Yo los amaré siempre...

         —Aún recuerdo aquel sueño, estaba lleno de una tristeza sin igual junto a una gran pena, acompañada de un gran sufrimiento ¿Por qué sufres tanto? ¿Cómo puedes cargar con tanto pesar en ti? Recuerdo hacerme esas palabras al ver el escenario frente a mí. Las cosas estaban borrosas, pero lo único claro del lugar era aquella mujer que me daba de espaldas, sentada abrazando sus piernas como si eso calmara su soledad. Varios escenarios ocurrían a nuestro alrededor, pero parecían no querer mostrar por completo su contenido, pues todos ellos se mostraban borrosos o simplemente con una luz tenue.

Si supieras que...hay un universo donde eres feliz... ¿No te gustaría estar ahí?

—¿Qué? ¿Universo?

La voz de aquella mujer seguía resonando como eco por todo el lugar ¿De qué se trata todo esto? A pesar de no verle el rostro, podía decir claramente que no conocía a esa mujer de ningún lado ni a ver escuchado su voz ¿entonces por qué? ¿Por qué siento una opresión en el pecho al escucharla? Con trago amargo y un suspiro, decidí acercarme a paso lento hacia ella.

Al dar el primer paso, note como el sonido del agua se escuchó y como pequeñas ondas negras con un pequeño brillo rojo rodeaban mi pie, al seguir con mi camino los escenarios a mis lados comenzaban a desaparecer. Así como decidí dar el primer paso, ahora por alguna razón me encontraba corriendo hacia ella ¿Por qué? ¿Qué significa ella?

Esa es la única forma de pagar por lo que hice...

Pero justo cuando creí estar a punto de llegar a ella, sentí como si hubiera atravesado un cristal y aquel extraño lugar oscuro junto a los escenarios desapareció sin más. Un lugar completamente blanco, aquellos sentimientos lúgubres se desvanecieron al igual que la voz. Una paz llego al lugar ¿Qué estaba pasando? El lugar se sentía completamente diferente, eso es seguro y eso me causaba una extraña tranquilidad por alguna razón, pero eso desapareció al sentir un extraño escalofrió en mi espalda.

—Por siglos... se ha dicho que aquella bruja que gobernara toda magia y poder que logra exceder aquel del hechicero supremo, no puede nacer...por lo que tiene que forjarse.

Quería voltear y saber quién era la persona que estaba hablando, pero algo me lo impedía. Podía sentirme igual que un conejo al ser acorralado por un lobo, podía sentir que quien fuera que estuviera atrás era peligroso.

—¿Qué quieres de mí?...

Por unos segundos reino el silencio, hasta que por fin respondió:

—El destino de ella es destruir el mundo...fue mi destino.

—¿De qué estás hablando? ¿Magia? ¿Poder?

—Ahora dime...

—¡Respóndeme! ¡¿De qué rayos hablas?

—¿Qué es lo que harás?

—¡Espera!

Fue lo último que recuerdo antes de despertar.