Capitulo 3. El encuentro

Advertencias: Temas sensibles, abuso físico. Requiere discrecion.



Las vegas, Nevada

El Circo Fallen Angels, era popular por sus espectáculos aéreos, acróbatas de diferentes tamaños actuaban en el aire mientras uno podía apostar, incluida la diversión, donde podían solicitar de acompañante a alguno de los acróbatas, la regla principal, era jamás tocarlos.

Dentro del lugar había camerinos donde los acróbatas se alistaban, el pequeño Nakajima Atsushi de cortos 12 años, salía de las regaderas encontrándose con uno de sus mayores – Ta-Tatsuhiko – le llamo nervioso mientras se tapaba más con la toalla.

- No entiendo por qué sigues tapándote, te recuerdo que eres mío

- Y-yo... Tengo el espectáculo hoy, el di-director quiere que este abajo...

- Con más motivo, debo dejar un par de marcas ¿no lo crees?

- Tatsuhiko... No por favor... Hoy no...

El mayor de cabellos largos y blancos se acercó únicamente a darle una fuerte cachetada en su mejilla derecha, el menor de cabello gris se quedó quieto - ¿desde cuándo te pregunto cuando si y cuando no? Quítate la toalla.

Atsushi se quitó la toalla, miro a otro lado, pudo ver a una de sus compañeras, Fanny. Tatsushiko tomo su mandíbula, lo jalo con su brazo, se sentó en una silla que ocupaba para maquillarse, y sentó al menor encima; sin preguntar dejo sus dedos entrar, - no, no para – pedía. - ¡NO! – grito, pero Tatsuhiko lo volvió a callar.

Sus uñas se enterraban en los hombros del mayor, aquello le encantaba, mientras tanto, los niños iban entrando, también en toalla, cada uno ignoro aquello, debían arreglarse, podían escuchar los gritos de Atsushi, sus quejas, ellos debían ignorarlo, los nuevos lloraban, pero seguían maquillándose, otros tapaban sus oídos. Odiaban escuchar a Atsushi gritar.

Tatsuhiko finalizo y dejo al menor caer en el suelo – ve a lavarte, no dejes nada dentro – ordeno.

Atsushi volvió a ir al baño, Tatsuhiko lo acompaño – y-yo puedo...

- Solo vengo a ayudarte

Tatsuhiko había vuelto a meter sus dedos, ayudaba al menor a limpiarse, este apretaba sus dientes molesto, y el mueble lo apretaba con sus uñas. Lo odiaba.

Para su suerte termino rápidamente, entonces volvieron al camerino y se sentó en aquella silla para maquillarse.

El resto de los chicos habían entrado al camerino, Atsushi tallaba sus ojos, mientras Tatsuhiko le ponía corrector y polvo para sus ojos llorosos – debes dejar de llorar, no es nada malo – decía el mayor – es parte de la vida, yo cuido de ti, tú cuidas de mi

- Quiero... mi mascara

- Lo sé pequeño, ¿Cuál quieres hoy? ¿la de tigre? Me encanta como te queda esa – pregunto y el albino asintió intentando dejar de llorar

Tatsuhiko le dio su mascará, además acerco una caja – compre esto para ti

- ¿Qué es?

- Un nuevo leotardo – menciono alegre – tiene brillos

- Entiendo...

- Ponte las medias negras

- Sí, claro.

Tatsuhiko salió, Atsushi tiro la máscara al suelo, tapo su rostro cuando un chico se acercó – tranquilo, tranquilo, no hagas ruino, no hagas ruino... - pidió Atsushi se ocultó en su hombro

- Estoy harto Bill, harto...

- Lo sé, todos odiamos esto, tranquilo... Si gritas vendrán por nosotros también

- Lo sé, lo sé... - Atsushi trago saliva, se fue calmando.

Se acercó una chica rubia – Fanny, ayúdame a arreglar mi maquillaje por favor – pidió el albino

- Arréglalo tu ¿no vez que si aprendes a moverte mejor ellos no vendrían? Eres el favorito

- No estoy pidiendo esto

- Pues pareciera, negándote y llorando, solo sonríeles y no vendrán, tenlos satisfechos 

- Hazlo tu entonces

- Cálmense – pidió Bill – Atsushi, te ayudo

Bill ayudaba a Atsushi con su maquillaje – te dio una buena cachetada

- Fue porque le dije que hoy no

- Encontraremos una forma de dejar de hacer eso, tranquilo

- Gracias Bill, eres el mejor

Estaban terminando de arreglarse cuando un hombre de cabello rubio entro – Bill, ven aquí – Atsushi tomo el brazo de Bill, y este a Atsushi – apresúrate, no hagas las cosas rudas. - pidió, los niños se quedaron igual – maldición. – aquel hombre entro, golpeo a Atsushi en su cabeza y se llevó a Bill jalándolo desde sus cabellos. Era su día a día.

- Atsushi – le hablo un hombre castaño, era el director – Apúrate a salir

El joven chico aduras penas podía ponerse su camisa y su máscara, todo su cuerpo temblaba al lado de aquel hombre, el director. Quien fue su principal mentor en el arte del circo, su torturador, y su golpeador principal, quien dejo que aquel hombre que decía "amarlo" lo poseyera, aquel hombre que más que todo lo demás, era su verdugo personal

Llego hasta una plataforma donde otros chicos estaban, estaban terminando de ponerles cadenas y era su turno. Cuando estaban en el suelo querían evitar que huyeran así que solían ponerles cadenas para que el peso no los dejara correr bien y poder alcanzarlos. – Será una gran noche Atsushi – dijo el director.

Reunieron a los chicos en una plataforma, allí estaba el director, Tatsuhiko y varios hombres de la seguridad del lugar – Escuchen bien, hoy en nuestro escenario habrá un par de mafiosos de alto valor, hemos sido seleccionados como anfitriones de su maravillosa transacción, esta noche espero que sean sumamente serviciales, y, sobre todo, que tomen todo lo que puedan, saben qué hacer si llega a ver disturbios, vienen aquí enseguida. Nada de gritos. Diviértanse – al finalizar el discurso, el director se retiró. Los niños podían salir

Era la hora del espectáculo.

Atsushi comenzó mirando a su alrededor, como siempre, no había forma de escapar, comenzó a hacer su trabajo, baile por aquí, una recompensa monetaria y un robo de reloj, a veces tomaba la cartera y la devolvía vacía, no tomaba las tarjetas, tardaba más. A lo lejos vio a un chico nuevo, un castaño de traje negro, y una máscara de oso, se veía elegante el hombre, se sintió curioso pues no parecía del mismo ámbito de los hombres que llegaban al casino. - Primerizo, seguramente trae bastante dinero – pensó. Siguió su recorrido guiándose hacia aquel castaño.

Dazai había llegado al casino donde sería la transacción de los mafiosos, aquel casino más que ser algo elegante y variado, también presentaba un show de circo algo extraordinario. Pues normalmente los show se quedan en el escenario, esta vez el circo interactuaba con los clientes, se fijó bien en un chico especial, llevaba mayas negras pero una playera suelta de tigre, sus cadenas pintadas de color oro le daban una sensación de ser presa, pero aquel chico con mascara de tigre se movía por el lugar como si fuese un tigre salvaje, sin ataduras, aunque para Dazai se veía más aprisionado que nada y sin mencionar lo que noto. Claramente aquel ágil chico de gran flexibilidad y rapidez estaba robando las carteras de los clientes, al castaño le intereso ver como de un momento a otro sacaba la cartera, el dinero y devolvía la cartera, al fin y al cabo, era un casino.

Tenía tiempo hasta que su misión comenzara y el chico le había fascinado, era demasiado ágil para su edad, fue cuando lo vio acercarse a su mesa y no desaprovecho su talento – oye chico – le llamo pero el muchacho de mascara de tigre solo lo ignoro, pero cuando se acercó a su cartera, logro tomar su mano y acercarlo lo suficiente para que solo ellos escucharan – he visto todo lo que haces, te conviene hablar conmigo – advirtió el castaño y el chico rápidamente hizo una reverencia para expresar que le escuchaba - ¿no puedes hablar? – pregunto y el chico solo poso sus dedos sobre la mesa – ya veo, no tienes permitido – dijo y miro al chico – todo el dinero que tomaste, tómalo y huye, este lugar se pondrá muy ruidoso pronto – dijo el castaño y dejo al chico de mascara completamente sin entender pero vio su oportunidad, continuo su camino por el casino, no sin antes voltear a ver al castaño quien bebía una copa de whisky.

Atsushi comenzó a andar por el casino buscando a Bill, aunque solo se encontró con Fanny, se ignoraron entre ellos y continúo. Pudo obtener una tarjeta de acceso de uno de los hombres, y robo un par de joyas para ayudarse. Fue cuando lo vio, un hombre no muy alto, era bajo realmente, usaba un sombrero extravagante y una máscara de oveja – Ese... También es nuevo – pensó Atsushi. - ¿el castaño y él serán los de la transacción? – pensó

Se acercó por si obtenía algo, y así fue, el chico lo miro y tomo su barbilla – tu mascara de tigre es genial – menciono - ¿Dónde la compraste? – cuestiono.

Atsushi se sentía aliviado por dentro, hizo su misma seña sobre no poder hablar con los clientes, el hombre de mascara se soltó a las risas, - entiendo, no te preocupes, pero... ¿no te pesa eso? – Cuestiono, Atsushi asintió ligeramente – déjame ayudarte.

Aquel chico uso sus manos aguantadas, Atsushi estaba sorprendido como lo hizo, pero corto un eslabón de la cadena que llevaba, con eso, la cadena continuaba en él, pero podía quitársela cuando quisiera. El de la máscara no pudo verlo, pero Atsushi no podía dejar de llorar.

Siguió su espectáculo pero estaba decidido a encontrar a Bill y llevarlo con aquel chico, no podía perder el tiempo, entro a los camerinos con sigilo, no quería que lo encontraran, pero por más que buscaba no encontraba a Bill; volvió a salir del camerino y fue al escenario, pudo ver a Bill pero en eso una gran explosión retumbo el techo, los acróbatas que estaban en el cayeron, los gritos comenzaron a resonar, Atsushi corrió por Bill pero otra explosión cerca de él lo noqueo de momento, no podía escuchar y veía borroso. Las cadenas encima de él se terminaron de caer mientras se acomodaba en el suelo adolorido. Pudo ver a Tatsuhiko acercarse, entonces se levantó rápidamente y corrió hacia la otra dirección, estaba mareado y no podía ver bien. Siguió corriendo mientras el casino se iba derrumbando. Las explosiones no paraban y entonces, los vio. El de mascara de oveja, y el de mascara de oso

- ¿Quién eres tú maldición? – grito el de mascara de oveja

- Quien te detendrá idiota, el agente secreto que detendrá todo esto

- ¡jamás me detendrás! ¡yo soy imparable! ¡soy El rey! ¡The King of Sheep!

Atsushi logro ver a ambos peleando, pudo notar al de mascara de oveja no podía dejar bien su pie en el suelo completando todo, una explosión los derrumbo a los tres.

Como le había predicho el castaño, aquel chico de mascara de tigre pudo ver como el castaño que le había aconsejado peleaba con un pelinaranja de cascara de oveja, aquello le sorprendió y por la cercanía termino involucrado, entre forcejeos el chico logro huir, no sin antes ver como el casino caía en escombros, podía ser un ladrón para el casino pero no era una mala persona, corrió lo mejor que pudo, uso sus manos y sus pies descalzos, no le importó pues aquel hombre le había advertido y probablemente salvado.

Anduvo entre los escombros, se cortó ligeramente el pie, y lo vio, Tatsuhiko. Estaba muerto, trago saliva y llevo al castaño, lo saco de entre los escombros y se encontró con el chico de mascara de oveja, habían caído juntos. Aunque a Atsushi no le interesaba, tampoco podía dejarlo allí, lo salvo al final de cuentas. Primero llevo al castaño a una zona segura y volvió por el pelinaranja, lo saco entre los escombros, y casi enseguida se despertó, miro al chico de mascara de tigre y le agradeció con una reverencia, alejándose rápido – que extraño – dijo Atsushi.

Fue en búsqueda del castaño para ver que estuviera bien, este estaba despertando e intentaba levantarse. El chico lo ayudo y una vez que el castaño se levantó bien, el chico comenzó a correr a otra dirección - ¡espera! – Le llamo Dazai - ¿tienes donde quedarte? – Pregunto, pero el chico volteo a verlo – ven a mi habitación de hotel, esto seguirá siendo una locura – dijo. Conforme las predicciones del castaño, el chico de mascara de tigre decidió obedecer.

Atsushi seguía al castaño, iba escondiéndose y temeroso, las calles estaban llenándose de sirenas, oficiales, Dazai también se ocultaba así que Atsushi solo tenía una resolución – Es el mafioso – pensó. Dudo unos momentos ¿quedarse? ¿irse? ¿no estaba metiéndose en lo mismo? No, él le advirtió, gracias a él ahora traía bastante dinero, entonces ¿Por qué lo seguía?

- Oye, sígueme, el hotel está cerca pero no pueden vernos

Atsushi asintió, siguieron andando hasta que Atsushi subió a una escalera de techo, le dio su mano y el castaño le miro - ¿quieres que suba por allí? – cuestiono y el menor asintió – bien.

Subieron juntos y en efecto, fueron más tranquilos sin pensar en la policía, llegaron al hotel donde el castaño llevo al menor, una vez en la habitación, Atsushi miro alrededor, si, era una habitación, una cama, había sido engañado. Atsushi se molestó, fue hacia la puerta, pero Dazai lo detuvo – espera, espera ¿Qué pasa? – pregunto Dazai. Atsushi trago su saliva, entendía perfectamente aquello. Estaba molesto consigo mismo, había caído en lo mismo.

Comenzó a quitarse su playera larga de tigre, Dazai lo miro y lo detuvo – oye, oye, oye ¿Qué haces? – cuestiono. Atsushi lo miro molesto, entonces llevo sus manos a sus mayas para bajarlas, pero Dazai lo detuvo de nuevo, lo detuvo y se arrodillo abrazándolo. Atsushi se sorprendió – ya entendí, tranquilo, nada de eso te pasara... Tranquilo. – acaricio su cabello – ahora estas a salvo.

Atsushi estaba completamente sorprendido, comenzó a llorar, jamás había creído que escucharía aquellas palabras tan anheladas. Dazai podía escuchar como el menor sollozaba, pero en cuanto intento quitarle la máscara se apartó – Tranquilo, tranquilo... - Se quito su mascara y le sonrió – Aquí estoy, mi nombre es Dazai, Osamu Dazai... estarás bien ¿sí?

Atsushi asintió

- Buen chico... - miro la televisión - ¿quieres ver la televisión? ¿salir? ¿comer?

Atsushi volvió a asentir, señalo la televisión – de acuerdo – Dazai la encendió – no te presionare, pero sería lindo que me hables, el fin de semana será algo largo y estaremos aquí, me daré un baño ¿de acuerdo? – Atsushi asintió, se sentó frente al televisor, Dazai solo se fue a bañar.

Atsushi reviso que el mayor realmente se bañara, así que se quitó la máscara, miro su rostro en el espejo, tenía el maquillaje corrido, y todo manchado por las lágrimas, entro al baño sigiloso, tomo papel y – Si vas a lavarte, solo hazlo, no saldré – escucho detrás de la cortina. Trago saliva aun así abrió el paso de agua, acerco su rostro y miro a la cortina, regreso su rostro y lavo su rostro, se secó y miro al espejo, suspiro.

Salió del baño, y se sentó frente a la televisión viendo las noticias, miro sus pies, estaban rojos aun, miro alrededor pero no había nada. Suspiro - necesito encontrar a Bill... - murmuro - ¿Cuándo se irán los policías? – se quejó.

El chico de la máscara de tigre veía por las noticias todo lo que ocurría, la policía no sabía quién estaba en la escena del otro lado de la ciudad, pero había gran acumulamiento y varios lugares destruidos, fue cuando escucho la puerta del baño abrirse, era el castaño que llevaba solo una toalla a su cadera y muchas vendas en su cuerpo - ¿puedes ayudarme? – pregunto y el chico solo volvió a ver la televisión – no importa cuánto lo veas, no te buscaran ¿no es así? – pregunto el castaño - ¿Quién conoce tu verdadero rostro? – volvió a preguntar, aquel chico seguía sin hablar incluso después de todo

- El director – respondió de repente – solo el

- Entonces si hablas – dijo el castaño y sonrió – ven aquí, ayúdame con mis vendas y quítate las mascara, estarás a salvo conmigo – pidió

El chico se acercó al castaño mas no se quitó la máscara – realmente eres cuidadoso – dijo el castaño viendo como el chico ataba sus vendas con cuidado

- En donde crecí debíamos aprender a curarnos y volver al show – respondió el chico

- ¿Qué edad tienes?

- Tengo 12 años, señor

- No me llames señor – se quejó el castaño – apenas tengo 22 y tú me llamas señor – se quejó aún mas

- Lo lamento – respondió el pequeño

- ¿tu nombre? – pregunto - ¿tienes un nombre?

- Nakajima... - dijo algo dudoso y miro al castaño – Atsushi...

- Atsushi-kun, es un gusto – dijo el castaño sonriente – yo soy Osamu Dazai ¿eres japones?

- Si, mis padres... - suspiro – no lo sé – respondió

- Creo que lo sabes – dijo el castaño poniendo una mano sobre su cabeza - ¿quieres una buena familia?

- ¿familia?

- Eres habilidoso, tienes fuerza, flexibilidad y resistencia – dijo mirando los pies del chico aun lastimados - ¿puedo ayudarte a vendarlos?

- Puedo hacerlo yo mismo – dijo el albino alejándose

- Necesito a alguien como tú de asistente – dijo el castaño – no tengo fuerza, toda mi fuerza está en mi cerebro ¿te gustaría?

- Ya fui un títere... ¿no dijo usted que huyera?

- Bueno, es tu decisión, yo me quedare aquí dos días más, el lunes por la mañana será tu día de decisión, si vas conmigo a Japón o te quedas aquí en las vegas.

Atsushi no le hizo caso, siguió viendo la televisión y Dazai suspiro – voy a hacer una llamada – menciono.

Salió de la habitación donde primero marco a sus mayores, recordó que Ango no tenía línea y Sakunosuke no le contesto, le contesto un ya bastante dormido Kunikida – Kunikida-kun

- ¿Qué quieres Dazai?

- Odasaku no me contesto ¿sabes si está las oficinas?

- Se fue temprano a preparar algo para su esposo

- Oh, ya entendí – sonrió – maldición, olvidé llamarle a Chuuya, va a matarme

- Ojalá y lo haga

- Como sea, dile a Odasaku que me llame, necesito su consejo pronto...

- ¿paso algo?

- Tengo un pequeño niño...

- ¡¿QUE?!

- No te contare a ti, solo dile a Odasaku que me llame en cuanto lo veas

- Maldición Dazai, voy a

Dazai solo le colgó, miro al cuadro en la pared y suspiro - ¿Por qué se siente tan raro esto? – cuestiono. Se asomo a la habitación, era ya de tarde, - iré a traernos algo de comer ¿de acuerdo?

- Uhm

Dazai solo suspiro y bajo a la recepción, para mejorar, debía salir a comprar la comida. Atsushi lo miro salir, así que hizo lo mismo, pero por las escaleras de emergencia, corrió por las calles hasta llegar al casino, allí se escondió entre las patrullas y ambulancias, solo así podía enterarse de todo – esto fue terrible – menciono un oficial – todos los niños de aquí...

- Si, contamos 16 niños que trabajaban aquí, todos fallecieron – respondió el otro oficinal. Atsushi se sorprendió, si, eran 16 contándolo a él.

Fue hasta los escombros, ¿destino? Solo le tomo levantar algunos para encontrarlo. – Bill... - le llamo con lágrimas, abrazo su cuerpo – Bill... Bill... Dijiste que te irías conmigo, si hubiera sido más rápido... Si tan solo yo... Hubiese sido más rápido... Bill... Ya no sé qué hacer... - limpio sus lágrimas, no tenía ningún objeto de valor, únicamente dejo a aquel chico fuera de los escombros para ser encontrado, lo abrazo con fuerza. Volvió a huir corriendo de allí

Llego al hotel, tomo una sábana que tenían en el armario, se enroló en ella y así se quedó viendo la televisión mientras lloraba. Así fue su primera noche, a la mañana cuando despertó, noto que el castaño no estaba, eso no le sorprendió, se estiro y dejo la sabana a un lado, entro al baño donde encontró vendas, comenzó a lavar sus pies, desinfecto y se puso las vendas, fue cuando escucho pasos y se escondió de inmediato. Dazai había entrado a la habitación – Atsushi, se que estas en la habitación – dijo el castaño – solo soy yo. – aviso y el chico salió del techo donde estaba el ropero, apenas había una pequeña apertura donde un niño pequeño entraría – sí que eres ágil y flexible – menciono – de verdad me serias de mucha ayuda – agrego sonriente pero el chico nunca respondió, incluso vio que todo seguía cerrado - ¿Por qué no has abierto las cortinas?

- No me gusta... llevar la máscara todo el tiempo – dijo sin animo

- ¿quieres quitártela? – pregunto, pero el chico solo negó con la cabeza

- Esta usted aquí

- Te traje algo – dijo el castaño poniendo una caja en sus manos y Atsushi se vio algo negativo a ello - ¿Qué pasa? – pregunto - ¿no te gustan los regalos?

- ¿es un traje o al-algo así? – pregunto el albino y el castaño entendió

- Ya veo – dijo Dazai y se sentó en el suelo – en realidad son calzado – abrió la caja – no te que solo saliste con lo que llevabas puesto, pero debe dolerte los pies después de sacarme de los escombros ¿no? – pregunto colocando aquellas botas suaves frente al chico

- ¿botas? – pregunto el chico sentándose en el suelo para mirarlas – nunca he llevado calzado

- ¿eh? ¿nunca?

- Bueno... hay un show donde uso unas zapatillas de mujer con puntas afilada y

- Si, entiendo – dijo Dazai callando al menor – usa estos, estas más cómodo y no te dolerá tanto

- Gracias... - Dazai no podía ver la cara del niño, pero estaba más que seguro que aquel chico sonreía

- Tengo que salir de nuevo, hay cosas que debo resolver, pero puedes pedir lo que quieras de comer, volver por la noche ¿bien?

- Se-señor Dazai

- Ya te dije que no soy señor – se volvió a quejar – estoy casado, pero no es para tanto

- ¿Por qué es tan amable conmigo?

- Porque en serio, creo que podríamos ser buenos compañeros... Además – sonrió tiernamente – si mi esposo te conociera, de inmediato te quería como hijo – agrego

- ¿su esposo?

- Mi esposo es una persona maravillosa, no dudaría que él hubiera hecho lo mismo que tu... No dudaría ni un segundo que en cuanto te hubiera visto él te hubiera sacado de allí al instante, mi esposo... sonrió tan amplio que Atsushi se asombró de ello, probablemente el chico jamás olvidaría esa sonrisa – es la persona que más amo en el mundo...

Dazai no tuvo más respuesta o dudas, espero, pero nada, Atsushi seguía sin abrirse así que decidió irse como había dicho. 


...

¡Gracias por leer!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top