No es lo mejor, pero espero con todo mi corazón  que les entretenga

(Autobús camino a New York)

Peter Parker veía con cariño, las fotografías que se había tomado con cada uno de los vengadores, en el tiempo que estuvo en la ciudad costera, iba en un camión directo a su ciudad natal. Cuando llego a la ultima foto, los orbes del joven adquirieron un brillo especial una vez que, se encontró con ese lindo cabello rojo—con tonalidades tan intensas como el fuego—. Sentándose mejor en su asiento, recargo la cabeza en la ventana a su derecha; Suspiro con un poco de alegría al ver las afueras.

El joven de veintiuno, sentía como si hubieran pasado años desde la última vez que estuvo ahí. No saben cuánto había extrañado New York. ¡Oh por dios!, incluso la contaminación la podía sentir en sus fosas nasales, ya estaba cerca.

La había pasado bien en San francisco, conociendo y deteniendo personas. Lamentablemente, nada lo detenía ahí, por lo que , una vez acabado todo, tuvo que volver a su vida normal... Además, necesitaba ver a su tía May. La ha extrañado tanto todo este tiempo.

"Oh viejo, cuanto extraño la comida de May" pensó salivando, al imaginarse todas las delicias que comería, una vez llegara a casa.

"Eso me recuerda, ¿los Tamales aun estarán buenos?" olfateo dentro su mochila. "Por el momento, si"

Aún faltaban unos kilómetros, para pasar a NY, por lo que podía tomar una siesta. Relajándose en su asiento, se dejo atrapar por el sueño, agradecido porque nadie ocupa el lugar a su lado.

...

..

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BRRR BRRR BRRR

"¿Q-Que?" medio dormido, saco el teléfono de su mochila. Las luces del camión estaban apagadas, por lo que entrecerró sus ojos, una vez vio la brillante pantalla. La cual no tenía un nombre registrado, solo era una imagen del logo de una viuda. "¿Hola?" con un bostezo hablo.

"..."nadie contesto, a cambio una respiración pesada, se escuchaba al otro lado de la línea. Siendo mas sonora al pasar los segundos.

Peter frunció el ceño y separo el celular de su oreja.

"Ja-ja-ja" rio sarcásticamente. "Lo siento amigo, busca a otro quien molestar, bye~"iba a presionar el botón de colgar.

"Oye, oye, tranquilo..."dijo una voz femenina con una pisca de burla en ella desde el otro lado de la linea. "Nunca me imaginé que; la persona que dice cinco bromas por segundo, le molesté una, ¿no es eso sorprendente~?"decía lo ultimo, haciendo resaltar su acento natal. Los labios de Peter se curvaron hacia arriba, en una pequeña sonrisa.

"*Yawn*Hola..." con una suave sonrisa, la saludo. Apenas hablando por el cansancio. "A que se debe tal honor?, Acaso ya me extrañabas...?" pregunto en broma, causando una sutil risa en la rusa.

"Ni medio dormido cambias, cierto?" pregunto Natasha a la vez que secaba su cabello con una toalla. No hace mucho salió de la ducha, razón por la que gotas de agua, caían por su cuerpo. Ella estaba sentada en la cama de su cuarto.

"Ya sabes como soy" Le respondió el castaño. "¿Sabes?, No pensé que me llamaras tan pronto... creía que eras de aquellas personas cool, que se esperan unas horas para marcar"

"Normalmente lo soy"

"¿Enserio?"

"Si, te sorprendería la cantidad de personas que siguen en la lista de espera" bromeo Romanoff recostada en su amplia cama.

"Lo imagino" rio Peter, viendo los autos pasar  por su ventana.

"Y.... dime, ¿Qué tan aburrido es ir de San Francisco a Nueva York, en camión?" pregunto la pelirroja.

El castaño tarareo un poco antes de dar su respuesta. "Del 1 al 10? cien!"

"Tanto así?"

"Créeme, no sabes lo que mis ojos tuvieron que ver por estas 12 horas.. "

"Me parece que exageras..."

"Oye, eso es un insulto para mí!" Dijo con burla el castaño, a la vez que sorbia un poco de agua de una botella.

La fría mujer se permitio sonreír un poco por aquella actitud del joven castaño. El joven veinteañero si que era divertido.