

—Yo no...

—No hay tiempo para esto —farfulló Jungkook.

Antes de darle tiempo de volver a decir algo, Jungkook lo tomó de la mano y empezó a caminar apresurado, alejándose rápidamente de la estación de servicio. Ante las protestas de Taehyung, que iba ignorando, el castaño se detuvo recién cuando llegaron a la cuadra siguiente, donde se encontraban estacionados unos cuantos taxis y, luego de echar un vistazo hacia la gasolinera, dirigió la vista hacia él. Se le notaba nervioso, tanto por la mirada que viajaba errática entre la gasolinera y el propio Taehyung como por el ligero temblor que mostraba en las manos; claro era que acababa de ver algo, quizá alguien, que le causaba temor.

—Tienes que irte, lo digo en serio —pronunció entonces Jungkook, firme—. Por favor, no hagas preguntas y sólo hazlo.

—¿Cuándo podremos hablar? —preguntó él de todos modos en un débil susurro—. Tenemos que aclarar las cosas...

—Necesito tiempo —fue la respuesta de Jungkook—. Ahora mismo no puedo... no puedo.

—No lo entiendo, ¿qué pasó entre el domingo y  hoy? —rogó saber, sonando quizá tan patético y abatido como se sentía en ese momento—. ¿Hice algo mal?

—Taehyung, por favor —fue lo único que dijo Jungkook, volteándose—. Lo siento.

Jungkook no dijo nada más y tampoco le dio tiempo de reclamar, pues luego de decir aquello lo miró unos pocos segundos antes de simplemente empezar a caminar de regreso hacia su trabajo. Así, sin más, le daba la espalda y se alejaba de él, tal como Taehyung había temido que pasaría. Sin embargo, el instinto de Taehyung le gritaba que no debía rendirse, no todavía. Por eso, en contra del pedido de Jungkook, aguardó unos pocos minutos para luego seguirlo de regreso a la gasolinera.

Ni bien estuvo de nuevo en el lugar, se sintió incómodo. Había un pequeño grupo de tres hombres con una energía muy extraña parados junto a un auto viejo y sin placa que Jungkook estaba llenando mientras mantenía la vista baja mirándose los pies, siempre en esa misma actitud sumisa que tomaba cuando se encontraba con desconocidos. Taehyung observó a aquellos hombres sospechosos con curiosidad y recelo, aunque trató de ser discreto y no llamar demasiado la atención, pasando directamente a la tienda para comprar unas cuantas golosinas. Mientras veía todo de reojo, logró ver que se les unía un cuarto sujeto, entonces todos subieron al auto y se fueron luego de intercambiar unas pocas palabras con Jungkook. A los pocos segundos, apareció el jefe de Jungkook (al que Taehyung reconocía por todas sus visitas de antes) en la escena, llevándose al castaño consigo.

Tras pagar por los dulces, Taehyung salió de la tienda y se quedó merodeando por ahí, decidido a esperar por Jungkook. Se encontraba apoyado contra una columna cuando finalmente, unos minutos más tarde, divisó al castaño. Jungkook iba ahora sin la chaqueta del uniforme y con su mochila al hombro, evidentemente listo para irse de allí.

—Jungkookie —pronunció Taehyung, apresurándose para llegar a su lado.

—¿Sigues aquí? —preguntó el menor, sobresaltado—. ¿Por qué sigues aquí?

—¿Qué pasó? —preguntó él, tratando de ignorar el dolor punzante que la pregunta y el tono de voz tan cansado del menor le habían causado.

—Acaban de despedirme.

—¿Cómo?

Jungkook, en vez de responder, resopló con una sonrisa irónica lo que alarmó a Taehyung. El chico parecía tener más intenciones de irse que de conversar con él, pues estaba empezando a caminar rumbo a la parada de autobús, pero Taehyung lo detuvo al tomarlo de la mano.

—¿Estás enojado conmigo? —cuestionó, asustado—. Sé que me pediste que me fuera, y prometo darte espacio si de verdad lo necesitas, pero siento que estás ocultándome algo grave y luego de la noche del sábado yo no puedo simplemente hacerme a un lado y dejarte solo y... y... ¿dices que te despidieron? ¿Qué está pasando?

—No estoy enojado contigo —respondió Jungkook con apatía y, a pesar de todo, Taehyung le creía—. Pero de verdad, no puedo. Quiero... quiero estar solo. Necesito estar solo.

—Koo...

—Taehyung, por favor —rogó el menor, sujetando con tanta fuerza las correas de su mochila con la mano libre que esta estaba perdiendo el color—. Vete a casa, yo haré lo mismo.

Ante la falta de respuesta de su parte, Jungkook bajó la vista hasta la mano de Taehyung, todavía envolviéndole la muñeca y sin mucho esfuerzo se soltó de su agarre. Cuando levantó la vista y sus ojos se encontraron, Taehyung juraría que Jungkook diría algo: que podrían hablar una vez que se sintiera mejor, que podían irse juntos en el mismo taxi, que juntos encontrarían una solución, que lo de la otra noche había significado lo mismo para los dos... cualquier cosa, quería que Jungkook dijera lo que fuera, pero el menor no lo hizo. Sólo lo miró sin decir nada, suspiró y se dio la vuelta, listo para irse. Ni una vez se volteó, se fue sin mirar atrás. Taehyung nada más se quedó ahí parado, viéndolo marcharse hasta perderlo de vista, incapaz de hacer algo más que verlo partir.

Oh, cuánto dolía.





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Holi, bubus 🥰

Disculpen la demora (y que encima vuelva con angst lol), soy una adulta y la vida de les adultes apesta ahre. Por más razones adultas (?) lo más probable es que actualice martes y jueves en vez de lunes, miércoles y viernes... también creo que es un buen momento para decirles que el fic no tendrá más de 16 capítulos, lo más probable es que terminen siendo 15 (pero conmigo nunca se sabe así que no me hago cargo de esto que digo si terminan siendo más je)

Por otro lado, me gustaría hacer un anuncio así que redoble de tambores por favorrrr... 🥁🥁🥁

habemus nuevo fic 💜💜💜 realmente no estaba en mis planes escribir algo tan pronto, pero un buen día me llegó la inspiración y TUVE que hacer esto. Quienes hayan leído Sorry! Wrong Number estarán complacides de saber que este nuevo fic va a ser similar: la misma estructura de chats y redes sociales, mismo humor y energía más bien chill y cute, probablemente fotos de animales porque soy Pralim y eso hago ahre. Lo más seguro es que lo empiece a subir cuando termine de publicar este, así no cometo el mismo error de abandonar este cuando me emocione mucho con el nuevo fic, algo que hice cuando empecé a subir s!wn ehhdnjjd

En cuanto a la pareja,,, esta vez quiero intentar algo distinto, así que cuando empiece a subirlo habrá más detalles al respecto. Y eso es todo lo que tengo para decir del tema (?)


Nos vemos el martes chiquis, tkm a todes 🥰🌸🌟💖😍🌺💜✨😘

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