Un Regalo Perfecto De Navidad

La navidad había llegado a la cuidad de Nueva York. La gran manzana se encontraba completamente cubierta de nieve, permitiendo que los niños salieran a jugar, crear muñecos de nieve y tirarse desde sus trineos, todo era divertido, pues era obvio que la navidad era la mejor época del año sin discuciones, y una época en la que la familia se unía.

Y los héroes más poderosos del planeta no eran ajenos a estas festividades, pues todo el complejo de los Vengadores decorado para la época. Luces brillantes y decoraciones lucían a las afueras del complejo, un gran arbol navideño adornaba la sala de estar. Todos los integrantes se preparaban para celebrar, pues una pequeña fiesta se llevaría a cabo. Cenarían, e intercambiarían regalos. Todo estaba listo para una noche perfecta.

-Adoró la navidad, es mi época favorita del año.-Dijo Peter, mientras observaba el gran arbol decorado.-¿Qué me dices tú, brujita?.


-Estoy de acuerdo contigo, mi amor.-Dijo Wanda, con una pequeña sonrisa en su rostro.-La navidad es la época favorita de todo el mundo.


-Todo esta listo para esta noche, solo falta que el resto llegué para comenzar.-Dijo Peter.-Me muero por probar lo que Natasha y tú cocinaron.

-Mientras solo quieras probar la comido y no a Nat, todo está bien.-Dijo Wanda con una pequeña sonrisa. Peter solo rodo los ojos divertido.

-Bueno, si se da la oportunidad, pues....-Dijo Peter inocentemente. Wanda le dio un ligero golpe en el pecho.-Era una broma, brujita.

-Sigue bromeando así, y no tendras tu regalo, Parker.-Dijo Wanda fingiendo enojo, pero no pudo ocultar la sonrisa en sus labios.

-Y hablando de regalos.-Dijo Peter y metió su mano en uno de los bolsillos de su traje y sacó una pequeña caja envuelta en un lazo escarlata y se la tendió a Wanda.-Feliz navidad, Wan.

-Oh, Pete.-Dijo Wanda tiernamente, tomó la cajita y la desenvolvió, revelando una pequeña cadenita de la cual colgaba un pequeño corazón escarlata.-Mi amor, es hermoso.

Wanda se lanzó a los brazos de Peter y le dio un gran beso en los labios. Él la tomó por la cintura y ella envolvió sus brazos alrededor de su cuello. Ambos conpartieron el beso por algunos segundos antes de romperlo.

-Gracias, Pete.-Dijo Wanda, dandole un corte beso.-Eres el novio más cariñoso y sexy del mundo.

-Y tú erés la novio más hermosa y sensual que alguién podría tener.-Dijo Peter.-Ahora, que tal ponemos para ver lo como luce.

Wanda sonrió y se dio la vuelta, recogiendo un poco su cabello para que Peter pudiera colocarsela, la cadenita cayo fría sobre la piel de Wanda.

-Listo.-Dijo Peter y Wanda se dio la vuelta.-Luce tan hermosa, como la mujer que la lleva.

-Deja de decirme halagos, me sonrojas, Pete.-Dijo Wanda con un ligero rubor en la mejillas.-Bueno, ya que estamos dando regalos anticipados.

Wanda se dirigió hacia el arbol y tomó una pequeña caja que tenía el nombre de Peter y se lo entregó.

-Feliz navidad, mi Spidey.-Dijo Wanda dandole en regalo.

-Gracias brujita.-Dijo Peter.

Abrió la caja con entusiasmo, esperando encontrar un regalo especial por parte de Wanda, pero terminó confundido cuando vio el interior.

-Está vacia, Wanda.

-Eso es lo que usara para ti más tarde.-Dijo Wanda simplemente.

Ella se dio la vuelta y se fue cuando el resto del equipo comenzó a bajar de sus habitaciones. Peter alzo las vista y vio justo cuando Wanda se alejaba y vio como ella movía las caderas de forma provocativa. Peter se quedó parado con la caja vacía en sus manos, mientras sentía una palpitación en los pantalones.

Finalmente la hora de la fiesta navideña llegó, y todos el resto de los héroes llegaron. La noche siguió su rumbo entre charlas y risas, hasta que llegó la hora de la cena. Y luego de una pequeña oración de agradecimiento, todos comenzaron el festín de la comida navideña que había quedado increíblemente deliciosa.

Una vez que todos terminaron se pusieron hacer otras actividades, algunos intercambiaron regalos, aquellos que tenían pareja bailaron un poco. En un momento, mientras Peter hablana con Tony y Steve, observo a Wanda ponerse de pie. Ella le guiñó el ojo y se marchó escaleras arriba hacia las habitaciones, Peter esperó unos segundos hasta que tuvo que disculparse con Tony y Steve, y abandono la conversación.

Subió las escaleras a toda prisa, y justo cuando estuvó frente a su habitación, se tomó unos segundos para calmarse entes de abrir la puerta lentamente y entrar. La habitación estaba completamente a oscuras, más oscura de lo que se suponía que debía estar. No podía ver nada, ni siquiera con la luz que venía del pasillo.

-¿Wanda?.-Dijo Peter en voz baja mientras entraba.

De un momento a otro, la puerta se cerró y él se quedó a oscuras. Estaba apunto de encender las luces, pero se detuvo cuando escucho una voz.

-Seguro que te tomaste tu tiempo, casí temí que no captaras el mensaje.

Entonces, con un chasquido se dedos, varias velas se encendieron alrededor para iluminar la habitación. Fue entonces cuando la vio, sentada encima de su cama, completamente desnuda y con las piernas cruzadas. Lo único que ella llevaba puesto era el collar que él le había regalado.

Aquellos hermosos ojos verdes lo miraron intensamente, haciéndolo tragar saliva nerviosamente mientras ella usaba un dedo para indicarle que se acercara. Cuando estuvo frente a ella, Wanda se inclinó hacia atrás mientras se sostenía con los brazos sobre la cama y abrió las piernas para darle una buena vista de su cuño empapado.

-Entonces, ¿te gusta tu regalo?.-Preguntó Wanda seductoramenete.

Peter estaba demasiado aturdido para responder, y antes de que pudiera decir algo, ella presionó su dedo contra el bulto de sus pantalones.

-Creo que tu amigo respondió por tí.-Dijo Wanda.

Ella se rió entre dientes mientras comenzaba a desabrocharle los pantalones, bajando lentamente sus bóxers hasta que sacó el último trozo de tela para liberar su hombría.

Estaba tan contenta de estar libre que le dio una bofetada en la mejilla, Wanda se lamió los labios mientras miraba fijamente su mienbro. Era un milagro contemplarlo y ell jamás se cansaría de verlo, tan duro como una roca, tan alto y grueso, dolorido y venoso, rogando que la trataran con algo tan sucio y descarado que ni siquiera esperó, ella se inclinó y lo besó por todas partes, gimiendo mientras lo miraba.

-Mierda Wanda.... Espera... los demás....

-Hechizo de insonorización.-Dijo ella, mientras se agachaba y besaba su saco de bolas mientras lo masturbaba.-Lo puse en el momento en que entraste por la puerta para que podamos ser lo más ruidosos posible.

Ella le guiñó un ojo como última palabra antes de envolver sus labios alrededor de la punta de su pene, mirándolo con ojos inocentes mientras esperaba su siguiente movimiento.

Cuando la miró, Peter no pudo evitar sonreir ante la maldad que se escondía tras esas palabras y esa mirada. Dejó ir todo el autocontrol que le quedaba y la agarró por la cabeza mientras obligaba a su novia a bajar su longitud por su garganta. Wanda se atragantó y se atragantó con un placer desvengonzado y ardiente mientras le daba servicio a la gran polla, deseos rebeldes que mostraban un enfoque muy insensato de dejarlo todo ir, cortejando una locura insensata y ardiente mientras le permitía usar su cabeza y golpear su boca con rudeza.

El sonido pesado y percusivo de las bolas de Peter al golpear su barbilla se mezclaba con los ruidos se náuseas y el goteó de saliva la boca de Wanda. La portadora de la magia del caos estaba mareada y apenas podía respirar mientras su novio la desgastaba por completo, tratando de arruinarla y devastarla mientras la usaba.

Esa era la única manera de decirlo ahora, mientras se tocaba con los dedos desesperadamente. Estaba siendo utilizada. Peter la estaba follando la cara y arruinandola y amando cada segundo retorcido de eso, no había que hacer más que aceptarlo todo, un dolorido desastre retorciéndose y gimiendo bajo el calor del maltrato crudo y la rendición absoluta.

Los ruidos de ahogo desordenados y descuidados que hacia eran definitivamente más fuertes de lo que era aceptable, y solo gracias al hechizo que había lanzado antes no los habían encontrado todavía. El solo hecho de pensar en eso hizo que todo fuera aún más emocionante de lo que ya lo era.

Empujando sus dedos con avidez dentro de su necesitado coño y perdiendo todo sentido de control, Wanda mantuvo el ritmo, fóllandose con los dedos al ritmo de la imprudente follada facial de su hombre, y amando cada maldito segundo de ello.

Después de unos minutos, ella puso sentir que su pene se hinchaba, permitiéndole probar su líquido preseminal mientras se acercaba al orgasmo. Ella lo miró y luego comenzó a mover la lengua rítmicamente de un lado a otro en la parte inferior de su glande, masajeando el frenillo. Su lengua y sus labios crearon una fricción deliciosamente pecaminosa en su pene duro.

Con un gemido de deseo, Wanda relajó sus mandibulas y dejó que su boca se abriera más mientras Peter presionaba su cabeza hacia abajo, sus labios deslizándose más abajo por el eje de la enorme polla en forma de vara. Sintió que su boca y sus labios se estiraban y estiraban mientras se movía lentamente hacia abajo, engullendo más y más hasta que su nariz estuvo presionada contra su pelvis. Fue entonces cuando finalmente sucedió.

Una y otra vez, chorros de semen cálido y salado fueron disparados por su garganta hasta su estómago. La sensación de que el semen cálido se depositara en su interior hizo que Wanda temblara y se estremeciera al mismo tiempo que alcanzaba el orgasmo. La saliva burbujeaba alredesdor de sus labios y cuando la polla se retiró, los hilos de baba cubrieron su rostro y cayeron sobre sus pechos expuestos.

Cuando la miró de esa manera, Peter sonrió orgulloso por su obra antes de inclinarse y besarla en la cabeza.

-Te ves tan jodidamente hermosa cubierta de mi semen.-Le dijo Peter suavemente mientras pasaba la mano por su cabello pelinaranja.

Luego, él agarró un puñado y tiró de su cabeza hacia atrás con fuerza.

-Pero ahora quiero usar tus otros dos agujeros.-Hablo Peter dominantemente mientras la soltaba.

A Wanda le encantaba que Peter, el amable y cariñoso, la dominara. Escucharlo darle ordenes de esa manera le provocaba escalosfríos en la columna y hacía que sus jugos fluyeran de su necesitado coño.

Sin decir una palabra, la sokoviana se movió hacia atrás en la cama y se recostó boca arriba, tirando de sus piernas hacia atrás hasta que sus pies estuvieron detrás de su cabeza y su coño completamente expuesto para él. Ella observó cómo él se lamía los labios con anticipación y soltó un pequeño gemido cuando comenzó a frotar su grueso mienbro contra sus labios hinchados, el calor bulbuso golpeaba su clítoris con cada embestida que hacia.

-Por favor...-Gimió Wanda, y cuando lo miró a los ojos se dio cuenta de su orden silenciosa.-Follame, mi amor, destruyeme con esa enorme polla.

Sin hacerla esperar ni un segundo más, Peter presionó la punta de su hombría contra su entrada antes de empujar centímetro a centímetro dentro de ella, sin detenerse hasta que su polla estuvo completamente dentro de ella.

Su coño se abrió de par en par para acomodar su mienbro grande y grueso, y sintió que esa oleada pecaminosa y excitante de lujuria decendente se producia en el momento justo en que se entregaba a él, jadeando y maldiciendo con una excitación codiciosa y alegre.

-¡Sí, fóllame fuerte, Peter! ¡Te necesito!.-Ella lo llamó y él no dudó en darle lo que quería.

Hundió los dedos contra sus piernas mientras comenzaba a empujar sus caderas más fuerte y más rápido, su cabeza presionando contra la de ella mientras la miraba a los ojos.

-Eres tan jodidamente sexy, me encanta como tu coño me envuelve como una funda personal para mi polla.-Gruñó Peter.

-¡Lo soy! ¡Mi cuerpo te pertenece!.-Gritó Wanda en voz alta y si no fuera por el hechizo insonorizante, todos en el complejo la habrían escuchado.-Lléname, obliga a mi cuerpo a acostumbrarse a tu polla de nuevo. ¡Estoy hecha para encajar en ti como quieras! ¡Soy tu perra!.

-Dios ¡Te amo tanto!.-Gruñó Peter antes de presionar sus labios contra los de ella.

Empujando su lengua dentro de su boca y envolviéndola alrededor de la de ella mientras la follaba profundamente hasta su cuello úterino.

No tardo mucho para que Wanda gritara contra los labios de su amante y clavara sus uñas en su espalda mientras alcanzaba el orgasmo, su cuerpo retorciéndose bajo el de él por la intensidad de su clímax.

Pero Peter no iba a darle tiempo para descansar.

-Oh, ¿corriendote antes que yo? Qué brujita tan traviesa eres.-Dijo Peter en un tono jugueton antes de mover la parte superior de su cuerpo hacia atrás.

Dejando que sus piernas cayeran a sus costados antes de agarrarla por las caderas y comenzar a golpearla con fuerza.

-¡Mierda, me estás matando! ¡Me vas a partir en dos!.-Gritó Wanda mientras levantaba las caderas, deseando que la preñara como la buena zorra que era.

El héroe arácnido disfrutaba de los sonidos que su novia hacia, quería oirla gritar un poco más, pero no iba a poder.

-¡Estoy cerca! ¡Dime donde lo quieres!.-Gruñó Peter mientras sus caderas no dejaban de moverse.

-¡En mi coño!.-Respondió Wanda de inmediato.-¡Vierte tu semen dentro de mi coño! ¡Preña a tu zorra!.-Suplicó ella en voz alta mientras sentía que se acercaba otro orgasmo.

No tuvo que decircelo dos veces. Con una última embestida, él se liberó dentro de ella. El semen derretido inundó a la bruja, dejándola aullándo y corcoveando locamente mientras lo recibía todo, provocando también su orgasmo y enviándola directamente al paraiso. Su pasaje vaginal se cerró con fuerza alrededor de su pene espamódico, apretándose contra cada latido, cada tensión de los músculos de su eje mientras él continuaba llenando su agujero receptivo con su semilla ante la dulce cacofonía de sus gemidos y sus locos gritos de placer.

Una vez que terminó de disparar la última cuerda de semen caliente dentro de ella, Peter se apartó lentamente de su novia y dejó escapar un gemido mientras se desplomaba a su lado. Mientras tanto, Wanda era un desastre. Su respiración era entrecortada y su cuerpo brillaba por el sudor mientras lucía una expresión de éxtasis en su rostro.

-Eso.... fue genial...-Logró decir Wanda emtrecortadamente mientras lo miraba.-Aún no hemos terminado, ¿verdad?.

-Para nada.-Respondió Peter con la misma voz entre cortada, dejando escapar un pequeño jadeo.-Voy a follarte toda la noche. Ahora volteata, aún hay un agujero que debo llenar.

Wanda se rio en respuesta mientras él la movía, sonriendole suevmente.

-Más te vale.-Le dijó Wanda antes de acercarse a él y besarlo profundamente.

A medida que su respiración se volvía caliente y pesada, los dos entrelazaron sus lenguas contra las del otro hasta que casi se fundieron, la frontera entre ella y él pareció disolverse.

Una vez que se separaron, Wanda se dió la vuelta quedando acostada boca abajo, mientras movía sus manos hacia su trasero y separar sus mejillas exponiendo su apretado agujero fruncido.

Un dedo manchado de saliva jugueteó suavemente con el culo de Wanda, deslizándose hacia adentro y estirándola. La sokoviana se tensó al principio pero cuándo el dedo de Peter jugó con su entrada ella comenzó a relajarse y el placer comenzó a atravesar el cuerpo de Wanda. Ella se estremeció cuando un segundo dedo se unió al indice de Peter. Los dedos resbaladizos, estiraron el apretado anillo de músculo en preparación.

Wanda gimió cuando su hombre le aflojó el ano. Sus dedos flexionados estaban acompañados de hebras de saliva y la bruja de cabello pelinaranja gimió cuando su puerta trasera se relajo. Tener los dedos en el culo era una sensación tan placentera para ella, pero nada se comparaba con tener la gran polla de Peter enterrada profundamente en su culo.

-Estás lista.-Dijo Peter, sacando sus dedos del ano de Wanda.-Pero no estaría de más una lubrucación.

Él se movió para estar frente a su novia, de modo que su polla erecta flotara frente a su cara. Aún quedaban rastros del semen y jugos de su propió coño y Wanda podía saborearlos mientras sorbía su mienbro. Su boca húmeda recorrió la dureza, asegurándose de cubrir cada centímetro con tanta saliva como pudiera producir. Sus esfuerzos dieron sus frutos y en poco tiempo la dura longitud estaba resbaladiza y goteando.

-Aquí va. ¿Lista?.-Le preguntó Peter.

-Más que lista, mi amor. Destruye mi culo.-Ronroneó Wanda.

Ahora detrás de ella, alineó su mienbro resbaladizo con su ano aflojado. Wanda gimió ruidosamente, porque a pesar de que habían practicado sexo anal antes nunca dejaría de sentirse como la primera vez. Deslizando su polla más adentro, la cabeza bulbosa se deslizó más allá del anillo apretado y entro en el ojete de su novia.

Wanda apretó las sábanas cuando Peter entro profundamente en ella, una mezcla de placer y dolor la consumía, pero ella insistió en que no se detuviera. Los gemidos acompañaron cada movimiento del héroe arácnido y se hicieron más fuertes cuanto más avanzaba. Un empujón más fuerte de Peter y su polla quedó enterrada hasta la empuñadura.

Una vez que comprobó que la sokoviana estana bien, Peter retrocedió deslizando parte de su mienbro hacia afuera y luego empujándolo nuevamente hacia adentro. Wanda gruñó de placer cuando el mienbro de Peter entró y salió por su puerta trasera, ahora sintiendo nada más que deleite a medida que se hacia más rápido. La tensión que apretaba su mienbro se sintió igualmente bien para Peter y aceleró el ritmo, empujando y tirando más y más de su eje hacia adentro y hacia afuera cada vez.

Mientras movía sus caderas, Peter podía sentir que cada movimiento se volvía más fácil mientras Wanda se aflojaba a su alrededor, permitiendole ir más rápido y más fuerte y enfundar hasta el último centímetro de su longitud dura como una roca en el cálido agujero. La pareja gruñó y gimió cuando sus cuerpos se encontraron una y otra vez. El culo de Wanda ahora no ofreció resistencía, permitiéndole a Peter follarla con poder extra que ella disfrutó profundamentr.

-¡Ah! ¡Oh, Dios! ¡Más fuerte, mi amor!.-Gritó Wanda.

Ella apretó su culo alrededor del eje emtrando y saliendo, queriendo saborear cada empujón. Tener una polla en su culo era una sensación tan placentera y muy diferente de su coño, pero aún así se sentía y empujó sus caderas hacia atrás para encontrarse con las de su novio mientras él bombeaba dentro de ella. Peter también se sentía bien y él también quería saborear la sensación cuando la apretada puerta trasera de Wanda apretaba su dureza, al agujero ahora ocupaba toda la longitud.

Los amantes gimieron cuando sus cuerpos se conectaron, la longitud de Peter prácticamente moldeó el culo de Wanda a su alrededor. Sus caderas chocaron contra las de Wanda y cada vez sacó casi toda su longitud y la empujó poderosamente hacia adentro. Wanda descubrió que le gustaba que él fuera más duro con ella y lo incitaba con entusiasmo. Sus embestidas se hicieron aún más rápidas y su mano libre, que ya agarraba su cintura, retrocedió para agarrar su trasero y atraerla hacia su mienbro. Wanda era plenamente consciente de que su trasero tan rojo por los impactos y que caminaría raro al día siguiente, pero no le importaba, lo único que le importaba en ese momento era sentir la dura polla de su hombre arándola.

El grueso eje era casi borroso mientras el lanzador de telarañas movía sus caderas salvajemente, gimiendo de éxtasis todo el tiempo. Mientras le araba el culo, los dedos de Peter continuaron sondeando el coño de Wanda goteando jugos y semen. Sus dedos comenzaron a acariciar su clítoris haciendo que su coño hormigueara y aumentara su placer.

-¡Estoy cerca!.-Gruñó Peter mientras seguía moviendo sus caderas.

-¡Hazlo! ¡Llena mi culo hasta el fondo!.-Gimió Wanda.

Peter apretó más su agarré y siguió empujando, aguantando tanto como pudo. Sus esfuerzos se volvieron erráticos y flojos a medida que se acercaba su liberación.

-¡Wanda!

-¡Aaaahh¡.

Ambos gruñeron segundos antes de que el espeso esperma blanco brotara de la polla de Peter, rezumando en el culo de su amante. Wanda se estremeció cuando Peter disparó su carga caliente por la puerta trasera de ella, llenándola con el esperma que se filtró.

A pesar de haberse corrido recientemente, Peter todavía tenía suficiente energía para seguir empujando, decidido a complacer a Wanda. Con toda la fuerza que pudo reunir, el joven enterró lentamente su polla en la abertura llena de semen, mientras acaraiciaba su clítoris con la otra.

Sus esfuerzos, por descuidados que fueran, dieron sus frutos gradualmente y varios empujones y caricias más llevaron a Wanda hacia su clímax. Finalmente, su liberación llegó como una ola, sus jugos convinados con semen brotaron a chorros de su coño.

Un Peter exhausto se hundió hacia atrás, su polla salió del ano de Wanda acompañada de un chasquido y seguida de un rastro de esperma. Wanda igualmente agotada, se arrastró juntos a su novio, quién la rodeó con un brazo y la abrazó mientras se recuperaban de su intensa actividad sexual.

-Feliz navidad, Wanda.

-Feliz navidad, Peter.

Ambos se dieron un último beso, mientras las fuerzas de morfeó se apoderaban de ellos.



Fin.

Nuevo one shot, espero les guste.
Les deseó a todos una muy feliz navidad

Sin más hasta la próxima.

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