Treinta y cinco.
–"Lamento haber mentido y haber puesto a Sky en una mala posición, no lo merece..." –Jungkook leyó en mi teléfono parte de la carta que publicó Sunhee, donde aclaraba lo que había dicho en la entrevista. Esta mañana me levanté con la noticia de que ella había hecho una carta pública donde pedía disculpas y desmintió el que yo me hubiese metido en su supuesta relación con Tae, como también dijo que lo que tuvo con él no fue algo serio. –Casi me lo creo, sobretodo en la parte donde dice que va a reflexionar sobre sus acciones –exclamó con ironía– Al final las amenazas de hyung funcionaron y eso es lo que importa, de todas formas le iría mal... ¡Oh! Los comentarios son los mejores –siguió con la vista pegada a la pantalla, ahora tenía una pequeña sonrisa mientras sus labios se movían leyendo los dichosos comentarios– "Mentirosa" ”Víbora" "Patética" "Viva el #yoontae"... "Víbora" otra vez –soltó una risa, me miró al notar que yo no decía nada– Noona, no me digas que te sientes mal por ella.
–Un poco...si –chasqueó la lengua en desacuerdo– Jungkook no es lindo que te insulten. Siento lástima.
La verdad es que si me sentí muy molesta por su culpa, recibí mucho odio por su causa, pero viéndolo desde otra perspectiva lo único que sentía ahora hacia ella, era lástima. Quizás no midió el peso de sus acciones, ni pensó que alguien le hiciera frente como lo hizo Tae, ahora se enfrentaba a las críticas y obviamente no estaría pasándola nada bien.
–Ella no sintió ni un poco de lástima al meterse contigo, ella solita se buscó esto.
–Supongo que es verdad. –Hice una mueca, pero JK tenía razón. Bebí de mi jugo y suspiré, me devolvió mi celular y lo dejé a un lado.
–Noona –su tono fue más bajo y le di toda mi atención, sabiendo de lo que quería hablar– ¿y que pasó anoche?
–¿Que pasó de qué? –Me hice la desentendida, sonriendo nerviosamente y por esto el pelinegro rodó los ojos.
–No te hagas, Sky... digo, noona –se excusó volviendo al honorífico lo que me causó gracia porque era muy adorable– Tae y tú se besaron, Jimin y yo los vimos.
–Chismosos.
–¿Disculpa? –alzó una ceja ofendido– ustedes andaban besándose delante de todos en el club y... aquí en la piscina.
Así que nos habían visto cuando nos besamos aquí también...
–Se supone que ustedes se habían ido a dormir –entrecerré los ojos, a la vez que sentía algo de vergüenza– son unos chismosos.
–Como sea –hizo una ademán con las manos, restándole importancia– entonces... ¿Taehyung y tú se hicieron novios de verdad?
–No.
–Claramente todo lo de anoche no fue por el contrato.
–No sé... Estoy confundida. –Suspiré, mirando el esmalte de mis uñas.
La noche anterior luego de esa sesión de besos, Tae y yo nos salimos de la piscina ni siquiera hablamos luego de... eso, nos envolvimos con unas toallas, él parecía que iba a caer dormido en cualquier momento así que le dije que subiera y que yo secaría todo el piso, me hizo caso como un pequeño niño obediente, yo me quedé abajo secando todo y luego subí a mi habitación. Me di una ducha con agua caliente, me puse mi pijama y me metí en la cama. El beso se repitió en mi cabeza hasta que en algún punto me quedé dormida.
En la mañana me desperté con una llamada de Woon avisándome lo de Sunhee, no pude seguir durmiendo después y bajé, tenía algo de nervios de encontrarme a Tae, pero en su lugar estaba Jungkook en la cocina comiendo cereal, lo cual me sorprendió ya que tenía entendido que el maknae no era un chico que se levantara tan temprano, pero me dijo que le pasaba cuando dormía en otro lugar que no era su casa o su apartamento, hasta que se acostumbraba.
Con respecto al asunto con Tae, no sabía cómo íbamos a manejar la situación, sólo esperaría a que apareciera, aunque por dentro me estaba muriendo de los nervios. Me sentía confundida porque una parte de mi me decía que yo le gustaba de la misma forma, pero luego pensaba en su "fama" con las chicas y esa ilusión desaparecía, eso quería decir que aún no confiaba por completo en él.
–¿Por qué estás confundida? Él te gusta. –Lo miré, e hice una mueca. No podía seguir ocultando la verdad, y pues Jungkook era muy observador al parecer.
–Es que tú lo conoces, es un mujeriego... para él esto puede ser simplemente un juego dentro del contrato y...
–Tú lo has dicho –me interrumpió– lo conozco, y por eso sé que tú le gustas de verdad –me quedé callada sin saber que decir, así que prosiguió: –Piensas en su pasado y es normal, pero Tae empezó a verte de otra manera.
–Me duele la cabeza. –Jimin entró a la cocina, quejándose, mientras se revolvía el cabello así que hice como si Jungkook y yo no estuviésemos hablando de cierta persona.
–¿Quieres una aspirina? –Le pregunté al castaño, viendo como se sentaba en uno de las banquetas.
Esa era una de las cosas que no me gustaba de beber, la resaca, veía a las personas sufriendo con ella y no me daban ganas de pasar por eso.
–Si, linda, por favor. –Jungkook le acercó la caja de cereal y la leche que estaba sobre la barra, mientras yo buscaba en la gaveta una aspirina, se la di con una botella de agua. –Gracias.
–Hay fruta, tostadas, jugo o si quieres prepararte otra cosa puedes hacerlo.
–Con el cereal estaré bien. –Sonrió.
–Hyung, Sunhee desmintió todo lo que dijo sobre Sky y Tae. –Le dijo Jungkook, y Jimin abrió demás sus pequeños ojos.
–¿En serio? –Me miró y yo asentí, buscando en mi celular la publicación, la había desbloqueado sólo para ver eso.
Jimin se concentró en leer y en eso bajó Tae con Tannie en brazos, su cabello estaba muy revuelto y se notaba que ni se tomó el tiempo de intentar peinarse con los dedos al menos, aún así se veía muy bien con su camisa ancha y un pantalón de pijama. Mi corazón se disparó y sentí mis manos sudar. Él saludó a todos como lo haría normalmente y se sentó a un lado de Jimin.
–¿Cómo dormiste, hyung?
–Bien, aunque no recuerdo mucho de anoche.
–¿Cómo que no recuerdas? –Inquirió, Jimin.
–Pues eso, hay cosas que están borrosas en mi mente, ni recuerdo cómo llegamos aquí. –Respondió en medio de un bostezo.
Sentí la mirada de los chicos en mi, y yo simplemente le di otro sorbo a mi jugo, disimulando mi decepción. No sabía si él estaba lo suficientemente ebrio para no recordar cosas o lo estaba diciendo a propósito.
–Tengo que ir a la empresa. –Dije, levantándome de la banqueta. Pasé por un lado de Jimin y Tae, el primero tenía a Tannie cargado así que lo acaricié antes de salir de la cocina.
Me di una ducha y me vestí rápidamente, ya que Woon venía en camino para ir a la empresa. Evidentemente Tae y yo no hablaríamos sobre el beso, o los besos, y yo trataría de concentrarme en el evento próximo aunque las palabras de Jungkook se mantenían dando vueltas en mi cabeza.
Me despedí de los chicos cuando Woon llegó, no sabía si pasarían el resto del día en casa o tendrían otros planes. Llegué a CLB y en seguida pasamos a hablar con Yang, él estaba más tranquilo respecto a lo de Sunhee y me pidió que centrara toda mi energía en el Water Bomb, ya que sería la primera vez que me presentaría en un escenario en meses.
Con Woon decidimos que canciones presentaría y que todo estuviera acorde al tiempo que estaría allí, el vestuario no sería algo muy producido ya que prácticamente me la pasaría empapada con el agua, así que los estilistas no tendrían mucho trabajo. Los bailarines ya estaban disponibles y decidí comenzar a ensayar de una vez. Necesitaba tener mi mente ocupada.
Pasé todo el día en la empresa, en los descansos que tomé pude hablar con mamá y era un alivio de que ella estuviese más tranquila con respecto al escándalo. Hablé con mis amigos, Jiyeon estuvo veinte minutos insultando a "la loca desquiciada de Sunhee", no quise hablar más del tema y los invité al evento, dijeron que si irían, no tendrían que preocuparse por las entradas ya que se las conseguiría.
Casi estaba anocheciendo cuando terminé, se sentía raro volver a un ensayo después de todo, estaba un poco fuera de rendimiento aunque era normal y con los días llegaría al nivel requerido. Entré al estacionamiento junto a Woon, pero nos encontramos a Tae, nos estaba esperando y de verdad no me lo esperaba.
–Hola, hyung –hizo una reverencia hacia Woon, y luego me miró– Vine a buscarte.
–Oh, si, vete con él –ni me dio tiempo a decir nada ya cuando me estaba empujando hacia Tae– debo encargarme de muchas cosas, perdería mi tiempo llevándote.
–Que buen mánager tengo. –Lo miré mal.
–¡Yoonie! –Chang llegó apurado a nosotros con algo en su mano, era un estuche de guitarra. –Es tuyo. –Me extendió el estuche, claramente con una guitarra adentro.
–¿Es... –lo agarré y la abrí un poco viendo hacia adentro, miré de nuevo a Chang emocionada y comencé a dar saltitos– ¿En donde estaba? –Me le lancé encima casi haciendo que cayera, y lo abracé muy fuerte. –¡No puedo creerlo!
Mi padre me había regalado una guitarra antes de ser trainee, ya que aprendí a tocarla por mi cuenta, y con ella hice covers antes y después de debutar, también mis propias canciones. Era muy especial para mí, y en los conciertos cuando cantaba en acústico la usaba, aunque luego Jass tocaba por mi, mientras yo cantaba. La creí perdida entre algunos de mis viajes y estuve muy triste por eso.
–Alguien del staff la encontró en el depósito donde están algunas cosas que ya no se usan, no sabemos cómo llegó ahí.
Me separé para mirar mi guitarra, la abracé y luego volví a lanzarme a los brazos de Chang quien rió divertido.
–¡Gracias! ¡Gracias! –Chillé, con alegría.
Me despedí de los dos sintiéndome feliz por tener mi guitarra de nuevo conmigo, Tae hizo lo mismo aunque me pareció que fue un poco frío con Chang, más de lo normal, nunca entendí su rechazo hacia él, así como no entendía para qué había venido, comencé a sentirme algo incómoda. Todo entre nosotros era incómodo y la verdad es que estaba molesta, pero al fin y al cabo yo también era culpable de la situación. Si tan sólo no le hubiese seguido ese jodido beso.
Lo seguí cuando comenzó a caminar hacia el auto, abrió la puerta de copiloto por mi y yo le agradecí con un pequeño "gracias", luego se subió y encendió el motor.
–¿Cómo te fue? –Preguntó, luego de unos minutos en silencio que ya nos habíamos alejado de mi empresa.
–Bien. –Respondí simple.
–Los chicos y yo pasamos el día jugando videojuegos, ordenamos comida y...
–Genial. –Lo corté, odiaba que me hablara como si nada. Aunque yo también era una cobarde por no sacar lo de la noche anterior de una vez.
–Por suerte Sunhee ya desmintió todo.
–Ajá.
Tae no habló más, dándose cuenta de que yo no estaba muy receptiva a tener una conversación.
Llegamos a casa, Tannie nos recibió muy feliz me sentía cansada pero con una bienvenida así se me olvidaba todo, creo que estaba tan embobada por él que por su dueño.
–Una marca nos envió obsequios.
Fue entonces que vi una caja que estaba a un lado de la puerta.
–¿Ya los viste?
–No.
Me acerqué a la caja dejando mi estuche a un lado y la abrí, había camisas, hoodies y gorras.
–Mira, es una V –agarró una de las gorras y me la puso, la marca se llamaba "Volt" casualmente y las gorras tenía la letra inicial en el frente. Sonrió al verme con ella puesta– así queda aún más claro que eres mi novia.
–Novia por contrato. –Aclaré, sonando más cortante de lo que quise. Me la quité y la dejé dentro de la caja, y le di la espalda para dirigirme a las escaleras.
–¿Que tal si ya no quiero que sea así? –Me frené cuando iba por el segundo escalón y me giré a verlo, él estaba a los pies de la escalera por lo que yo estaba más alta, su expresión era indescifrable y mis nervios se dispararon a causa de sus palabras.
–¿A qué te refieres?
Tae subió un escalón y quedamos a la par, tenía miedo de que él escuchara lo fuerte que estaba latiendo mi corazón en este momento, casi ni podía mantenerle la mirada.
–Que no quiero que estemos juntos por un estúpido contrato –su mirada era intensa y me quemaba, no sabía que estaba pasando– quiero que estemos juntos de verdad.
–¿Estás jugando conmigo? –inquirí a la defensiva– Ni siquiera recuerdas lo de anoche.
–Sky, por favor –bufó– claro que lo recuerdo, sólo que...
–¿Por qué dijiste lo contrario?
–Porque pensé que tú no querrías hablar de eso –explicó, nervioso– siempre que... que nos besamos actúas raro después y...
–¡Actúo raro porque me gustas, idiota! –Solté de pronto en un ataque de desesperación.
Ok, ya no había vuelta atrás. Ya lo había dicho.
La expresión de Tae era como la de un cachorrito sorprendido y yo sentí mi cara caliente, intenté darme la vuelta pero me sostuvo por la muñeca. Un escalofrío me recorrió completa y tragué saliva, mirándolo de nuevo. Era gracioso como podía parecer un niño tan adorable y en otros momentos lucir completamente diferente, amenazando a mis hormonas.
–Tu me gustas... y mucho. –Sonrió apenado, sus mejillas se volvieron rojizas y contuve las ganas de apretujarlas, luego su rostro pasó a uno más serio. –Yoonie, sé que he sido un poco idiota en el pasado, pe-...
–¿Un poco? –Alcé una ceja.
–Bueno, bastante idiota –rió y yo lo imité– pero comencé a sentir cosas por ti y nunca pensé que algo así podría suceder, fui un tonto por no aceptarlo antes –tomó mis manos, haciendo que entrelazáramos nuestros dedos–, de verdad disfruto pasar tiempo contigo, todo lo que te he dicho, lo que pienso sobre ti ha sido verdad y... quisiera que me dieras una oportunidad porque sé que aún no confías del todo en mí.
Me quedé muda y es que sus palabras habían sido tan lindas y llenas de sinceridad, sus ojos brillaban y podía percibir que tenía algo de miedo ante mi respuesta. Sonreí, rodeé su cuello con mis brazos y lo besé, ahí tenía su respuesta.
–Eres un tonto por no aceptar que te gusta esta belleza. –Dije, al separarnos, haciéndolo reír.
–Tu parecías muy desesperada por esta belleza –se señaló a sí mismo–, no era necesario que me gritaras lo mucho que te gusto. –Expresó, con burla. Lo empujé e hice que se fuera hacia atrás perdiendo un poco el equilibrio, llevándome consigo pero logró mantenernos en pie, ahora yo quedando más baja como siempre. Me besó, con parsimonia, una explosión de sensaciones hacía estragos dentro de mi pero se sentía bien, y sólo quería besarlo por mucho rato.
–Me encanta besarte. –Susurró, contra mis labios. Volví a ejercer el contacto tan ansiado por ambos, hasta que vino algo a mi cabeza y tuve que separarme de nuevo.
–¿Cómo lo tomarán los jefes?
–No sé y sinceramente no me importa –acarició mi mejilla– quizás les agrade porque básicamente le hicieron de cupido –reí–, sólo me importa lo nuestro ahora. Quiero hacerte feliz, Yoonie.
Lo abracé, sintiendo mis ojos un poco húmedos y pude sentir su corazón latiendo muy rápido, supe que esto era lo correcto para ambos.
Estaba dispuesta a intentarlo, de verdad, con Tae. Me gustaba y puede que tuviera un poco de miedo, pero creo que eso era normal a la hora de decidir estar con alguien y más en nuestra situación, pero no quería arrepentirme después por seguir reprimiendo lo que sentía. Taehyung me hacía muy bien y quería intentar tener una relación verdadera, pero teníamos que saber manejarlo, por eso tendríamos que ir de a poco, siendo que él tenía que desmotrarme que había cambiado y yo tenía que ocuparme de ciertas cosas para poder compartir mi vida con alguien, aún así sabía que él sería de mucha ayuda.
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Al fin el #yoontae se dará una oportunidad de verdad:3 💚 Estoy feliz :')
Sólo digo que vayan preparando pañuelos...
Espero les haya gustado, gracias por leer💜
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