Taehyung

Terminó la película y Yoonie estaba completamente dormida sobre mis piernas, como pude me levanté con ella en brazos y callé a Tannie porque comenzó a ladrar. La llevé hasta su habitación, dejándola sobre la cama ella enseguida se abrazó a una almohada y siguió durmiendo. Sonreí inconscientemente viéndola.

La lámpara de su mesita estaba encendida, no la apagué porque había notado que dormía así. Al parecer no le gustaba tanto la oscuridad.

Bajé de nuevo, haría algo de cenar y le dejaría un poco a Yoonie, no quería despertarla ahora.

Agarré mi teléfono que lo había dejado en el sillón, noté que tenía mensajes sin leer.

Sunhee

Necesito que hablemos.
7;10 pm

¿Puedes venir?
7;11 pm

¿Hablar, de qué?
8;40 pm

Vi que se puso en línea y salía que estaba escribiendo.

Sólo ven.
8;40 pm

Pensé en ir o no, hasta que me decidí y busqué mis llaves.

Aparqué el auto en el puesto de visitas en el estacionamiento del edificio, tenía el pase para entrar libremente.

Sun y yo habíamos vuelto a hablar luego de que se le pasara el enojo, nos vimos, y después de algunos días decidí terminar todo porque quería tomarme el contrato en serio, además de que el señor Bang me mataría si se enteraba. No le mentí a Yoonie cuando le dije que habíamos dejado las cosas, aunque no podía decir lo mismo sobre que no había pasado nada y que sólo nos habíamos visto una vez.

Ahora quería verme, no sabía para qué pero me daba curiosidad.

Toqué el timbre y un par de segundos después ella abrió, estaba en pijama. Sunhee era muy bella, figura esbelta, cabello largo castaño oscuro, facciones delicadas.

–Pasa. –Se hizo a un lado.

Entré, me quité los zapatos y la seguí hacia la estancia.

–¿Quieres algo de tomar?

–No, gracias. ¿De qué quieres hablar? –Pregunté, sentándome junto a ella. Ella se arrimó más a mí y puso su mano sobre mi pierna.

Mierda.

–Vi la foto que subiste con Sky y sus padres.

Cuando Yoonie y yo fuimos a comer con sus padres, nos tomamos una foto y yo no lo había subido sino hasta ahora, todos estaban hablando sobre eso.

–¿Y que tiene?

–Te extraño.

–Tu estás con Donghee se supone que "lo amas" –hice comillas con los dedos– Y se supone que yo no debería estar aquí.

Ella había vuelto con su ex, quien era actor. Decía amarlo cosa que era mentira, o su manera de amar era muy extraña.

–Pero estás aquí –se encogió de hombros–, además tu y yo somos amigos.

–Los amigos normales no hacen lo que nosotros hacemos, Sun. O hacíamos. –Sonreí y ella imitó mi gesto.

Sunhee y yo nos hicimos buenos amigos, era divertido hablar con ella, aunque habíamos cruzado la línea de una amistad normal, nos gustábamos pero no para llegar a algo serio y ambos estábamos bien con eso. Ella se molestó cuando vio las fotos con las otras chicas porque no fui sincero y se lo conté yo mismo, se tuvo que enterar por redes, sumándole los insultos que se llevó sólo por haber sido vista conmigo.

–Una última vez ¿si?

Sabía a lo que se refería y debía admitir que estaba meditando la idea pero Yoonie vino a mi mente, últimamente nos llevábamos bien, podría decirse que éramos amigos, no quería ser un idiota de nuevo. No era que me gustara o algo así, sólo que no quería sentir que le estaba fallando.

–¿Qué dices? –Se acercó más, sacándome de mis pensamientos.

Estaba tan cerca de mi, me acarició la mejilla rozando sus labios con los míos.

–No puedo. –Reaccioné a tiempo y me alejé. Ella rodó los ojos en una clara mueca de molestia.

–Es una lástima, la pasábamos bien.

–Ya te dije que no podíamos seguir con lo que teníamos.

–¿En serio amas a Sky? –Arqueó una ceja de forma retadora.

–Claro, sino no estaría con ella.

–No lo parecía el otro día, además viniste sabiendo lo que yo quería realmente, estás luchando contigo mismo. –Sonrió, victoriosa, tocando mi pecho con uno de sus dedos.

–Deberíamos mantenernos alejados –tomé su mano con delicadeza, quitándola y me levanté– Ya tengo que irme.

–Está bien, Tae –suspiró, al darse cuenta que no iba ceder– siempre que quieras puedes venir.

Se levantó y me acompañó hasta la puerta, me puse mis zapatos.

–Cuídate, Sun. –Dije, girándome antes de abrir la puerta por completo, y no vi venir el beso que me dió, aunque me separé de inmediato.

–Que estés bien, cariño. –Pronunció de forma inocente.

Salí rápido sin decir nada, escuché la puerta cerrarse a mis espaldas. Me revolvi el cabello pensando en lo que había pasado, no podía volver a acercarme a Sunhee.

Cuando llegué a casa, pasé por la habitación de Yoonie a ver si seguía dormida, me di cuenta que Tannie estaba acostado fuera de ésta, abrí un poco y ella estaba envuelta en la colcha pero noté algo raro y entré, estaba temblando a pesar de que seguía con los ojos cerrados. Toqué su frente y estaba ardiendo.

Seguro había pescado un resfriado por lo de esta tarde.

–Yoonie... –La moví un poco, hasta que ella abrió los ojos. –Tienes fiebre, voy a buscar algo para bajarla.

Ella no dijo nada, volvió a cerrar los ojos. Tannie entró y se subió a la cama, creo que sintió que ella estaba mal porque estaba fuera de la habitación y ahora se había acostado a su lado, mirándola.

Fui hasta la cocina, ahí estaban las pastillas para la fiebre y malestar general, entre otras, serví un vaso con agua. Busqué un trapo y volví a subir.

Me senté en la cama y toqué su brazo, ella abrió los ojos de nuevo.

–Me duele la cabeza. –Susurró.

–Tómate esto. –Le di la pastilla y el agua, la ayudé a reincorporarse para que pudiera tomársela. Entré a su baño y moje el trapo, volví con ella quien ya estaba acostada de nuevo hecha bolita y coloqué el trapo en su frente. – ¿Quieres que llame a Woon? –Negó.

Me sentí mal por salir y haberla dejado sola.

–Quédate conmigo. –Pidió, de todas maneras no pensaba irme. Hice que Tannie se bajara y me acosté a su lado. –No debí ayudarte a perseguir a Tannie. –La miré y estaba sonriendo con los ojos cerrados.

Pensé en lo que pasó hace unas horas, en lo cerca que estuvimos después de chocarnos, casi la beso y ni siquiera sabía en qué pensaba exactamente en ese instante, sólo me pareció que se veía muy linda con el cabello mojado. Me había dejado llevar por el momento.

–Fue mi culpa, lo siento.

–Fue divertido. –Se acurrucó más hacia mi.

Después de un rato de haber cambiado el trapo un par de veces, la fiebre le había bajado.

–¿Tienes hambre, Yoonie?

–Un poco.

–Ya vuelvo.

Salí del cuarto, con Tannie siguiéndome. Teníamos varios paquetes de sopas instantáneas, haría una de esas. Después de algunos minutos subí con un plato humeante de sopa de pollo. Creí que ella se había dormido otra vez pero cuando me escuchó entrar, abrió los ojos y se acomodó en la cama.

Extendió las manos para que le pasara el plato, yo moví la cabeza en negación sentándome a su lado.

–Te la daré yo.

–No soy un bebé. –Se quejó. Sus mejillas estaban ligeramente rojas, suponía que aún era por la fiebre.

No le presté atención y tomé la cucharilla con algo de caldo, soplando un poco, luego la acerqué a su boca. Ella no le quedó de otra que aceptar que le diera de comer.

–¿Está buena? –asintió– Soy un buen cocinero.

–Claro, vaciar un sobre en agua caliente te hace todo un chef profesional. –Se burló. Me aliviaba escucharla bromear, quería decir que se sentía mejor.

–Aprecia lo que hago por ti, Yoonie, un novio como yo no lo encontrarás en otro lado. –Dije, sonriente llevando una cucharada de sopa a su boca.

Ella no dijo más nada y continué dándole de comer, Tannie se había acostado a su lado de nuevo y ella lo acariciaba.

Terminó todo y yo volví a bajar para dejar el plato en el fregadero.

–¿Te sientes mejor? –Pregunté, cuando entré al cuarto.

–Si, gracias. –Sonrió un poco.

–Bueno, iré a mi habitación, llámame si necesitas algo.

–Tae –dijo, cuando planeaba salir y la miré otra vez –¿puedes quedarte aquí? No quiero dormir sola. –Expresó, con timidez.

–Está bien, me cambio y regreso. –Ella asintió.

Tenía una sensación agradable en el pecho, no sabría explicar que era.

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Espero les haya gustado, gracias por leer💜