"Humano enfermó"

Solo tenía ganas de escribir algo con la versión original.

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En un hotel de clase media. Toriel estaba leyendo un libro sobré caracoles cerca de una chimenea artificial con fuego mágico que no quemaba.

¡Ding! Dong!

Las orejas de Toriel sé movieron un poco al escuchar el timbre de la puerta, la doña cabra sé levantó, puso su libró en su silloriel y fue directo a atender la puerta.

-Hola?-Ella saludó, abriendo la puerta, encontrándose con otro monstruo como ella, pero era una chica joven con rasgos de araña.-Oh, tu! Ehh, Muffet cierto?

Dicha monstruo sé arrodilló un poco haciendo una pequeña reverencia, no pudo hacerlo completamente porqué llevaba una bolsa de cartón en dos de sus seis manos.

-Es un gusto verla señora Toriel.-Dijo la menor, siendo educada.-¿Está Frisk? Escuché que estaba enfermo, así qué yo...

Muffet sé mostró tímida y comenzó a murmurar incoherencias. Toriel le mostró una sonrisa maternal.

-Oh, sí. Ayer estuvo muy enfermó, pero ahora sé encuentra mucho mejor.-Explicó la mayor, manteniendo su sonrisa.-¿Quieres verlo? Creó que a mí hijo le gustaría tu compañía.

Muffet sé sonrojó ligeramente, tosió un poco para disimular.

-Ejem, aunque me gustaría verlo, yo... ¿No hay problema?-Preguntó, disimulando su entusiasmos.

La contraria le siguió sonriendo.-No creó que haya ningún problema. Ven, pasa pequeña.

Toriel tomó desprevenido a Muffet, agarrando una de sus manos libres y prácticamente la arrastró dentro.

-Ehm! Está bien....-Dijo Muffet dejándose llevar por la monstruo más mayor hasta llegar a una puerta con una placa qué tenía escrito "Frisk" simplemente.

Toriel soltó la mano de Muffet, la misma monstruo joven sé echó una rápida revisión en su ropa, cabello y demás, para asegurarse de que estaba presentable.

A la par de eso, Toriel abría la puerta un poco y asomó la cabeza dentro.

-Frisk~ otra de tus amigas vino a verte mí niño.-Dijo Toriel.

Algo hizo click en la cabeza de Muffet.

-(¿Amigas?)-Pensó, sintiéndose rara por un momento antes de mover la cabeza e ignorar ese pensamiento.

-Puedes entrar ahora, querida.-Dijo la mujer albina, abriendo un poco más la puerta a la vez que sé hacía a un lado, dándole pasé libre a Muffet.

La joven sólo movió la cabeza y caminó adelante en un semblante tímido, pero elegante, entró a la habitación y sé encontró con Frisk recostado en su cama.


El humano le hizo un gestó con la mano, saludándola con una simple sonrisa.

-Yo estaré con lo mío.- Avisó, Toriel.

Muffet escuchó como sé cerraba la puerta detrás de ella. La joven monstruo sé sintió nerviosa, pero mantuvo su postura, devolviéndole el gestó de mano al joven humano.

-Frisk, hola. Ehm, escuché que estabas enfermó.-Ella dijo, acercándose más a la cama de dicho chico.-Yo... te hice panecillos.-Dejó escapar un tono tímido a la par qué levantaba un poco la bolsa de cartón.

Al estar más cerca, Muffet notó que el humano estaba algo rojo. "Seguro es a causa de la enfermedad" pensó.

Frisk miró la bolsa, sonriendo volvió a mirar a Muffet. Solo con eso bastó para hacerla sonrojar ligeramente mientras le entregaba la bolsa a la causa de sus nervios.

El castaño dejó la bolsa en una mesita de noche más cercana a la cama.

-Gracias.-Dijo, si tomo de voz tan puro y angelical era de escuchar en la opinión de la contraria.-Prometo que lo comeré más tarde, es que comí anteriormente.

-Ya veo.-Dijo la chica, oliendo un aroma familiar, sonrió sin ningun problema, sabiendo bien que podría confiar plenamente en la palabra de Frisk.

Muffet desvió un poco su mirada, notando que había algo en la cama de Frisk.

Eran cartas, un montón de cartas en la cama de Frisk.

La fémina mostró una sonrisa curiosa.-Ahuhu~ veo que sigues siendo popular, cielo~

El contrario sé rascó la mejilla avergonzado. Había recibido muchas cartas de varios monstruos, muchos de echó. No era secreto que tenía muchos amigos qué sé preocuparon por su bienestar, tomándose el tiempo de mandarle cartas mandando su apoyó. Y como la noticia seguía expandiéndose por la zona, seguía recibiendo cartas incluso un día después de reportarse enfermó en la escuela.

Muffet dejó escapar una risita antes de mirar la pila de cartas, hubo una que llamó su atención.

-¿Y esto?-Preguntò, Muffet agarrando una carta algo chamuscada. A tenerla cerca, no pudo evitar leerla.

"Frisk, esperó y deseó que te sientas mejor.

Escribiría más, pero ya es la quinta carta que quemó. Ji, ji, ji.

De parte de: Fuku Fire♡."

Muffet escuchó otro click en su cabeza, juntó con una extraña sensación en su pecho. Conocía a Fuku Fire. Era pariente de Grillby. Y conocía a Grillby porque tuvo problemas con él, en el pasado. Frisk hace tiempo la convenció de llevarse bien con el monstruo de fuego.

No tenía problemas con ella, el problema era que... era otra fémina monstruo pasando tiempo con Frisk. Los había visto alguna veces cerca del bar de Grillby's. Incluso los vió compartiendo una mesa desde una de las ventanas de dicho local.

No estaba segura sí Fuku Fire sentía algo por Frisk, pero no podía evitar sentir celos al ver otra chica monstruo llamando la atención del humano a quién le tenía cierto apreció.

-Ahuhu~ Muy popular.-Comentó, haciendo de un lado sus emociones, bromeando un poco de pasó.

-Je, je.

Frisk dejó escapar una risita mientras sé sobaba un poco el estómago.

La sonrisa de Muffet sé tensó un poco. Ya sabía que ese aroma que olia le resultó familiar, pues ya había comido en el bar de Grillby's en el pasado.

El olor de las papas fritas era fácil de distinguir. Muffet sé le hizo la idea de Fuku Fire viniendo al hotel al igual que ella, pero con una bolsa de cartón con papas fritas y una hamburguesa dentro. Otro sentimiento de celos la invadió por momentos, su sonrisa bajó hasta hacer una mueca por completó.

Ignoró por tercera vez sus celos, dejó la carta de Fuku Fire con el restó y sé sentó en la cama, mirando con una ligera sonrisa al humano acostado en la misma.

-¿Y como estás?-Preguntó con un semblante más amigable.

El humano sé tocó la nariz mientras le volvía a sonreír.

Muffet sonrió más ampliamente.-Me alegró que estés bien. De verdad, aunque me enteré tarde de que estabas enfermó, lamentó eso.

Frisk hizo otro gestó con su mano para dejar claro que no había ningún problema con eso.

-Me alegra que hayas venido.-Dijo él. Muffet sé ruborizo ligeramente por lo honesto que sonó el chico.

-S-sí, también me alegra verte... y ver que más gente vino a verte también.-Ella dijo, cambiando rápido de tema antes de qué fuera bastante obvia con sus emociones.

El chico miró la pila de cartas que estaba en su cama.

-¿Crees que esta algo desordenado?-Preguntò, sonriendolé a ella.

La chica miró la pila de cartas un momento. No podía mentir, eran demasiadas cartas tiradas en una cama.

-Tal vez un poco.-Dijo antes de que tuviera una idea.-¿Que tal sí las ordenó para ti? Ya sabes... Así tendrías una excusa para que siga haciéndote compañía. Ahuhu~

Muffet guiñó un ojo mientras sentía que sé moría por dentro. Fue un movimiento atrevido, pero valió la pena al ver cómo Frisk sé sonrojaba más de lo que ya estaba.

-Ehm, sí no es ningún problema.-Dijo |} chico bajando un poco la mirada tímidamente.

La sonrisa de Muffet tembló un poco mientras su parte cuerda evitaba que su parte maliciosa siguiera teniendo pensamientos de apretar las mejillas sonrojadas de Frisk.

-Esta bien, cariño. Déjame eso a mí~

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Muffet acomodó la última carta sobré otro montón de cartas que estaban una encima de la otra.

-¡Con esto ya estaría!-Dijo medio eufórica, viendo la fila de cartas más ordenada, que sé encontraba en medio de la habitación de Frisk.

Hablando de dicho humano. Muffet desvió la mirada en la cama para mirarlo con una sonrisa>

-Bueno, cielo. Solo faltaría encontrar un lugar donde guardarlas.

-Dejame eso a mí.-El chico sé ofreció.

-Cariño, no tienes qué hacerlo, puedes dejármelo a mí.

Frisk hizo poco casó a la oferta, sé levantó y con mucha habilidad puso la fila de cartas sobré su cabeza.

Muffet miró con incredulidad hasta qué reaccionó al ver cómo Frisk tenía intensiones de guardas todas las cartas en un pequeño cajón.

Ella arrugó la cara un poco.-Ehm, Frisk. No creo que puedas guardas todas las cartas en ese cajón.

Frisk guardó todas las cartas en ése cajón sin ninguna dificultad.

-Oh, uhm. Bueno.-Ella sé quedó sin palabras un momento mientras él chico sé le acercaba con una pequeña sonrisa.-Veo que ya te estás sintiendo mejor.

Ella sonriendo ampliamente al notar lo bien que sé encontraba. Su sonrojó incluso sé había ido.

(Eso es una lástima. Sé veía lindo sonrojado)-Pensó ella antes de sonrojandosé con algo de intensidad.


Muffet intentó relajarse, pero... Frisk sé le acercó demasiado de repente.

-¿Te encuentras bien? Te vez algo... ¿Más morada?-Él dijo, notando la manera de sonrojarse de Muffet. Le recordó a cuándo el estaba enfermó ayer.

Muffet desvió su mirada y sé río nerviosamente.

-Ahuhuhu~ Frisk, tu estás... muy cerca.-Ella dijo, poniendo una mano en su cara, sintiendo lo caliente que estaba.

Frisk entonces sé dió cuenta de la cercanía, aunque su expresión no cambió mucho, sé pudo ver un pequeño rubor en él mientras sé apartaba un poco de Muffet. El humano pidió disculpas en un tono apenado.

La monstruo le devolvió la mirada y le sonrió débilmente mientras pensaba qué sé veía lindo en esa compostura.

-Ya, Frisk. Me alegro qué estés bien.-Dijo ella cambiando de tema.

-Bueno... me alegra que hayas venido.-El repitió, como sí fuera la primera vez.

Muffet pensaba que era un buen momento para irse, tenía el momento perfecto para despedirse mediante un beso de despedida en la mejilla. Con solo ése pensamiento bastó para que sé volviera a sonrojar, pero con menos intensidad.

Muffet descartó esa idea. No querría asustar a Frisk y perder su amistad tan valiosa para ella por una mala jugada.

-Bueno, cariño~ cuándo te sientas en plena forma, ven a visitarme, si? Extrañamos tu compañía.-Ella dijo, refiriéndose a tanto su perdón, como a su familia (Tal vez más a ella) para luego lanzar otro guiñó atrevido.

Muffet no sé atrevió a mirar a Frisk luego de hacer tal comentario, así qué mantuvo cerrado sus ojos mientras hacía un gestó de despedida y sé daba media vuelta hacía la puerta.

Muffet no escuchó nada mientras sé iba, eso la tentó a voltearse, pero pensó luego que Frisk sólo sé estaba despidiendo en su forma callada de ser casi siempre.

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-Gracias por venir a visitar a mí hijo, Muffet.-Dijo Toriel encontrándose despidiendo de dicha joven monstruo.

La joven sé ruborizo un poquito mientras le hacía una reverencia a la monstruo mayor.

-Fue un placer verlos.-Dijo ella. Toriel le abrió la puerta y ella estaba a punto de irse.

-E-espera.

-¿Frisk? Cariño, ¿Que haces fuera de tu cama?-Preguntò preocupada, Toriel notando la repentina aparición de su hijo adoptivo.

Muffet también prestó su atención en él, preguntándose porqué Frisk estaba enfrenté suyo, porque sé acerca y porqué no dejaba de acercarse le....

-(Oh mí Delta...)-Pensó, asustada antes de sentir como algo atrapando su cuerpo cómo una red de telarañas.

El repentino abrazó la hizo sonrojarse peor que la última vez, luego escuchó un susurró diciéndole:"Hasta luego" apenas correspondió el abrazó.

Era solo un abrazó de despedida. Muffet le pareció un lindo gestó qué la hizo sentirse bastante amada. "Ojalá no sea la última vez que pueda sentirme así" pensó la joven monstruo teniendo sentimientos enfrentados entre que le gustaba la idea y que era vergonzoso pensar en aquello.

-Uhm, je, je... niños, por favor.

Toriel terminó por romper el abrazó entré ambos, apenas sintió qué sé estaba alargando de más.

Muffet siguió ruborizada, sonrojandosé cada vez más, sé alejo y le hizo una reverencia a tanto a la madre como a su amigo, para luego irse, está vez sí.

Frisk le sonrió mientras la veía irse.

-Gracias por haber venido.-Dijo el chico en voz alta mientras sé mantenía sonriente.

Toriel le sonrió. Pensando que era lindo, pero a la vez preocupándose, era una madre bastante sobreprotectora después de todo...

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