144. ASALTO SEXUAL.

Tierra -reverse.

- ¿Y bien? -pregunto el castaño con un poco de nervios, jugando con el yeso de su brazo mientras el doctor miraba las nuevas radiografías. Se esperaba que eso pasara tarde o temprano, así que incluso había practicado frente al espejo como actuaria.

Era su cita mensual para dar seguimiento a su fractura, pero parecía que los resultados eran todo menos normales.

-tu brazo está bien-le dijo el médico, aun bastante sorprendido-ya no hay ni siquiera una fisura, es sorprendente lo rápido que ha sanado.

- ¿está seguro? Bueno, tampoco me ha dolido ni nada, pero creí que duraría más tiempo con esto-

-tal vez ocurrió un error con tus radiografías, no estoy seguro-le dijo el hombre-no era muy grave, pero si debería tardar al menos un par de meses-

- ¿y el error fue desde las primeras radiografías o es de esas? -señalo las que se encontraban pegadas en una pizarra a contraluz, haciendo dudar al médico, quien se terminó acercando para revisar su brazo- ya no siento dolor desde hace un par de días ¿cree que tal vez no haya sido una fisura y que fue un error en la imagen? -

-no es algo muy común, pero no puedo descartar la posibilidad-le concedió, tocando con suavidad el yeso-dime apenas sientas dolor, por mínimo que sea-le pidió, comenzando de forma lenta a mover el brazo, subiendo y bajando, pero el castaño no dio ninguna señal de dolor-todo parece bien-observo.

-entonces ¿debo seguir usando el yeso? -cuestiono el castaño con ilusión, esperando ya poder deshacerse de él.

-no, no es algo necesario, pero aún debes evitar hacer grandes esfuerzos, puedes realizar algunos ejercicios de baja intensidad para recuperar poco a poco la movilidad -explico el doctor, mientras iba por la sierra para quitarlo, no tardando demasiado en dejar libre esa extremidad, la cual volvió a revisar de forma minuciosa, pero todo parecía estar en orden, la recuperación había sido completa.

Peter sonrió, solo habían sido algunas semanas con el yeso y ya se sentía harto, le agradecía a que su regeneración fuera un poco más rápida, porque él no resistiría estar tanto tiempo con esa cosa.

Volver a su ritmo normal le había costado, entre la escuela, el trabajo y su brazo, la única razón por la que comía bien y dormía lo que debía, era por el mercenario.

Wade no lo había acompañado a esa consulta, pues en realidad ni siquiera sabía que Peter tenía que ir, pero todo era parte de una sorpresa que le tenía el castaño, como un intento de que las cosas mejoraran.

Su novio se había comenzado a comportar de forma extraña, solo después de unos días, había rechazado dormir en la misma cama que él y después de una semana, había disminuido el contacto. Aún seguía siendo dulce y cariñoso con él, pero ya no lo abrazaba o besaba, ni siquiera dormía con él.

Y eso comenzaba a preocupar al chico ¿y si ya se había dado cuenta que en realidad no le gustaba tanto como creía? Tal vez por eso había estado tan impaciente por que llegara el día en que le quitaran el yeso, por eso había contado los días en su calendario y había sido tan insistente para saber la fecha exacta, porque así ya podía valerse por sí mismo y entonces Wade ya no se sentiría mal por dejarlo.

Había intentado de todo para no llegar a esa conclusión, pero el mercenario simplemente lo evitaba. Cada mañana, tenía que seguirlo por varios minutos para poder robarle un beso y aunque había intentado seducirlo, no obtuvo los resultados que quería.

Ya no tenía más ideas, estaba forzando a su mente para pensar en algo que pudiera convencer al mercenario de darle una segunda oportunidad, pero la conclusión parecía ser inevitable.

-lava y humecta bien la zona y apenas sientas la menos molestia, infórmame de inmediato-

-sí, doctor, gracias-le dijo, teniendo que salir de sus pensamientos para atender a todas sus indicaciones.

Salió del consultorio solo con su mochila, había ido después de la escuela y debía regresar a ella para que Wade no se diera cuenta que se escapó. Se ponía un poco pesado cuando eso pasaba.

Tentarlo ya no funcionaba, era como si de pronto estuvieran regresando al inicio, cuando el castaño intentaba por todos los medios enamorarlo, pero siempre fracasaba, ni siquiera los trucos de Assassin le funcionaban ahora.

- ¿Peter? -lo llamo alguien entre las sombras de un callejón, provocándole un pequeño susto al chico, pues ni siquiera había sentido a su sentido arácnido, aunque era normal, Deadpool nunca lo lastimaría- ¿Qué haces aquí? Creí que estabas en la escuela-lo observo de arriba abajo, deteniendo su examen cuando se dio cuenta del yeso faltante- cabeza de red ¿en qué quedamos? Prometí encargarme de tus labores de héroe ¿Dónde dejaste el yeso? No puedes quitártelo y ponértelo solo para ir a ser Spiderman, aun no te has curado por completo...-

-pero ya lo hice-extendió su mano, pero Wade no la toco, observando a su alrededor antes de empujar al chico de los hombros a un sitio más privado para poder hablar con él sin que nadie los mirara.

- ¿Por qué no me dijiste que ya te lo quitarían? -pregunto con seriedad y a un bajo volumen- ¿Qué dijo el doctor? -

-que solo debo evitar grandes esfuerzos y que debo hacer algunos ejercicios para recuperar la movilidad completa...-

-bien, evitemos esos esfuerzos, si ya no tienes que regresar a la universidad, entonces vuelve al departamento, ahí me contaras todo, te cuidare desde el techo y luego daré una vuelta más para asegurarme que todo esté en orden-le dijo, comenzando a avanzar, pero tuvo que detenerse cuando Peter lo abrazo de la cintura.

-no, no hace nada de lo que me digas hasta que me des un beso-le dijo el castaño, gruñendo cuando lo recibió en la mejilla-no, no quiero esos besos, quiero nuestros besos, esos que das en mis labios, o incluso en mi cuello-

-cabeza de red, estas siendo caprichoso, no es el lugar ni el momento...-

- ¿y entonces dónde? Solo admite que ya no me quieres, nadie te detiene si ya no me quieres a tu lado-le reclamo, más molesto que herido, quería al menos una respuesta directa.

-eso es mentira, Peter, yo te amo y lo sabes, te quiero a mi lado-intento convencerlo Wade ¿Cómo le explicaba que si lo besaba ya no podía controlarse más?

-entonces dame mi beso, quiero mi beso, no me iré sin mi beso-le ordeno, cruzándose de brazos, sin borrar el puchero de su cara hasta que reverse lo obedeció, dándole uno corto, suave y muy dulce.

Parecía que Peter ya estaba satisfecho con eso, pero Wade no paro, volviéndolo más intenso, con sus manos ya rodeando al chico y apretándolo con deseo reprimido, mordisqueando sus labios hasta que lo escucho jadear, con su mente luchando contra sus voces y contra sí mismo para no saltarle encima.

Pero todo fue inútil apenas sintió aquella atrevida mano ya en su entrepierna, sin dejar de presionar y masajear, una lenta tortura que ya no iba a aguantar.

-ohh Peter... eres un pequeño pervertido ¿Qué nadie te dijo que no debías ser así de tentador? intento cuidarte de mí enferma mente y no te dejas-

- No sé de qué hablas-

-claro que lo sabes ¿crees que no note que seguías provocándome? Siempre en el desayuno, me acorralabas para dejar un beso en mi cuello, al dormir, no dejabas de removerte contra mí y sentir tu trasero justo ahí...-tomo un poco de aire, alejándose un par de pasos, apretando sus puños al intentar mantenerse bajo control.

-Mmm eres de lo peor ¿Por qué te sigues resistiendo? Yo quiero a mi Deady dentro y tú no me haces el amor-se quejó el castaño, apenas si dando un paso al frente para desabrochar los pantalones, metiendo ambas manos dentro de su ropa interior-soy tu baby ¿verdad? -

-Si...lo eres mi niño, pero...-respondió reverse, tratando de alejar sus manos, tanto tiempo se había reprimido y ahora su ángel era quien le buscaba, estaba por rendirse ante él-Mi Peter... ya quiero hacerte mío, pero...-

-pero nada... quiero mi chimichanga dentro, tu baby está muy caliente, tienes que aliviarlo-le exigió el castaño, algo que solo puso al mercenario más a tono.

-sí, tengo que aliviarlo-estuvo de acuerdo Wade, logrando sacar sus manos para alejarse-pero no te lo hare donde cualquiera podría verte desnudo y si es la primera vez de mi baby, me asegurare sea muy especial-le prometió, viendo al castaño negar.

-No, ya no quiero esperar-dijo, mientras sacaba algo de su mochila-no te daré oportunidad de huir de mí de nuevo-se quejó el castaño, empujándolo de lleno contra el muro más cercano de aquel callejón donde lo hizo caer de sentón, sin dudarlo antes de dispararle con su lanzador de telarañas recién puesto, logrando atrapar parte de su cuerpo.

-Peter... este no es... ni el lugar... ni el momento...-trato de convencerlo, tragando un poco cuando apenas se puso el otro lanzador, volvió a dispararle, quedando por completo inmovilizado contra la pared

Mordió sus labios mientras veía como las manos de castaño pasaban rozando la tela, bajando hasta llegar a su vientre, donde de pronto su mirada de inocencia desapareció y dejo ver una nueva con un particular brillo de travesura en ella.

Su sonrisa era una combinación peligrosa de ternura y deseo, con sus dedos habiendo tomado la tela para jalarla hasta romperla, dejando a la vista los abdominales del mercenario, que casi sintió como llegaba al orgasmo ante aquel arrebato de su chico.

-Peter... rompiste mi...-ni siquiera termino para cuando el chico repitió el proceso, pero ahora con su cinturón-Pet... Peter ¿Qué piensas hacer... conmigo? -

Sus voces ya estaban noqueadas a causa de un fuerte derrame nasal y a él le faltaba poco ¿Qué había ocurrido que de pronto su niño se había vuelto toda una arañita dominante?

Había usado telaraña para pegar sus manos a la pared, desnudándolo con cierto salvajismo y esa sonrisa que no desaparecía, lo que le provoco otro fuerte tirón a su entre pierna. Su baby iba a tomarlo, eso era lo único que pasaba.

-quiero hacer el amor contigo-fue lo único que respondió el ojimiel, comenzando a frotarse sobre las caderas contrarias cuando quito la mayor parte del traje, aplastando el miembro ansioso de Deadpool mientras se movía, comenzando a desvestirse con cierta prisa, demasiado ansioso como para detenerse.

Apenas se deshizo de su ropa interior, levanto lentamente la máscara de Wade para poder besarlo, gimiendo cuando por fin sintió el caliente miembro de su novio contra su trasero.

- ¿y esto te parece justo? Yo quiero tocarte... ahh Peter... estas castigándome ¿verdad? Mmm déjame ayudarte... puedo meterlo con mucho cuidado.... -trato de decirle, retorciéndose un poco-puedo chuparlo-ofreció, retorciéndose al tratar de liberarse, sintiéndose tan débil cuando ese par de traviesos ojos miel le miraban con tanto deseo.

El sitio no era el mejor, apenas si un estrecho camino poco usado, puede que incluso pareciera oscuro a pesar de que el sol estaba en todo su esplendor, con apenas delgadas capas de nieve que empezaban a formarse, pero a los que no les hacían caso por el calor del momento.

Los grandes botes de basura a sus lados les brindaban un escondite perfecto, pero Deadpool no podía imaginarse la vergüenza que sentiría si alguien lo viera en ese estado, donde lo que parecía un pequeño y tierno niño se estaba aprovechando de él y de su cuerpo.

-Deady malo, en verdad eres un pervertido-le dijo el chico, también sonrojado, subiendo y bajando lentamente su trasero, jugando con esa punta que presionaba contra su entrada pero que aún no pasaba, o al menos así fue en las primeras veces, pues al final, tuvo que apoyarse sobre el pecho de reverse cuando pudo atinarle y esa misma punta comenzó a abrirse paso dentro de él.

Wade no pudo más que estremecerse, jalando sus manos con desesperación, solo deseando reventar al chico contra la pared y que por fin pasara lo que se había vuelto su sueño más recurrente. Verlo sobre él no ayudaba, ni siquiera pudo pensar en sus cicatrices cuando su mente de inmediato se perdía en ese cuerpo que parecía bailar sobre sus caderas, con esos pezones para morder y ese trasero para golpear.

Solo le provocaba para tomarlo de sus castaños cabellos y meter su miembro en su hermosa boquita, llenarlo con él hasta que sus aún más bellos ojos lagrimearan por el tamaño.

Estaba realmente jodido si quería tanto tocarlo, porque a juzgar por la risa juguetona de su Spidey, el chico no iba a permitirlo.

-Wade...-pareció un pequeño grito, con el ojimiel estremeciéndose con violencia cuando de una sentada, se lo metió completo, quedándose así algunos segundos mientras el dolor que le había traspasado la columna se calmaba-no me dijiste... que era así de grande...-

-Ahhh Peter... y tú... tú no me dijiste que eras así de estrecho-tuvo que cerrar los ojos, perdido en lo delicioso que se sentía estar dentro, comenzando a mover sus caderas para que el chico lo sintiera-salta, bebé...ya tienes tu chimichanga... -

-Pero tu chimichanga no es lo único que quiero-se quejó el castaño, apretando a propósito su entrada-fuiste malo al hacerme esperar tanto tiempo-

-déjame compensarte... déjame que te muestre cuando te deseo, cuanto quiero sentirte mío, Peter-casi suplico, moviendo desesperadamente sus caderas para penetrarlo, con su boca queriendo llegar a esos botones en su pecho que ya quería morder y chupar, planeando incluso los espacios entre los músculos del chico donde pasearía su lengua.

-no, ya tuviste muchas oportunidades... estas castigado, no puedes tocarme-dio el primer salto, mordiendo sus labios, gustoso cuando lo sintió entrar más adentro, apoyándose en el pecho de Wade para tomar impulso y volver a saltar.

El mercenario gimió, realmente perdido ante aquella cavidad que no dejaba de tragarse su miembro, llegando a creer que ese era un castigo que se tenía bien merecido por tener su mente tan sucia, deseando hacerle tantas cosas, realmente excitado porque su arañita lo tomara a él.

-Pete... Peter vamos... ahh cielos, suéltame... te ayudare a mover esas caderas, te llenare, lo prometo... Mmhp ¡Peter! -

-No, me hiciste creer que ya no me amabas... fuiste malo, jugare con tu cuerpo hasta que ya pueda más...-tomo entre sus manos los restos del traje, aferrándose a ellos mientras se inclinaba sobre el mercenario para frotar también su miembro, sin parar de saltar de lo bien que se sentía, aunque realmente sus piernas era lo que ya no sentía.

Se permitió ser caprichoso, apretando entre sus manos el pecho de Wade, haciendo parte de las telarañas aun lado para poder chupar sus pezones, aquello era mucho mejor que masturbarse pensando en su mercenario favorito.

Subió en besos, mirando el color rojo en la piel de Deadpool, quien parecía realmente excitado, sin perder el tiempo cuando vio el rostro del ojimiel tan cerca, dejando besos en esa pequeña boca que pronto se desvió para morderle las mejillas.

Peter tembló cuando empezó a llegar al límite, completamente sonrojado y con algunas lágrimas estando por salir de sus ojos, demasiado excitado, satisfecho con lo que tenía, un enorme consolador para meterse, tan cálido y gordo que parecía incluso seguir creciendo, palpitando en su entrada, avisando que lo iba a llenar.

Contuvo un grito cuando pudo correrse, encogiéndose después sobre sí mismo apenas sintió el cálido semen del mercenario escurrir entre sus piernas, mismo que parecía aun perdido en las sensaciones.

-Ahh Peter... eso fue... eres tan delicioso...-empezó a decir, observando ese cuerpo que ya quería llenar de besos y lamidas, ese chico al que quería hacerle el amor. Pero la mirada traviesa del ojimiel, solo le advirtió de algo que ya sabía.

No iba a dejar que lo tocara.

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