143. ¡CASATE CONMIGO!
Tierra 8351.
Una semana después.
-Tengo a Manfredi a la vista-informo Parker apenas lo vio por los binoculares, para después girar un poco, buscando donde se encontraban los diferentes guardias, pues el asalto debía ser directo y contundente.
Habían aumentado la seguridad desde la última vez, pero después de haber estado estudiando el área, había logrado encontrar como entrar.
- ¿Por qué mejor no nos olvidamos de ellos? ¿Qué dices? -intento convencerlo Deadpool, abrazándolo de la cintura, pero lo único que recibió fue un codazo en el rostro.
- ¿de verdad, maldito traidor? -le espeto el castaño, sin dejar de mirar a su presa apenas la vio-algo me dice que no quieres hacer el trabajo ¿Por qué no me sorprende? -termino sacando una de sus dagas, para empujar los binoculares con fuerza al pecho del mercenario, dispuesto a dar un salto dentro de zona enemiga.
-no, no, espera, no dije eso, yo me encargaré-le dijo de inmediato el mercenario, haciendo que guardara su daga, desenfundando luego una de sus katanas, suspirando al ver a su objetivo.
No deseaba hacerlo, pero ya había sido una semana difícil, lo que él quería era solo olvidar todo y volver a disfrutar de su sensual novio y si algo había aprendido, es que cuando Parker no deseaba que lo tocaran, en verdad le fastidiaba la existencia, pues por más que lo intentaba, no podía tomarlo por sorpresa, ni siquiera al dormir.
Y aun peor, hace dos días había intentarlo obligarlo, ya lo había hecho antes ¿Por qué serían diferente ahora? Era solo dominarlo y aprovecharse de su fuerza para obtener lo que quería. En cambio, lo que recibió fue una tremenda paliza y un corte nuevo en uno de sus muslos cuando intento evitar que volviera a rebanarle el miembro.
Su arañita enojada era de temer, no temía hacerle daño ni mucho menos romper los límites y eso lo tenía por completo a su merced, por que lo que más deseaba era contentarlo, no quería esa mirada fría ni esa mueca de desprecio.
La noche anterior, harto de no tener nada de él, se trago su ego e intento seducirlo, sin importarle ser el pasivo de nuevo, al menos así podría tocarlo y mirar algo más que molestia, pero el castaño lo había terminado ignorando, como cada día desde el engaño, así que ya no tenía opciones.
Silver Sable había sido un delicioso dulce, pero no le importaba terminar con ello si de esa manera podría al menos dormir en la misma cama que Parker en vez del sillón.
Tomo un respiro antes de saltar de donde se encontraba, rebanando las primeras cabezas que vio, apenas si mirando a la mujer que no perdió tiempo y desenfundo sus dos armas de fuego, sin dejar de dispararle aun cuando Deadpool comenzó a acercarse, sin hacer caso a las balas que lo perforaban.
-debí imaginarlo ¿acaso no tuviste suficiente? -le dijo ella, estando por dar un salto hacia tras para poner distancia entre ambos, pero termino por ser azotada contra el suelo, gruñendo cuando de un golpe fue obligada a soltar sus armas.
-Lo siento bonita-comento Deadpool, alzando su katana-pero pusiste celoso a mi arañita-añadió antes de dar el golpe, debía ser rápido si no quería que Parker se impacientara.
* * *
Miró varias veces atrás antes de irse, suspirando al no ver a Deadpool cerca, pensando en lo mucho que seguramente estaría dudando, pues Parker estaba seguro de que, si en verdad quisiera acabar con Sable, ya lo habría hecho.
Se sentó sobre la orilla de un edificio, observando lo que había robado apenas el mercenario se encargo de distraer a todos, guardándolo bien en uno de sus bolsillos, dispuesto a solo esperar un par de minutos.
Si tanto le gustaba a Deadpool esa perra que parecía una anciana, entonces que se quedara con ella, él no lo iba a estar aguantando ni mucho menos consideraría el compartirlo. O era solo suyo o que se fuera a la mierda.
-Parker-se giró apenas escucho como lo llamaban, mirando sin decir nada a la figura que se aproximaba, con su uniforme con algunos agujeros de bala y manchado de sangre, trayendo un objeto plata en una de sus manos.
No le respondió nada, ni tampoco sintió deseos de hacerlo aun cuando miro al mercenario hincarse ante él, entregándole el premio que tanto había estado esperando.
-toda tuya-
-te tomo tu tiempo-le reprocho, sin siquiera tomar la cabeza que le era entregada, aunque debía admitir que si se sentía satisfecho al ver a Silver Sable muerta.
-su padre intento arrancarme a mi la cabeza apenas la vio muerta, intente ser rápido-se excuso el mercenario, mirando su regalo rodar por el suelo cuando el chico la hizo a un lado de un manotazo-vamos, hice todo lo que me pediste, merezco un premio también ¿no crees? -
-créeme, puedo darte lo que mereces, pero definitivamente no será un premio-le espeto el castaño, acercándose lentamente para tomarle del rostro, levantando lentamente su máscara, apenas si inclinándose hacia el mercenario.
De forma rápida, el mercenario también subió la suya, creyendo que lo besaría, pero antes de que tocara sus labios, Parker se detuvo.
-la próxima vez que quieras engañarme, piénsalo dos veces-le advirtió el castaño, apenas si lamiendo su boca-hablo muy en serio cuando digo que eres solo mío-
-no volveré a engañarte-prometió Deadpool, siguiendo el rostro del chico al esperar un beso-Parker, he esperado una semana, tienes que darme algo más-
-no quiero darte algo más-
-necesito algo más-volvió a pedir, levantándose del suelo, tomando como buena señal que aun no lo golpeara mientras lo abrazaba suavemente-Assassin... necesito algo de ti-
-te daré algo de mí, pero primero quiero algo a cambio-le dijo el chico, pensando aprovecharse-quiero una cena romántica-
-no sé cocinar-
-deberás aprender-añadió Parker con diversión, dejando besara su cuello antes de darle un suave empujón para alejarlo de él.
-vamos, un poco más... otro beso-
-no, que aun me recuerdas a la puta esa-se volvió a negar el castaño con cierta burla al ver al mercenario mendigando su amor.
-Hicimos un trato, completábamos el trabajo juntos, era el pasivo y ya me perdonabas-le recordó, cruzándose de brazos al escuchar la risa de su pareja.
-ya te he perdonado, cariño, la única diferencia es que yo quiero una pareja estable y tu como que no llegas al puesto-le explico, pellizcando con fuerza una de sus mejillas-no tendré sexo con cualquiera, solo con mi novio y tu ahora no eres ni mi amigo-
-Oh claro que soy tu novio y no tendrás otro que no sea yo, matare a quien siquiera se atreva a tocarte-de inmediato amenazó el mercenario, tomándole de forma posesiva de la cintura.
-pues dirás lo que quieras, pero yo no te creo, nada me asegura que no te vuelvas a ir de fácil con otra, y soy muy sexy y lindo, a cualquiera le encantaría consentirme y darme su amor-
-yo te puedo dar eso-
-mentiroso, tu dijiste que de ti no obtendría eso y es lo que quiero, un novio cariñoso, que no se burle de mis sentimientos y que cuando diga que me ama lo diga en serio y no se vaya a tener sexo con otra a la menor oportunidad-casi le grito, pues era consiente que merecía todo eso, además de que estaba un poco celoso, sus versiones si lo tenían.
-algo me dice que en realidad no me has perdonado-comento Deadpool al darse cuenta de que el castaño se la pasaba mencionando el tema entre gruñidos, como si cada que lo recordaba deseara cortarle el pene de nuevo.
- ¡obviamente no imbécil! ¿¡donde mierda te cabe en la cabeza que te puedo perdonar por eso!? Cuando lo hicimos no pude sacarme de la cabeza lo que hiciste con Sable y el solo imaginar donde puso sus asquerosas manos sobre ti me dan ganas de sacarle las entrañas-exclamo con enfado, señalando después con un dedo-así que decídete ¿puedes darme lo que quiero o prefieres irte desde ahorita de mi vida? -
-eres un verdadero dolor en el culo, Assassin, pero obviamente si sigo aquí es por que eso quiero-también gritó, tomándole de las muñecas-y tú mejor decide si en verdad me quieres a tu lado y ya dime tus estúpidos deseos ¿quieres una cena romántica? ¡Bien! Tomare de rehenes a los empleados del restaurante que tu elijas y hare que te atiendan ¿quieres música? Secuestrare a algún grupo y lo llevare ante ti ¡Mierda! Solo dime que quieres-le exigió, agitando un poco a Parker- ¿quieres una maldita boda en cadena nacional? ¡No me importa! Solo ya deja de ponerme peros carajo, que solo quiero hacerte mío otra vez-
- ¿tan fácil te resulta? ¡pues que esperas! Toma, a ver si en verdad eres tan hombre como para hacerlo-exclamo Parker, casi tirándole el anillo a la cara.
-Pues mira como si lo soy, bastardo ¿si me ves? Y de rodillas, pequeña mierda-le dijo, poniéndose en posición para tomar su mano mientras le mostraba el anillo-ahora, maldito niño ¿quieres casarte conmigo para que dejes de joder y pueda volver a abrazarte al dormir? -le pregunto, apretando de más su mano, aun molesto-ahora te toca, tal vez el cobarde eres tú-
- ¿cobarde yo? Te equivocas, testículo con dientes-le arrebato el anillo, poniéndoselo de nuevo-acepto casarme contigo si así empiezas a usar la cabeza en vez del pene tamaño mini que te cuelga entre las piernas para pensar-
-¡Mi pene tiene muy buen tamaño! ¡Y lo sabes! -exclamó el hombre, señalando su entrepierna con obviedad-bien que te rompe en dos cada que lo meto-
-lo que rompe es mi paciencia, por qué no sabes ni usarlo, anciano-también le dijo Parker, con ambos tan cerca que realmente parecía empezarían a pelear o a besarse en cualquier momento.
-se usarlo muy bien, lo que pondré en televisión será como te cojo mientras lloras de placer para que no puedas negarlo-
-¡lo que yo quiero en cadena nacional es esa maldita cabeza! Para que vean que pasa si se meten con mi prometido-
- ¡pues bien! ¿ya puedo siquiera besarte? -le pregunto Deadpool de forma impaciente, usando sus manos para sostener con fuerza la cintura del castaño.
-pues a menos que seas tan estúpido como para saber donde están mis labios ¡sí! Puedes besarme-le espeto Parker, casi gruñendo cuando le atrajo del rostro, con su primera acción siendo morder a su novio apenas bajo en besos hasta su cuello, gimiendo cuando en respuesta sus nalgas comenzaron a ser apretadas.
Esa no era la forma en que pensaba acabar el día, pero igual funcionaba para él.
-la cena la quiero para hoy-se apresuro a decir, apenas si separándose del beso.
-si, si, primero me como tu boca... y luego te llevo al infierno si quieres-le prometió el mercenario, pues él estaba hambriento de otra cosa, pateando la cabeza de Sable con cierto resentimiento cuando le estorbo.
Una sesión más o menos satisfactoria con ella y casi perdía a lo más sensual y caliente que había conocido, en verdad que no valía la pena.
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