Prólogo 1
Me irrita sentir los rayos del sol sobre mi cara. La explicación es simple hoy empezaría mi segundo año de instituto, tenía la sangre helada y las manos me temblaban
- Arriba dormilona, no querrás llegar tarde tu primer día
Me levanto mi madre con la dulzura que siempre la caracterizaba. No pude evitar llevar una almohada a mi cara cuando la vi abrir las cortinas de mi habitación
- Mamá cierra eso y déjame dormir cinco minutos más
Rogue con la voz más infantil y tierna que encontré en mi para nada útil cerebro
- Mi, nunca son sólo cinco minutos
Inquirió sacando la almohada de mi cara y ordenandome con el dedo ir al baño a preparme. No me quedo más remedio. Mi madre tenía razón, nunca eran sólo cinco minutos, siempre me quedaba dormida y había que salir corriendo
Punto para mamá, pero no terminara así, me niego
Tomé un largo y refrescante baño, tengo la sensación que lo voy a necesitar. Observe mi nuevo uniforme en el perchero sobre la pared mientras secaba mi cabeza. Hoy era el día, todas las vacaciones rogando porque no llegará y ya me estaba enfrentando a el. Termine de secar mi cabello y tomé con cuidado la ropa, era un falda un poco corta, sólo un poco conste en acta, de color gris, con una camisa blanca y una bufanda negra y gris. Era bonito pero me daba miedo
- Cuida bien de mi
Susurré a la tela para después ponermela
Que tonta
Me mire en el espejo, me quedaba ancho, muy ancho. Mierda, desventajas de un uniforme nuevo y de no querer probarselo en las vacaciones. Tomé una volcada de aire y salí de mi cuarto para sentarme en la mesa
- Espero que hagas muchos amigos
Confesó mi madre al ponerme un plato delante para luego unir sus manos y poner una amplia sonrisa
- Con Gumi me sobra
Le contesté comiendo mi tostada un poco molesta, a decir verdad esto de mudarnos fue tan repentino que no me dio tiempo a enfadarme con ella, sólo lo tuve para despedirme de mis amigos. Ah Fukase y Oliver ¿Cómo estarán?
- Miku nunca sobran amigos
Aconsejo mientras acariciaba mi cabello, quería enfadarme con ella por alejarme de mi hermanito, pero cuando veía su sonrisa se me pasaba
Bruja
- Me voy
Dije para luego pararme y poner el plato y baso en el fregadero, mi querida madre asomo la cabeza desde su cuarto sólo para sonreír, le devolví el gesto, ven? a esto me refiero
Camine sola por las calles de la ciudad que tras un mes y medio viviendo en ella comenzaba a entender. Al principio no quería salir de casa, mi vida estaba en Los Ángeles , quería estar ahí, pero con la ayuda de Mamá y de Gumi, una amiga que hice por correspondencia hace algunos meses logré poner un pie en tierra
Me gruño el estómago, Mierda, tengo hambre, mucha hambre. Abrí con cuidado mi mochila y saque un poco de dinero, me apresure a un puesto y compré un pastelillo
- Todavía con hambre?
Lo admito, me asusto un poco, casi tiro mi preciado pastelito al piso sin tan siquiera haberlo probado. Mire a Gumi retante
- Apuesto lo que sea a que si desayunaste
Me lo dijo antes de que pudiera contestarle a la pregunta con una obvia mentira
- Nunca me canso de comer
Contesté tomando un bocado, era sabrosisimo. Juro que podría ser mi Rey perfectamente. Gumi me miró un par de segundos para luego echar a reír, lo admito, me contagió. Ambas lo hicimos asta llegar a las puertas del infierno
- Ya estamos aquí
Comenté viendo el gran edifico que se alzaba sobre mí. Algo muy dentro de mi me dijo que todavía era momento de huir, todavía podía escapar
A quien trató de engañar? Mamá me mataría
Tomé un bocado de aire y me adentre, todo era tan nuevo, viví en Los Ángeles prácticamente toda mi vida pero jamás vi tanto lujo o hipocresía, casi todos parecían falsos, llenos de riquezas. La única razón por la que pude entrar en está escuela sin un talento en específico es porque mi madre es la señora de limpieza. No quiero ni imaginarme que me hará esta panda de locos si se entera. Lo mejor que podría pasar es que me colocarían un cartel en la espalda que diga «pararme», aunque ahora que lo pienso, también lo harían si no lo supieran. Las personas, algunas me miraban, con esos patéticos ojos de ricos o talentosos, que molestos son
Suspiré
Sólo seguí a Gumi hasta llegar a un gran tablón. Ahí estaban las clases
Que suerte, hoy es mi día. No me tocó con Gumi, ahora si, tragarme tierra
- Es una pena, pero mira, en esa clase está Luka, es muy buena chica, deberías hablar con ella
Asenti sin ganas, esto me molestaba, y ya desde el primer momento me empezaba a sentir incómoda
Abrí la puerta del salón, dentro sólo habían un par de chicas conversando y una pareja besándose....ejem....ejem........comiéndose........ Apreté el agarre de mi mochila mientras caminaba por el infinito pasillo entre las sillas. Podría sentarme sola y no tener que hablar con nadie. Me posicione en el último asiento, saque unos libros y los guarde debajo de la mesa. Mire por la ventana
Me cagó en mi madre, llevaba veinte minutos haciéndolo y todavía faltaban diez para que empiecen las clases. ¿Para qué me despierta tan temprano?
Comenzaron los susurros y los tumultos se hiceron, vi a las chicas del aula correr, incluso la que tenía novio mientras este solo bufaba molesto, como si el supiera que no podía hacer nada. No preste mucha atención, sabía que era el típico chico popular y buenote que había llegado
- Mira es Len
Chiyo una dándome la razón, puse una media sonrisa, no me percaté de como el chico que se había quedado solo conmigo se sentaba delante de mi
- Maldito Spice
Susurro con molestia, saque la mano de mi rostro y lo miré, no parecía caerle bien, sólo era popular con las chicas
Nota Mental: Buscar el significado de «Spice»
- Bien, señoritas sientense
Inquiro el profesor en el aula gritando al pasillo, para luego posar su vista en mi sorprendido
¿Por qué?
Aclaro su garganta mientras la panda de locas con corazones en los ojos entraba, atrás de ellas los chicos algo molestos
- Tu debes ser la nueva
Genial, gracias profesor por pegarme el cartel que ya tenía puesto
Asienti al sentir todas las miradas sobre mí
- Yo soy Hatsune Miku señor
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