※ VI ※

Título: ¿Qué ha pasado?

Personajes: Katsuki Bakugō, Ochako Uraraka, Izuku Midoriya (mención), Shōta Aizawa, Skouro Fos (Oc).

Shipps: Katsuki x Ochako.

Advertencia: OOC leve de algunos personajes.

Cantidad de Palabras: 1102.

Los jóvenes aspirantes a héroes, siempre deben mejorar sus habilidades, adaptarse a las situaciones que se les presenten y en lo más necesario, no depender enteramente de sus quirks. Esto último puede sonar un tanto ilógico, ya que en una sociedad donde las particularidades son muy comunes, no depender de ellas al cien por ciento es algo que puede decirse difícil, pero no es imposible.

Por razón de esto, el profesor Aizawa había contactado con un colega suyo, éste se encontraba por el país en medio de algunos casos. Le había mencionado una idea que estaba teniendo en mente y que deseaba implementar con sus alumnos, para lograr fortalecerlos aún más en su formación.

El entrenamiento intermedio de héroes, era una de las actividades que los aspirantes adoraban, pues gracias a las mismas, eran capaces de demostrar sus habilidades, destrezas e incluso las mejoras que tuvieran con sus particularidades. Todos los jóvenes de la Clase 1-A estaban reunidos en el campo de entrenamiento, utilizando sus uniformes de deportes, formados en fila y esperando al docente.

Más de uno observó con curiosidad al hombre que junto al azabache, caminaba al encuentro del grupo, siendo únicamente Izuku el único en reconocer a la persona que se hallaba junto a Aizawa.

—Bien, escuchen. Hoy tendremos combates entre ustedes, yo los iré agrupando para dichos encuentros. Las reglas serán las mismas que debieron seguir en el festival deportivo, por lo que son libres de usar sus dones y demás cosas —expresó Aizawa con la pesadez característica de su voz—. Sólo que las cosas serán un tanto diferentes, pero de eso se percataran cuando deban pelear —musitó, esbozando una forzada y maquiavélica sonrisa—. Ahora, les presento a Skouro Fos, alguno de ustedes seguro lo reconocerán. Estará ayudando en la clase de hoy.

—Es un placer conocer a los futuros héroes —habló el hombre con una sonrisa en su rostro, logrando ganarse la atención de algunas de las chicas—. Espero me demuestren los fuertes que son.

Una vez se dieron a conocer las parejas, se sorteó el orden en el cual irían, por lo que el primero de los combates era el de Ochako contra Katsuki. Un grupo de los chicos había murmurado un par de cosas, pues desde el momento en que ambos jóvenes coincidieron como adversarios, lograron rememorar que un encuentro así entre estos había ocurrido años atrás en el campo de batalla del primer festival deportivo.

—No deben salir de los límites, tampoco serán válidos los golpes bajos. Si su adversario no puede continuar, la pelea terminará de manera automática —explicó Aizawa al momento de colocar un cronometro—. La duración de los encuentros será de cinco minutos.

Apenas hubo dicho estas palabras, una especie de silbato sonó, dando así inicio a la batalla. Los demás jóvenes en las gradas se encontraban ansiosos, animando a cada uno de los combatientes. En el campo, Ochako observaba a su novio, antes de lanzarse contra él mientras que por su parte, Katsuki hacía lo mismo, más el movimiento inicial de la chica lo hizo recordar aquel encuentro de años atrás. Preparó sus palmas, al tiempo de recibir el primer ataque, más cuando iba a lanzar una explosión, la misma no salió, ocasionando que el chico se extrañara.

Del otro lado, Ochako estaba dispuesta a activar su particularidad, más al hacerlo, logró escucharse una detonación, logrando que todos los que observaban se sorprendieran, más el rubio contaba con una expresión de sorpresa en su rostro.

—¿Qué mierda? —inquirió Katsuki desconcertado.

—¿Qué ha pasado? —cuestionó Ochako desde el suelo, viendo a las palmas de sus manos.

—He intercambiado sus quirks —espetó una voz desde el borde la arena—. Deberán tener un encuentro en esas condiciones.

—¿Qué clase de tontería es esta? ¡Oye, quiero mis explosiones! —reclamó el rubio común molestia.

—Tendrán adaptarse a usar el quirk de su oponente —habló Aizawa, ganándose la atención de los presentes—. Cada uno de ustedes está acostumbrado a sus particularidades, logrando ser dependientes de las mismas.

—Por esa razón, he decidido ayudar a mi buen amigo en esto —intervino Skouro—. Pienso que todos tienen un potencial enorme, puede verse en sus ojos —sonrió de lado—. Pero para ser unos verdaderos héroes, deben ser capaces de sobreponerse a lo que sea, incluso cuando sus quirk se pudieran ver inhabilitados de cierta manera.

Luego de las palabras de los mayores, ambos jóvenes volvieron a observarse, oyendo a lo lejos a sus demás compañeros conversar sobre los posibles dones que les tocaría en el intercambio. Katsuki estaba un tanto preocupado por su novia, pues ella no sabía cómo usar su don y el mismo podría causarle alguna que otra herida o daño.

—Cara redonda... Sé cuidadosa —dijo viéndola.

—No creo que sea tan... —, no logró decir algo más, ya que una explosión proveniente de su diestra la interrumpió—. Lo siento.

—¡Maldita sea, Uraraka! —gritó el chico al momento en que involuntariamente golpeó sus palmas, activando el quirk que poseía y comenzando a flotar—. ¿Pero qué?

Todos los presentes observaron al rubio, notando como este se iba poniendo cada vez más furioso, lanzando improperios y tratando de desactivar aquella particularidad.

—Junta tus dedos así y di: Liberar —indicó la castaña, logrando que su novio siguiera sus instrucciones.

Con lo que no contó fue con que caería por completo de bruces contra el suelo, logrando que sus compañeros se comenzaran a reír por ello, mientras que el chico podía sentir la ira acumularse cada vez más a causa de aquella tonta prueba.

—Vamos, vamos chicos. No es tan difícil esto —habló Skouro—. Llevan bastante tiempo conviviendo juntos como para saber cómo es que funciona el quirk de cada uno de sus compañeros.

Y aquello era completamente cierto, pues se conocían entre todos y sabían la forma en que los demás eran capaces de usar sus habilidades en cada una de las pruebas y peleas que tenían casi a diario durante sus clases.

Gracias a aquellas palabras, Ochako y Katsuki volvieron a ponerse uno delante del otro y rememorando un poco lo que habitualmente hacían, por fin pudieron dar paso al combate, el cual concluyó en un empate. Aun así, ambos estaban satisfechos por el avance que tuvieron en el tiempo que pudieron utilizar el quirk del otro, aunque la castaña resintió un poco las explosiones, por lo que fue llevada a la enfermería.

Tal como Skouro dijo, ambos volvieron a tener sus dones originales de vuelta, sintiéndose un tanto aliviados por ello. En líneas generales, el plan de Aizawa resultó, generando incluso el interés de todos los chicos, quienes pidieron que un entrenamiento de esas características, volviera a repetirse.

Publicado: 01/08/2020.

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