"El pequeño amigo de la señorita Muffet"
(El título hace referencia a la canción infantil "Little Miss Muffet")

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Hay cosas que nunca pense que haría en mi vida.

Cosas como ver más allá del encierro, matar a un familiar araña y sobre todo, devolver dinero...

Después de todo... siempre e pensado que, no importa el servicio que ofrezca o lo bien que salgan mis postres, siempre podría intimidar a quienes no apoyarán la causa, mi causa, la que mantenía vivas a las monstruo arañas más pequeña, que por herencia, debía proteger al ser la única araña de diferente forma que seguía existiendo.

Los precios eran una locura, no lo negare... un poco, pero mantener a una colonia de más de diez mil arañas no era barato, lo hacía por ellas, por mi familia, mas por las que morían de frío en las ruinas.

Con eso en mente, ¿Que me importaba quitarle todo su oro a un monstruo por una rosquilla? Los monstruos se recuperan, las arañas no, son un tipo tan frágil que su supervivencia hasta el día de hoy fue suerte, pura suerte... Y a nadie más le importaba, ¿Por qué eh de darle importancia a los que dejarían morir a mi familia? Por favor...

Se nos conocía por nuestra fragilidad, no por nada solo quedaba yo como la única con rasgos de un monstruo jefe, pero sin serlo...

Necesitaba el dinero, necesitaba pagar por los ingredientes y para ayudar a mis camaradas. Sabía que nadie pagaría esa gran cantidad de oro nunca, sabía que siempre podría amenazar a quien fuera, porque, duele admitirlo, pero todos le tenían asco a las arañas.

Claro que... por esa vez, agradezco haber estado equivocada.

Él... Frisk, vino un día inesperado aquí. Yo había robado todo su dinero a otro monstruo y pensé que iba a hacerlo de nuevo, pero grande fue mi sorpresa al ver que el si pagó tal cantidad de 9999 de oro.

Estuve desconcertada, luego contenta, muy contenta, una gran parte de mi quería abrazarlo, y si no hubiera sido porque él ya sé había ido en el momento que volví en sí... es vergonzoso pensarlo, ahuhu, seguía sin creer que enserio eso pasó.

Pero el dinero estaba ahí, más de lo que podía imaginar, lo conté, más de una vez, suena estúpido, pero lo hice, la felicidad dentro de mí fue tanto que deje escapar un agradecimiento a la nada, lo hice porque... quería agradecerle a ese chico más que nada.

Antes de nuestro reencuentro, describí que era un humano, lo cual me hizo entrar en conflicto, la persona que me lo dijo me había ofrecido una buena cantidad de oro si conseguía su alma humana para él, ¿Ella? Lo que fuera.

Siendo honesta, nunca mate a nadie, nunca tuve intenciones reales de hacerlo, todos esos comentarios y amenazas eran solo eso, amenazas vacías, era fuerte y tenía a mi familia, pero sabía que mi defensa era tan débil que... bueno, eso.

Por el oro, lo hubiera echo, lo hubiera matado, mas por las historias que escuche de los humanos, pero Frisk... él no era así, le importó mi familia, le importaba de verdad, tanto que el oro era lo de menos.

Así que, en nuestro segundo reencuentro, solo le agradecí por su donación, renunciando a la oportunidad de obtener mas dinero, o incluso, poder absoluto...

Era lo de menos, ver que el humano compartió una sonrisa amistosa conmigo antes de irse sé sintió mejor que cuando me dio todo ese oro.

Recuerdo haber mandando a mis arañas a seguirle desde entonces...

Fue un bello recuerdo, un gran día, con eso más que la barrera sé haya roto, ¡Y todo se lo debía a él! ¡Frisk!

La tercera vez que nos encontramos, no lo pensé y le invite a una taza de te, gratis esta vez.

Era una compañía amigable, por lo menos hasta que empezó a hablarme de temas morales...

Tal parece que los humanos se tomaban bastante enserio los "robos" y "amenazas de comer a uno vivo" que aquí, tanto que me advirtió de los problemas que me metería si rompía las leyes de ahí afuera.

No estuvo tan mal, agradecí la advertencia, pero luego él me miró con esa expresión de siempre, mientras yo tomaba te y trataba de mantenerme persistente.

No es por presumir, pero siempre me considere una chica persistente, ¡Solo pruebas sólidas podrían cambiar mi opinion nada más!

Pero no podía competir contra la determinación de Frisk, no pude, porque de verdad estaba agradecida con él. Y el que se preocupara por mí era... era dulce.

Y aquí estoy, aprendiendo sobre valores, al juntar el dinero que había robado en estos días, devolviéndole su oro a cada monstruo robado.

Mi delta... lo odiaba, el tener que devolver el oro, la cara de tonto que ponían los monstruos al verme devolverles su oro robado, ¡A mí! A todo menos a... al chico que me hizo devolver todo ese tesoro...

Frisk fue el que mas oro me dio, pero a la vez el que mas dinero me quito, irónico? No lo se, solo sabía que estaba molesta.

Refunfuñé al devolver la última bolsa de oro que había obtenido, me crucé de brazos y aparte la mirada del humano que estaba a mi lado, lo peor es que seguía sin poder odiarlo, lo deseaba, pero solo sentía vergüenza, todo fue tan vergonzoso...

No tenía ganas de estar con nadie, pero ese tonto humano sé puso en medio de mi rango de visión y me sonrió y me levantó su pulgar en algo que pude sentir como "estoy orgulloso de ti"... Sentí cómo mis labios sé encorbaban en una sonrisa, sintiéndome mejor de una forma algo vergonzosa.

No, no podía odiarlo, era fácil cuando pensaba de él como un humano asesino de araña, pero ahora, conociéndolo, simplemente no podía odiar a Frisk.

-"Espero que sepas en lo que te has metido, cariño"

Le dije con la molestia que aún había en mi, mientras apoyaba la mayoría de mis manos superior y medio en mi cadera, no era odio hacia él, pero de verdad, haber devolvido tanto oro me enojaba. No pude evitar ser intimidante, como de costumbre.

Pero Frisk simplemente me miró sin ninguna pizca de miedo. También era la única persona que nunca demostro miedo hacia mi, mis arañas o mis mascota sobre todo.

Era... reconfortante tener a un igual, un chico cerca de mi edad que no sé asustara al verme, solo porque venía de un tipo de monstruo de mas "intimidante" antes de conocerlo, no me había dado cuenta de lo sola que estaba en varias aspectos.

Que él me sonriera sé sentía un lujo, no sé el porque, no creo ser la única que el trataba así, de eso estaba segura.

Él era del tipo que trataba a todos con amabilidad, un tipo que nunca pense ver en persona, pero aquí está, sonriéndome..

Pero disfrutaba su compañía, pasamos un rato más juntos, olvidando el tema del oro. Yo hablaba de mis cosas y él me escuchaba, escuchaba en verdad, Frisk era bueno en eso, como también respondiendo, pero no hablaba mucho.

Era una lastima, lo había escuchado hablar y podía decir que tenía una voz igual de dulce que él...

Frisk... la verdad es que olvide cuando supe su nombre, es como si de un momento para el otro lo supiera, era raro.

Pero me gustaba su nombre, me gustaba que me escuchara cuando le hablé de mi negocio, familia, arañas, postres. Aveces, pensando que hablaba de más, aveces, sé sentía como si le hablara a la pared, pero una bella pared.

Una que respondería con pocas, pero reconfortantes palabras... su voz siendo como música suave y su sonrisita de un niño de bien.

Aveces pensaba que lo admiraba de mas, que era extraño sentir tanto afecto por un chico, un chico que ni era de mi raza, ni un monstruo. Durante mi vida nos enseñaron a una cosa, odiar y temerle a los humanos, lo cual hacia de mi atracción algo más extraño de lo que era de por sí.

Algo de lo cual no estaba preparada, pues, la humanidad es una de las razones de mi soledad, pero, a la vez, Frisk me regaló el sentimiento de estar llenando ese vacío. Un humano me hacía sentir completa..

No me di cuenta, pero el tiempo pasó, y como todo lo bueno acaba, él tenía que irse.

Cuándo lo vi despedirse y girarse, una pregunta salió dentro de mi, sin pensar, traición de mi propia persona.

-"¿Volveremos a vernos, Frisk?"

Odiaba la forma en que lo pregunté, sonando tan mansa mientras acariciaba mis manos, sentía que me veía patética como el ser sin amigos que era... Aparte mi mirada de él, lo cual no ayudó a sentirme menos avergonzada.

Esperaba que la respuesta reconfortante por parte de él me ayudara a sentirme mejor nuevamente, pero como no escuché nada, pensé que esta vez usaría señales en lugar de palabras.

Sentí un par de toques llamando mi atención, giré mi cabeza para verlo, a él, a Frisk, sonriéndome mientras me extendía su mano.

Vacile un poco, pero luego extendí una de mis manos más baja y la estreche con la suya. Era un tacto tan suave y cálida, como la seda de araña o un muffin recién horneado, pero la sensación abrazando mi mano con cinco dedos más pequeños y menos filosos que los tres que yo tenía. ¡Era tan vergonzoso pensar así de él! ¡No era mi intención!

Pero su sonrisa era reconfortante, ¿Por qué era tan amable? No siento que haya echo algo para ganarme su amabilidad. ¿Realmente era tan amable con todos? Una parte de mi quería creer que era un caso especial, que tal vez... en el fondo sentía algo parecido a lo que yo siento por él.

Pero solo porque no le daba miedo mi apariencia no significaba que eso le atraía, ¿No? No sé, tal vez mí ilusión se debía a que lo estaba acostumbrada a este tipo de cosas.

Frisk parecía querer decirme algo, no sé porque no lo hizo antes y me ofreció su mano, tal vez... tal vez sabía cómo me sentía? En parte era bastante obvio, pero... seguía siendo vergonzoso.

-"Siempre nos veremos, Muffet"-Dijo él. Que su voz tan dulce y tranquila dijera mi nombre causó en mi un sentimiento tan cómodo, tan dulce.-"Porque por algo somos amigos"

Amigos... que él me nombrará como su amiga era tan nuevo, tantas emociones me golpearon y solo pude acercar una mano en mi boca y reír, mientras sentía como algo caliente en mí cara, ¿La magia de la que estaba echa se encendía? Nunca supe que eso fuera probable.

-"Tienes razon, cariño~"-Le dije, mi tono siendo más natural, me sentía tan cómoda ahora, devolviéndole la sonrisa a Frisk, mientras sentía como el apretaba mi mano en nuestro agarre, pero sin lastimarme, no sé porque pero eso me hizo perder el sentido en mis piernas por un momento , me costaba mantenerme en pie, pero hice lo que pude para no verme rara frente a mi amigo.

Frisk, mi pequeño amigo, me preguntó... ¿Es tan raro quererte tanto? No sé qué pasará más adelante, no sé si me acostumbrare al conocer a otros humanos, si dejare de ver tan especial al primer humano que conocí por eso...

Pero quería persistir, quería seguir creyendo que Frisk era tan único, incluso si llegara a conocer a otros humanos, que fueran tan amables como él, seguiría creyendo, porque el siempre será el primero.

El primero en ayudar a mi familia, el primero en apoyar mi causa, el primero en verme sin sentir miedo, el primero a quien puedo llamar un amigo real... mi primer amigo real.

Frisk... el primer amigo que me hizo sentir "completa" en mi vida.

Tal vez, el concepto de amar sea algo nuevo, tal vez sea parte de mi personalidad ambiciosa la que quiera tener más que solo una amistad con él?

Incluso cuándo él se fue, seguía sintiéndome nerviosa, ansiosa, temblorosa...

No lo sé, no lo sé muy bien... pero es un sentimiento disfrutable, tan adictivo, uno que quiero sentir mas seguido.

Tal vez... solo tal vez... logre que tú te sientas igual.

Siento que te lo debo, mi pequeño amigo...