Desencadenante Vampire-Verse Part6

Lord Fallacy caminaba a gran velocidad hacia las partes más profundas del castillo, tenía sujeto a Jasper fuertemente del brazo tirando con él con fuera, haciendo que en una que otra vez el joven vampiro tropezara al no poder seguirle el ritmo, pero aun así, a pesar del mal trato que estaba recibiendo y de la brusquedad en el tacto de su maestro, aquel joven muchacho no perdía la sonrisa triunfante ni por un instante.

-- ¡Te vas a quedar aquí! – Dijo el poderoso vampiro mientras sin ningún cuidado arrojaba al joven muchacho dentro del frío y húmedo calabozo donde lo mantuvo cautivo y abusaba de él – No te voy a dar el privilegio de la muerte. Vas a estar encerrado el resto de tu vida y te aseguro que nunca más vas a ver el mundo exterior. Vas a pagar muy caro por tu atrevimiento.

Lord Fallacy cerró las pesadas puertas, dejando a aquel muchacho encerrado, pero mientras lo hacía, podía escuchar claramente la sonora risa de su hijo, el cual no paraba de reír a carcajeadas, como regocijándose de su actuar.

Sin perder más tiempo el dueño del lugar fue donde Encre, el cual ya estaba siendo atendido por las doncellas mientras que otro sirviente iba por el doctor al pueblo. Al llegar a la habitación vio a Encre en la cama, aún estaba inconsciente, afortunadamente el sangrado había sido detenido, solo quedaba esperar por al médico para que lo atendiera apropiadamente. Lord Fallacy era más que consiente que no había nada que pudiera hacer por el momento, fue a su estudio para tranquilizarse un poco, debía lidiar con Jasper, vio toda la documentación que había sobre su escritorio, todo era para organizar la fiesta de presentación de su hijo. Sin ninguna contemplación tiro todo lo que estaba en su escritorio al suelo y llamo a Suave, tenía una misión muy importante para él.

-- Llamo por mí ¿Mi Lord? – Menciono Suave con una reverencia mientras ingresaba al despacho de su Lord.

-- Te regreso a tu puesto de mayordomo. Quiero que tomen todas las cosas de ese niño malagradecido y las quemen, quemen absolutamente todo; su ropa, las cobijas, sus cosas, incluso los retratos donde él figure. Quémenlo todo… Quiero que desaparezcan cualquier registro o rastro suyo…

-- ¿Quemar todo… Mi Lord?

-- ¡Sí! ¡Quiero que lo quemen todo! Envía unos hombres a mi otro castillo. Quiero que lo habiliten, enviare ahí a Jasper.

-- Pero Mi Lord… ese lugar está muy abandonado y alejado, requiere reparaciones importantes y está ubicado en una zona demasiado cálida, el sol es muy fuerte en ese lugar.

-- No te he dado autorización para que me cuestiones. Conozco perfectamente la situación de ese lugar. No necesito que lo reparen en su totalidad, solo el área de sirvientes y el calabozo.

-- ¿El calabozo?

-- ¡Deja de hablar como idiota y has lo que te ordeno!

Suave se retiró de la presencia del poderoso vampiro y cumplió las ordenes establecidas, en cuestión de minutos, las jóvenes doncella y demás personal se encontraban en el jardín del palacio, estaban haciendo una enorme montón con todas las cosas de su joven señor. Las doncellas tenían lágrimas en los ojos mientras veían como el fuego devoraba todas las pertenencias, convirtiendo en cenizas todo rastro que quedaba del que alguna vez fue el digno heredero y sucesor al título de Lord.

Finalmente el doctor había llegado y estaba atendiendo a Encre, lo primero que hizo fue examinar el brazo y darle algunos medicamentos para el dolor, el joven pintor quedo totalmente inconsciente debido a los medicamentos. Lord Fallacy ingreso al cuarto sin ningún aviso, quería estar presente, acompañando a su amado.

-- Ese muchacho malagradecido – Pronunciaba con enojo el poderoso vampiro mientras caminaba de un lado a otro de la habitación con total nerviosismo – Debí dejarlo morir en el boque cuando tuve la oportunidad. Debí matarlo junto con su madre cuando era un recién nacido. Ese maldito mocoso. Malagradecido. Se atrevió a lastimarlo. Él-

-- Le salvo la vida – Pronuncio el doctor mientras continuaba examinando la mano desmembrada.

-- ¿Cómo dice?

-- Acérquese, quiero que vea algo.

-- ¿De qué se trata?

-- Huela esto.

-- ¿Y eso? Huele como a… Vinagre de manzana, pero mucho más fuerte y desagradable.

-- Es septicemia.

-- ¿Cómo?

-- Estaba pudriéndose por dentro ¿Ve esas marcas negras subiendo por el brazo desde la muñeca? Es la huella de la infección, por dentro está mucho más avanzado. Voy a tener que amputarle el brazo para evitar que la infección continúe contaminado su cuerpo.

-- ¿A-amputarlo? ¿Todo su brazo…?

-- Sí. Y esperemos que la infección no haya llegado al pecho, de lo contrario no vivirá más que una semana.

-- No comprendo…

-- Si Jasper no le hubiera amputado la mano, en un par de días este muchacho estaría muerto. Su acción le salvo la vida. Debo proceder a amputarle el brazo dañado.

-- ¿No hay forma de salvar la mano… O el brazo siquiera? Esa mancha negra no llega ni a la mitad de todo el brazo.

-- Su terquedad por querer salvarle la mano fue lo que llevo a este joven a este estado. Debo amputar a la brevedad. Le sugiero que se retire y que envíe a un par de muchachos y unas doncellas para ayudarme.

Lord Fallacy salió de la habitación y llamo a Suave, le encargo que cumpliera con las peticiones del doctor y que lo ayudaran. Después de eso, el poderoso vampiro fue a la que alguna vez fue la habitación de su hijo, esta se encontraba totalmente vacía, no había nada, ni las cortinas del cuarto estaban, no había muebles, absolutamente nada, se asomó por la ventana y pudo ver la enorme fogata en el jardín, está estaba siendo alimentada por todas las pertenencias de su único hijo, todo lo que Jasper pudo amar alguna vez, ahora ardía y se convertía en cenizas. Fue entonces cuando recordó los retratos que Encre pinto para ellos. 

Charlo estaba en el pasillo llevando unos cuados al jardín para que ardieran junto con el resto, Lord Fallacy lo vio y le ordenó detenerse, al igual como al resto de los sirvientes, ordeno apagar el fuego, todas las cosas de Jasper ya estaban quemadas, eran insalvables, lo único que se evitó que cayera en las llamas fueron dos cuadros, uno era el retrato de ambos que Lord Fallacy le encargo a Encre realizar y el otro, un hermoso retrato que el joven pintor realizo por puro placer de su mejor amigo, era muy hermoso y capturaba perfectamente la alegría y esencia juvenil de Jasper.

El poderoso vampiro no se separó de la puerta del cuarto de donde estaba siendo atendido Encre, podía escuchar claramente sus gritos de dolor y agonía. Ya era muy de noche cuando el doctor termino el procedimiento.

-- ¿Cómo se encuentra? – Pronuncio el poderoso vampiro mientras ingresaba en la habitación.

-- No muy bien, pero afortunadamente aun no era demasiado tarde, la infección estaba a pocos centímetros de su pecho, su muerte hubiera sido inevitable. Su brazo estaba totalmente podrido por dentro.

-- ¿Su vida ya no corre peligro?

-- Aún no está a salvo. Tenemos que tener cuidado con la herida, si esta se infecta todo estará perdido. Deben alimentarlo muy bien, su cuerpo debe ser fuerte para que pueda sanar rápidamente…. Por cierto… ¿Qué hizo con el muchacho?

-- ¿Jasper? Yo…

-- ¿Lo mato?

-- No… Lo encerré.

-- ¿Y qué piensa hacer ahora con su hijo?

-- …

-- Este muchacho no dejaba de llamar a Jasper mientras estaba sedado… le sugiero que lo piense bien si piensa matarlo y si eso es lo que realmente piensa hacer, entonces hágalo de una vez y deje de torturar a ese niño.

Pero Lord Fallacy no dijo nada, solo se quedó ahí, quito, observando como Encre dormía profundamente  mientras el doctor terminaba de alistar sus cosas y se marchaba. Lord Fallacy aún no había decidido qué hacer con respecto a Jasper, no sabía si continuar con sus planes de enviarlo lejos o no.

La situación en el área de servicio era inquietante, ya todos tenían por consigna que Lord Fallacy había destituido a Jasper de su puesto como su hijo y lo había convertido en un simple prisionero cuya vida ya no tenía ningún valor.

Suave se encontraba muy mortificado, la situación de su joven amo, al cual cuido y atendió con mucho esmero desde el momento en el que su amo dejo a su cuidado siendo él aun un niño. Su corazón ahora estaba roto, realmente estaba sufriendo por el destino que tendría el joven Jasper a partir de ahora, no quería esa suerte para él de ninguna forma, pero no había nada que pudiera hacer para salvarlo, todo dependía únicamente de la voluntad y piedad de su señor.

Habían pasado ya muchas horas desde que el doctor se fue cuando Lord Fallacy llamo a la habitación de Suave – Alista algo de comer para Jasper y unas sábanas y almohadas, las más cómodas y finas que encuentres y llévalas al calabozo… Te estaré esperando ahí – Fueron las palabras de su señor. Suave cumplió con su cometido con ayuda de Gazelle y ambos fueron a reunirse con su señor, este los esperaba en la entrada de donde se encontraba Jasper. Aquel vampiro abrió las pesadas puertas, Jasper estaba despierto y desde su cama jugaba con las ratas atándole las colas para formar un “Rey de ratas”

-- ¡Oh! Esta es una sorpresa ¿A qué debo el honor de su presencia en mis aposentos? Lord Fallacy.

-- He traído para ti algo de comida y abrigo.

-- Eso es tan generoso de su parte, Lord Fallacy. No soy digno de toda su piedad. Por favor, hágame el enorme favor de tirarlo por ese rincón, lo comeré en el suelo más tarde.

--… Alistare una habitación para ti ahora mismo.

-- ¿Una habitación? ¿Con qué propósito? Aquí estoy muy bien acompañado, no me hace falta nada… Además, aquí tengo magníficos recuerdos de usted, Lord Fallacy.

--…

-- Bueno, ya es algo tarde… O quizás sea temprano… La verdad no tengo idea, aquí es oscuro siempre, pero me agrada tanto este lugar, me es tan nostálgico.

-- Dejare las puertas abiertas para cuando decidas salir. Tendré una habitación lista para ti en una hora.

-- ¿De verdad? ¿Y con que muebles?

Aquellas palabras sorprendieron a todos, no era posible que Jasper conociera el destino de todas sus cosas, había estado encerrado en el momento que Lord Fallacy ordeno borrar todo rastro de su presencia en ese castillo.

Jasper no abandono el calabozo ni acepto alimento alguno en varios días.

Habían pasado ya tres días cuando Encre por fin despertó de la operación, se sentía atontado y agotado, estaba totalmente confundido, lo único que recordaba era a Jasper sujetando un cuchillo. Inmediatamente intento pararse al recordar a su amigo, estaba muy preocupado por él, pero un increíble dolor a su costado derecho lo paralizo, le dolía mucho su brazo, sin embargo, al ver hacia su derecha se percató que su brazo ya no estaba.

Un fuerte grito proveniente de la habitación de Encre alerto a todos, rápidamente todos se dirigieron a ese lugar, Lord Fallacy fue el primero en llegar, viendo a un Encre totalmente confundido y con lágrimas en los ojos, el artista estaba sentado en la cama, sujetando con su mano izquierda su hombro derecho, todo su brazo ya no estaba.

-- Todo el mundo, déjennos solos – Pronuncio Lord Fallacy mientras cerraba la puerta, dejando a todos los sirvientes afuera del cuarto.

-- ¿Q-qué ha pasado…? ¡¿Qué significa esto?!

-- Lo lamento tanto… No hubo nada que se pudo hacer… El doctor tuvo que amputarte el brazo… Era necesario para salvar tu vida…

-- Mi vida… ¿Y Jasper? ¿Dónde está Jasper?

-- Él está encerrado en el calabozo-

En ese mismo instante, Encre le propina una sonora bofetada a Lord Fallacy con su mano Izquierda – Como pudiste atreverte a una cosa así – Pronuncio el artista algo débil – Cómo fuiste capaz de encerrarlo en ese horrible lugar otra vez… ¡Sácalo de ahí ahora mismo!

-- Ya lo intente, pero se niega. Incluso consiguió cerrar las puertas – Pronuncio Lord Fallacy mientras agachaba la cabeza.

-- ¿Me va a decir que él se encerró solo?

-- No… Yo lo encerré, pero después le indique que podía salir….

-- ¿Encerró a su propio hijo en ese lugar? ¿Otra vez? ¿Después de lo que usted le hizo? Quiero verlo. Lléveme con él.

-- Acabas de despertar. Debes recuperarte. No has comido nada en casi tres días. Primero come algo y-

-- ¡He dicho que quiero verlo!

Encre estaba decidido a ver a su amigo, tenía que asegurarse que Jasper estuviera bien, no iba a permitir que ese hombre lo lastimara nuevamente, pero en cuanto puso un pie fuera de la cama e intento levantarse, todo se puso borroso y no fue capaz de sostener su peso, cayendo al suelo.

-- ¡Encre! ¡¿Estás bien?! Estás demasiado débil, es mejor que descanses y recuperes tus fuerzas…

-- No me toque… Quiero ver a Jasper… ¿Qué le hizo a Jasper? ¡Quiero ver a Jasper!

-- Pero entiende, estás muy débil. Ni siquiera eres capaz de mantenerte en pie…

-- ¡He dicho que quiero ver a Jasper!

Lord Fallacy estaba intranquilo, pero sabía que Encre no se dejaría tratar a menos que viera a Jasper primero, algo cansado deicidio cumplir con la petición de su amado, por ello lo tomo en brazos y salió de la habitación con él. Habían algunos sirvientes en el pasillo, entre ellos Suave y Gazelle, los cuales tenían la comida y ropas para su señor Encre. El poderoso vampiro dio la orden de que lo siguieran, los cuatro se dirigieron a los calabozos.

Un repugnante hedor proveniente de lo más profundo de los calabozos espanto a Encre, no quería creer que Jasper estuviera encerrado en un lugar así, era simplemente repulsivo. Lord Fallacy entrego a Encre a los brazos de Suave y procedió a abrir la puerta, el olor a podredumbre se hizo aún más fuerte, todos tuvieron que cubrirse a causa de la ráfaga de viento maloliente que se produjo al abrir la puerta. El lugar estaba infestado de ratas, algunas corriendo por el piso y paredes buscando un escondite, y otras en el suelo muertas desangradas, era evidente con que Jasper se estuvo alimentando.

-- Esperen aquí. El lugar está realmente asqueroso.

-- Voy también – Menciono Encre intentando librarse del agarre de Suave, pero esto no le fue posible.

Lord Fallacy ingreso al lugar, usaba su capa para cubrir su rostro, el aire era irrespirable, no entendía como ese lugar pudo quedar en ese estado en un lapso de tiempo tan corto, vio a Encre sobre la cama, usando únicamente un camisón blanco impecable, el muchacho no tenía ni el más mínimo inconveniente con el lugar. Ante la vista del poderoso vampiro, Jasper atrapo a una rata que salía por debajo de su cama, agarro con fuerza al grotesco animal y procedió a morderlo en el lomo sin perder tiempo, después de haber extraído toda su sangre, tiro el cuerpo aun moribundo a una esquita, pronto otra ratas rodearon a su compañero caído y procedieron a comérselo.

-- ¡Hola! Perdone mis modales Lord Fallacy, es que sentía hambre. No le convino porque sé que esto no es un alimento digno de alguien en su posición.

--… Encre ha despertado.

-- ¿Sigue vivo? Creí que ya me había librado de su presencia. Es una lástima. En fin, esas cosas suelen pasar.

--  ¿No tienes ningún remordimiento por lo que hiciste?

-- ¿Y por qué debería?

-- Encre quiere verte. No dejare que él entre a este lugar, así que debes salir.

-- No se me apetece. Dígale que me encontró indispuesto, además pronto será hora de dormir o quizás no, es difícil saberlo cuando no tienes ni idea  

   

-- No lo repetiré de nuevo. Encre está aquí y quiere verte.

-- Qué bueno que no lo volverá a repetir, así no tendré que repetir mi respuesta.

Lord Fallacy le dio la espalda a su hijo y fue hacia la puerta, el lugar le era totalmente repulsivo, no soportaba estar un minuto más en ese lugar, de pronto, las puertas detrás suyo se cerraron, todos se quedaron sorprendidos, Jasper aún seguía en la cama, como era pasible que las puertas se cerraran, eran demasiado pesadas.

El hedor del lugar estaba afectando muy seriamente a Encre, Lord Fallacy lo tomo en sus brazos y todos salieron rápidamente del lugar, el joven artista no tenía fuerzas para protestar, pero estaba decidido a volver y sacar a Jasper de ese lugar a como diera lugar. Después de unas horas, Encre estaba descansando en su habitación, se había quedado profundamente dormido después de tomar su medicamente, el doctor fue a verlo y lo reviso, el hecho de que despertara era muy buena señal, pero la herida aun temía mucho por sanar.

-- Veo que has despertado – Pronuncio el medico al ver que Encre despertaba de su pequeña siesta mientras él lo revisaba.

-- ¿U-usted?

-- Soy el medico que te atendió ¿Cómo te sientes?

-- Como si un caballo me hubiera pasado por encima.

-- Eso es porque intentaste hacer actividad estando tan débil.

-- Mi brazo no está… ¿Por qué?

-- Era necesario retirar el brazo, la medula estaba podrida. No había nada que se pudiera hacer. Era eso o dejarte morir.

-- Ya nunca más volveré a pintar…

-- Los jóvenes son tan dramáticos. Eres un artista. Aun tienes tu otra mano.

Encre observo al médico en silencio por unos segundos, aquel hombre tenía razón, aún tenía su otra mano, estaba seguro que con algo de práctica tarde o temprano volvería a pintar, pero ahora su mayor preocupación era Jasper. Que su amigo estuviera encerrado en un lugar así era algo que no podía soportar, debía encontrar la forma de hacer que saliera, aunque no tenía ni idea de cómo.

-- Sera mejor que descanses – Pronuncio el medico mientras acomodaba sus equipos en su maletín – Es mejor que descanses y que evites hacer alguna actividad física, es necesario que descanses y te alimentes bien. Vendré en una semana para ver como evolucionas. Me retiro.

Encre vio como el medico se retiró de la habitación, a los pocos minutos Gazelle se hizo presente con algo de comida y agua. La joven muchacha no dijo nada, pero sus ojos evidenciaban su pena por el destino de su joven amo. El joven pintor no dijo nada, se acomodó y dejo que la muchacha lo alimentara. El silencio del lugar era sepulcral, aun así no era para nada incómodo. Una vez terminado su trabajo la joven doncella se retiró y al poco rato Encre volvió a quedar profundamente dormido.

Lord Fallacy permaneció en la habitación del artista, lo observaba dormir como si estuviera vigilando su sueño. Aun no sabía que haría con respecto a su hijo, el muchacho se negaba a salir de ese repugnante lugar y ya no le hacía caso, era como si no le temiera, no había ni un rastro del profundo respeto que aquel muchacho siempre manifestaba hacia su maestro. El poderoso vampiro estaba mentalmente agotado, habían sido días realmente angustiantes y penosos para él. Su corazón aún se debatía si debía o no enviar a Jasper lejos, sabía que Encre no lo toleraría, pero tampoco podía dar marcha atrás, no podía permitirse mostrarse débil ante el resto de sus sirvientes, ya había cedido demasiado.

Pasaron varias horas cuando Encre al fin despertó, Lord Fallacy estaba acostado a su lado, el cansancio había vencido a aquel poderoso Lord que ahora dormía relajado al lado de su amado. El más joven fue lo más cuidadoso posible al salir de la cama, estaba un poco más recuperado y tenía fuerzas para caminar por su propia cuenta, aunque el dolor que sentía aún era indescriptible, los medicamentos no lo aliviaban del todo, solo lo sedaban para que durmiera.

Usando uno de los pasajes secretos que se encontraba en esa habitación, Encre sale del lugar dejando solo a lord Fallacy en la cama. Con un poco de dificultad empieza a caminar en dirección a donde su amigo se encontraba, fue tan silencioso que nadie se percató cuando Encre llegó hasta la entrada que daba a los calabozos.

El repulsivo hedor se hacía aún más fuerte a medida que se adentraba al lugar, el solo estar ahí provocaba en el artista unas inmensas ganas de vomitar, aun así logro superar su asco y llegar hasta las puertas que aprisionaban a su amigo, se sentó en el suelo usando las pesadas puertas como apoyo para descansar su espalda, realmente ansiaba más que nada poder escuchar nuevamente la voz de su mejor amigo. Lo extrañaba más que a nada en el mundo.

-- Hola Jasper… Mi amigo… Mi amor… Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que pude escuchar tu voz… Ese hombre te encerró en este lugar… Has tenido que pasar por tantas cosas por mi culpa… Mi existencia solo te ha causado infelicidad… Creo sinceramente que lo mejor para ti seria que yo muriera… Pero no puedo irme sin antes verte… Por favor… aunque sea solo unos instantes… Déjame verte o al menos escuchar tu voz… Déjame decirte adiós… Por favor… Si con mi muerte puedo traerte un poco de felicidad, entonces con gusto moriría por ti…

Encre espero en silencio por un largo rato, pero no hubo respuesta alguna, se quedó hay sentado en silencio, simplemente esperaba que su amigo mostrara alguna señal, sus cuencas comenzaron a llenarse de lágrimas mientras que su visión cada vez era más borrosa. Después unos minutos la puerta comenzó a crujir, Encre se alejó un poco y la puerta se abrió por completo, algunas ratas salieron disparadas como almas en pena del lugar.

-- Suficiente. Ya me canse de tus lloriqueos. Ya no es tan divertido estar aquí – Pronuncio Jasper mientras salía del lugar y caminaba hacia Encre que aún estaba en el suelo -  Vámonos de aquí. Las cosas se pondrán algo interesantes a partir de ahora.

-- ¡Jasper! – Pronuncio Encre con emoción al ver a su amigo sano y salvo.

Ambos salieron del lugar rumbo al palacio. Jasper mantenía una sonrisa triunfante en su rostro.

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