6. DÍA DEL TRABAJO (PARTE 2).
Tierra-8351
-La ola de asesinatos que se dio en la última semana, parece que concluyó ayer con el asesinato de Joseph Guverleph, mejor conocido por las bandas criminales como Hammerhead, quien se encontró en uno de los helipuertos del centro de la ciudad con tres disparos de bala, las autoridades nos informan de la falta de indicios de una lucha dentro del helicóptero, además que, de momento, se sigue sin conocer la identidad del responsable...-
-...no se sabe quien llevo la guerra a las calles, pero se sospecha fue por una rivalidad entre bandas...-
-...ahora que ese delincuente enmascarado, el hombre araña, no se encuentra las calles, tal vez la policía podría esforzarse más en atrapar a este nuevo asesino del que poco se sabe...-
Cambio de canal varias veces, observando las noticias, pero ellos no sabían más de lo que él había descubierto. El último noticiero que escucho era el perteneciente al Daily Bugle, con J. Jona Jameson, pues siempre había tenido muy valiosa información de él cuando la necesitaba para uno de sus trabajos.
Pero su fuente de ingresos de información del mundo criminal parecía haberse venido abajo casi el mismo día que Spiderman salió de las calles para nunca volver.
Eso lo frustraba cada que lo recordaba, pues su desaparición también había incluido la desaparición de casi 120 millones de dólares, un precio que se les hizo poca cosa a los grandes lideres de la mafia con tal de librarse del insecto entrometido.
Y como buen mercenario que era, Deadpool no podía dejar pasar semejante oferta, por lo que acepto el trabajo, con los cientos de asesinatos cometidos por toda su carrera respaldándole para que se le confiara la labor.
Le había seguido por días, semanas, observando al enmascarado ir y venir. Su vida tras la máscara la dejo sin importancia ¿Qué valor tendría matarlo estando de civil? No podrían relacionarlo y el prefería un asesinato más público, tal vez un enfrentamiento con el insecto frente a las cámaras, para luego llevar el cadáver a sus empleadores para recibir la jugosa recompensaba, que además le otorgaría un titulo por sobre todos los demás. El habría asesinado a Spiderman.
Pero todo se había ido al carajo cuando de un día a otro, el héroe había desaparecido de la faz de la tierra ¿Quién mierda hace eso? ¿acaso le habían matado ya en alguna de sus clásicas peleas con villanos del doble de su tamaño?
Por más que busco no encontró nada, ninguna pista. Tal vez en parte había sido su culpa, se había distraído múltiples veces al quedarse mirando embobado su trasero, aquel cuerpo tan delgado que podía levantar autos como si nada. Mmm... lo que le habría hecho de haberle puesto las manos de encima.
~Tienes un problema, ahora, concéntrate en él~
Dejo de soñar despierto al escuchar esa voz, admitiendo que llevaba algo de razón, pues tenía que volver al tema central de su problema.
Aquel nuevo mercenario no le importaba la gran cosa, no era por ello por lo que le investigaba, solo estaba el hecho de que se había metido con su trabajo y eso no lo iba a permitir. Desde que había aparecido, se llevaba todos los peces gordos, dejándolo a él sin nada.
Tenía que mostrarle al novato que pasaba si molestaba a alguien tan peligroso como él, que podía hacerle realidad sus peores pesadillas si seguía jodiendole la existencia.
No lo quería matar, solo quería hablar civilizadamente con él mientras rompía sus delicados dedos y les enseñaba algunas cositas de mercenarios, solo con fines educativos, claro.
Se levanto de aquel sofá gastado, apagando la televisión mientras iba por su traje, pues andaba en calzoncillos, deteniendo su avance cuando escucho que tocaban la puerta, solo tomando una pistola mientras se dirigía a abrir.
-s...señor W...ade...-tartamudeó el repartidor de pizzas, que había abierto muy grandes sus ojos al mirar al hombre frente a él, comenzando a temblar mientras tragaba con miedo.
-¿Qué estas mirando?-le pregunto el mercenario con un tono de amenaza.
.na...nada señor-contesto con un hilito de voz, con las cajas de pizza en sus manos temblando violentamente.
No podía dejar de concentrar sus ojos en esas marcas que hacían parecer al mercenario como un personaje de terror, tuvo que contenerse para no terminar vomitando y evitar orinarse en los pantalones ante tan terrible imagen.
-estas mirando mi cara-
-¡n....no!-exclamo asustado el joven, de unos 25 aproximadamente, cuyos ojos empezaban a lloriquear por el miedo, encogiéndose un poco ante la voz tan amenazante de aquel monstruo que podría comerlo en vez de la pizza.
-Ya basta-le soltó Deadpool, aun más enojado, tomando las cajas, al mismo tiempo que las piernas del chico parecían responder y salían corriendo.
El mercenario sonrió, escuchando como caía por las escaleras, abriendo la caja de arriba para olfatear la deliciosa pizza mientras volvía a entrar. Ni siquiera había tenido que mostrarle el arma, adoraba la comida gratis.
Volvió a sentarse en el sillón, primero comería sus tres cajas de pizza obligatorias antes de salir, las otras dos las dejaría para la cena.
* * *
No pasaban de las cinco de la tarde para cuando fue al mismo bar de siempre, pues tenía una cita importante con un hombre de la mafia.
Normalmente le pagaban a él, pero en vista que necesitaba la información, tuvo que desempolvar algunos billetes para que aquel peón le dijera algo útil. Esperaba que sí, después de todo, no le estaba pagando cualquier cosa.
Cuando entro, apenas si una que otra persona se fijo en él, estando ya bastante acostumbrados a ver a Deadpool pasearse por ahí con el traje puesto y lleno de armas por todos lados.
-hola, hola ¿ya llego mi regalo de navidad?-le saludo Wade al hombre que estaba sentado en una de las mesas-hey, Weasel, vamos, que no tengo mucho tiempo-
-Eso no pasaría si hubieras llegado a tiempo-le regaño su amigo, llevándole un trago, acercándose para susurrarle-me costó contactar con él-
-y por eso ya te conseguí una membresía exclusiva al canal de playboy ¿no?-le dijo antes de sentarse, con el hombre que le esperaba terminando su trago un poco malhumorado, dejando el vaso mientras ponía un paquete en la mesa, levantándose.
-si bien entiende, no puedo quedarme más tiempo, claramente dije que mi tiempo era valioso, ahí esta la información del nuevo blanco es la misma que se le envió a Assassin, hace algunas horas-
-¿Y cuánto es el precio?-quiso saber el mercenario, más que complacido con la breve reunión. Por algo había llegado tarde. Aunque el escuchar un nombre por primera vez al referirse a su competencia le llenaba de cierta emoción malsana, pues pronto le vería.
-85 millones, señor Deadpool-le respondió el hombre, dejando algunos dólares sobre la mesa mientras hacia una pausa en sus palabras-ya debe encontrarse en camino, nos prometió llevarnos su cabeza en menos de 3 días-añadió-buena suerte, la necesitara-
-nadie escapa de mi una vez voy tras sus pasos, amigo-presumió mientras comenzaba a abrir el sobre con uno de sus cuchillos, un tanto impaciente. Ya le había pagado, ya tenía la información, entonces ya no le importaba en absoluto.
-cierto-estuvo de acuerdo, con una media sonrisa formándose en su rostro-salvo el hombre araña, tal vez-se burlo el hombre, provocando un gruñido por parte de Wade al recordarle eso, solo mirándolo irse mientras en su imaginación ya le estaba perforando el tórax. Ya después arreglaría cuentas con su cabeza.
-tienes que admitir que tú te lo buscaste, era blanco fácil y se te escapo-le dijo Weasel mientras también lo dejaba solo-les costara olvidarlo-
Esa era otra razón por la cual quería atrapar a ese asesino y acabar con el próximo blanco, tenía que limpiar su nombre como mercenario.
Saco el papel del sobre y lo desdoblo rápidamente, casi soltando una risa pues aquello era ridículo en todos los sentidos.
-Tumbstone-murmuro, con una gran sonrisa pintada en su rostro al mirar la fotografía de aquel albino-tiene que ser una broma ¿En serio quieren que crea que ese tal Assassin podrá cortar su cabeza?-se burló.
Tombstone era uno de los más grandes líderes del crimen en Nueva York, compitiendo solo contra Kingpin en San Francisco, pues Silvermane había logrado llegar a un acuerdo con él, en un trato que a ambos les convenía.
Ahora que lo pensaba, tenía mucho sentido, Hammerhead había trabajado para Silvermane, pero fue perseguido luego por meterse con su hija, la preciosa y letal Silver Sable. Siendo sincero, con mucho gusto el también sería perseguido cualquier día.
~Esa es una de las razones por la que Silvermane te quiero lejos~
<Ya le dijiste lo que querías hacer con su hija, era obvio que no te dejara acercarte a su organización>
-no es como si ella me quisiera, me apuñalo justo en las pelotas ¿recuerdan?-les dijo a sus voces mientras salida del bar con toda normalidad.
Eran pocas las veces que podía conversar con sus voces, así que poco le importaba que le miraran raro por hablar consigo mismo, alguien debía decirles que era en realidad muy sano.
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