Atsushi estaba cerca de terminar la universidad, sus hermanos ahora tenían Yuki de 7, Haru de 5 y Mina de 3 años, tenía un proyecto que terminar mientras sus hermanos jugaban videojuegos en su sala, Dazai y Chuuya habían salido por una emergencia. Mia se acercó a el – Tuti-nii

- ¿Qué sucede Mina? – pregunto el mayor

- Quiero ir al baño...

Atsushi suspiro, no por fastidio, pero sí de cansancio, dejo sus papeles y la laptop, tomo a su pequeña hermana y fueron al baño. Haru miro a Yuki – oye Yuki, ¿vemos que hace Nii?

- No, déjalo. Está estudiando, papa dijo que tuti está en último año

- Yo estuve en último año el año pasado

- De prescolar bobo, ahora no molestes a onii-san

Haru le ignoro y se acercó a la mesa, las hojas sueltas tenían muchas palabras escritas, Haru miro la laptop y leyó – "de-desumen, resumen..."

- Resumen – le corrigió Yuki

- Resumente "de po-poyecto"

- Proyecto

- Proyecto fin, final... - sonrió Haru – Tuti está haciendo un super tabajo, se ve muy bonito y detalalo

- A ver

Yuki se acercó a ver el proyecto, entre acomodarse con Haru lograron tirar un vaso de café, por suerte, el vaso estaba sellado y nada se cayó encima, pero los niños no se dieron cuenta de lo demás, bajaron de la mesa y volvieron a la sala. Atsushi volvía con Mia – tuti, ¿vamos a comer pronto?

- Pues mamá y papá dijeron que iban a traer la cena, no deben tardar – les sonrió - ¿Quieren un poco de cereal?

- ¡SI!

- Ya llegué – escucharon, era Akutagawa quien entraba a su hogar

- Bienvenido – respondieron los niños

- Hola Ryu.

El azabache paso chocando los cinco con Haru y Yuki, beso en su cabeza a Mia y llego con Atsushi a besarlo en los labios. El albino sonrió ante esto – estaba por hacerles cereal ¿quieres?

- Que delicioso manjar, encantado

- No tan rápido – escucharon todos en la puerta

- ¡PAPA! – gritaron los niños

- Genial, llegó Dazai-san

- Y yo también, Atsushi recoge tus cosas, traemos pollito

- Si, claro

Atsushi comenzó a tomar sus papeles, los guardo en una carpeta, cerro su laptop y tomo todo para llevarlo a su habitación. Akutagawa ayudaba a Dazai mientras que Chuuya abrazaba y besaba a sus pequeños. - ¿tú y Atsushi-kun han vuelto a hablar de niños?

- No, para nada – dijo el azabache – Esta con un proyecto final muy importante, si saca 10 tendrá la titulación asegurada

- Aaah... Odasaku estaría tan orgulloso – menciono Dazai. Atsushi volvía cuando el castaño lo miro – Atsushi-kun, ¿has hablado con tus abuelos?

- Ihp... nou – menciono - ¿Abu Ango estará enojado?

- ¡Abu Ango llamo anoche! – grito Yuki – dijo que vendría pronto

- Si, pronto

- Oigan – se quejó Dazai – arruinan la sorpresa

- ¿Abu Ango vendrá? Eso es genial – sonrió Atsushi

- Si, no, a mi no se me da tan bien – mencionaba Akutagawa, pues el primer encuentro no fue tan bueno.

- Exagerado – se quejó Atsushi

Fue el mismo día que se casaron cuando conoció a Ango Sakaguchi, este estaba molesto por la repentina boda, pero se distrajo regañando a Dazai en esa ocasión, la siguiente, fue cuando se logró la adopción de Mia, había llegado cuando Atsushi y el peleaban así que fue aún peor. Hasta la fecha, no había logrado la aprobación del abuelo Ango Sakaguchi y eso era un problema

- Llegara mañana por la noche – decía Dazai – la verdad es que el departamento está siendo remodelado por la agencia, y bueno... Estaba pensando si él podía...

- No

- Quedarse aquí

- ¡NO!

- Ryu, es mi abuelo – se quejó Atsushi

- Pero me odia... - se quejó como un pequeño niño

- Ryu, solo serán unos días, ¿sí?

- Aaay está bien – respondió – abriré una guardería

Los tres mayores rieron, aunque Akutagawa no mentía.

Por la noche y ya solos, Akutagawa masajeaba los hombros de Atsushi mientras el acomodaba sus papeles – vamos Atsushi, no hemos tenido tiempo para nosotros, entre exámenes, pruebas, tu abuelo llega mañana y yo no tengo ni siquiera un beso de tu lengua felina

Atsushi dejo salir su risa y lo miro – solo acomodo mis cosas, en la tarde solo guarde por guarda, deja que acomode o mañana estaré con mis hermanos arreglando todo y estresado – se quejo

- Pero seguiré besándote

Akutagawa besaba el cuello del menor, no se detenía, había comenzado a mover su playera mientras besaba sus hombros y fue cuando Atsushi lo noto. – Ryu...

- ¿mmm? ¿te gusta?

- No, o sea, no Ryu, Ryunosuke mi proyecto

- ¿Qué pasa? – pregunto asomándose a la laptop. El archivo estaba vacío

- Mi... mi proyecto no esta

- Maldición...

Por su lado, Chuuya volvía a su habitación – los niños están bien dormidos

- Me alegra que se durmieran, estaban emocionados

- Tuvieron un buen día

- Si y ¿nosotros?

- Quisiera tener un mejor día... señor agente

- Pequeño mafioso, creo que unas esposas le vendrían bien

- Arrésteme

El teléfono comenzó a sonar, era el de Chuuya, miro que era Akutagawa y ambos se sorprendieron, el azabache no solía llamar, así que contesto y puso el altavoz. Escucharon a Atsushi llorar – es una emergencia – fue todo lo que dijo Akutagawa. Colgaron

- John, vigila a los niños

- Jane, no si se mueven avísanos

Los mayores salieron de la casa con un abrigo tapándoles, estaban en pijama. Entraron a la casa del azabache de la cual tenían una copia de llave, fueron hasta la habitación de la pareja. Atsushi lloraba sobre su peluche enorme de camaleón y abrazando el abrigo de Ryunosuke. - ¿Qué ocurre?

- ¿Qué pasa mi amor? – pregunto Chuuya sentándose a su lado

- Mi... mi proyecto – dijo entre sollozos

- Lleva 3 semanas desvelándose, tiene que entregarlo en tres días y está completamente borrado – explico Akutagawa

- Tranquillo Atsushi-kun, llamare a Katai y podrá resolverlo

- ¡no! – grito – si se entera Kunikida-san que lo borre por error no me dejara volver a la agencia

- No es tan estricto – menciono Dazai

- Garantícelo – le reto Atsushi

- Ok pensemos en algo mas

- ¿Qué tal un informático de la mafia? No son tan malos Atsushi

- Nooo – se quejó hundiéndose entre sus peluches

- Dazai-san, Chuuya, ¿pueden salir un momento?

- Si, claro

Los tres salieron escuchando a Atsushi llorar – verán, Atsushi no es descuidado así que entre a las cámaras... Haru y Yuki tuvieron un accidente, pero no he querido decirle, al parecer ellos lo borraron

- No puede ser

- Maldición...

- ¿Qué hacemos? Atsushi no quiere perder su integridad ante Kunikida

- Pero tampoco puede aceptar a la mafia

- ¿no tienen amigos? – pregunto Akutagawa

Ambos mayores se miraron, sonrieron.

Esa noche se marcharon, Akutagawa paso aquella noche consolando a Atsushi, y por la mañana, con ojeras y ojos hinchados, Atsushi se sentó en su escritorio dispuesto a recuperar sus tres semanas perdidas. Cuando si, sus hermanos llegaron – Atsushi, necesitamos que los cuides

- ¿Qué? E-ees que tengo que arreglar mi proyecto

- Tu tranquilo – dijo Dazai – en cuanto regresemos te ayudaremos a escribirlo

- Si, animo cariño

- Pe-pero

Los adultos se fueron dejando a Atsushi con los niños, el menor estaba por explotar. Y claro, sin que el menor lo supiera, sus padres como lo que eran, el mejor ejecutivo de la mafia y el mejor agente de la agencia, tomaron la laptop de su pequeño, estaban listos para trabajar.

Por su parte, Atsushi estaba más que estresado, al punto de querer llorar, solamente miraba a sus hermanos jugar, aquello le daba fuerzas para ya no llorar. Akutagawa despertó y los miro - ¿día de niños?

- ¿puedes cuidarlos? Hare mi proyecto

- Creo que necesitas relajarte un poco

- No puedo, estoy de nervios, y quiero llorar

- ¿Qué tal un pequeño paseo? Solo desestrésate y así empiezas

- No puedo perder tiempo Ryu

- Vamos, hazle caso a tu esposo

- Pe-pero

- Por fis

- Odio cuando dices por fis... bien

Logro sacarlos, los mayores hacían lo suyo, tenían otro contacto, el muy conocido dragón azul, se desconocía su identidad y únicamente sabían que su servicio de información era el mejor. Tardo aproximadamente una hora, lo mismo que Atsushi aguanto estar fuera de casa, para cuando regresaron, los niños querían comer hamburguesas así que Akutagawa prometió llamar si se quedaban tranquilos, Atsushi subió a su habitación, se sentó en su escritorio y abrió su laptop. Allí estaba el archivo - ¿eh? No... no puede ser – sonrió - ¿sí? – Reviso todo, sonrió amplio, bajo corriendo y abrazo al azabache - ¡RYUNOSUKE! – grito mientras enredaba sus piernas en su cuerpo y lo besaba profundamente – esta, mi archivo esta completo, aaay por dios, ¡esta!

- ¡si! ¡archivo! – gritaron los niños

Atsushi se puso rojo y bajo del azabache – volvamos a eso al rato – pidió el azabache poniendo más rojo a Atsushi

- ¡volvimos! – gritaron los mayores – disculpa Atsushi

- Si, tuvimos un contratiempo con el jefe de la mafia

- No me lo creerán – dijo Atsushi – mi archivo esta allí completo, solo faltan algunas cosas, pero allí esta – suspiro – hay ángeles en el cielo

- No – dijo Akutagawa – tu estas aquí

- Ooooouuuh, Ryunosuke – lo llamo tierno para besarlo

- Nosotros....

- Si, vámonos – confirmo Chuuya tomando a sus pequeños

- Cuídalo

Los mayores salieron, cuando cerraron la puerta, Atsushi salto en Akutagawa de nuevo, solos, dejo al menor sobre la mesa, Atsushi solo sabia quitarse la ropa y el mayor la verdad es que amaba ver como el menor se la quitaba, seguían besándose, claro, Atsushi traía bastante estrés encima y Ryunosuke sabia como quitársela.

Dejo al albino sobre la plancha de mármol, bajo lentamente por su torso, acariciaba sus piernas sin permiso, beso tiernamente sus rodillas y volvió a subir solo un poco - ¿debería solo acariciarlo o meterlo en mi boca? – cuestiono. Atsushi arqueo su espalda y suspiro alegre

- Hazme un desastre – pidió

Akutagawa subió para besar al menor, la cocina era insonora así que se sentía libre de gritar lo que quisiera, entonces... La puerta se abrió. Ambos menores gritaron por el susto. Atsushi se tapó el pecho con un sartén y Akutagawa bueno el solo tenía los pantalones abajo, pero la mesa lo cubría – A-Abu Ango...

- Olvidaron que tengo llaves – se quejó.

Atsushi y Akutagawa se pusieron completamente rojos, el azabache tapo al albino – Atsushi, cubre bien tu cuerpo, no lo hagan en la cocina. – menciono su abuelo

Atsushi estaba por morirse. 

...

solo un poco de convivencia familiar, los extras son cortos y pocos.

¡Gracias por leer!