#6: Black Or White
—¿Cómo funciona el sentido arácnido? —preguntaba Spider-Girl, sentada en un columpio de telaraña, colgando de un edificio. Delante de la joven estaba su medio hermano, apegado al ventantal— Es difícil de explicar. Te da una punzada en el cerebro que te avisa del peligro.
—¿Y no te da jaqueca? —Spider se rascó la barbilla.
—Es molesto, pero no. Hace que mi cuerpo reaccione por reflejo. A veces es más fluido —explicaba la chica—. Puedo preguntarle al tío Ben. A fin de cuentas, por lo qué sé mi sentido arácnido tiene diferencias con el suyo y de papá.
—¿Algo como qué?
—Yo puedo rastrear desde donde vendrá el posible peligro. El de ellos es más general. Al menos eso dijo él. ¿Por qué?
—Nada —Spider miró el cielo, recordando el incidente con Matt Murdock hace cuatro días—. Solo me dió curiosidad.
—¿Y cómo vas con decirle a Jessica?
—Ha sido complicado —Spider suspiró—. Todavía no sé cómo decirle.
—"Mamá, soy un superhéroe." Ya está. Fácil —May aplaudió dos veces, recalcando su punto.
—¿Eso crees? —Spider apoyó su codo sobre su rodilla, dejando su rostro en la palma de su mano— Tal vez tengas razón.
—¿Se lo dirás?
—Sí, lo haré. Aunque en serio estoy esperando el momento perfecto.
—Estoy más que segura que lo sabe. Es detective, inteligente —May se balanceó en su columpio y le dió un suave golpe en el torso—. Vámonos. Ya se nos hace tarde para llegar a la escuela.
Spider-Girl se dejó y se adelantó columpiando entre los edificios. Spider rió y saltó del ventanal, resquebrajando el cristal. Siguió a su hermana, hasta el punto de ambos estar moviéndose uno junto al otro. Los hermanos se vieron, sabiendo que ya había empezado su carrera, pero fueron interrumpidos por el sonido de sirenas de la policía. Cambiaron su dirección, yendo hasta un banco que estaba siendo atracado.
• • •
—¡Muy bien, todos al suelo y suelten el dinero! —ordenó Funny Face, jugando con una bomba que su mano sostenía.
—Es una bomba clásica, con el cordel para encender la llama y provocar una explosión que cubrirá toda esta edificación y parte de la calle —explicó—. Su cuerda está recubierta en fibras de acetona solidificada por...
—¡Aburres! —se escuchó un grito detrás del payaso.
Funny Face volteó con el ceño fruncido, viendo irritado a su hermano mayor, un joven de traje blanco y negro, larga cabellera y el símbolo de bola ocho cubriendo su frente y la parte superior desde sus codos a sus muñecas. Se balanceaba en un asiento, con sus pies sobre un escritorio.
—No explicas tu plan a los capturados —corrigió Crazy-8—. Además, tienes una bomba que es mucho más rápida de activar de lo que es normalmente. No deberías explicar su funcionamiento y/o estructura, y si lo harás, espera a después de haber llevado a cabo su detonación.
—¡Cállate! —gritó Funny Face, irritado por su presencia.
—No te preocupes, hermanito. Estoy aquí para ayudar, no para regañar —se burló Crazy-8.
—Lo que digas... —Funny Face se quedó en silencio unos segundos. Se acercó a su hermano para susurrar— ¿Qué debería hacer ahora?
—¿Qué arquetipo estás siguiendo?
—El payaso. ¿No es obvio? —Funny Face bufó.
—Eres un payaso con o sin el maquillaje, no me pidas que lo diferencie —Crazy-8 se levantó de un salto. Caminó sobre la gente que de había tirado al suelo, pisando sus espaldas y piernas—. Revisaste las alarmas silenciosas, ¿no?
—Eh... —Funny Face se enrojeció por la vergüenza, sobreponiéndose al maquillaje.
—Idiota.
—Y mucho —dijo Spider-Girl sentada tras ellos. Spider estaba recostado sobre la pared tras ella—. Crazy-8, me gusta lo que hiciste con tu cabello.
—¿Ya lo conocías?
—Sí. He peleado un par de veces con él.
«¡Solo lleva unas semanas y tiene villanos recurrentes! Bueno, supongo que algo estoy haciendo bien.»
—Spider-Girl, cariño, que lindo tenerte aquí. Lástima que me encuentras como niñero de mi hermanito menor —comentó juguetón Crazy-8—. Y veo que no soy el único —dijo, mirando al arácnido encapuchado.
—¡Oye, yo soy el ma...!
—Sí, bueno, ya sabes cómo es ir con el bebé de la familia —interrumpió Spider-Girl.
«No me jodas.»
—Bueno, hermanito —Crazy-8 hizo algunos estiramientos—. Mira y aprende.
Crazy-8 corrió contra Spider-Girl. Ambos pelearon al interior del banco, causando gritos y pánico de los civiles. Funny Face y Spider se quedaron viendo el uno al otro. Spider levantó la mano para saludarlo. Funny Face devolvió el gesto, un tanto más tímido.
—Entonces, ¿vamos a pelear? —preguntó Spider.
—Honestamente no quiero —confesó Funny Face, jugueteando con sus dedos índice—. Todavía no llego a la lección de una confrontación directa —Funny Face miró una máquina expendedora cercana—. ¿Quieres algo para comer?
—Sí, seguro.
Mientras la pelea de Spider-Girl y Crazy-8 continuaba. Sentados en el piso, Funny Face junto a Spider comían unas frituras y bebían una Coca-Cola y Pepsi respectivamente.
—Algunos villanos son demasiado estrafalarios además de exagerados —decía Funny Face—. He visto sujetos obsesionados con monedas, hasta otros que se creían un pony.
—Los villanos inusuales están sobrevalorados. Es lo más común lo que es realmente complicado.
—¿Por ejemplo?
—Los impuestos.
• • •
Richard salió del baño, navegando por los solitarios pasillos de la escuela. La gran mayoría de estudiantes ya estaban en sus aulas. May había ido a su clase de gimnasia, en cambio el chico aprovecharía de ir bajo unas escaleras. Podría estar afuera todavía balanceandose como Spider, pero él solo quería descansar un rato. Se recostó en el suelo debajo de las escaleras que llevaban al segundo piso. Dejó sus manos sobre su pecho y cerró los ojos.
—¿Muy cómodo? —preguntó una voz sobre el chico.
Al abrir sus ojos, Richard vió a Kamala detenida a unos pasos alejada de él, asomando su cabeza por su rango de vista.
—Ya pasó biología e historia. ¿Estuviste muy ocupado? —ella preguntó.
—Solo atrapé a unos idiotas junto a May antes de venir —Richard se sentó, arreglando un poco su cabello—. ¿Qué cuentas?
—No mucho. Tampoco vino Butch hoy. ¿Él está bien?
—Tal vez se quedó dormido —el chico sonrió—. Ya le ha pasado un par de veces antes. No te preocupes.
—Por cierto, ¿viste las noticias?
—No —él cubrió su boca al bostezar—. Son deprimentes.
—Bueno, no fue solo en las noticias —Kamala revisó en su celular unos segundos y luego le mostró la pantalla a su compañero—. Mataron a una familia de un modo extraño.
—¿Y a que se debe este repentino interés en temas detectivescos, Kam-Kam? Los superhéroes combaten el crímen en el acto.
—Pero los héroes detienen a los criminales ya sea antes o después de sus crímenes, así no tienen otra oportunidad de romper las leyes. ¿Me ayudas? —Kamala pidió con una ligera sonrisa.
—No podría decirte que no, Kam-Kam —Richard se levantó de un salto. Dió un aplauso—. Creo que puedo conseguir la información que necesitamos en mi casa. Podemos ir ahora y...
Los golpes contra un casillero sorprendió al par. Asomándose al pasillo. Una chica le daba patadas a la puerta del casillero.
—¡Estúpido pedazo de metal! —se escuchó el grito de la rubia.
—Relaja la raja —la voz de Butch fue inesperada para el dúo—. Solo tienes que ponerle la combinación al candado.
—¡Y que crees que intento! —exclamó, jalando con violencia el candado— ¡Pero este pedazo de mierda no quiere abrir!
—Oye, Butchie —saludó Richard. Kamala miró a su lado, el chico se había ido y ella no se dió cuenta hasta varios metros de distancia—. ¿A que se debe tanto el alboroto?
—Diablos —murmuró Butch—. Nada, viejo. ¿Recuerdas a mi hermana? —el joven suspiró. Él no quería estar en esta situación— Felicity, ¿recuerdas a Richard?
La rubia se giró para ver a Richard. Su expresión molesta se transformó en una sonrisa juguetona.
—Vaya, vaya —dijo Felicity—. ¿Richie? —lo miró de pies a cabeza algunas veces— Ya no eres un niño, ¿eh?
—Supongo que crecí un poco —Richard se sujetó el cuello de la camiseta, un tanto incómodo por como lo miraba.
—Ven, enana —Butch tomó a su hermana por sus hombros y la guió por los pasillos de la escuela—. Todavía no acabamos el recorrido.
Richard suspiró. Kamala dió unos pasos, con sus manos tras la espalda. Ella lo miró un momento, luego a Butch junto a su hermana, terminando sus ojos de vuelta sobre su amigo.
—¿Y eso que fue?
—Algo incómodo —Richard parpadeó un par de veces—. Ya vámonos.
• • •
—No tiene sentido —afirmó Richard, frente a su laptop tecleando repetidas veces—. En un segundo el tipo sale de su casa y al siguiente esta en medio de la calle con el cuello roto —el joven Parker miraba fijo la pantalla mientras estaba sentado de cuclillas
Kamala miraba alrededor de la habitación del chico. Era la primera vez que estaba en el cuarto de un chico que no fuera de su familia. Kamala notó un cuaderno en la esquina inferior del escritorio. Abrió la libreta. La sangre subió a sus mejillas, se enrojeció al notar múltiples bocetos de mujeres en poses muy sugerentes. Cerró el cuaderno y lo dejó en su lugar.
—Puedo entrar en los archivos conectados a la computadora de mi madre —Richard mantuvo los ojos en la pantalla—. Para ser honesto, solo lo usé para quitar algunos delitos menores de mi expediente y del de Butch —el pelinegro se gira y mira a su compañera. La notó con un rubor que llegaba a desprender cierto calor—. ¿Sucede algo?
—No —Kamala tosió, tratando de calmarse a sí misma—. ¿Qué puedes encontrar?
—No mucho por ahora. La última actualización fue hace veinte horas.
En ese momento la puerta de la habitación del chico se abrió. Una mujer de cabello negro, mismo tono al de Richard, entró.
—Richard, cariño. Llegué temprano hoy. Pensé en que podríamos ver una película y acurrucarnos en el sofá.... —la mujer se detuvo al ver a Kamala. Nada más vió a los dos menores juntos le hizo quedarse en silencio— No sabía que tendrías compañía. Hola, soy Jessica Drew. La madre de Richard.
—Yo soy Kamala... Mucho gusto —las palabras de la morena salieron a tropezones de su boca.
—Estaré en la sala por cualquier eventualidad. Recuerden usar protección —dijo Jessica, saliendo de la habitación.
—¡No, mamá! ¡No es lo qué...! —la puerta se terminó de cerrar— Parece.
—Tu madre no pareció molestarle que tuvieras a una chica en tu habitación a solas —Kamala miró en dirección contraria del chico, intentando ocultar su sonrojo—. ¿Es algo común?
—No realmente. Es muy probable que vaya a tener una gigantesca plática acerca del sexo y el motivo de que no quiere ser abuela todavía —Richard se levantó de un salto, abriendo su puerta para asomarse. En la sala principal vió como su madre abandonaba el apartamento—. Eso es lo que quiero evitar —cerró la puerta y comenzó a quitarse la camiseta—. Quítate la ropa.
—¿¡Qué!? —Kamala no evitó ponerse nerviosa, era la primera vez que veía tan de cerca a un chico quitarse la ropa. Notar que debajo de lo que parecía un cuerpo escuálido, Richard escondía un físico marcado por varios músculos.
—Mi madre se fué —afirmó Richard—. Creo la llamaron del trabajo. Hora de cambiarnos a las máscaras —por debajo de su ropa, Richard traía su disfraz rojo y azul—. ¿Por qué? ¿Qué tienes?
—Yo... —Kamala levantó su mochila y mostró el traje dentro— suelo guardarlo aquí, así yo tendría que sacarme la ropa aquí y...
Richard ya había salido y cerrado la puerta de la habitación antes de que ella terminara de hablar.
—No te preocupes. Entiendo. Solo apresurate, soldado —ordenó Richard en un tono firme poco usado por el joven.
• • •
—¿Qué hacemos aquí? —preguntó Miss Marvel, aterrizando en una cornisa, con una reducción de impacto debido a que incrementó el tamaño de sus pies por unos segundos.
—Tengo una pista de que podría ser lo siguiente.
Ambos jóvenes disfrazados, habían llegado a un conjunto de departamentos rodeados por policías. Un auto rojo se estacionó frente a la escena del crimen, del vehículo salió Jessica Drew, la madre de Richard.
—¿Estuvimos siguiendo a tu mamá? —preguntó Kamala.
—Mi madre está en el caso de la familia que murió —reveló Spider—. Lo leí en los archivos policiales. Asumiendo el clásico, "los criminales vuelven a la escena del crímen." Lo vamos a encontrar.
—¿¡Basas todo tu argumento en un dicho!? —exclamó Kamala, casi gritando, sobre saltando a Spider.
—Oye, oye. No te enojes. Calmada, Kam-Kam —el arácnido palmeó la mejilla de su compañera—. Los dichos, al igual que los estereotipos, son por un motivo, porque son reales.
—No, ellos son porque... —Miss Marvel suspiró y puso su mano sobre rostro. Algunas veces, esa actitud tan caótica y extravagante del joven araña le provocaba ciertas dudas del porque seguir su amistad.
Spider se elevó hasta la cima de una torre de agua. Observó distintos puntos del lugar, llegando a ver una silueta sospechosa en un tejado de uno de los edificios junto a la escena del crímen. El enmascarado disparó una red con su mano derecha a un poste cercano y con la izquierda disparo a un muro de un edificio de al lado, dió un par de pasos hacia atrás y levanto sus pies, saliendo disparado contra la silueta. Spider cerró los ojos, lo hizo sin pensar y para cuando lo quiso meditar ya era tarde. Esperando el impacto en cualquier momento, abrió sus ojos nuevamente, y es que estaba impulsado en la dirección contraria desde donde se había impulsado, cayendo en el mismo edificio de donde se había lanzado.
—Eres bueno para darte golpes —dijo burlona Miss Marvel, ayudando a levantar a su compañero.
—¡No sé que acaba de pasar, pero lo averiguaré! —afirmó el arácnido repitiendo nuevamente su acción para lanzarse contra la misteriosa silueta en el otro edificio, silueta que parecía observarlo inmutable.
—¡¡Espera, Richard...! —Kamala se tapó la boca después decir el nombre, pero rápidamente estiró sus piernas de un edificio al otro para asegurar el bienestar del joven, pero al llegar no había nadie. Solo Ms. Marvel caminaba sobre el tejado— ¿Spider?
• • •
Spider abrió sus ojos, su primer instinto fue llevar sus manos a su cabeza, aún conservaba su máscara. Delante suyo, un sujeto blanco con varios puntos negros que cruzaban su cuerpo, lo miraba de pie , extrañamente esto no asustó al enmascarado.
—¿Eres el asesino que lanzó al tipo siete veces? —preguntó Spider, tratando de levantarse, pero el pie del extraño sujeto se posó en su pecho, presionando para mantenerlo recostado al piso.
—Si, ¿tienes alguna relación con él?
—No, es solo curiosidad —Respondió Spider mientras se trató de quitar el pie de encima, pero notó que el sujeto ejercía bastante fuerza en su extremidad.
—¿Y por qué tratar de golpearme? —cuestionó el hombre de manchas, mientras metía su mano en una de las manchas, sacando un revólver—. Mira, he visto lo que haces, no eres un mal tipo, pero estas metiendo tus narices en cosas que no deberías, niño —el sujeto le dió dos rápidos disparos en el brazo derecho del chico, escuchando sus gritos por el dolor. La sangre escapaba de su traje—. Considera esto una advertencia —el sujeto dió un par de pasos hacia atrás, saliendo de la vista de Spider. Para cuando el joven logró ponerse en pie, no había rastro del sujeto.
Spider introdujo sus dedos índice y pulgar dentro de sus heridas en el brazo derecho, sacando las balas cubiertas en sangre. Apretó su zona abierta para impedir que su sangre escapara.
—Se me va a cansar la mano. A menos que yo... ¡Claro! —usó su telaraña sobre el área herida para mantenerla sellada.
El enmascarado exploró alrededor del lugar. No lo reconoció en un principio, pero a lo lejos miró los edificios de Nueva York elevándose sobre el agua. Richard se rascó la cabeza, levantó la cabeza y se sorprendió.
—¿¡Cómo mierda no la ví antes!? —se dijo Spider a sí mismo, viendo a la Estatua de la Libertad— ¿Y ahora cómo mierda voy a volver a casa? ¿¡Hola!? —Spider gritó, pero nadie vino ni respondió— ¿¡Tendré que irme nadando!?
• • •
Empujando la silla de ruedas, Butch Thompson sacaba a su padre del hospital. Lo llevó hasta el auto al que lo subió, teniendo ciertos problemas para dejar la silla en el maletero, ya que la silla se abría constantemente. Butch iría en el asiento del piloto, cosa que desconcertó a Flash.
—No recuerdo que hayas sacado tu licencia aún, hijo —dijo Flash.
—Bueno, alguien olvidó traer sus prótesis —Butch encendió el auto.
—Alguien olvidó traerlos.
—Y por alguien estamos aquí, para empezar —respondió Butch.
El auto se alejó del hospital. Padre e hijo estuvieron en silencio unos minutos, hasta que Flash fue quien decidió romper el hielo.
—Tu madre y tu hermana...
—¡Lo sé! —interrumpió Butch— Te fueron a ver al hospital mientras dormías. Además, eh... Felicia me pidió que ayudara a Felicity, ya que también la cambió a mi escuela.
—¿Te molesta? —pero Butch no respondió a la pregunta— Felicia dijo que iban a estar alrededor en caso de cualquier emergencia.
—Como si le interesara —bufó Butch.
—Ella sigue siendo tu madre, hijo.
Butch se mantuvo en silencio, conduciendo el resto del camino a casa sin decir ni una sola palabra.
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