Ok, hagamos esto una vez más.

 
Mi nombre es Mark Lee y fui picado por una araña radioactiva.
Lo sé, suena raro. Si alguien me hubiera dicho hace unos meses que una simple picadura cambiaría mi vida para siempre, me habría reído. Pero, aquí estoy, columpiándome entre los edificios de Seúl, luchando contra tipos con armaduras de metal y deteniendo crímenes, todo gracias a una diminuta araña.

Pero antes de eso, las cosas eran diferentes. A ver, siempre he considerado un chico algo listo. A diferencia de lo que muchos podrían pensar, nunca eh reprobando ninguna materia. De hecho, siempre me ha encantado la ciencia. Y es justo por eso que estaba tan emocionado por esa visita escolar al laboratorio de biotecnología.

Ese día, estábamos explorando un laboratorio especializado en mutaciones genéticas y experimentación avanzada. En medio del recorrido, me adelanté al grupo para echar un vistazo más de cerca a las exhibiciones de nanotecnología. Fue entonces cuando sucedió: una araña me picó en la mano. El dolor fue intenso, como si me inyectaran electricidad pura. Me preocupo un poco al principio PORQUE ME DOLIO ESA MORDEDURA, iba a investigar mas tarde que clase de araña era pero esa misma noche, mi vida cambió por completo.

Me desperté sintiendo que todo mi cuerpo estaba en llamas, pero no por fiebre o algo normal. Era algo más profundo. Mis reflejos se dispararon, mi fuerza se multiplicó, y... bueno, descubrí que podía caminar por las paredes. Literalmente.

Pasé días intentando descifrar lo que me estaba pasando, aplicando todo lo que sabía de ciencia para analizar mi nueva condición. Busqué que clase de araña verde neón me había picado, no encontré nada. Le di vueltas al asunto si me había picado una araña en el laboratorio talvez era una genéticamente alterada. Después todo, si la biotecnología me había dado estos poderes, seguramente había una explicación científica detrás. Pero no solo fue mi intelecto lo que me ayudó a comprender lo que estaba ocurriendo, también fue mi capacidad de adaptación. Siempre fui alguien que podía conectar con los demás fácilmente, lo que me hacía sentir que, tal vez, podía usar estos poderes para algo más grande.

Fue en medio de todo ese caos que conocí a Haechan. Bueno, técnicamente ya lo conocía de la escuela, pero nunca habíamos sido tan cercanos. Era el chico con más energía que había conocido, siempre riéndose, haciendo bromas y, sobre todo, bailando. A Haechan le encantaba bailar. De hecho, uno de sus grandes ídolos era Michael Jackson. Solía practicar los pasos icónicos de MJ durante los recreos o después de clase, y con el tiempo, todos empezamos a llamarlo "MJ" por eso. Él lo aceptó con orgullo, como si llevar el nombre de una leyenda fuera un orgullo.

Un día, después de la escuela, me topé con él practicando en el gimnasio. Estaba tratando de perfeccionar el moonwalk, y aunque yo estaba ocupado intentando mantener mi vida secreta, no pude evitar detenerme y mirarlo. El tipo era increíble. Parecía que cada movimiento fluía con una facilidad casi sobrehumana.

—¿Qué, te gusta lo que ves, Lee Mark? —me dijo sin siquiera mirarme, su sonrisa de siempre presente—. Cuando quieras, te enseño a bailar como Michael.

Lo gracioso es que, mientras Haechan estaba perfeccionando sus movimientos, yo estaba lidiando con algo mucho más grande. Pero su energía era contagiosa. Pronto comenzamos a hablar más y, sin darme cuenta, nos volvimos amigos cercanos. Había algo en él que me hacía sentir más relajado, como si el peso de ser SpiderMark se aligerara un poco cuando él estaba cerca.

Pero aquí está el problema: no podía contarle la verdad. Nadie, excepto Johnny, sabía que detrás de la máscara de SpiderMark estaba Mark Lee. Johnny, mi mejor amigo, descubrió mi identidad secreta y no fue porque se lo contara. No, fue mucho peor. Estaba en el departamento compartido que tenemos, practicando mis movimientos con la telaraña, sin camisa en boxers y con la mascarita, talvez parecía tonto pero pensé que estaba solo. Me balanceé entre dos paredes de su sala, se suponía que Johnny no iba a volver hasta dentro de 2 días se había ido a quedar con su primo por todo el fin de semana. Justo en medio de un salto, aterrice frente a una lámpara y claro, ahí estaba él, viéndome con los ojos abiertos.

—¿Qué demonios...? —dijo, atónito, mientras yo colgaba del techo, aún "disfrazado".
Fue el peor descuido de mi vida. Intenté dar una excusa, pero Johnny, siendo Johnny, comenzó a reírse, como si acabara de descubrir el secreto más divertido del mundo.

—¡Eres SpiderMark! —gritó, riendo aún más—.Es la cosa mas cool del mundo ¿Por qué no me dijiste nada?

La verdad era que no quería que nadie supiera lo que hacía por las noches. No porque no confiara en él, sino porque tenía miedo de que alguien pudiera salir lastimado. Pero Johnny, en lugar de enojarse, decidió unirse a la causa. Se convirtió en mi "amigo en la silla", ayudándome desde su computadora, hackeando cámaras de seguridad, rastreando criminales y asegurándose de que no acabara muerto en alguna pelea callejera.

Johnny me ayudaba a mantener todo bajo control, pero cuanto más me acercaba a Haechan —o MJ, como lo llamábamos— más difícil se hacía mantener mi identidad oculta. A veces lo veía en medio de una multitud, mirando con asombro a SpiderMark, sin saber que yo estaba justo frente a él. Y aunque quería decirle la verdad, sabía que hacerlo lo pondría en peligro.

Porque ser SpiderMark no solo era columpiarse entre edificios o detener criminales. Era una responsabilidad enorme. Con grandes poderes, vienen grandes decisiones, y muchas veces, esas decisiones significan sacrificar cosas importantes. Haechan, con su energía inagotable y sus bromas constantes, era una de esas cosas. Mantenerlo a salvo era mi prioridad, incluso si eso significaba mantenerlo alejado de la verdad.

Así que aquí estoy, una vez más, reflexionando sobre cómo empezó todo. Mi nombre es Lee Mark. Fui picado por una araña radioactiva, pero no soy solo eso. Soy un estudiante que ama la ciencia, un amigo leal y, sobre todo, un héroe que ha elegido proteger a los que más le importan, incluso cuando eso significa que no pueden saber quién soy en realidad.

Y aunque la vida como SpiderMark no es fácil, sé que estoy haciendo lo correcto. Esto es más que lanzar telarañas o balancearme entre los edificios. Esto es sobre proteger a las personas que hacen que mi vida tenga sentido.