Se sentaba en la cocina, observando la hora. No había nada mejor que hacer ahora que estaba atrapada esperando lo inevitable: la visita que traería el infierno a este mismo planeta, o, en este caso, a la vida aparentemente agradable y pacífica de Jo Cordova.

Pero, mientras estaba sentada allí, no podía evitar dejar que su mente vagara por lo que sucedió hace casi un mes, desde que le dio la noticia a su madre, muy aguda y religiosa.

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Ella colgó el teléfono, su mano había empezado a adormecerse por lo apretado que sus manos tenían el pequeño dispositivo. Después de treinta minutos de escuchar la incesante desaprobación de su madre y ni una palabra de alabanza, le dolía la cabeza.

"¿Está todo bien?" o "¿Cómo fue?" Fueron las palabras que dejaron la boca de Beanie -honestamente, ella no podía recordar lo que se habían dicho, sólo podía recordar lo que vino después.

Se dirigió a la sala de estar y lo encontró sentado allí en su sofá, extrañamente tranquilo, ya que no parecía estar prestando atención al programa en la televisión. Él se quedó sentado allí, sin mirar nada en particular antes de mirar a sus ojos llenos de preocupación.

"Harry... creo... creo que deberías irte... por un tiempo."

Tal vez fue la forma en que lo dijo, o tal vez simplemente no entendía exactamente la gravedad de la situación; De cualquier manera, sabía que le molestaba.

"¿Quieres que me vaya?" Se levantó del asiento, su postura no era muy parecida a su ser cotidiano, ya que parecía que se inclinaba como si le pesaran hombros.La habitual sonrisa juguetona en su rostro no estaba a la vista cuando sus ojos verdes estaban abatidos - no centrado en ella, sino más bien en el suelo bajo sus pies descalzos.

Su mandíbula cayó ligeramente mientras trataba de forzar las palabras de su boca. A pesar de que estaba enfadada con él por no estar tan emocionado como estaba ella por el bebé, todavía no podía dejar de observar la mirada de dolor en su rostro.

Nunca es fácil hacer daño a la gente.

"S-si."

Él percibió la pequeña pausa en su voz, capturó la vacilación - se podría decir por cómo sus ojos brevemente la miraron y se encontró con su mirada. Pero, aunque lo hizo, no pudo evitar verla como la mala.

"Lo que sea... ni siquiera estaba aquí por gusto de todos modos."

Así que hizo su elección, y se fue.

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Nunca se olvida el día en que todo cambia, no importa cuánto nos esforcemos.

En este caso, hirió a alguien por quien realmente se preocupaba, por impresionar a su madre y permanecer a su favor, aunque su madre nunca lo demostró.

      Y aún esperaba, a pesar de que había pasado un mes desde "el incidente". Esperó y esperó y esperó... para que se diera cuenta de que no lo decía porque no le importaba, sino porque le importaba demasiado.