Seis.

Sentía que alguien me movía, pensaba que era un sueño hasta que empecé a despertar y me di cuenta que de verdad alguien lo estaba haciendo.

Abrí un ojo y distinguí a Woon.

–Seonkyoon, levántate, es mediodía –me reincorporé lentamente en la cama– ¿tomaste otra vez pastillas para dormir? –Su tono fue de reproche.

No me gustaba tomarlas, pero necesitaba dormir y no lograba conciliar el sueño.

–Quería dormir, sabes que no he podido hacerlo bien últimamente. –Sentía mi boca pastosa, eso era uno de los efectos de esas pastillas, también hacían que me sintiera atontada por un rato al despertar, por eso no las ingería seguido.

–Pensé que te había pasado algo cuando no me respondiste los mensajes, ni las llamadas hace un rato, me apuré en venir.

–Lo siento, hyung. –Me sentí mal por preocuparlo, yo siempre me mantenía comunicada con él.

En ese momento no me di cuenta que alguien se encontraba bajo el marco de la puerta. Era Taehyung.

–¿Qué haces aquí? –No esperé verlo ahora luego de lo del día anterior.

–Él vino a verte y como no respondías ni abrías la puerta, me llamó, por eso estamos aquí. ¡Me asustaste, pequeña tonta! –Woon seguía con su expresión preocupada.

–Hasta yo me asusté. –Dijo Tae, sarcástico.

–Qué lindo –sonreí hipócrita– no te desharás de mi tan pronto, Woon –me dirigí a él ahora– salgan, tengo que arreglarme.

Ambos lo hicieron, busqué mis cosas para meterme al baño. Cuando estuve lista bajé a la sala, ambos estaban hablando sentados en el mueble.

–Por cierto, ¿para que viniste? –Hablé mirando a Taehyung.

–Vine a buscarte para ir a almorzar.

–Descarado de mierda, después de lo de ayer no quería verte, al menos no hoy. –Lo miré fulminante. De verdad me habían dolido sus palabras.

–Que delicada, súperalo Sky. –Rodó los ojos. Iba a replicar cuando Woon intervino.

–¿Qué pasó?

–Discutimos. –Respondí.

–Chicos –pronunció cansado– tienen que colaborar para que esto funcione, traten de llevarse bien.

–Si él no fuera tan idiota.

–Si ella no fuera tan insoportable.

–En eso tengo que darte la razón, Tae.

–¡Youngwoon! –él sonreía burlón– creo que es buen momento para cambiar de mánager. –Me crucé de brazos.

–Es broma, princesita, además nadie te soportará como yo. –Rodé los ojos.

Me metí a la cocina para agarrar una botella de agua. De casualidad abrí la gaveta dónde guardaba el bote con las pastillas para dormir y no estaban. Salí de nuevo a la sala.

–¿Dónde están las pastillas? –Pregunté mirando a Woon.

–Las boté. –Respondió.

–Las necesito. –Dije con molestia.

–No necesitas eso, no te hace bien. –Comentó Taehyung.

–Tú no te metas. –Espeté.

–Seonkyoon, si vuelves a ingerirlas voy a hablar con Yang –advirtió– él no va a dudar en llamar a tus padres y hacer que ingreses en un centro de rehabilitación si es necesario.

Me enojó que hablara de eso con Taehyung presente, él no tenía por qué saber de mis problemas, aunque ya era bastante evidente.

–No soy una niña, yo sé lo que hago, no es que sea adicta a ellas.

–Confiamos en ti, en qué estarías bien al no aceptar ir al psicólogo, no las vas a tomar más –dijo severo– intenta con otros métodos para que puedas dormir.

Luego de aquello se fue dejándonos solos a Tae y a mi.

–Puedo pedir servicio a domicilio. –Dijo, al parecer dándose cuenta de mi estado de ánimo.

–Como quieras. –Me encogí de hombros.

Me senté en el sillón, revisando mi celular y respondiendo los mensajes de mis padres.

–Escuché que llamaste "hyung" a tu manager –comentó después de haber terminado de hacer el pedido– es raro.

–"Oppa" no está en mi vocabulario. –Pronuncié seriamente.

–¿Por qué?

–No me siento cómoda diciéndolo. –Él simplemente asintió.

Y era verdad, yo me refería a cualquiera de género masculino con aquél honorífico utilizado entre hombres, a muchos les parecía curioso y siempre tenía que explicar la razón.

–Sky, siento lo que dije ayer. –Se sentó junto a mi, mientras movía sus manos. –No es mi problema la relación que tengas con tus amigos, no debí mencionarlo. –Sonaba sincero y por esta vez cedería.

–Está bien –suspiré– Woon tiene razón, tenemos que hacer que esto funcione.

–Podemos salir luego de que almorcemos. No pareces muy animada, quizás así te sientas mejor ¿qué dices?

Lo pensé por unos segundos, la verdad necesitaba aire fresco, además se supone que tenemos que ser vistos. Taehyung no era la compañía ideal, pero no me quedaba de otra.

–Me parece bien.

Nuestra plática murió allí, ambos aún estábamos con la guardia alta e incómodos el uno con el otro. Yo normalmente podía sacar conversación por cualquier cosa, pero justo ahora no tenía las ganas.

La comida llegó y ambos comimos en silencio.

–Quiero llevar a Tannie, ¿te importa si pasamos por él?. –Dijo mientras tomaba sus llaves.

–¿Tannie es tu...?

–Perro.

–Oh, no tengo problema. –Sonreí genuinamente, me gustaban los animales y siempre quise tener un perro, pero debido a mi apretada agenda no era conveniente tener uno si no podía cuidarlo adecuadamente.

Ambos salimos del edificio caminando hasta su auto y abrió la puerta para mí. El edificio donde él vivía quedaba a cuatro calles del mío, era una residencia muy grande.

Estacionó delante de la entrada y bajó para ir a buscar a su perro, a los minutos salió con un pequeñito muy adorable, su pelaje era oscuro y en algunas partes más claro. Subió al auto y enseguida Tannie, se zafó de sus manos saltándome encima para olfatearme y dar lamidas.

Lo cargué en mis brazos, olía muy bien quizás recién lo había llevado a la peluquería.

–Eres muy lindo. –Lo miré y él me pasó la lengua por la mejilla, causando que riera.

–Gracias. –Pronunció Tae, antes de arrancar el auto, se había mantenido viendo la escena divertido.

–Ya quisieras que te dijera algo como eso. –Bufé. Él simplemente soltó una risa profunda.

–Le caíste bien. –Mencionó, dándole un vistazo a su perro en mis brazos, que iba muy cómodo viendo por la ventana.

Taehyung al menos tenía algo bueno a su favor.

Decidimos ir a un parque para que Yeontan –así era el nombre de la bola de pelos que robó mi corazón– corriera y jugara libremente. Dos guardaespaldas nos seguían a pocos metros, no habían tantas personas, ambos llevábamos gorras pero si nos conocían bien se podrían dar cuenta de que éramos nosotros.

Tae se detenía cada tanto para tomar fotos del lugar y de Tannie, al parecer aquello era uno de sus hobbies, a mi también me gustaba hacerlo. De hecho tenía varias cámaras en casa.

–¿Tienes sed? –Preguntó, viendo hacia un carrito que estaba a unos metros dónde vendían bebidas.

–Si. –Respondí, viendo a Tannie caminar a su lado, tenía una correa verde.

–Ya regreso. –Se alejó hasta el carrito.

–¡Oh, por Dios!

Me di la vuelta al escuchar esa exclamación, una chica que parecía menor me miraba con los ojos abiertos más de lo normal, tenía sus manos cubriendo su boca y pude notar que temblaba ligeramente. Los guardaespaldas ya se acercaban, pero les hice una seña de que estaba bien.

–Hola. –Sonreí y me acerqué a ella, pero su reacción fue dar unos pasos hacia atrás, reí por esto. Su expresión era de total shock, como si no pudiera creer que estuviese frente a ella.

–S-Sky... –Dijo en un susurro tembloroso, hizo una reverencia y pude ver cómo sus ojos brillaban, la imité, ella seguía cubriendo su boca.

–¿Cómo te llamas?

–Me... me llamo... Yiren.

Le ofrecí mi mano y ella alargó la suya lentamente para estrechar la mía. –Seonkyoon.

–Oh, por Dios –repitió– yo te admiro demasiado, eres mi cantante favorita... No puedo...no puedo creer que te esté viendo ahora... frente a mi. –Habló entre balbuceos, lo que me causó mucha ternura, así que la abracé. Me separé acariciándole el cabello.

–Eres muy linda, Yiren. –Ella se sonrojó y negó con la cabeza.

Vio algo detrás de mí y sus ojos casi se salen, sus temblores aumentaron.

–¡No lo puedo creer! –Volvió a cubrirse la boca con ambas manos. Yo me giré, y Tae venía caminando con dos vasos de plástico, se detuvo junto a mi y me tendió uno.
Se dio cuenta de la chica frente a nosotros y le sonrió, la pobre parecía estar a punto de desmayarse.

–Hola. –La saludó alegre.

Yiren comenzó a llorar pero trataba de controlarse, así que a Tae se le ocurrió abrazarla, claramente ella era army también.

A los pocos segundos se separó. –Tranquila, por favor no llores. –Le dijo en tono dulce.

Tannie ladró y la chica lo miró, Tae lo cargó y lo acercó a ella para que lo acariciara.

–¡Este es el mejor día de mi vida! –se cubrió la cara completamente– nunca imaginé que los vería aquí –se secó las lágrimas– ¡Tae, amo tu voz!... ¡¿Ustedes están... Oh, por Dios –chilló y alternó la mirada entre ambos– ¡¿Son novios?! Digo... si lo son yo los apoyo... Ah, no lo puedo creer, se ven hermosos juntos. –Ambos cruzamos miradas ante las palabras atropelladas de la castaña. –Los amo, en serio, los amo.

–Y nosotros a ti. –Dijo Tae, riendo levemente.

–Gracias por apoyarnos. –Agregué.

Algunas personas se estaban dando cuenta de lo que pasaba, así que los hombres de seguridad nos dijeron que debíamos irnos. Alcanzamos a firmarle autógrafos a la chica y yo le regalé una de mis pulseras, ella no cabía de la felicidad a pesar de que no hubo tiempo para una foto.

Fue un lindo momento, pero a la vez me sentí mal porque ella parecía muy contenta con la idea de que estuviésemos saliendo, pero nosotros sólo éramos una fachada.

De vuelta al auto, pude notar que algunas personas nos tomaron fotos, era cuestión de muy poco tiempo para que la noticia saliera.

–Esa chica era adorable. –Comenté, cuando ambos estuvimos dentro del auto.

–No me gusta cuando lloran por alguno de nosotros, pero fue muy lindo. –Dijo, mientras veía al frente.

Cuando Yiren se puso a llorar me di cuenta que a él también le brillaron los ojos, por eso la abrazó.

Él de verdad quería a sus fans y parecía estar agradecido por tenerlos, quizás no era tan idiota como pensaba.
















~~~~~~~~~~
Capítulo especial por el cumpleaños de nuestro baby bear^^

#HappyTaeTaeDay
#HappyVDay

Espero les haya gustado, gracias por leer💜

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top