Capítulo VI: Kingpin / Cuentas que Pagar, frente al Rockefeller Center (Pt. I)
Tal parece que hubo algo más que detuvo los oleajes de balas de plata y oro que el grupo de criminales disparaba en contra del ataque de Spider-Man, casi a la altura de la medianoche. No obstante, esto mismo, sería muchísimo peor que lo que el arácnido rojo y azul tendría en mente para zafarse de la repentina situación; algo mucho más sádico que lo que él haría. Tristemente, esto también llevaría a uno de los miembros de la Tracksuit Mafia a ser brutalmente asesinado por las propias manos de su jefe, quien, aún estando ciego, no toleraría una aparente falta de respeto de parte de sus súbditos.
Kingpin: *suspiro* ¿Y bien? ¿¡Ya van a obedecerme!? ¡A TRABAJAR, INÚTILES!
Spider-Man: L-l-lo-lo mataste. ¡¡Lo mataste!!
Miembro de la Tracksuit Mafia: M-muchachos, hay que hacer lo que nos ordena. Hay que continuar con la transferencia. ¡Rápido!
Miembro de la Tracksuit Mafia (IV): ¿¡QUÉ!? ¿¿¡Pero no estás viendo que-
Miembro de la Tracksuit Mafia (II): ¡TÚ SÓLO SIGUE LAS ÓRDENES Y TODO VA A ESTAR BIEN, PERKINS!! ¡HAY QUE HACERLO O VAMOS A TERMINAR COMO FERB!
Spider-Man: TRANQUILOS. Yo estoy aquí para protegerlos de quien sea que sea ese sujeto de allá. ¡Váyanse! ¡¡Tienen que salir de aquí cuanto antes!! ¡No nos queda mucho tiempo extra, así que aprovéchenlo y váyanse!
Kingpin: Y no necesito de mis ojos para poder hacerte añicos, muchacho. Jajaja. ¿Cuál es tu nombre?
Miembro de la Tracksuit Mafia (VII): ¿Y p-por qué deberíamos de confiar en ti, niño??
Spider-Man: Porque hice una promesa, hace tiempo. Dije que salvaría a todo aquel que necesitara de mi ayuda o de la de otros. ¡¡Y no voy a expandirme más en eso, así que lárguense de AQUÍ!!
Kingpin: Nadie va a ningún lado. *tronar dedos* ¡Me acaban de traicionar! ¿PERO PARA COBRAR SÍ SON BUENOS, NO? ¡TAMBIÉN ACABARÉ CON CADA UNO DE USTEDES, DESGRACIADOS ENCLENQUES! ¡TRAIDORES!
Spider-Man: ¡LO HARÁS SOBRE MI CADAVER, GORDO DE MIERDA! *ver a la mafia* ¿¿¡QUÉ ESPERAN!?? ¡¡LARGO DE AQUÍ!!
Miembro de la Tracksuit Mafia (VIII): Ugh.. Quien quiera que seas.. B-bendito seas. Nos has salvado la vida. ¡CHICOS! ¡RETIRADA! ¡¡HAY QUE MOVERNOS!!
Sin embargo, este espectáculo visceral no impediría que El Espectacular Spider-Man se aferrara a su filosofía de salvar a todas las vidas que pudiese; a todo aquel que necesitara de su mano bendita para sobrevivir. Porque algo es seguro: Suceda lo que suceda, él jamás olvidaría de nuevo que un gran poder conlleva una gran responsabilidad. No lo haría, nunca más.
Por consecuencia, Spidey decidiría salvar las vidas de todos los miembros restantes de la Tracksuit Mafia que estaban cerca al mar, diciéndoles a aquellos directamente que los protegería, a pesar de los errores que estos hubieran cometido como criminales. Y luego de esto, es totalmente un hecho que una lucha feroz entre un titán y un hombre común se va a llevar a cabo en el Este de la ciudad de Nueva York. ¿Quién podría llevar la delantera, ante tal premisa? ¿Cuál de los dos seres alzaría los brazos y reclamaría su victoria ante la luz trascendental de la Luna?
Kingpin: ¿Conque eso quieren? No importa. Igualmente, los voy a encontrar a todos y a cada uno de ustedes. ¡Sus familias lo van a pagar!
Spider-Man: No te metas en lo que no te importa, idiota. No sabes con quienes estás tratando. Son personas inocentes, a pesar de lo que hayan hecho. Y en cambio tú.. Ni siquiera sé quién seas, pero tienes toda la pinta de pertenecer a la mafia de Nueva York.
Kingpin: ¡De Nueva York y de muchos lugares más, niño! ¿Y sabes qué? Te digo.. ¡Que TÚ eres quien no sabe con quién está tratando! ¡¡No tienes ni la menor idea de con quién te metes y del poder que tengo en mis manos; de las influencias que manejo a mi antojo!!
Spider-Man: Huh. Tal vez no. Pero lo que sí sé con exactitud es que todo ese poder va a caer ante la luz de la justicia, tarde o temprano. ¡Y así como es tu poder del que tanto presumes, yo tengo la responsabilidad moral de atarte y detenerte! Así que prepárate.
Kingpin: ¿¿TÚ DETENERME A MÍ?? JAH. ¡Pues veremos qué tanto detienes las cosas, con las extremidades atadas y rodeado de 20 Tiburones Blancos de mi pecera personal!
Esto mismo, se resolvería a continuación; con una serie de acciones y movimientos performados de lucha mixta que ni los mismos ciudadanos del Este de La Gran Manzana estarían expectantes a ver cerca a sus departamentos. Y estos mismos, describirían a la perfección que las técnicas de combate del rival blindado de los ojos, El Kingpin, serían bastante superiores a las que El Espectacular Spider-Man habría adquirido con el pasar de los años; las cuales, serían pocas y no tan elaboradas. Aún así, este se defendería bastante bien y hasta estaría asombrado de lo excelente que golpeaba su contrincante, a pesar de tener una venda ensangrentada e incómoda a la altura de su visión.
Por último, mencionando de nuevo este detalle mayúsculo, al inexperto héroe se le ocurriría una cosa que podría darle una gran ventaja para poder salir a salvo de este conflicto: Aplicar su anterior técnica planeada de telarañas dispersas a montones que podrían frenar considerablemente al enemigo. La cosa sería cómo hacerlo y dónde sería el lugar indicado para lograrlo, ya que las habilidades de pelea de Wilson Fisk lo estaban dejando al borde del estrado, literalmente.
Spider-Man: ¡Dah! ¿¿Cómo es que lo hace??
Kingpin: Ese es el punto, muchacho.. Yo no tengo que hacer nada. ¡HAH!
Spider-Man: ¿Qué? ¡AAAHH! ¡NO, NO, SUÉLTAME! *quejido* ¡¡D-DÉJAME!! ¡¡NO!!
¡¡KRUNCHH, SHRAAAKKT!!
...
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