120. MIO.
Avanzo con gran felicidad mientras cargaba una bolsa de papel, con todo dentro envuelto como si fuera regalo y es que, en cierto modo, si lo era, se lo daría a su Parker y él se lo pondría para hacerlo feliz.
Cruzo la avenida que lo separaba de la cuadra donde vivía el castaño, sin dejar de avanzar por la acera hasta llegar al edificio, usando la tarjeta que le había robado a uno de los adolescentes ricos que iba de reventón cada fin de semana para entrar a la recepción, llamando al elevador para entrar y subir, con él y su amigo de abajo, ya bastante ansiosos por lo que iban a tener esa noche.
Si, que se le había hecho un poco tarde, pero la tienda de juguetes para adultos estaba por cerrar y tuvo que lanzar algunas amenazas que incluyeron mutilación, impactos de bala y huesos rotos para que lo dejaran entrar a comprar lo que quería.
Era ilógico, una tienda de esas no debería cerrar temprano ¿Qué sentido tiene que sea para adultos si los vendedores tienen horarios de sueño para bebés?
Comenzó a silbar alegremente mientras la luz que marcaba el piso donde se encontraba se movía, todo mientras pensaba en lo que se comería primero, si la cena o al chico.
Aunque ¿Por qué no ambos? Parker podía alimentarlo mientras él solito se clavaba en su miembro, saltando como todo un conejo en busca de su zanahoria.
Apenas el elevador le dejo donde quería, se apresuró a salir, encontrándose entonces, con la primera pista de que algo no iba tan bien como le hubiera gustado.
Era una bala, incrustada en la maldita pared frente al elevador.
¿Acaso su arañita se había estado divirtiendo con otros antes de él?
Siguió caminando, encontrándose con la segunda prueba, la puerta hecha pedazos y más impactos de bala en el marco. Pero eso no le preocupo, sonriendo incluso al ver la sangre y las telarañas, reconociendo la mesa y parte de la comida que había en el suelo.
Lamio sus labios al darse cuenta de que había más disparos, avanzando hacia la habitación del sensual castaño, ahí donde se dirigía la mayor parte del daño, esperando encontrarse con su arañita sobre la cama, recibiéndolo con una mirada llena de picardía mientras le mostraba su poderío sobre los hombres que intentaron lastimarlo.
Esperaba ver sangre de esos tipos, una escena realmente terrorífica, deseaba mirar lo que su castaño había hecho con sus cuerpos.
Lo que no espero, fue ver la habitación vacía, con más sangre e impactos de bala en los muros, sin rastro de Parker, de hecho, sin rastro de nadie.
Dejo que la bolsa que cargaba en su mano cayera al suelo, sin llegar a entender lo que había pasado, observando el lugar, buscando más pistas, causándole un escalofrió cuando encontró una de las cuchillas que le había regalado tirada en el suelo, levantándola suavemente para acercarla más a su rostro, quitándose la máscara, como si temiera no estar viendo bien.
Avanzo hasta el otro extremo de la habitación, la ventana estaba quebrada por los disparos y justo a un lado, estaba la segunda cuchilla, pero esta vez, con una máscara fácilmente reconocible para él. Era la de Spiderman. No de Assassin, sino de Spiderman como tal.
-Pero... ¿entonces dónde...? -se preguntó, comenzando a pensar.
Primero ¿Por qué estaba todo eso ahí? Si, Parker había tenido un enfrentamiento, pero ¿Por qué? Nadie sabía que él era Spiderman, así que tuvieron que ir a buscarlo a él directamente y aunque así fuera ¿Por qué?
-Esos malditos... desgraciados... ¡matare a quien sea que haya hecho esto! -exclamo con furia, golpeando la pared a su lado, soltando más gritos llenos de rabia, al comprender que lo que sea que haya pasado, se habían llevado a su Parker.
Guardo ambas cuchillas en su cinturón, reemplazando las que el cargaba, poniéndose de nueva cuenta su máscara antes de salir por la ventana y saltar hacia el pavimento.
No le importaba como, pero iba a recuperarlo. Y ya le tenía prometida una dolorosa muerte a el idiota que se haya atrevido a llevarse a Peter Parker.
Y para mala suerte del sujeto, Deadpool sabía dónde comenzar a buscar.
* * *
En la habitación, lo único que podía escucharse era los quejidos del joven ante los golpes, con algunos gemidos de dolor escapando de su boca por más que intentara mantenerlo dentro, jadeando cuando entre tanto golpe, apenas si podía respirar.
-el siguiente-ordeno Tombstone, sin hacer intento de ocultar lo mucho que estaba disfrutando eso, observando como otro de sus hombres pasaba al frente para propinarle otra golpiza a Spiderman, mientras que el participante anterior, ya estaba de vuelta en su lugar, donde le sirvieron un buen trago.
Parker intento girar el rostro, seguir la trayectoria del golpe para que no doliera mucho, pero dándose cuenta de eso, el hombre frente a él termino por tomarle del pelo para mantenerlo quieto y darle varios puñetazos más al rostro, teniendo que escupir más de la sangre que mojaba su paladar, volviendo a hacer fuerza con sus manos, cesando su esfuerzo cuando aquella acción solo lo lastimo más.
No eran cadenas, no eran esposas ni nada parecido lo que inmovilizaban sus muñecas, eso era fácil de romper, pero no, sus captores estaban empeñados en mantenerlo quieto, así que habían enredado alambre de púas alrededor de sus manos, más frágil, sí, pero también más doloroso al hacer presión.
Y Assassin no lograba soportar ese dolor como para dejar que las púas perforaran sus muñecas para poder romper el alambre y liberarse, dejándolas tras su espalda y sin deseos de moverlas.
Sus piernas estaban en el mismo estado, con sus tobillos por completo envueltos, llegando hasta sus rodillas y parte de sus muslos.
No estaba atado a ningún mueble, solo lo habían dejado en el suelo, donde los hombres de su objetivo fallido lo golpeaban y pateaban a placer.
La herida en su pierna causada por la bala aun sangraba, otra razón más por la que apenas si podía mantenerse sentado, estando envuelta en un trozo de tela para retrasar su muerte, además de que después de semejante golpe en la cabeza, combinado con los nuevos que le propinaban desde que había llegado ahí, su mente no estaba muy dispuesta a pensar en una forma de escapar.
-el amigable vecino... Spiderman-murmuro Tombstone, recibiendo más alcohol en su vaso, mirando todo desde su escritorio, porque sí, esa hazaña merecía ser compartida desde su improvisada oficina, con los pocos hombres que le quedaban- ¿Quién pensaría que la puta de Deadpool era nuestro blanco? Solo es un chiquillo-
Termino el contenido de su copa, levantándose luego de su asiento, cuando estuvo seguro de que nadie más faltaba de enseñarle modales a la araña, con el hombre en turno parando sus golpes para alejarse, dejando que su jefe fuera el siguiente.
-Para ser tan pequeño, resistes muy bien-le dijo apenas le tomo del cabello de la nuca, gustoso ante su rostro ensangrentado, para de repente, empujarlo con fuerza contra una de sus rodillas, riendo ante el grito del joven, que habían dejado de sonar como gruñidos para convertirse en sollozos.
-vaya, vaya, al parecer el niño quiere llorar-le pateo el vientre, acomodando su saco un poco mientras miraba como Parker apenas si rodaba un poco a causa del dolor- ¿Ya no hay maldiciones? ¿algún comentario sarcástico tal vez? -le pregunto, pues esa era la forma en que había estado el castaño apenas despertó, pero ahora estaba satisfecho al ver que había logrado dominar esa boca y esa rebelde actitud.
Se hinco brevemente, tomando a Parker del cabello para llevarlo arrastrando por todo el suelo, escuchando más gemidos de dolor y sollozos a causa de lo que el alambre le hacia su piel.
-Peter Parker...-lo llamo al sentarse de nuevo tras su escritorio, obligando al castaño a medio sentarse sobre sus piernas- ¿acaso te lastima? -le pregunto, tomando la navaja sobre su mesa para desplegarla, sin dudarlo ni un segundo antes de clavarla en una de las piernas de Peter-ah no, no morirás tan pronto, vas a decirme quien fue tu empleador-
-pu...drete-apenas alcanzo a pronunciar el castaño, recibiendo un cabezazo de inmediato, gimoteando cuando la hoja incrustada comenzó a girar, abriendo más la herida.
-dímelo-le volvió a ordenar, tomándolo del mentón con cierta fuerza, obligándolo a mirarlo mientras lloraba, buscando humillarlo más con eso, pensando incluso en hacerlo suplicar.
Parker lo vio, intentando bajar el rostro, pero Tombstone no se lo permitió, sacando la navaja para ahora acercarlo a su rostro.
-tienes que decirlo ahora, o cortare tu lengua-lo amenazo, presionando más sus mejillas, aprovechando el jadeo de dolor que soltó para meter la hoja, con la punta apenas si presionando en una de sus encías- ¿hablaras? –
-pu...dre...te-le repitió, apenas si entendiéndose al tener la hoja en su boca, con sus ojos mojándose aún más cuando sintió el corte lento en la encía, retorciendo sus manos ante el dolor que eso le provoco.
Nada le costaba decir quien era quien lo contrato, era un villano, por él podrían matarlo si querían, pero no dijo nada, el castaño aún era orgulloso y no pensaba darle al hombre la satisfacción de verlo derrotado, mucho menos de suplicar piedad.
-eres un niño muy terco-le dijo el albino al mirar la convicción que poseía-piénsalo bien, si me dices el nombre, podría darte una muerte rápida-le propuso con cierta burla-o mejor aún, podría ofrecerte trabajo, aunque claro, no como mercenario, pero será igual de divertido, apuesto que eres bueno si lograste embaucar a Deadpool y a mis muchachos les gustaría tener un poco de diversión después de cada trabajo-
- ¿acaso crees... que prefiero ser su puta... a morir? -le pregunto el castaño, mostrándole una sonrisa ensangrentada, mordiendo el cuchillo dentro de su boca.
-si, eso creo...-le susurro, acercándose lentamente, sacando la navaja de la boca del chico, estando tan cerca que solo facilito que Parker pudiera escupirle en la cara.
-sigue soñando...-soltó un jadeo apenas le llego el golpe al rostro, pero Tombstone no lo dejo caer al suelo.
-entonces has elegido tu castigo-le respondió, limpiando con su mano la sangre que había quedado en su rostro a causa del castaño, haciéndole una seña a dos de sus hombres para que se lo llevaran-atenlo bien, los dejare turnarse para jugar con él-sentencio, pues no pensaba darle la satisfacción de una muerte rápida después de aquel insulto.
- ¿eso aplica también a mí? - los interrumpió una voz, provocando un gruñido en el albino al mirar el hombre de rojo y negro que entro por la puerta apenas la abrieron- ¡hey! Que buena fiesta, me siento insultado porque no me invitaran-miro al castaño que llevaban arrastrando, haciendo una mueca cuando Parker desvío la mirada, como si no quisiera verlo.
Y es que el chico seguía dolido por la trampa, pero que Deadpool todavía tuviera el descaro de aparecerse después de haberlo vendido ¿es que acaso pensaba ser el mismo quien lo matara?
Mientras que el mercenario, no supo decir que sintió cuando sus ojos captaron el estado en que se encontraba. Herido y dolorosamente atado, totalmente perdido y sin posibilidades de escapar, totalmente rodeado y al parecer también sin palabras.
Sin duda se habían divertido con él antes de que llegara, tenía el traje roto en varios lugares, con su rostro bastante maltratado por los golpes y su boca aun escurriendo sangre.
Había un agujero en especial que llamó su atención, tenía una bala en una de sus piernas, eso explicaba por qué no había podido huir y el chorro sangrante en la otra pierna, le dio una pista de por que ahora se veía tan pálido.
Se quedó quieto unos segundos, con las risas y celebraciones de aquellos hombres martilleándole los oídos, regodeándose de un trofeo que no les pertenecía.
-fueron mis hombres quienes lo atraparon-le dijo Tombstone con cierta arrogancia que lo hizo enojar aún más- eres tan estúpido que nunca te diste cuenta de que la golfa con quien te revolcabas era Spiderman-se burló-tu ya no eres bienvenido aquí, mutante, así que largo, que Parker ahora es mío-le dijo, soltando una risa cuando a su parecer, solo estaba humillando más al mercenario.
Deadpool gruñó ante aquellas palabras, con una sonrisa torcida y medio psicópata apareciendo, deslizando lentamente una de sus manos hacia una de sus armas.
Pero al parecer, no paso tan inadvertido como creyó.
- ¡disparen! -
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