17. DEPRAVADO CONTROLADO.

Tierra-199999

Era una sensación un poco extraña, pero no le tomo mucha importancia, pues tampoco era algo tan preocupante, solo era como si alguien lo siguiera, pero si no había sentido arácnido, no había problema.

Llego felizmente al mismo callejón de siempre para cambiar de vestuario y poder salir a las calles, con un poco más de energía que en días anteriores, pues aquel Domingo sin Deadpool le había venido de maravilla, con ese descanso que ya necesitaba y espera así fuera de ahora en adelante.

El mercenario no había vuelto a molestarlo desde aquel incidente con el "regalo".

No odiaba a Deadpool... solo no lo soportaba, si, esa era la palabra, no lo soportaba y lo quería lejos de él, pues a cada momento se sentía en riesgo de ser violado y eso le atemorizaba un poco, pues no quería que de pronto los juegos se acabaran y en verdad pensara en forzarlo, que por lo que había investigado, sabía que podía.

Había pensado en comunicárselo al señor Stark para pedir algún consejo, pero desecho la idea al instante, ya era lo suficientemente mayor como para hacerse cargo de si mismo y resolver sus propios problemas.

Su imagen ya estaba consolidada y ha excepción de un viejo cascarrabias en las noticias, todo el mundo le quería, por lo que no debía solo buscar donde ayudar, pues al pasar durante su patrullaje, las mismas personas le llamaban y le pedían ayuda, una petición que iba desde gatitos atrapados en arboles hasta a personas atrapadas dentro de un edificio que se incendiaba.

Y justo esto último fue lo que se le atravesó al ver el humo que se comenzaba a elevar al cielo, columpiándose con velocidad para poder llegar, incluso dejando atrás al camión de bomberos que también iba en la misma dirección.

De inmediato vio a dos jóvenes, un par de años más grandes que él, que estaban cerca de una de las ventanas, por el tercer piso, por lo que se dirigió de inmediato con ellos, para bajarlos y poder sacarlos de las llamas, pues al parecer, la puerta para salir estaba por completo en llamas.

No fueron más que unos segundos los que tardo en ponerlos a salvo en el suelo y no hizo falta más tiempo para que le informaran aún había personas dentro, en el último piso, pues al parecer el resto ya había logrado salir.

El camión de bomberos se estaciono justo a un lado de donde se encontraba él antes haber disparado una de sus telarañas para volver a subir, entrando por la misma ventana, pues por como logro ver los departamentos, tan amplios, y con un edificio pequeño, que solo tenía cuatro pisos de altura, cada piso solo tenía dos.

Decidió comenzar desde los pisos superiores, sin encontrar nada en el cuarto ni en el tercero, sin embargo, por las escaleras al segundo piso, logro ver a un padre con dos pequeños, tratando de seguir bajando para salir, pero el humo se había vuelto tan denso que no les permitía ver para continuar bajando.

-hey, hola-los saludo, mirando el pánico en los niños, calculando no pasaban de los 8 años, el más chico incluso parecía de cinco o seis años, así que debía encontrar la forma de tranquilizarlos, aunque al parecer, el solo llegar ahí había sido suficiente para ellos.

-¡spidey!-dijo el niño más grande, quien se abrazó de inmediato a él, con un poco del techo cayendo delante de ellos y cubriendo la escalera, por lo que ya no podían seguir bajando.

-arriba, los sacare de aquí-les ordeno, haciendo que volvieran a subir, cargando con ambos niños para que el hombre frente a él fuera más rápido, teniendo que empujarlo cuando su sentido arácnido le advirtió de más partes del techo cayendo, apenas y logrando pasar ambos antes de que aquel trozo les terminara cerrando su única salida.

-¡spidey!-esa voz no era de ninguno de los niños, algo que lo hizo suspirar con frustración, pues no entendía esa habilidad que tenía el mercenario para aparecer en el peor momento posible.

-¿Qué haces aquí?-fue lo primero que le pregunto, aunque era más una pregunta retórica, pues sabía muy bien que hacía ahí, solo quería molestarlo, por lo que solo lo ignoro, avanzando rápidamente para llevar a los niños y su padre fuera por una de las ventanas.

-quería venirte a ayudar-le respondió Deadpool, levantando al hombre para que pudieran ir más rápido, siguiendo a Peter, con su mirada sobre el trasero del chico, mirando enamorado como derribaba la puerta de una patada para lograr pasar al departamento e ir a la ventana más cercana.

Peter logro sacar y bajar a los pequeños sin mayores problemas, columpiándolos incluso con sus telarañas para diversión de los niños, con Deadpool solo saltando, pues no era una altura que no pudiera manejar al caer.

El fuego comenzó a ser apagado por los bomberos, mientras que los paramédicos atendían al hombre y los niños para asegurarse que no quieran quemaduras o algún otro problema.

-gracias hombre araña-dijo el niño pequeño, pareciendo muy orgulloso de sus palabras, como si por in hubiera logrado poner en práctica lo que le enseñaban en casa.

-no hay de que-le respondió Peter, revolviendo sus cabellos, chocando los cincos con el más grande mientras interactuaba un poco con ellos, con el mercenario observándolo a la distancia, casi sintiendo celos de los niños, pero la imagen era demasiado tierna como para molestarse.

-¡buen trabajo, compañero!-le dijo cuando el chico por fin se dio media vuelta y comenzó a caminar hacia él.

Cuando Deadpool dio un paso, Peter retrocedió uno, pues creía haría algo inapropiado, pero solo lo vio levantar su mano, pareciendo sonreír, haciéndolo negar con suavidad, no iba a darle los cinco.

Dile que es asombroso

-eres asombroso, spidey-obedeció el mercenario, siguiendo los pasos del chico cuando lo vio pasarle por un lado y alejarse, no queriendo que su encuentro durará tan poco.

-¿Qué haces aquí en realidad?-le pregunto Peter, sin entender su comportamiento-gracias por la ayuda, pero...-

-Solo quería...-apenas murmuro Deadpool, pues lo que quería decir era "solo quería una oportunidad para tocarte el trasero, claro"-solo quería verte-termino por corregirse, tratando de ser cuidadoso con sus palabras.

Se daba cuenta el estado en que había puesto a su spidey, casi podía imaginarse la mueca de confusión que debía tener en el rostro.

-Te dije que ya no me buscaras-le respondió Peter, mirando con desconfianza la mano que Deadpool había puesto en su hombro.

-si, no suelo hacer caso-

-¿esa es tu excusa?-

-no, en realidad quería invitarte a comer-aquello no estaba saliendo muy bien, los silencios incomodos se instalaban con mucha facilidad entre ambos y temía un golpe en cualquier momento, pero en lugar de eso, el chico solo negó, dando un paso hacia atrás.

-no, gracias-le dijo de forma seca, dándose media vuelta para seguir con su camino.

~Intenta disculpándote... o dale un beso, tal vez igual funciona~

<¡una nalgada! Es tú mejor carta>

-y...-volvió a decir, solo para detener el avance del chico, con Deadpool rascando un poco su nuca-...también quería decirte que lo siento-

Fue una sorpresa para él que Peter se volviera a acercar, cruzado de brazos, pero cerca de él.

-si bueno, fui muy pesado contigo y tal vez debió molestarte que te tocara sin tú permiso...-

-¿tal vez?-le cuestiono el chico, viendo al mercenario asentir, pareciendo un niño regañado, a pesar de que era bastante más alto que Peter.

-ok, si te molesto y no volveré a hacerlo-

-bien-dijo el castaño, haciendo una pusa de pocos segundos antes de volver a hablar-disculpa no aceptada-

~¿Qué?~

<¿¡Qué!?>

-¡baby boy!-se quejó el mercenario, pues aquello no era justo-ya dije que lo siento ¡perdóname!-le ordenó, abrazándose a su cintura apenas lo vio dar un salto para trepar por una de las paredes e irse-por favor, mira ¡que lo he pedido por favor!-

-vamos, Deadpool, suéltame-

-no te suelto hasta que me perdones-

-pues no te voy a perdonar hasta que me sueltes-contraataco Peter, viendo al mercenario dudar.

-¿Y como sé que si te suelto me vas a perdonar?-

-¿y yo como sé que si te perdono tú vas a soltarme?-

Deadpool hizo un puchero, sabiendo que en eso no podría ganar, pues todas sus estrategias estaban prohibidas por la lista de no hacer con Peter o la ONU vendrá por nosotros, soltándolo sin más remedio, cayendo de sentón al no haber sentido deseos de caer de pie, cruzándose de brazos, como a punto de hacer una rabieta.

El chico termino por suspirar, pues realmente eso no era lo que había esperado que hiciera, continuando con su camino hasta llegar al techo, asomándose por la orilla solo para confirmar que el mercenario seguía en su sitio.

-esta bien, Deadpool-le dijo, sonriéndole por primera vez-te perdono-

-¿en serio?-

-si-al recibir esa respuesta, Wade se puso de pie, pensando unos segundos.

-¿eso significa que somos superamigos?-

-demasiado pronto-fue lo último que le respondió Peter, pues se alejo casi de inmediato, esta vez sin mirar atrás.

* * *


Algo había cambiado en la dinámica que tenían entre ellos, había sido de una forma tan extraña y tan rápida que le causaba un poco de curiosidad.

El mismo día que Deadpool le había ayudado en aquel incendio, tan solo dos horas después, se le volvió a acercar, esta vez con una rosa que mantuvo oculta tras su espalda hasta que estuvieron frente a frente.

No pensaba aceptarla, pero el mercenario tampoco parecía dispuesto a aceptar un no como respuesta, por lo que termino tomando la flor, un poco dudoso, eso si ¿acaso habían raptado a Deadpool y la persona que tenía en frente era un clon o un cambia formas?

-eres muy lindo, todo de ti es lindo-le había dicho mientras miraba al suelo, con una voz bastante acaramelada, casi tierna, pero solo segundos después, había parecido que otra había tomado su lugar, pues era idéntica a la de un pervertido-también tu trasero es lindo-

Y lo peor, es que eso se lo había dicho mientras clavaba sus ojos en él, como desvistiéndolo con la mirada, algo que pareció notar por lo que de inmediato le miro a la cara, con un tono un poco más serio y formal.

-¿tienes hambre?-Peter negó con la cabeza, haciendo que el mercenario replanteara sus opciones-Ehmm... ¿Quieres ir por un café?-al ver la nueva negativa, empezó a jugar con sus manos, pensando-¿una dona? Hay una tienda a una cuadra y saben ricas, ya las probé, yo invito-

-no tienes que invitarme, Deadpool, no tengo hambre-

-¿entonces me das un beso?-y ahí estaba esa voz dulce de nuevo, persuadiéndolo, estaba muy seguro de que, si ese no era Deadpool, era un cambia formas, solo eso explicaría su comportamiento-solo uno-

-prefiero la dona-le respondió el castaño, habiéndose arrepentido de haber dicho eso al ver al mercenario aplaudir suavemente, como si festejara-no dije que quisiera ir, solo que prefiero...-

-no, ya no puedes cambiar de opinión-le dijo con su tono de voz normal, tomándolo de la mano para caminar por la calle, guiándolo hasta la tienda, sabiendo que apenas viera era su favorita, dejaría de negarse.

Y fue como si volvieran a iniciar de nuevo, pues por un momento, Peter olvido lo que el mercenario había hecho en los primeros días, descubriéndose en un determinado momento, pasando un momento agradable con él mientras le contaba lo que sería la mejor historia que había escuchado, donde lo más sorprendente fue que no había dobles sentidos, ni eran propuestas indecentes.

Ambas mascaras se encontraban medio levantadas para poder comer, pues Deadpool había comprado un par de lates y una bolsa llena de donas que hizo que el chico escogiera, habiendo elegido una agradable zona sobre las escaleras de incendio de un edificio para comerlas.

Resulto un buen día para salir, pues su tía May había partido por la mañana, por lo que, desde ese día, comenzaría su semana libre donde no tenía horarios, por lo que se permitió quedarse a comer una dona más para terminar su café, pero no fueron más que unos minutos, por lo que casi siendo las seis con treinta, decidió irse a casa, pues quería estudiar un poco para el examen de biología y Física que tenía al día siguiente.

-gracias, Deadpool, pero ya tengo que irme-

-¿tan pronto?-casi se escuchaba decepción en su voz, pero no iba a decirle que podía quedarse más tiempo solo por eso.

-tengo otras cosas que hacer-fue lo único que le respondió, pero a diferencia de lo que esperaba, Deadpool no le discutió.

-esta bien ¿nos vemos mañana?-le pregunto mientras se levantaba ofreciéndole una mano al chico para que hiciera lo mismo, sonriéndole apenas ambos estuvieron de pie-mucho cuidado, arañita-le dijo, acercándose un poco más al ver esos tiernos labios frente a él, pero Peter termino por detenerlo con una de sus manos, colocándola sobre la cabeza de Wade para que no fuera a besarlo.

-ni lo pienses-le advirtió, bajando su mascara por completo, con Deadpool apenas susurrando un "esta bien" antes de verlo alejarse.

Le estaba costando resistirse, pues su primer pensamiento ante la cita era la posibilidad de que al final lograra tocarlo un poco, pero si quería pasar más de cinco minutos con él, tenía que reprimir todos esos instintos que tenía al verlo, aquello había resultado demasiado bien, solo tenía que tener paciencia.

~Suena a algo que no tenemos~

<¡no lo soporto! Necesito que toques ese trasero ¡lo pide a gritos!>

~Nuestro baby boy es demasiado lindo ¿Cómo lo soportaremos?~

Wade también se hacía esa pregunta, pero no había encontrado respuesta aún para eso, salvo tal vez, que por estar a su lado, haría lo que fuera.

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