"Little Spider"(Epictale)

Hace 16 años atrás. En alguna parte de Hotlands.

El clima era el de siempre en él lugar. El cielo tapado por la tierra con pequeñas piedras brillantes dándole un poco de vida a la vista. El clima era cálido, perfecto para la niña araña, Muffet. Dicha monstruo estaba atendiendo un pequeño local juntó con algunas cuantas arañas más pequeñas y su mascota con forma de muffin con rasgos de araña.

Muffet lanzó un suspiro mientras miraba a los lados del caminó, no había venido nadie en media hora, cosa qué la frustraba bastante ya qué luego de tantos intentos, finalmente logró preparar unas donas ricas tanto en sabor, cómo gustosas a simple vista. Esperaba ganar algo de dinero con ello y de paso saber si a alguien más que a ella le pudiera gustar, pero sobretodo por el dinero obviamente.

Muffet escuchó pasos de fondo, miró de nuevo el caminó, viendo qué alguien llegaba desde la parte izquierda del caminó. Un posible cliente, la albina no supo que hacer ahora. Jamar su atención, pensó, pero no supo cómo, ella estaba acostumbrada a ahuyentar personas, no atraerlas...

Muffet sólo sé quedó allí, esperando a qué él chico que pasará sé fijara en su puesto.

Cosa qué así fue, la figura pequeña(Eran prácticamente del mismo tamaño)apenas pasó, miró su puesto y sé acercó con curiosidad.

El ser la saludó con un gestó de mano... Muffet no reconoció la especie de monstruo que era. Tenía los ojos cerrados, ¿Cómo era que sé fijó en ella? Bueno, tampoco podía decir mucho, siendo qué ella cubría sus ojos con el flequillo de su cabello.

Pero en lo demás, no tenía suficiente pelo, garras, plumas, escamas, etc. Era solo un ser de peló cortó y piel color pastel.

Ella no estaba allí para aprender de nuevas especies de monstruo, estaba para vender.

-Ehm, vendó donas.-Dijo en un tono bajó y la mirada algo cabizbaja.-500 de oro cada una.

-Woah.

El chico exclamó con sorpresa, llevándose una mano a su boca.

-Es la primera vez que encuentro comida tan cara.-Dijo el chico quedándose mirando dicho alimentó.

Muffet inflo sus mejillas con molestía a la par qué levantó su vista. Pudo verle la cara al chico por los ojos inferiores.

-Es mí precio, tómalo o déjalo.-Ella dijo, tratando de sonar intimidante, pero sonó más como, bueno, una niña enojada haciendo un típico puchero.

-Hmm...

El chico sé fue, volviendo por el camino por el que había venido. Muffet giró la vista para verlo irse, apretó sus labios con molestía y frustración. Una araña usó una cuerda de telaraña para bajar cerca de su oído.

-Tal vez... deba de bajar el precio....

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Habían pasado diez minutos.

Muffet volvió a escuchar pasó venir de la izquierda, volviendo a encontrarse con el chico de antes.

-Oh, eres tu.-Dijo Muffet sonando indiferente.

Pero el chico le sonrió, cosa qué le pareció extrañó a ella.

-Me llamo Frisk.-Dijo el chico poniendo una mano en el centro de su pecho para luego poner ambas manos detrás de la espada.-¿Y tu cómo te llamas?-Preguntò por la curiosidad, inclinando su cabeza y manteniendo una sonrisa amistosa.

-Muffet.-Dijo dicha monstruo, presentándose con educación.-Vas a comprar algo o no? No me hagas perder el tiempo.-Dijo, ahora menos educada.

-¡Claro!-Dijo animado el contrario.- Perdón por irme antes, es que fui a conseguir de este oro que intercambian aquí.-Dijo, sacando detrás de él una bolsa de gran tamaño, que apoyó enfrenté del puesto.-Eran 500 de oro, verdad?

Muffet bajó un poco la mirada, aunque estaba tentada, algo del chico la hizo sentir que debía ser justa por una vez.

-Enrealidad... el precio bajó, ahora solo serían 499 de oro.-Dijo ella.

-Oh, vale.-El chico sé rascó la cabeza.-Pero sólo traje para uno.

-De acuerdo.-Dijo ella. Unas cuantas arañas bajaron y subieron con la bolsa con dinero, pero dejaron caer una sola moneda en la mesa del puesto.-Este sería tu cambio.

Frisk agarró la moneda y sonrió.

-¡Que bien! Puedo empezar a ahorrar de nuevo con algo.-Comentó divertido el niño, sacando su lengua en una expresión igual de divertida.

Muffet ladeó la cabeza hacia un lado. Sonrió un poco, de su espalda salió una pata de araña del mismo color de su piel, el cuál uso para empujar una dona hacía Frisk.

Dicho humano sé mostró un poco aturdido, pero sonrió al prestarle más atención a lo que acaba de comprar.

Agarró el donut, le arrancó un pequeño pedazo y lo metió en su boca, comenzando a comerlo.

Frisk uso su mano libre para mostrar un pulgar hacía arriba, como forma de compartirle su opinión a Muffet. Dicha albina sonrió al sentir un ligero cosquilleo pasar sobre su cuerpo, también sonriendo con orgullo, ya imaginándose que le gustaría.

El chico miró el restó del postre, teniendo una idea que lo hizo sonreír.

-¿Quieres una parte?-Preguntò.

-Uh?-Exclamó confusa ella.

Frisk cortó el donut a la mirada ofedciendo el pedazo más completó a la dueña del local.

-Yo, ehm, no lo quiero.-Dijo ella encogiéndose de hombros.

Frisk siguió con el brazo con el postre extendido.

Muffet frunció el ceño a través de su flequillo.

-Que no.-Dijo ella.

-Esta muy bueno.-Dijo él.

-Ya lo sé, yo las hice.-Defendió ella alzando su pecho con orgullo.

Frisk inclinó la cabeza hacia un lado.-¿Las probaste?

Muffet tembló un poco.-... No realmente...

-Entonces, ¿Cómo sabes que saben bien?-El niño preguntò con una sonrisa burlona y aún con el brazo extendido.

-P-porque sé que saben bien de todas formas!-Gritó ella temblando un poco.

El chico siguió ofreciéndo la dona con una sonrisa que no desaparecía.

-Grr.

Muffet lanzó un gruñido, perdiendo la paciencia, alzó una una pata de araña y la clavó en el pedazo de dona, quitándose la a Frisk, para luego ponerlo en su boca.

-Ya!?-Dijo ella sosteniendo el pedazo con sus pequeños colmillos.

Frisk la miró estoico, para luego sonreír inocentemente.

-¿Y que opinas?-Preguntò el niño con curiosidad en su tono.

-Hmm?

Ella abrió su mandíbula para comerse el pedazo de un solo bocado.

Frente a la sonrisa de intriga de Frisk. Muffet ocultó su labio manchado de glaseado que quitó de a poco con su lengua.

-Ehm, lo hice bastante bien.-Ella dijo, mostrando una sonrisa.

-Y muy bien. Buen trabajó, Muffin.-Halagó, Frisk causando un sonrojó no tan evidente en Muffet.

-E-es Muffet, no Muffin.-Dijo ella quejándose un poco.

Frisk le sonrió, para luego caminar unos pasos hacia la derecha, sentándose en el piso, cerca del mini negoció de Muffet.

Muffet lo miró extrañada.

-¿Que haces?-Preguntò ella.

-Me pongo cómodo.-Respondió él, sonriente y comiendo otro pedazo de lo que le quedaba de la dona que compró.

Un niño muy raro. Era lo que pensaba Muffet mientras trataba de concentrarse en atender su negoció, mirando ocasionalmente al niño sentado cerca de su mesa.

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Al día siguiente. Muffet volvió a su puesto, no había echó nada nuevo hoy, sólo estaba revisando lo que sobró del día anterior.

Le sobraron dos de ocho donas. Cómo tal, ella no sabía que haría con eso, tampoco es que le gustará la idea de comer pan de ayer. El glaseado y el contenido de dentro debió de endurecerse a este punto.

-Muffet!

Dicha albina levantó la vista, encontrándose con el castaño del día anterior.

-Oh, eres tu.-Dijo ella mostrandosé indiferente ante él. Cómo él sé mostró alegré ante ella.

El niño puso las manos detrás de su espalda con una sonrisa en él.

-Solo venía a comprar otra dona.-Dijo, mirando las dos únicas donas que habían en la mesa.

-No hice más donas.-Repuso ella, agachando la mirada.-Estas son de ayer, no creo que te apetezca comprarlas.

Frisk siguió mirando las donas, luego miró a Muffet quién también levantó la vista para mirarlo.

El niño le sonrió.

-Te las compro igual.-Dijo genuinamente.

¿Eh? Te dije que son de ayer.-Respondió ella, extrañada.

El contrario movió los hombros con desdén.

-Solo es un día. Seguro que siguen manteniendo un sabor dulce.-Dijo Frisk sonriendo inocentemente.

Muffet sé movió un poco en su lugar, no quería vender pan de ayer, pero no le salían las palabras para negarle la comprá al niño enfrenté suyo.

-... Te las vendo a 100 de oro las dos.-Dijo ella, pensando en la oferta más justa que podría ofrecer su mente de infante/tacaña.

Frisk sonrió mostrando sus dientes.-¡Echó!-Sacó detrás suya otra bolsa con oro.

Frisk sacó el dinero acordado, Muffet le cobró sin problemas y le dió las donas sobrantes.

Frisk al tener ambos postres en sus manos sé le ocurrió una idea que le pareció divertida.

-¿Que tal sí compartimos?-Sugirió el chico apuntó de estirar su brazo.

Muffet lo detuvo poniendo una de sus extremidades extra de araña en medió del pecho de Frisk.

-No voy a comer solo porque tu me lo pidas.-Dijo ella en un tono ahora sí intimidante.

Frisk sólo sé mostró estoico ante la situación. Muffet apartó su extremidad. El castaño volvió a sonreírle.

-Puedes acompañarme cuando quieras. Yo no te obligo a nada.-Dijo él, alejándose unos pasos a la derecha, sentándose en el piso, en el mismo lugar que ayer.

Muffet sólo lo miró, pensando en lo raro que era el niño. Frisk notó su mirada y le sonrió y saludó con un gestó de mano. La albina apartó su mirada de él.

Muffet miró su mesa vacía, mirando ocasionalmente a Frisk comer una parte de una dona que arrancaba. La albina sé preguntaba porque no directamente le daba una mordida en lugar de comerla por trozos pequeño.

Claro que era su manera de comer, pero la estresaba un poco... también sintió curiosidad, ¿En serio el niño estaba disfrutando tanto una dona como para comerla pedazo por pedazo? O es que acaso el castaño estaba queriendo algo más? La albina empezó a sospechar de él. Una parte de ella sentía que estaba planeando algo detrás de toda esa fachada de comprarle lo que vendía.

Sonaba estúpido, pero Muffet lo creía. Había algo en ese niño que lo hacía diferente a otros con los que sé había encontrado. Mas allá de ser una especie extraña de monstruo del cual nunca haya visto antes.

Siendo llevada por su curiosidad, Muffet dejó su puesto y sé acercó a Frisk quién la miró.

-Tu estás planeado algo.-Acusó ella, mostrando sus colmillos.-No intentes ocultarlo.

El contrario inclinó la cabeza con una sonrisa confusa.

-... Pues... creo que tienes algo de razón.-El dijo, sonriendo apenado.-Realmente no tengo planeado nada, pero otra intención sí tengo...

-El cual es?-Preguntò la contraria, preparada para agrandar la longitud de sus patas extras en casó de necesitar asustar al niño de la peor manera.

-¡Quiero ser tu amigo!-Relevó el niño, sonriendo genuinamente.

-A-ah, ¿Que?-Dijo Muffet, sus extremidades extras alargandosé por un repentino descontrol en su propio cuerpo.

Frisk no le prestó atención a sus patas de araña, ya sabía que podía hacer eso. Aunque había algo que no sabía.

-¿Quieres ser mí amiga?-Preguntò, sonriente.

La contraria tembló, sus patas sé hicieron más pequeñas al no poder controlarlas.

-¿Por qué?-Preguntò, desconfiando aún del niño.

-Me caes bien.-Respondió él, en un tono honesto.-Me gustaría ser tu amigo.

-... No estoy interesada.-Repuso ella, respondiendo con la misma honestidad.

-Oh, está bien...

Frisk agachó la cabeza unos segundos, para luego subir la cabeza nuevamente con una sonrisa esperanzada en él.

-¿Y no quieres hacerme compañía?-Preguntò, extendiendo una mano con la dona de las dos que compró anteriormente.

-Ugh, ¿Por qué piensas que yo quiero hacerte compañía?-Preguntò Muffet con molestía en su tono, pero contradiciendosé al sentarse en el piso aún lado de Frisk.

Frisk fijó su expresión neutral en ella. Muffet sólo sé sonrojó levemente y apartó la mirada.

-Solo tengo curiosidad... de sí en verdad estás disfrutando de la dona que te vendí.-Dijo, volviendo a mirarlo apenas sintió menos calor en su cara.

-Ya veo...

Frisk sonrió y le siguió ofreciéndo la otra dona a Muffet.

Ella terminó por aceptar la dona, no quería repetir lo de la otra vez.

Él niño le sonrió y levantó un pulgar hacía arriba mientras ella le daba una mordida a su dona.

Muffet sintió algo... dulce venir del postre, no era el mismo sabor que ayer, pero fue lo suficientemente agradable para hacerle devolverle el gestó a Frisk.

La albina estaba empezando a considerar la propuesta anterior del niño...

>∆∆∆∆∆∆∆∆<

Actualidad. En la misma zona de Hotlands.

Muffet, ahora mayor, estaba atiendo su local, ahora más grande y con más tipos de postres, cómo pasteles y muffin.

Su cliente de ahora era uno de la guardia real, tenía una armadura que le cubría todo el cuerpo, pero sobresalían dos orejas de conejo.

-Ehm, bueno. Y-yo solo me preguntaba sí tenías un postre para cuando quieres comer algo dulce con tu compañero de batalla y así.-Dijo nervioso el guardia, sudando bastante por dentro de su armadura.

-Un pastel de chocolates es ideal para una salida de pareja~

Ella aconsejó, lanzando un guiñó. Ahora el guardia sudo al punto que su sudor sé escapaba de su armadura.

-N-no era eso lo que quise decir! Pero... supongo que te lo compro igual.

-Perfecto~ gracias, querido~

Muffet le cobró al guardia el pastel, luego lo vió irse bastante nervioso, eso la hice casi reírse.

-(Cariño, el amor vuelve tonto a uno)-Pensó, Muffet sintiendo un poco de repudió al tocar un tema romántico.

Ella dejó de pensar en eso y sé concentró en atender su puesto. Escuchó unos pasos venir desde el caminó de la izquierda, a la albina le sonaron los pasos, formándose una sonrisa en ella al ver venir a su cliente habitual desde la izquierda del caminó.

-Ahuhu~ pero si es mí segundo Dreemurr favorito.-Dijo en un tono coqueto, Muffet viendo cómo un humano adulto dejaba de caminar al estar enfrenté de su local.-Frisk~

Dicho castaño le sonrió y saludó moviendo su mano.

-Muffet, ¿Cómo has estado?-Preguntò él en un tono tranquilo.

-Pues bien, ya qué hoy tu hermano no vino a robarme.-Repuso ella en un tono agrio al mencionar al otro humano menor que Frisk.-Pero tu cómo has estado, cariño?-Preguntò ahora sonando más calmada y alegré al concentrarse en Frisk y no en Chara.

El contrario sonrió nervioso, rascándose la frente.

-Pues me alegra que estés bien.-Dijo con honestidad.

La fémina le siguió sonriendo.-¿Quieres pedir lo de siempre?


Frisk movió la cabeza hacia arriba y hacía abajo ligeramente.

-¡Está bien!-Dijo ella juntando sus manos mientras una de sus patas extras bajó una pequeña bolsa de cartón.-Dos donas con rellenó para mí embajador~

El chico sé ruborizo un poco por ser llamado así, pero mantuvo la postura calmada para agarrar la bolsa y pagar por el postre.

Frisk tragó saliva y le sonrió a la dueña del puesto.-¿Quieres acompañarme?

-Bueno, ya qué insistes.

Ambos sé fueron unos pasos hacía la derecha del camino en dónde sé sentaron en un tronco que había sido puesto allí hace tiempo

Frisk sacó una dona la cuál le ofreció a Muffet. Ella aceptó y agarró le postre. El humano luego sacó su dona y le arrancó un pedazo el cuál luego puso en su boca mientras que Muffet le daba una gran mordida, comiendo media dona.

-Mmm~

Muffet disfrutó el sabor de su propio postre, Frisk sonrió mientras la admiraba en silenció.

Ella tragó y luego le sonrió al humano.-Bueno, ¿Cómo está tu madre?-Preguntó con cierto interés.


-Bien, estuvo... ehmm, practicando con papá para el próximo concurso de frotación de hocicos está mañana.-Dijo él desviando la vista avergonzado.

-Pff!

Muffet tuvo que taparse la boca para evitar escapar una risa.

-Oh mí, ¿Acaso los sorprendiste o...

Frisk sé sonrojó bastante mientras seguía apartando la mirada.

-Sí...

Muffet no pudo contenerse y dejó escapar una carcajada.

-Aww, no te avergüences, querido.-Dijo Muffet al ver qué Frisk evitaba mirarla.-Pudiste ver algo peor que eso. Igual es bueno ver qué la reina y rey sé siguen amando luego de tanto tiempo.

Frisk levantó la vista, sonriendo y con su cara dejando de estar tan roja.

-Eso es cierto... al menos son felices.-Sonrió con más calma.

-Sí, me alegró por ella.-Dijo Muffet sonando honesta.

-¿Quieres saber cómo están Asriel y Chara?-Comentó el chico.

-No.-Respondió, Muffet directamente. Para ella Asriel no era más que un pervertido y Chara... no hace falta mencionar como ve ella a ese humano.

-Pues ellos están bien, Chara muestra más seguridad y Asriel es cada vez más bueno peleando.- Explicó, Frisk a pesar de la negación de Muffet.

Muffet le lanzó una mirada desinteresada, para luego ignorar lo que dijo Frisk.

-Que tal va todo el tema de... bueno... ya sabes?

-¿Gaster? Sigue desaparecido.-Dijo Frisk con calma en su tono.

Muffet mostró una mirada severa.-Ya veo.

Hace años que el antiguo científico real quiso matar a Frisk para un plan de exterminio que le daba igual a Muffet. El sólo recuerdo le molestaba. Le frustraba que a Frisk no le diera mucha importancia al tema. Han pasado años, sí, pero...

Muffet comenzó a abrir de más su mandíbula, al punto en que su cara amenazó con abrirse a la mitad, pero logró controlar eso al meter lo que sobraba de su dona a la boca. El sabor del postre logró calmarla y volver a su forma más "adorable a la vista" por así decirlo.

No iba a descontrolarse frente a Frisk(Ya tenía mucho con las veces que lo hizo por culpa de Chara), acomodó su cabello el cuál sé desordenó un poco y fijó su mirada en él chico a su lado.

Sé le veía neutral mientras comía trozo por trozo la dona. Muffet quería verlo más animado y como tal solo sabía una forma de animarlo.

-Hey~ Frisky~

-¿Muffin?

-Muffet.-Corrigió ella con algo de molestía en su tono, para luego rápidamente incorporándose y dando un saltó atlético hacía atrás usando un par de telarañas cómo soporte.

El saltó la hizo llegar hasta su puesto, dónde agarró algo y luego hizo otro saltó atlético con giros innecesarios hasta llegar a sentarse de nuevo aún lado de Frisk.

Muffet le sonrió a Frisk, para luego reírse al verlo impresionado al punto en que abrió los ojos por el espectáculo que acababa de hacer.

-Esto va por la casa.-Dijo Muffet agarrando y poniendo una dona sobre la mano libre de Frisk.

-V-vaya.-Dijo Frisk sonriendo torpemente a la par qué agachaba la cabeza.-Gracias, Muffin.

Muffet frunció el ceño y apoyó los brazos en su cintura.-Es Muffet!

Frisk levantó la vista a la par qué juntaba las manos y apoyaba la dona en su pecho.

-Igual, lo apreció mucho viniendo de ti.-Dijo el chico pacifista con completa honestidad en su voz.

Él le sonrió con un ligero rubor en sus mejillas. Ella no pudo evitar devolverle el gestó pensando en que era una escena encantadora de verse.

-No es nada, cari.-Dijo Muffet sonriendo plácidamente.-Supongo que para algo están los amigos.-Dijo la albina dejándose llevar por la calma que sentía.

Frisk le sonrió animadamente, casi viéndose bastante infantil para ella, pero no lo reprochó por eso.

Le gustaba cuándo Frisk venía a charlar con ella.

Así durante 16 largos años...

Ella amaba esto...

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