Título: Ritual exitoso.

Personajes: Katsuki Bakugō, Ochako Uraraka, Mina Ashido (mención), Eijirō Kirishima (mención) Denki Kaminari (mención), Krista Litzer (Oc).

Shipps: Katsuki x Ochako.

Advertencia: AU Moderno-Universitario, Quirkless, OOC leve.

Cantidad de Palabras: 1019.

Pensaba que aquello no era una buena idea, más el hecho de quedar como una cobarde ante su grupo de amigos, luego de que su loca amiga la retara a ejecutar aquello, no era una opción.

Mina era una amante completa de rituales e historias de terror grotescas, todo lo que pudiera dar como resultado que las víctimas se desangraran, le daba un placer inmenso, mismo que expresaba como si hablar de aquello fuera lo más normal y simple del mundo.

Hacía ya un par de semanas, rondaba por los perfiles sociales y la web, un antiguo juego con el que, según mencionaban, podrías ser capaz de invocar a un aterrador espíritu, el cual saldría de su habitáculo para atrapar tu alma en su mundo.

Aunque la historia poseía diversas variaciones, el final era casi siempre el mismo, aunque en algunos, se aseguraba la muerte de quien lo intentara. En medio de una ronda de bromas y cuentos entre amigos, Mina soltó el comentario sobre aquel ritual un tanto macabro.

Todos negaron por completo el siquiera creer sobre ese tipo de cosas, en especial Katsuki, quien se consideraba completamente escéptico, por su parte, Ochako estaba intrigada por aquel tema, aunque le daba un poco de miedo experimentarlo.

Debido a ello, la chica no tuvo mejor idea que retar en primera instancia a Krista, quien abrazándose a su novio Eijirō, negó por completo atreverse a algo así, pues no creía en que funcionara y, para que todo saliera "bien", quien lo hiciera debía tener un pensamiento positivo ante aquella posibilidad.

Entre idas y vueltas, la elegida terminó siendo Ochako, quien de cierta manera y para no verse como una cobarde, aceptó el desafío. Habían pactado que todo aquello sería llevado a cabo la siguiente semana en la casa de Mina, pues además de ella poseer todos los materiales necesarios para tal locura, debían reunirse a estudiar para los parciales de la universidad.

—No entiendo porque lo harás si te da miedo —expresó Katsuki tras la chica, logrando asustarla—. ¿Ves? Estás aterrada —, se mofó el rubio cenizo, recibiendo una mirada fulminante por parte de ésta.

—El hacerlo o no, es mi asunto —contestó Ochako al tiempo que se giraba y repasaba uno a uno los materiales que iba a utilizar—, no el tuyo.

Katsuki negó al oír esa respuesta, suspirando con pesadez antes de aproximarse a la joven. Tomó de su cintura, girándola con sutileza para lograr conectar su mirada carmesí con la café de ella, posando sus dedos sobre la barbilla de la chica.

—No necesitas probarle nada a nadie y mucho menos a mí, cachetona —habló con un suave tono en su voz antes de soltarla—. Cuando termines con esta estupidez, nos largaremos de aquí —afirmó para seguido a ello, dejarla en la soledad del cuarto que le había asignado Mina.

Repasó por enésima vez las instrucciones que debía seguir, antes de encaminarse al baño del sitio. Colocó las velas en posición, asegurándose de que todo estuviera en el orden correcto, seguido a ello controló la hora. Faltando apenas un minuto para la media noche, encendió las velas y observó su lúgubre reflejo en el espejo un instante.

—Bloody Mary... Bloody Mary... Bloody Mary... —recitó la chica sin titubear, más nada ocurrió.

Observó los pasos que Mina le había dado, para luego realizar aquellas que también le otorgó en el caso de que no funcionara la invocación. Tras descartar todas las opciones, Ochako suspiró frustrada, bajando la mirada a las velas y sintiéndose tonta por siquiera haber cedido al pedido de su amiga, ya que claramente todo eso era una completa estupidez, como su novio le hubo dicho.

Se dispuso a apagar las mismas, pero una vez levantó la vista al espejo nuevamente, notó algo extraño en este, ya que su reflejo se veía diferente. Frunció el ceño al tiempo que extendía la mano para tocar el cristal, deteniendo su acción a mitad de camino ya que un estridente alarido resonó por el lugar.

Cerró los ojos un instante, para abrirlos rápidamente al momento en que percibió un gélido toque en su mejilla derecha, seguido a ello un frío avasallador que recorrió todo su cuerpo, mientras la grotesca figura de una horrenda mujer le sonreía tras el cristal del espejo, notando además como parte del brazo de aquella cosa, pasaba por completo el cristal hacia donde ella se hallaba.

El desgarrador grito que profirió la castaña, alertó a Katsuki quien apresuradamente fue al cuarto, subiendo las escaleras de manera apresurada. Abrió la puerta al tiempo que encendía las luces más no encontró a su novia. Tomó rumbo al baño, sitio donde tras forcejear un poco, logró abrir la puerta.

—¡Ochako! —exclamó preocupado, notando como la chica se encontraba en el suelo al tiempo que un charco de sangre iba formándose alrededor de su cabeza.

Debido al alboroto que se generó, Mina, Eijirō, Denki y Krista aparecieron en escena, notando el estado de la castaña, teniendo una expresión de confusión y pánico en sus rostros. Los chicos salieron corriendo con rumbo a la calle, con el objetivo de poner en marcha el automóvil del rubio, mientras que por su parte la azabache fue en busca de unas compresas frías para colocarlas contra la herida que Ochako poseía en la cabeza, quien era cargada por Katsuki con cuidado, sacándola de aquel sitio.

Mina observó la escena entera sin inmutarse en lo más mínimo, sonriendo al encontrarse sola en el lugar, logrando apreciar el charco carmesí del suelo. Dirigió su vista al espejo, notando en el reflejo a la aterrada castaña, quien con desespero golpeaba el cristal, deseando romperlo al tiempo que gruesas lágrimas caían por sus mejillas.

—Lo siento, amiga —sonrió maliciosamente Mina—, pero ahora que ya no estarás... Katsuki será solo para mí~ —sentenció para seguido a ello, salir un instante del sitio, regresando con un bate entre sus manos.

Observó por una última vez a Ochako, para luego golpear el cristal del espejo con fuerza, rompiendo el mismo en miles de pedazos y dejando de esa manera el alma de la castaña, atrapada en aquella dimensión para siempre.

Publicado: 03/08/2020.