Capítulo 4: Padre e Hijo

8:40 PM


Wasabi al llegar a la casa de su padre, tocó el timbre y espero a que abriera.
Un señor de unos 40 años abrió la puerta y se alegro a ver a su hijo...
—¡hijo! Qué bueno que estés aquí, te eche de menos. —sonrio contento— pasa, te haré algo de comer. —se hizo a un lado y fue a la cocina.
suspiro el joven y entro a la casa de su padre cerrando la puerta.
—¿Cómo has estado? —pregunto el adulto mientras empezaba a cocinar.
—...Mal, hoy no tuve un buen día. —dijo el hombre ahora sin rastas.
—¿Qué? ¿Qué has hecho? —lo miro preocupado el mayor.
en ese entonces el joven desvió la mirada—hace días me he sentido raro... no sé, y... hoy la profesora Granville me regaño feo...—balbuceo triste— porque falte a clases, pero fue por buenas causas. —se mordió el labio.
El señor africano sirvió de comer a su hijo y se lo dio— ¿te enfermaste? —le pregunto.
el contrario asintió y empezó a comer— sí... —confeso.
—tranquilo, ya pasó. —se sentó el adulto.

En toda la noche la pequeña familia hicieron una larga plática, de un momento a otro el universitario se quedó dormido en el sillón.
—descansa hijo, prometo que seguiré cuidándote y estando a tu lado... te quiero. —eso fue la última palabra antes de quedarse dormido.

2 semanas después

Wasabi seguía sin comprender lo que tenía, ya le han pasado más cosas sin "explicaciones" que no podía creerlo, Y Su ánimo se decayó, eso fue que sus amigos se preocupaban por el... y más su "amigo" friki.
Un día, el oji-marron se puso de acuerdo en visitar a su padre en su empleo para tratar de resolver sus problemas.
Se identificó en la recepción y fue al elevador, para después subirse y marcar el piso.
Lo que le sorprendía, fue que su padre trabajaba en Sycorax.

De un momento inesperado, el elevador se detuvo justamente cuando Wasabi se recargo cerca de los botones.
—¿Eh? ¿ahora qué pasó? —empezo a echar que había pasado.
por un simple toque en los botones, causo un corte circuito... Se asusto ya que la electricidad no era color amarillo como comúnmente se veía, si no de color verde.
—¿¡EHH!? —asustado, miro sus brazos...
pues sus venas mostraban un color verde.
ahora todo está volviendo a empeorar, estaba atrapado en un elevador y ahora esto.
ya sentía que estaba en coma por la araña y esto eran alucinaciones.
Su vista se hizo borrosa y empezó a marearse, causando que cayera desmayado.

1 hora después

Durante toda una hora, el hombre se había quedado atrapado en el elevador. Estaba inconsciente... Hasta que se oyó un tremendo ruido.
Era como si algo estuviera tratando de entrar al elevador...
Entonces Wasabi abrió sus ojos con dificultad, y no estaba viendo con claridad lo que estaba ocurriendo.
Al ver una silueta grande color rojo, volvió a cerrar los ojos. En ese caso Baymax había abrido el elevador.
—se encuentra en un estado estable, no detecto ningún daño en su cuerpo. —comento el robot con armadura roja.
—Ok, sácalo de ahí. —hablo el adolescente con armadura morada.
El robot obedeció y saco a Wasabi del elevador.
—aay... mi cabeza... —carraspeo el oji-marron apenas despertándose del desmayo.
—¡¿Estás bien!? —pregunto con preocupación un chico con un traje de Kaiju.
La chica amarilla se agachó hacia el moreno—¿ahora cómo terminaste... atrapado en un elevador? —le susurro.
—oigan, ¡no lo llenan de preguntas! apenas está procesando lo que ocurrió. —reclamo la chica rosada.
—estoy bien, el elevador sufrió un corto circuito...—se sobo la cabeza, y se sentío extraño, pues no estaba acostumbrado a su corte de cabello.
—¿pero te encuentras bien? —dentro del traje de Kaiju del joven, su rostro mostraba preocupación.
—sí, gracias. —suspiro Wasabi.
la pelinegra se levantó—eso es lo que-... —fue interrumpida por el padre de  Wasabi.
—¡QUÍTENSE DE MI CAMINO! —exclamo Wataru atravesando a las personas casi empujándolas.
Wataru a llegar con su hijo, empujó a la coreana de su camino y abrazo al contrario— ¡gracias a Dios que estés en salvo! —agredecio aliviado.
Wasabi abrazo a su padre, mientras que en el fondo la asiática se estaba sobando.
Hiro se bajó de Baymax—al menos sabemos que estás bien, amigo. —dijo sin haberlo pensado.
El equipo miraron a Hiro paniqueados, El señor a haberlo pensado se confundió—¿ustedes conocen a mi hijo? —dudo.
—aaah... ¡No! ¡Perdón! —rio nervioso el nipón.
Eso hizo reír al adulto— gracias por haberlo salvado, grandes héroes. —sonrio.
—es nuestro trabajo. —hablo Baymax con tranquilidad.
La chica ruda se acerco al menor— hay qué irnos Hiro. —murmuro Go Go entre dientes.
El chico asintió tembloroso y los héroes salieron de ahí rápido.
El papá del universitario ayudo a su hijo a levantarse, y se lo llevó a la cafetería para ver si su susto se le pasaría. 

Mientras con los grandes héroes, estaban sentados en el techo de un edificio, comiendo Noodle Burgers.
—qué curioso que el papá de Wasabi trabaje en Sycorax. —rio la latina.
—sí, pensaba que trabajaba de dentista. —mastico su chicle.
—qué mal que le esté pasando estás cosas a Wasabi... —suspiro el otaku.
—sí... espero que este sea el final de las desgracias. —Lemon dio un mordisco a su Noodle Burger de pollo.
Hiro miro hacia el cielo y se quedó pensativo.

Hola! Gracias por haber leído el siguiente capítulo, espero que les haya gustado. Nos veremos después. Bye!
(Tarde una 1 en intentar publicar esto, chingada madre) 

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