20. VETE AL INFIERNO LEJOS DE MI

Tierra-199999

Esa tarde... fue una combinación algo extraña de emociones, no quería admitirlo, pero le estaba costando asimilarla.

Y es que, jamás imagino lo mucho que podían cambiar las cosas, era la rutina más extraña que había tenido desde que lo conoció. Deadpool había cambiado demasiado, aunque seguía matando, pero en el resto, era casi otra persona.

Cada que salía a patrullar o solo ponerse la máscara para ayudar a alguien o evitar algún accidente, el mercenario estaba ahí, casi como una porrista, y no solo se refería a la actitud y a que lo estaba animando, sino que literalmente, estaba vestido de porrista.

Aquello era muy vergonzoso, pero cada que intentaba decirle algo, terminaba dejándolo sin palabras ante todo lo que le decía.

El "¡mi baby boy es el vencedor!" O "¡eres tan fuerte! ¡eres mi héroe!"

Sinceramente, aun no entendía por qué le decía baby boy ¿acaso parecía un niño? ¡era obvio que no! Había crecido casi 2 pulgadas desde que tenía 15 años.

Pero eso no era todo, sino que, a cada momento, parecía tener una lucha consigo mismo.

Primero hacia ademán de que se lanzaría a abrazarlo, pero se terminaba deteniendo en el último momento, incluso había visto como mordía sus dedos en un intento de no darle una nalga.

Y le llamo intento, porque termino dándosela y para evitar volviera a pasar, le había dado un coscorrón al mercenario, pero sabía que en realidad no estaba muy arrepentido, porque no escucho ninguna disculpa de su parte.

Era como una combinación de comportamientos, pues le seguía hablando al oído, pero en lugar de proponerle tener sexo, le proponía visitar algún sitio de interés, aunque para Deadpool, eso solo era o su departamento, o un motel, así que aun fallaba terriblemente en las opciones.

Era como si también ahora evitara las palabras como: culo, pene, follar, coger, masturbar... y también todas sus frases derivadas de esas palabras, pues ahora en lugar de preguntarle "¿quieres que te la meta?" Le decía "¿me das un beso?"

Y en lugar de "vamos a lo oscurito" era "hay que ir a un lugar más tranquilo"

Y su "mejor " intento hasta ahora "tengo un super pene" por "estoy muy bien dotado ¿quieres ver?"

Era consiente que algunas cosas nunca cambiaban, pero Peter en verdad apreciaba el intento, aunque también comenzaba a sentirse raro, pues igual le incomodaba, a veces era bastante cursi con él, demasiado atento.

No es que no le gustara, pero había algo que aún le impedía poder ver a Deadpool como una agradable compañía.

Él seguía matando, asesinando como si fuera un deporte, en algunas ocasiones, esa era la forma en la que lo encontraba, lo que lo terminaba obligando a Peter a intervenir y tratar de evitar lo hiciera. Y eran muy pocas veces las que lo lograba.

Podrían haber estado en medio de risas cuando surgía una situación, algún delito menor que detener, pero el mercenario iba directo a matar.

Era ahí cuando toda magia desaparecía y volvía a hacerlo enojar y hacerlo odiarlo de nuevo, era cuando Peter se marchaba con gran molestia después de haberle dado una buena patada en el trasero para que se alejara de él.

Ese era el único detalle, que seguía siendo un mercenario y no parecía que quisiera cambiar y por muy agradable que fuera, por más que lo tratara con cariño y comenzaran a compartir parte de sus mundos, por más que comenzara a gustarle aquel idiota con gran gusto por la comida mexicana, no estaba dispuesto a dejarse llevar por las prácticas de Deadpool.

No había forma de que pudiera entender que quitara vidas, simplemente no podía y como héroe, su deber era tratar de evitarlo, lo que los ponían en sitios opuestos de aquella delgada línea que el castaño no estaba dispuesto a cruzar.

Pero tal vez, solo tal vez, estaba dispuesto a intentar que Deadpool cambiara, confiaba en que podría lograrlo, tal como ya lo había hecho con su comportamiento, podría apoyarlo. La cuestión era, que Deadpool no parecía querer esa ayuda.

Después de haber salido de sus exámenes, Peter decidió tomar un descanso del estudio, queriendo subir al más alto edificio que encontrara y dejarse caer, sentir el viento, la adrenalina y columpiarse por el centro mientras disfrutaba la vista.

Y no fue algo que solo hubiera dejado en el pensamiento, pues apenas una hora después, ya se encontraba listo para saltar, sin pensarlo demasiado para mirar una vez más el paisaje desde el Empire State y dejar que su cuerpo cayera, cerrando incluso sus ojos por unos segundos.

Los abrió de golpe cuando sintió como era sostenido por alguien, un poco asustado al no haberse dado cuenta antes de si estaba por chocar o si estaba en peligro.

Ver a Deadpool no fue precisamente una buena señal, pues la idea de evitarlo no funcionaba si terminaba en sus brazos de cualquier forma.

-baby boy, no hay razón para desear quitarse la vida, que no estas solo ¡me tienes a mí!-

-no pensaba hacerlo, pero si eso es todo lo que tengo, creo que no valdría mucho la pena-le contesto casi con una risa, mirando el gancho por el cual Deadpool había logrado llegar hasta donde él estaba, disparando una telaraña para poder soltarse de sus brazos y subir un par de metros más para alejarse de él.

-eso ha sido muy cruel ¡yo podría hacerte muy feliz!-se quejo el mercenario, tratando de seguirlo-estamos hechos el uno para el otro-

-en verdad que no te lo creo-

-apuesto a que, si dejaras de golpearme cada que intento mostrártelo, tu también te darías cuenta de eso-

-claro-respondió el chico con cierto sarcasmo, con su mirada perdiendose por las calles de la ciudad, las personas que transitaban ahí.

Por un momento, Peter dejo de ponerle atención a las palabras del mercenario, que seguía hablando, todo desde que había notado a un viejo conocido saliendo del centro joyero y podrían llamarle loco, pero habría jurado que aquel gran ventanal no estaba roto antes.

Se columpio de inmediato hacia allá, un poco intrigado al ver salir al sujeto con gran tranquilidad mientras cargaba una bolsa, algo extraño suponiendo que normalmente sus robos los hacia por las noches y casi siempre salía huyendo al verlo.

-Vamos, Marko, esto ya me está cansando-fue el saludo que le dio al hombre, en realidad de llamaba William Baker... Baker... bueno, le decían Flint Marko, pero a Peter le gustaba llamarlo por su apellido, ya eran casi como un amigo, pues era incontables las veces que lo había atrapado robando-¿y tu compañero? ¿Dónde esta O'Hirn?-ese era parte de alias de un hombre con el que siempre se encontraba también, pues usualmente trabajaban juntos, aunque prefería llamarle Alexander, eso al parecer no le gustaba.

Peter miraba curioso a Flint, pues lucia mucho más confiado, como si fuera a pelear con él, algo que siempre hacía, pero Spiderman siempre le ganaba, así que no le preocupo.

-creo que ya no necesito un compañero-le respondió con una suave risa, dándole un puñetazo, con su sentido arácnido reaccionando tarde ante el gran cambio, pues el brazo de su oponente había tomado un color arena y se había alargado un par de centímetros para poder alcanzarlo y golpearlo.

Logró derribarlo con facilidad, pues ese golpe parecía haber sido hecho por una piedra y no por el puño de Marko, y solo por si necesitaba otro golpe para comprobarlo, recibió en su abdomen una patada que, de igual forma, había repetido el mismo proceso que con el brazo.

-Aghh ¿Qué esta...-

-¿pasando? Yo estoy pasando ¡llego el hombre de arena!-exclamó con cierta emoción el hombre, con ese poder fluyendo de cada átomo de su cuerpo ¡eso sin duda lo volvería imparable!

Y eso estaba muy mal, Peter no entendía que era lo que le había pasado, la fuerza de Flint era mayor, todo su cuerpo parecía hecho de arena, incluso formaba martillos con sus manos, algo que dolía bastante, además de que, al intentar golpearlo, no parecía afectarle.

Termino en el suelo por segunda vez después de haberle dado un golpe en la cara y haber recibido en cambio una avalancha de arena sobre sí mismo.

Ahora mismo estaba odiando cada cosa que tuviera que ver con la arena, esa no era la visita a la playa que tanto se había imaginado, pues ya no veía siquiera el sol, con aquella avalancha aplastandole el cuerpo sin dejarlo moverse.

Fue entonces cuando una mano apareció para tomarle de la muñeca y sacarlo de la arena, con Deadpool casi poniéndose enfrente de él, listo para sacar su katana de ser necesario para luchar contra aquel... lo que sea que fuera.

-muy bien, te dejo que elijas como quieres morir ¡pero nadie toca a la arañita!-le dijo el mercenario, realmente molesto por que aquella cosa pensara siquiera que podría lastimar a su amado baby boy.

-aun lado, el insecto y yo estamos hablando-se quejo Marko, realmente no tenía intención de seguir en aquella pelea. El hombre araña siempre ganaba por sus poderes, pero ahora que él tenía los suyos, nadie iba a detenerlo, viendo a ambos enmascarados con aburrimiento, girando el rostro un poco al escuchar a la policía acercarse.

-no es que no me divierta contigo , araña, pero tengo otros sitios que robar y esta vez, no dejare que seas la nube de lluvia en mi playa soleada-se despidió, quedandose quieto un momento antes de aventar a ambos contra el pavimento con fuerza, solo por diversión, transformándose luego por completo en arena para avanzar por la calle hasta llegar a una alcantarilla y escapar.

Spiderman iba a darle alcance, pero Deadpool no le dejo seguir, tomándole del brazo para mantenerlo a su lado, dejando su katana de nuevo en su lugar antes de levantarse de donde había caído.

-tranquilo, spidey, no se llevo nada, el idiota dejo la bolsa aquí-le dijo el mercenario, casi con un tono de broma, pero parecía un poco forzado, pasando de forma rápida su mirada por el cuerpo del chico antes de soltarlo al ver que se acercaba la policía.

* * *

Lo deje hacer su trabajo, esperando en un callejón cercano a que terminara de explicar y volviera, pues quería un par de explicaciones o preguntarle si sabía al menos ¿Qué era esa maldita cosa de arena?

Esa cosa no existía antes y no me había gustado para nada que tratara así a mi baby boy, pero ya lo buscaría y lo haría puré, nadie se metía con mi arañita sin salir impune ¡mi baby boy podía ser la nube de lluvia de cualquier playa si él quería!

-no creí que siguieras aquí-me dijo alguien de pronto, haciendo que me girara al reconocer la voz de mi lindo niño, acercándome a él, estabdo por decirle algo, pero preferí tomarlo de la cintura y echármelo al hombro, ignorando todas las quejas que me dio, dándome una patada en la cara que pude soportar, llevándomelo conmigo a un sitio donde pudiéramos estar sin que nadie nos molestara, usando los basureros cercanos para saltar sobre ellos y subir al techo de lo que antes había sido una tienda pero que ahora se encontraba cerrada.

-diablos, Deadpool ¡Bájame!-me ordenó, golpeando mi espalda con cada vez más fuerza, si no me regenerara, seguramente dejaría moretones bastante feos.

-te voy a bajar solo si me dices la verdad ¿te lastimo?-le pregunte, haciendo dejara de golpearme, solo escuchando su silencio.

-no lo hizo-me dijo después de unos segundos-solo son raspones, Deadpool ¿a ti que te importa?-

~¿Y si lo revisas? Podrías aprovechar para meter mano~

<Nuestro baby no nos entiende, nos importa por que lo amamos con todo lo que nuestro corazón puede amar a alguien ¡y por que si le pegaron muy feo!>

Mis voces tenían toda la razón, pero decidí confiar en las palabras de mi Pet para bajarlo, pero no solté su brazo, sosteniéndolo con cuidado mientras revisaba algunos sitios donde su traje se había desgarrado un poco.

Realmente no era nada grave, si eran raspones, algo normal tomando en cuenta que aquella masa de arena lo había arrastrado un poco y que prácticamente lo habían estampado contra el pavimento varias veces.

-¿ya puedes soltarme? No entiendo por que te pones así, me he hecho peores cosas que estas-me dijo, haciendo que yo empezara a negar.

-spidey, ese hombre tenía super poderes, igual que tú y que yo, claro que hay razón para preocuparme, un monstruo de arena ataco a mi niño-le dije de forma dulce y cariñosa, sacudiendo un poco de la arena que había en su traje.

<Puta arena, siempre se mete donde no debe>

~Creo que nosotros tenemos algo de ella en los calzoncillos~

-no soy un niño-

-claro que sí, un bebé hermoso-le dije, esta vez con una sonrisa, un poco más relajado, burlándome un poco de él-bebé-le repetí, mirando como se cruzaba de brazos, aprovechando mi cercanía para abrazarlo.

Sabía que también tenía uno o dos raspones más por las piernas, pero sabía que ahí no me dejaría revisar, por lo que me conforme con aquel abrazo del que no parecía querer soltarse, por lo que disfrute de sentir su pecho subir y bajar al respirar, además de aquel suspiro que me había erizado la piel al escucharlo.

<Este es tú momento, vas>

-Spidey...-comencé a decirle, tratando de hablar seriamente, algo difícil suponiendo que casi nunca actuaba así-cuando digo que te quiero, no bromeo, tampoco cuando digo que te amo, mira, que con eso no se juega-le dije, sonriendo un poco, aunque seguía sin corresponderme el abrazo.

-Deadpool, no puedes esperar que te crea todo eso, no viene al caso y apenas te conozco-me dijo, algo que me dolió un poquito, pero no me desanime, yo haría que también me quisiera.

-pues deberías creerme, por que yo quiero estar solo a tu lado, abrazarte besarte, darte amor, llenarte de amor, casarme contigo, tener muchos hijos y hacerte la persona más feliz del todo el puto multiverso-empecé a decirle, casi contando con mis dedos cada cosa que tenía en la lista, también había otras, pero esas quedaban prohibidas de momento.

Le termine besando la mejilla, manteniendo mis manos aferradas a su espalda, solo para evitar comenzaran a bajar solas y terminaran jodiendo el momento, que no parecía ser tan malo si aún no me golpeaba.

-si, claro ¿y la cámara donde esta?-me dijo, casi podía ver como levantaba una ceja, con esa sonrisa que no resistí más y terminé por levantar un poco su máscara para verla.

-por favor, sonríe otra vez-le pedí al ver que mi acción la había borrado de su rostro-tú sonrisa es muy hermosa-pase mi pulgar por su mejilla al verla cambiar de color, algo que me acelero el corazón y por que no admitirlo, me hizo meter la pata de forma monumental

Pero no fue por el beso que inicie casi inmediatamente después, tan suave y delicado que más que un beso, era una caricia a sus labios, habiendo levantado parte de mi máscara para poder sentir su piel.

Tampoco fue culpa de mis manos, que habían terminado por traicionarme para bajarse a aquel trasero que comencé a masajear con igual cuidado, apretándolo suavemente.

Y no, no fue por que después de unos segundos de besarlo, le había comenzado a quitar la máscara, toda la culpa había sido de mi estúpida bocaza.

-es...pera, Deadpool, no... no hagas eso-me había pedido cuando empecé a jalar la tela de su rostro, dejándolo por completo al descubierto, por lo que besé sus cabellos para que no entrara en pánico y se alejara cuando por fin estaba logrando algo.

-tranquilo, Peter-le dije, casi en la gloria al poder pronunciar su lindo nombre-lo sé-

-¿Q....que?-

-te seguí-le susurre, muy orgulloso de mi mismo-también te he visto semi desnudo y eso me encanto ¿puedo desnudarte ahorita?-

Mire sus bellos ojos, que tenían un singular brillo, estando por darle otro beso, esta vez de lengüita, que me pareció era la oportunidad perfecta para saborear su boca, pero la patada que me dio fue diferente a todas las demás por dos razones.

Una, que me la dio justo en mi pobre pene, partiéndolo y dos, que esta vez si pude mirar su expresión llena de ira mientras me retorcía en el suelo ¡que me regenere no significa que no me duele!

-tú... ¿¡Me seguiste!?-me grito, a lo que yo asentí, ya había metido la pata, no tenía sentido mentir e intentar negarlo.

-si Pet pay, pero ¡ahh! ¿Por qué justo ahí? Te vas a quedar sin tu juguete-

-¡Vete al infierno lejos de mí, Deadpool!-casi me arrebato su máscara, que aun tenía en mis manos, la cual se puso antes de disparar su red e irse, dejándome solo y adolorido, no por mi super pene, que ya estaba como nuevo, sino por que había arruinado mi mejor oportunidad como solo yo sé.

~Wade~

-¿sí?-

<Jodete>

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