Prologo 3: Aprendiendo a Ser Héroes

En un bullicioso muelle repleto de juegos, atracciones y ferias, dos hombres de aspecto sospechoso se apresuraban llevando consigo con rapidez dos bolsas repletas de dinero.

Resultaba evidente que acababan de perpetrar un robo exitoso, y ahora planeaban su huida hacia el mar a bordo de una lancha.

"Si se rinden en este momento, quizás no salgan heridos."

Los individuos se sobresaltaron al escuchar esa voz, observando cómo desde las sombras de los troncos emergía una criatura. Este ser se sumergió en las profundidades del agua, manteniéndose fuera del alcance de los hombres, quienes levantaron sus armas, apuntando hacia el mar, aterrorizados por el monstruo acuático.

Ladrón 1: ¿Quién eres? ¡Muéstrate! (Ordenó, ocultando su miedo con valentía.)

Rápidamente, la criatura emergió del agua y aterrizó sobre el individuo, dejándolo inconsciente con un solo golpe. Mientras tanto, el otro ladrón, atónito, observaba la escena con temor. Al percatarse de que la lancha sobre ellos se hundía debido a las mordeduras que provenían desde las profundidades, el hombre vencido por el miedo comenzó a subir apresuradamente por las escaleras, buscando alejarse lo máximo posible del agua.

El hombre corría desesperado entre las atracciones, chocando con un puesto de hot dogs y volteando, sintiéndose momentáneamente aliviado al creer que estaba a salvo del monstruo.

Sin embargo, su tranquilidad fue efímera, ya que segundos después, la criatura saltó del agua, aterrizando a unos metros del ladrón. En ese momento, reveló su apariencia, asustando a la gente circundante y revelándose como el alienígena conocido como "Acuático".

Acuático: No puedes correr y no puedes esconderte. Solo ríndete y devuelve el dinero que robaron.

El hombre, pensando rápidamente, se movió detrás del puesto y lo derribó, derramando el combustible y cortando un cable para que las chispas provocaran un incendio. Acuático retrocedió ante la imponente pared de fuego que se levantó frente a él.

Acuático se tocó levemente las branquias, comenzando a asfixiarse por el calor de las llamas. Rápidamente, se agachó para romper el suelo debajo suyo, sumergiéndose de nuevo en el agua.

El hombre, al pensar que estaba a salvo de la criatura, reanudó su carrera, pero nuevamente estaba equivocado. Acuático emergió del agua, rompiendo el suelo bajo el ladrón y atrapándolo en su boca. Luego, lo lanzó contra un juego de derribar latas, derribando todas y dejando inconsciente al hombre.

Unos minutos después, la policía llegó para arrestar a ambos ladrones, derrotados por el extraterrestre. Acuático no dijo nada, pero levantó dos dedos haciendo el símbolo de la paz, para luego sumergirse en el agua y retirarse del lugar.

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Algo lejos del lugar, la Caravana de Kai Tadano estaba estacionada, y él esperaba el regreso de alguien junto a Najimi. En ese momento, Acuático emergió del lago y se dirigió hacia ellos.

Najimi: ¿Qué tal los malos, pecesote?

Acuático: Dos ladrones de poca monta, no hicieron mucho, solo me hicieron nadar y dar unas vueltas.

En ese momento, el logo del Omnitrix sonó en el hombro de Acuático, y el alienígena fue envuelto en una luz roja, revelando a Hitohito Tadano. Este último le dio un vistazo al Omnitrix en su muñeca y luego se secó con una toalla.

Tadano: Me incomoda un poco lo rápido que me acostumbro a esto.

Najimi: Seguro que es porque te está encantando salvar el día como un superhéroe alienígena.

Tadano: Sí, no se, tal vez. (Dijo no muy convencido.) Al menos ya no nos atacaron los robots.

Pasado un rato, Kai les mostró un folleto. Najimi se alegró al verlo, y Tadano solo puso mueca de asco o desagrado por la idea.

Kai: Hay un circo en el festival, ¿Por qué no vamos?

Najimi: ¡Sí, me encanta el circo!

Tadano: Paso, no me gustan los payasos.

Kai: Tal vez no tengan payasos en este circo.

Tadano: Todo buen circo tiene de esos, además, el show principal es con ese tal Zombozo que muestra el folleto.

Tadano agarró el papel y señaló claramente cómo ese payaso destacaba por encima de los demás.

Kai: No puedes evadir todos los circos o espectáculos solo porque no te gustan los payasos. Puedes darle una oportunidad.

Tadano volvió a ver el papel, revisando los horarios de los espectáculos y notando que Zombozo actuaría al final.

Tadano: ¿Qué tal si me quedo hasta que salga Zombozo y luego me voy a hacer otras cosas en el festival?

Kai: Hecho. Es mañana por la tarde.

Najimi: ¡Sí, el circo!

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En otra parte de Japón. . .

El Hombre Araña se columpiaba entre los edificios, disfrutando de la sensación de libertad mientras canta para el, algunas de las canciones que le hicieron por las redes.

Naoto: 🎶Spider-Man, Spider-Man ¡Al Mal atrapa con su telaraña!🎶

En estos días, el Trepamuros se había vuelto muy famoso en los medios.

Aparecía en periódicos, noticias, memes y muchas otras cosas que hablaban de él. El Hombre Araña, junto a esos 10 vigilantes misteriosos, se había convertido en una novedad y misterio muy famoso, generando miles de teorías, productos, foros y más.

Aunque también se había ganado el odio de algunos, especialmente de las mafias y la policía. Los oficiales siempre tenían la orden de arrestarlo por vigilante (impartir justicia por mano propia), pero después de algunos intentos, muchos dejaron de perseguirlo... bueno, al menos la mayoría.

Mientras tanto, en las mafias, el Hombre Araña era peor que un grano en el culo para los jefes. Era simplemente un dolor de cabeza, siempre interfiriendo en sus planes, impidiendo que sus hombres trabajaran. Debían eliminar a esta amenaza arácnida cuanto antes.

Pero eso es después. Ahora, nuestro amigable héroe se había adentrado en un edificio en llamas con el objetivo de evacuar a todos mientras los bomberos combatían el incendio.

Como ya era costumbre, los policías estarían allí, esperándolo y aguardando el momento para intentar atraparlo... Aunque sabían que no sería tan sencillo.

Dentro del lugar, un niño y su madre intentaban escapar del fuego y las estructuras caídas del edificio. Desgraciadamente, el techo estaba a punto de caer sobre ellos... hasta que, por un milagro, alguien logró apartar todas las partes caídas del techo del piso superior.

Niño: ¡Hombre Araña!

Spider-Man: También me alegra verte niño, pero tenemos que irnos.

Spider-Man agarró al niño y a la mujer en sus brazos para saltar del edificio y dejarlos a salvo en el suelo. En ese momento, la policía lo rodeó para arrestarlo, pero entonces escucharon el llanto de un bebé.

Spider-Man: Tengo que ir.

Policía: Vas a venir con nosotros.

El bebé seguía llorando, causando angustia a todos, pensando en el inminente peligro para el pequeño.

Spider-Man: Tengo que ir y no voy a volver.

El oficial a cargo lo dejó ir, bajando el arma y permitiendo que Spider-Man saltara nuevamente al edificio para rescatar al niño.

Finalmente, Spidey salta y cae contra el suelo, rodando y con parte de su traje aún en llamas. Rápidamente, coloca al niño entre la gente, tapado y arropado con una manta, mientras él se aleja velozmente para evitar a los policías. En medio de su escape, se quita rápidamente su traje casero, dejando que las llamas devoren lo que queda de él.

Naoto, ahora sin su traje, se detiene en un edificio para quitarse lo que queda y se da cuenta de que todo se ha quemado. Maldice en voz alta por el desastre que fue para él, pero después de unos minutos respirando aire fresco, se pone lo que queda de su máscara y se encamina de vuelta a casa.

Naoto camina de vuelta a casa con lo que queda de su máscara. Aunque el traje está bastante dañado, y las quemaduras en su piel arden, no puede evitar sentir un sentido de deber cumplido. Salvó a un niño, y eso es lo que realmente importa.

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Al llegar a casa, Naoto se toma un momento para reflexionar sobre la situación. A pesar de los peligros y las adversidades, sigue comprometido con su papel como el Hombre Araña. Piensa en maneras de reparar y mejorar su traje casero para el futuro.

Pero primero, lo mas importante. . .

Naoto: Hola cama, también te extrañe.

Mientras se recuesta en su cama, Naoto se pone a pensar los riesgos y recompensas de ser un héroe enmascarado. Aunque enfrenta la ira de las autoridades y las mafias, también ha ganado el respeto y la gratitud de aquellos a quienes ha ayudado. Aquellas cosas, aunque pequeñas, eran maneras de demostrar agradecimiento por sus servicios y una parte de el estaba bien con eso. Pero otra parte de el, también habría querido ganar algo a cambio.

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En lo alto de un imponente rascacielos, el hombre alto, hombrudo y musculoso observaba desde su dominio. Su figura imponía respeto, y su presencia denotaba no solo una posición elevada en la jerarquía social, sino también un aura de peligro. Este no era otro que el jefe del crimen, Wilson Fisk, conocido como el Kingpin. Su mirada recorría la ciudad con una expresión neutral en su rostro, ocultando tras esa fachada un oscuro y maquinador interior.

Desde esa altura, Fisk tejía su red de influencia sobre la urbe que yacía bajo sus pies. Los destellos de las luces de la ciudad reflejaban la dualidad de su ser: un líder respetado en la superficie, pero con un lado oscuro que se cernía sobre aquellos que se atrevían a desafiarlo.

Los ruidos distantes de la ciudad llegaban a sus oídos, pero su mente estaba inmersa en pensamientos que iban más allá de los simples sonidos urbanos.

En su mente, solo resonaba una cosa: Spider-Man, o el Hombre Araña. Esta plaga de superhéroe estaba provocando que el crimen y su negocio se desplomaran de manera significativa al detener robos, causar estragos y disminuir los ingresos en la ciudad. La presencia del enmascarado arácnido era un obstáculo que Wilson Fisk no podía permitirse ignorar.

La frustración crecía en el interior del Kingpin mientras analizaba cómo la figura de Spider-Man se alzaba como un símbolo de esperanza para la ciudadanía. La gente lo admiraba, lo que complicaba aún más la tarea de obtener ayuda de los medios públicos, ya que muchos parecían estar del lado del trepamuros.

Fisk apretó los puños, sintiendo el peso de la competencia que representaba el Hombre Araña. Su mente maquinaba planes para deshacerse de esta amenaza enmascarada y restaurar su reinado en las sombras.

Los pensamientos del mafioso quedaron en segundo plano cuando las puertas del elevador detrás de él se abrieron, revelando a su invitado.

Fisk: Te tomaste tu tiempo en venir, Osborn.

Norman Osborn avanzó con calma hacia el hombre, ambos quedando cara a cara en la lujosa sala.

Norman: No eres el único que quiere hacer negocios conmigo, Fisk. Y me gustaría ir al grano al respecto.

Fisk asintió con solemnidad, invitando a Norman a acompañarlo hacia una mesa cercana. Ambos tomaron asiento y se sirvieron algunas bebidas, marcando el inicio de sus negociaciones.


Norman arqueó ligeramente una ceja al escuchar las palabras de Fisk, como si estuviera evaluando la propuesta. Fisk, por su parte, mantenía una mirada seria y determinada.

Norman: Sabes, matar al Hombre Araña puede costar bastante... y no me refiero solo al dinero.

Fisk: El dinero no es lo que me preocupa, y soy consciente de que este "superhéroe" tiene las habilidades necesarias para superar a todos tus juguetes.

La leve fruncida de ceño de Norman ante el menosprecio a las armas de Oscorp indicaba que, aunque despreciara la actitud, Fisk tenía un punto. Spider-Man no era un objetivo fácil, y menos aún para tecnología convencional.

Norman: Entonces, ¿Qué es lo que propones?

Fisk: Tú quieres aumentar tus ganancias, yo quiero acabar con Spider-Man e incrementar el crimen en las calles. Entonces... podemos crear una colaboración entre nosotros, buscando a aquellos capaces y proporcionándoles lo necesario para que acaben con Spider-Man.

Norman: ¿Quieres crear villanos para matar a un superhéroe?

Fisk: Mi plan también incluiría a esas criaturas que se han avistado haciendo vigilantismo en Japón en esta última semana. Además, se han estado levantando otras organizaciones y varios criminales con habilidades especiales están saliendo a la luz desde hace un tiempo. Por lo tanto, no solo sería crearlos, sino también encontrarlos.

Norman: Entonces, buscas crear un equipo criminal capaz de matar a Spider-Man y a estos 10 vigilantes. Y además, para que eliminen cualquier amenaza o grupo que represente algún problema para ti.

Fisk asintió con seriedad, confirmando la esencia de su propuesta.

Norman lo meditó por unos segundos, pero luego sonrió y extendió su mano hacia Fisk.

Norman: Bien, estoy dentro con una condición.

Fisk lo miró fijamente, esperando escuchar la condición.

Norman: Mi compañía y mi nombre. Ni yo, ni Oscorp tendremos nombre en tus asuntos. Nadie debe saber que mi empresa está asociándose con tus crímenes y tu persona en general.

Fisk asintió con solemnidad, comprendiendo la importancia de mantener el secreto en estas alianzas oscuras.

Fisk: Hecho.

Con ese acuerdo sellado, los dos hombres poderosos se embarcaron en una colaboración que alteraría los cimientos del crimen y la intriga en la ciudad.

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En el vasto espacio, sobrevolando el sistema solar, se encontraba Vilgax, quien continuaba recuperándose de sus graves heridas. Aún confinado en una cámara de recuperación avanzada, su sed de poder y deseo por obtener el Omnitrix persistían. A pesar de su impaciencia, Vilgax comprendía que su cuerpo debilitado no le permitía lanzar a sus tropas o enviar cazarrecompensas en busca del codiciado dispositivo.

Al borde de la muerte y con su forma física mermada, Vilgax optó por la paciencia. Mientras sus heridas sanaban, aprovechaba la oportunidad para mejorar su cuerpo con tecnología avanzada y prótesis, fortaleciendo su determinación de conseguir el Omnitrix.

A pesar de su estado convaleciente, Vilgax no permanecía inactivo. Decidió realizar algunos movimientos estratégicos para poner a prueba al portador del Omnitrix, sembrando la incertidumbre en el cosmos. Mientras tanto, aguardaba la llegada de los cazarrecompensas que había convocado, confiado en que pronto estaría en condiciones de recuperar el control y continuar su búsqueda incansable del dispositivo alienígena.

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Al día siguiente, Naoto se despertó lleno de energía y anticipación. Se levantó de la cama con la mente repleta de ideas para crear su nuevo traje de Spider-Man. Sabía que esta nueva vestimenta requeriría cuidado y atención, sobre todo en la elección de los materiales adecuados para asegurarse de que resultara resistente y funcional.

Con determinación, Naoto se dispuso a conseguir los materiales necesarios para su proyecto. Su mente bullía con esquemas y diseños, visualizando cada detalle de cómo quería que luciera el traje. La idea de mejorar su equipo lo motivaba, consciente de que la efectividad de un héroe a menudo dependía de la calidad de sus herramientas.

Antes de aventurarse en la creación del nuevo disfraz, Naoto sabía que necesitaba materiales de calidad para garantizar la durabilidad y eficacia de su traje. Así que, con una lista en mano y su mente llena de determinación, comenzó su búsqueda en la ciudad en busca de los elementos perfectos para su proyecto.


Naoto caminaba por las concurridas calles de la ciudad, con su mente centrada en las necesidades específicas para su nuevo traje de Spider-Man. El hilo fino era crucial; cualquier descuido podría anular sus poderes adhesivos, lo que pondría en riesgo sus habilidades de balanceo y movilidad. Sabía que debía buscar un material resistente para garantizar que su traje no fuera fácilmente destrozado, incluso si las opciones de compra eran limitadas.

Aunque estas eran pocas cosas vitales, Naoto se enfrentaba al dilema de no tener ni idea de dónde podría encontrar o adquirir los materiales necesarios. Su presupuesto limitado complicaba aún más la situación, y el joven héroe comprendía que cada elección debía ser medida con cuidado para maximizar el rendimiento con los recursos disponibles.

Entre la multitud de tiendas y comercios, Naoto reflexionaba sobre cómo sortearía estos desafíos y dónde encontraría los elementos esenciales para su proyecto.

Naoto, mientras exploraba las posibilidades para su nuevo traje de Spider-Man, se topó con algo sorprendente y crucial en un bote de basura. Lo examinó detenidamente y, al confirmar que era exactamente lo que necesitaba, no dudó en llevárselo. Después de todo, ¿quién buscaría algo valioso en la basura?

Mientras Naoto se alejaba, ajeno a lo que ocurría a su alrededor, dos policías conversaban cerca del lugar.

Policía 1: Hey Chuck, ¿a dónde dejaste los rollos de Dyneema?

Policía 2: ¿Era eso lo que estaba en la mesa?

Policía 1: Sí.

Policía 2: Lo tiré a la basura.

Policía 1: ¡Eres un imbécil! ¡Eso era para mandar a hacer los chalecos antibalas!

La expresión de consternación en el rostro del policía 1 reflejaba el error cometido. Mientras tanto, Naoto se alejaba con su hallazgo inesperado, ajeno a la ironía de haber encontrado en la basura lo que podría ser vital para su nuevo traje de Spider-Man.

Dyneema: Es una fibra altamente avanzada basada en un polietileno con un peso molecular ultra alto. Se trata de una fibra 15 veces mas fuerte que el acero. Esto permite crear tejidos con una gran resistencia al corte y a ciertos tipos de impacto. Es usado para los Chalecos Anti-Balas.

Con entusiasmo, Naoto sostenía su inesperado hallazgo, emocionado por la perspectiva de avanzar con la creación de su nuevo traje de Spider-Man. Ahora, solo necesitaba algunas cosas adicionales que podría conseguir en un supermercado y, con eso, tendría todo lo necesario para dar forma a su proyecto.

Decidido, se dirigió hacia el supermercado con la lista mental de los elementos que aún requería para completar su traje. La emoción y la determinación llenaban su ser mientras visualizaba el resultado final de su trabajo. Con su ingenio y recursos limitados, Naoto estaba dispuesto a hacer realidad su visión mejorada de Spider-Man, aprovechando al máximo los recursos que había encontrado en el lugar menos esperado: un bote de basura.

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En un apartamento descuidado y sucio, un hombre de mayor edad se sumergía en su trabajo, rodeado de desorden y aislamiento. Su aura antisocial se reflejaba en la habitación desgastada, donde herramientas, piezas y dispositivos electrónicos estaban esparcidos caóticamente.

Concentrado en su tarea, el hombre construía algo con meticulosidad, sus manos hábiles manejando herramientas con destreza. El zumbido de maquinaria y el chisporroteo de soldaduras resonaban en la habitación, creando una sinfonía peculiar en medio del caos.

La mirada del hombre reflejaba una determinación férrea, como si estuviera inmerso en la creación de algo importante. Aunque su apartamento parecía olvidado por el tiempo, el hombre dedicaba sus esfuerzos a la laboriosa tarea frente a él, ajeno al mundo exterior.

El casero, visiblemente molesto, abrió la puerta y entró al lugar con expresión de disgusto al observar el estado de la vivienda.

Casero: Me debes 3 meses de renta, viejo. Si no me los pagas ahora, ¡tú y los animales que tienes aquí se irán a la calle!

El hombre de mayor edad se levantó de su asiento, emergiendo de entre la penumbra del apartamento. Su mirada fija y penetrante se encontró con la del casero, un silencio tenso llenó la habitación mientras ambos se enfrentaban.

La atmósfera cargada de descontento dejaba claro que este hombre, a pesar de su aparente aislamiento y desinterés por su entorno, no iba a permitir que amenazaran su espacio.

El Dr. Aloysius James Animo, conocido científico obsesionado con la vida y las formas de vida, se dio la vuelta mientras finalizaba los toques finales a su invento. Su mirada, llena de determinación, se encontró con la del casero, quien no parecía dispuesto a tolerar más excentricidades.

Dr. Animo: No me molestes, estoy en algo mucho más importante que el dinero.

Casero: ¿Vestirte como un demente es más importante?

Dr. Animo: Verás, he dedicado mi vida a la ciencia y, sobre todo, a la vida en todas sus formas. Y he dado un gran paso para recuperar lo que me pertenece.

Animo conectó las últimas partes a su traje, completando su invento.

Dr. Animo: ¡Contempla mi "Transmodulador Animal"!

El casero, ya cansado de las extravagancias del anciano, estaba a punto de echarlo a patadas cuando Animo sacó una de sus ranas y la colocó en el suelo, encendiendo su aparato para disparar un rayo desde sus antenas hacia el animal.

La pequeña rana comenzó a experimentar una metamorfosis asombrosa al ser alcanzada por el rayo del "Transmodulador Animal" del Dr. Animo. La transformación fue rápida y dramática. La rana, antes diminuta, creció desmesuradamente y se convirtió en una criatura monstruosa. Ahora, tenía cuernos prominentes y múltiples ojos, manifestando una evolución drástica a los ojos del científico obsesionado.

El Dr. Animo observaba con deleite el resultado de su experimento mientras la gran rana monstruosa emitía rugidos y movía sus extremidades con fuerza. Aquella criatura había sido elevada a un nuevo nivel de existencia gracias a la intervención del Transmodulador Animal.

El casero, inicialmente atónito, retrocedió unos pasos ante la asombrosa y aterradora transformación.

Dr. Animo: Trágatelo. (Ordeno con una sonrisa maligna)

La monstruosa rana, obedeciendo la orden de su creador, dirigió una mirada hostil hacia el aterrado casero. Este, presa del terror, intentó huir desesperadamente del lugar, pero la lengua de la rana se extendió rápidamente y lo atrapó, arrastrándolo hacia su boca gigantesca. Sin esfuerzo alguno, la rana devoró al casero como si fuera cualquier insecto, dejando al Dr. Animo satisfecho con la demostración de su poderoso Transmodulador Animal.

El Dr. Animo, satisfecho con el resultado de su experimento pero consciente de que aún le faltaban partes para completar su creación, escuchó atentamente una propagando del U.A Mart que anunciaba ultra novedades, incluyendo aparatos eléctricos y una variedad de materiales nuevos. Una sonrisa se dibujó en el rostro de Animo, quien de inmediato se subió a la espalda de su rana monstruosa para dirigirse hacia el lugar.

Dr. Animo: Justo lo que pidió el doctor.

Con determinación, el científico antisocial partió hacia el U.A Mart, ansioso por encontrar las partes y materiales adicionales que necesitaba para perfeccionar su invento.

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En una escena llena de acción en algún lugar de Japón, la Caravana de Tadano se ve envuelta en una persecución intensa.

La urgencia en la voz de Kai refleja la gravedad de la situación mientras intentan dar alcance a unos ladrones que huyen con el dinero, perseguidos por patrullas de policía.

Kai: ¡Vamos, Hito, necesitamos alcanzarlos antes de que escapen!

La determinación de Kai impulsa a la caravana, y Tadano, ágil en sus decisiones, busca la transformación perfecta para la ocasión: XLR8.  y en un parpadeo, encuentra el simbolo del velocísimo alienígena.

Najimi, observadora y con un toque de sarcasmo, no puede evitar reír ligeramente al ver en lo que se transformo Tadano al final.

Najimi: Pff.

La risa de Najimi se mezcla con la acción mientras Tadano, ahora convertido en Materia Gris, se lamenta al descubrir su transformación actual.

Materia Gris: ¿¡Qué!? ¡Esto no me sirve! ¡Ahora, ¿Cómo llegaré a tiempo a esos autos?!

Ante la preocupación de Materia Gris, Najimi toma las riendas de la situación. Agarra a Materia Gris y una gomera, apuntando hacia los autos mientras el pequeño alienígena grita y rechaza la idea de salir disparado por los aires.

Najimi: Yo me encargo de eso.

Con una destreza indiscutible, Najimi lanza a Materia Gris hacia el auto de los criminales. La escena se vuelve un caos controlado cuando Materia Gris, temeroso al principio, se coloca debajo del vehículo en movimiento. Con agilidad y precisión, comienza a manipular y cortar cables esenciales para detener la huida de los ladrones.

El auto, manipulado hábilmente por Materia Gris, se detuvo abruptamente, deteniendo la escapada de los criminales. Justo cuando los delincuentes intentaban salir del vehículo para huir, una patrulla de policía, en su persecución, chocó contra ellos desde atrás al no poder frenar a tiempo. El impacto activó los airbags en el auto de los ladrones, dejándolos inconscientes por el fuerte golpe.

Materia Gris, satisfecho con el resultado de su intervención, observó la escena.

Materia Gris: Bueno, no estuvo tan mal.

El pequeño alien corrió rápidamente y trató de pasar desapercibido entre los policías que se aproximaban. Kai, al mando de la Caravana, frenó el vehículo para permitir que Materia Gris se deslizara debajo de él. Una vez que Tadano se reunió con el grupo, Kai aceleró y se alejaron de la escena, dejando atrás a los criminales inconscientes y a los policías encargados de la situación.

Después de la acción heroica, Materia Gris se encontraba completando una planilla con una lapicera mientras aprovechaba su apariencia alienígena. Najimi, curiosa por la actividad de su amigo, no pudo contener su pregunta.

Najimi: ¿Qué haces?

Materia Gris: Aprovecho que sigo siendo Materia Gris para completar mi inscripción a la preparatoria Itan.

La respuesta de Tadano fue interrumpida cuando Najimi rápidamente trajo otra planilla idéntica y la colocó al lado de Materia Gris, quien le lanzó una mirada de incredulidad con la ceja levantada.

Najimi: Vamos, hazle un favorcito a un querido amigo.

Con un suspiro, Materia Gris aceptó la solicitud de Najimi y se dispuso a completar ambos formularios, asegurándose de que ambos pudieran registrarse juntos en la misma preparatoria.

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La escena cambia nuevamente, y nos encontramos de vuelta con Naoto. Ahora, se hallaba inmerso en el U.A Mart, buscando los últimos elementos que necesitaba para completar su traje de Spider-Man.

Entre los pasillos llenos de productos, Naoto revisaba cuidadosamente cada sección, asegurándose de encontrar exactamente lo que buscaba. Entre telas, hilos, y otros materiales, seleccionaba minuciosamente cada componente necesario para su proyecto. El entusiasmo y la determinación llenaban sus ojos mientras avanzaba por el supermercado, con la visión de su nuevo traje tomando forma en su mente. Con cada artículo adquirido, Naoto se acercaba un paso más a la realización de su creativa visión de Spider-Man.

En un instante crucial, el sentido arácnido de Naoto resonó con fuerza, alertándolo de un peligro inminente. Sin embargo, no había nada a la vista que pudiera explicar la sensación.

De repente, el caos se desató cuando el Dr. Animo irrumpió en el lugar, montado en su rana monstruosa. Derribó una pared al entrar con ímpetu, sin percatarse de que había tumbado un muro sobre Naoto Hachioji. Afortunadamente, como si estuviera acostumbrado a este tipo de situaciones, Naoto se levantó ileso de entre los escombros, su sentido arácnido aún alerta.

Con rapidez y desesperación, Naoto buscó entre los escombros sus compras. Asegurándose de que nadie lo viera, pegó sus adquisiciones a la pared con telarañas antes de dirigirse hacia donde había entrado Animo. Tenía claro que alguien con una rana mutada no planeaba nada bueno, y enfrentarse a esa situación no era seguro ni auspicioso. Con decisión, Naoto se preparaba para descubrir los planes del Dr. Animo y proteger el U.A Mart de cualquier amenaza.

El Dr. Animo, una vez dentro de la sección de animales del U.A Mart, se encontró con una variedad de mascotas y suministros para ellas. Entre los productos a la venta, había comida para animales, remedios, jabones y otros productos destinados al cuidado de mascotas. En ese día especial, también se llevaba a cabo la venta de animales sin hogar o crías.

Animo, consciente de que no tenía tiempo que perder, se adentró entre los animales disponibles. Observó conejillos de indias, loros, peces y más. Con rapidez, activó su Transmodulador Animal y mutó algunos hámsters y a un loro, alterando su estructura biológica y dándoles una apariencia más monstruosa y formidable.

Los animales, ahora bajo la influencia de las modificaciones de Animo, mostraban una presencia más imponente. El científico estaba decidido a utilizar a estas criaturas mutadas para llevar a cabo sus planes, aunque aún no estaba claro cuáles eran.

Naoto: ¿Qué carajos les da de comer este viejo?

Naoto llega rápidamente y lanza una pelota directo a la cabeza de Animo, golpeándolo en el rostro. El científico, enfurecido, se ve obligado a lidiar con los Hamsters mutantes que se lanzan para atacarlo, mientras Animo monta el loro mutado y avanza, dejando destrucción a su paso con la rana mutada.

Con agilidad y reflejos arácnidos, Naoto logra evadir sin problemas los ataques de los animales mutantes. Rápidamente, se voltea y lanza una telaraña hacia la pata de uno de los Hamsters, tirándolo al suelo. La caída del Hamster provoca que los demás choquen entre sí y caigan también. Naoto sonríe satisfecho por su astuta maniobra y se pierde entre los estantes.

Los animales mutantes, recuperándose, comienzan a buscar a Naoto con sus agudos sentidos. Mientras tanto, Naoto, hábilmente esquivo, se movía entre los estantes, preparándose para su próximo movimiento.

Naoto, con astucia y habilidad, patea la estantería a su lado, derribándola con su super fuerza. Luego, lanza una telaraña al estante siguiente y tira de ella, derribándola sobre la anterior. Su estrategia tenía un propósito claro: los Hamsters mutantes estaban debajo y, al no poder soportar el peso de los estantes, quedaron fácilmente derrotados. Las telarañas adicionales aseguraron que no pudieran escapar.

Sin perder más tiempo, Naoto recoge sus compras y se dispone a correr del lugar. Sale del U.A Mart con la determinación de evitar ser visto y asegurarse de que el villano, el Dr. Animo, no pudiera seguir sus movimientos. La batalla en el supermercado había concluido por el momento, y Naoto se alejaba con la certeza de que había protegido el lugar de cualquier amenaza.

Mientras salía del lugar, Naoto se dirige rápidamente hacia un callejón. Allí, se coloca una máscara roja, unos lentes oscuros y un gorro, transformándose en un misterioso personaje. Con agilidad, se trepa por las paredes hasta llegar al techo, donde pega sus compras en una esquina. Luego, salta y se columpia por la ciudad, utilizando sus habilidades arácnidas.

Naoto: Esto es incluso más barato y mediocre. . . Pero funciona.

Naoto, mientras se columpia por la ciudad, observa con sorpresa a Animo sobrevolando la urbe montado en su loro mutado, dirigiéndose hacia un museo.

Naoto: Ese. . . No, no puede ser él.

Ante la incredulidad de ver al Dr. Animo en acción, Naoto saca su teléfono mientras se columpia y comienza a buscar información sobre este misterioso personaje. A través de Google, encuentra imágenes y foros que detallan los estudios y la carrera de Animo, destacando sus exageraciones y métodos poco convencionales.

Naoto: Despedido de Oscorp por experimentar con animales y personas, alterar la Genetica e inyectar químicos radioactivos en animales sin permisos y un largo etcétera de cosas por las que debería ir preso. Qué irónico que yo lo mande a la cárcel.

Armado con esta información, Naoto se prepara para seguir la pista del Dr. Animo y evitar que sus acciones causen estragos en la ciudad. La carrera contra el tiempo y la responsabilidad de detener al villano se convierten en las motivaciones de Naoto mientras se desplaza velozmente por los rascacielos de la ciudad.

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Animo aterriza en el museo y se adentra en este junto a sus animales.

Dr. Animo: Bien, ya agregué los últimos componentes. ¡Está listo para brillar!

Con determinación y entusiasmo, el Dr. Animo avanza en el museo, sus animales modificados a su lado. 

En ese preciso momento, el ave mutante es atrapada en una telaraña lanzada, quedando atrapada en la pared. Animo voltea molesto por esta interrupción, viendo cómo ahora Spider-Man se muestra frente a él.

Dr. Animo: Veo que eres muy persistente. (Termina de modificar su Transmodulador) Odio la persistencia.

Spider-Man: Se termino, Doctor.

Dr. Animo: Pero apenas comenzamos.

La rana mutante salta hasta aterrizar frente al héroe, y en un rápido movimiento, trata de atraparlo con su lengua. Spider-Man, con su agilidad sobresaliente, esquiva fácilmente todos los ataques. Dispara telaraña a la cabeza de la rana mutante, tirando de ella y conectándole una patada que aturde al animal. Acto seguido, Spidey pega dos telarañas al pecho del monstruo y comienza a tirar, haciéndolo girar y dar vueltas antes de lanzarlo contra una pared.

Spider-Man: ¿Eso es todo? . . .

Naoto, viendo que el Doctor Animo ya se había retirado durante la lucha contra las criaturas, corre rápidamente hacia las siguientes habitaciones del museo con la esperanza de encontrar al villano.

Naoto llega a la exposición de fósiles y huesos de dinosaurios y animales ya extintos, como dinosaurios y mamuts. Allí se encuentra cara a cara con el Dr. Animo. En ese momento, Animo explica una nueva función que acaba de pulir y que va a mostrarle de inmediato.

Dr. Animo: Ah, el Hombre Araña. Me alegra que hayas llegado a tiempo para presenciar mi obra maestra. Permíteme mostrarte una nueva función que acabo de añadir a mi Transmodulador.

Spider-Man: ¿Hace algo además de hacerte ver como un lunático?

Dr. Animo: Permitidme explicar, mi querido Hombre Araña. El Transmodulador, con su asombrosa capacidad de reconfiguración celular, puede influir directamente en la matriz celular de organismos fosilizados o muertos. A través de una cuidadosa manipulación de los patrones genéticos y la revitalización de las estructuras proteicas, el dispositivo tiene la capacidad de reactivar selectivamente las funciones celulares esenciales para la resurrección. 

Dr. Animo da unos pasos decididos hasta quedar frente al imponente esqueleto de mamut en la exposición. Con una sonrisa malévola, enciende su Transmodulador, dejando que el resplandor de la tecnología ilumine la antigua osamenta.

Dr. Animo: En términos más sencillos, el Transmodulador utiliza una combinación de reprogramación genética y reconstrucción molecular para restaurar parcialmente las células que yacen en un estado inactivo. Este proceso, aunque extraordinariamente avanzado, sigue siendo un misterio para los límites de la comprensión científica convencional, pero lo que es seguro es que da lugar a la resurrección de células y organismos que alguna vez se consideraron extintos o muertos. 

Con la explicación resonando en el aire, Naoto se prepara para lanzarse sobre Animo, decidido a detener sus maquinaciones. Sin embargo, en un instante crucial, el rayo del Transmodulador impacta directamente en los huesos del mamut, desencadenando una transformación sorprendente.

Rápidamente, el antiguo esqueleto se ve envuelto en una energía revitalizante. La magia del Transmodulador comienza a manifestarse mientras la carne y el pelaje emergen, dando vida al mamut extinto. Aunque algunas partes de su cuerpo aún revelan los huesos, la mayoría de la majestuosa criatura se alza ante los ojos asombrados de Naoto y Animo, completamente revitalizada.

Naoto, impresionado y sin palabras, retrocede ante el asombro de presenciar el renacimiento de una criatura ancestral. Mientras tanto, el Dr. Animo ríe descontroladamente, deleitándose en el caos que ha desencadenado con su Transmodulador, que ahora ha resucitado a un mamut extinto.

Animo cesa su risa maníaca y se vuelve hacia su oponente, una sonrisa confiada adorna su rostro al ver al mamut bajo su control.

Dr. Animo: ¿No es fascinante, Hombre Araña? Ahora, permíteme ver si tus habilidades arácnidas son tan formidables como se rumorea. Estoy ansioso por experimentar con la fuerza que tanto te alaban.

Spider-Man: (Visiblemente nervioso) S-Sí, claro. ¿Por qué no posponemos este experimento hasta que lleguemos al manicomio? (Responde con sarcasmo en su voz temblorosa.)

Animo suelta una risa estridente mientras apunta su dedo hacia Spider-Man, dando la orden para que el mamut comience a cargar desenfrenadamente hacia Naoto. Este último rápidamente adopta una postura defensiva mientras Animo se aleja del lugar, deleitándose en la perspectiva del enfrentamiento que se avecina.

Spider-Man esquiva habilidosamente sus embestidas, utilizando sus habilidades arácnidas para maniobrar entre las enormes patas del gigante. Con movimientos precisos, teje una intrincada red de telarañas alrededor de las extremidades del mamut, intentando frenar su avance implacable.

El coloso, enredado y confundido, se sacude en un intento de liberarse. Aprovechando esta oportunidad, Spider-Man escala rápidamente por el costado del mamut, buscando una estrategia para detener al animal y revertir los efectos del Transmodulador de Animo.

Spider-Man: Mierda. Animo ya se fue, de nuevo.

Aprovechando un breve momento de apertura, Spider-Man ejecuta un rápido contraataque. Desciende con velocidad desde su posición elevada y, con un impactante golpe, conecta un puñetazo en una zona vulnerable del mamut zombi. Aunque el coloso no parece afectado significativamente, Spider-Man nota como parte de este ser se estremece al golpear los puntos mas frágiles.

Spider-Man: Veamos, si fuera un científico loco y animal. . . ¿Iría al Zoológico? No, espera.

El Hombre Araña utiliza sus habilidades acrobáticas y fuerza mejorada para esquivar los embates del coloso, al mismo tiempo que teje estratégicamente nuevas telarañas para mantenerlo controlado.

Spider-Man: A ver, Manny, necesito que te calmes.

Naoto despliega su agilidad arácnida, saltando entre las estructuras del museo y lanzando rápidos ataques contra el mamut. Sus telarañas se convierten en una extensión de su destreza, envolviendo al zombi enredado y limitando su movilidad.

Spider-Man: Si te ibas a levantar del lado izquierdo, mejor te quedabas dormido con Sid y Diego. (Dijo mientras veía de reojo los modelos esqueléticos de un perezoso y un Tigre Dientes de Sable, provenientes de la era de hielo junto al Mamut.)  Aunque, ¿Sabes? Ellos si ayudan.

Spider-Man, con astucia y rapidez, utiliza su entorno para combatir al mamut zombi controlado por Animo. Lanzando telarañas hacia los modelos esqueléticos del Perezoso y del Tigre Dientes de sable, crea una distracción impactante al chocar estos huesos contra la cara del gigante muerto viviente.

Aprovechando la confusión, Naoto se desplaza hábilmente hacia la parte inferior del mamut, identificando una vulnerabilidad clave en su hioides. Con una precisa telaraña, tira con fuerza para arrancar el hueso expuesto del mamut zombi. El coloso, agitándose descontroladamente, ve cómo su cabeza cae, desencadenando un colapso en cadena que lleva al derrumbe de todo su cuerpo resucitado.

Naoto: (Se limpia el polvo de las manos mientras camina hacia la próxima habitación.) Bueno, ya está. Ahora, ¿Qué fuiste a hacer al... (Lee el nombre del cuarto) "Cuarto Jurásico"? (Dijo con muy mala pinta sobre lo que iba a ser Animo ahí dentro).

Spider-Man se adentra con cautela al cuarto, alerta ante cualquier posible amenaza. A pesar de la oscuridad, Naoto puede distinguir objetos más brillantes y cristales que le permiten tener una visión parcial del entorno. Voltea hacia unas luces que dejan ver a Animo, quien lo observa con atención.

Dr. Animo: ¿Qué te dio esos poderes, chico? ¿Tuviste un accidente o te picó algo? (Pregunta con una sonrisa, revelando sus propias conjeturas sobre el origen de los poderes de Spider-Man).

Naoto se coloca en posición de combate, preparado para lanzarse al ataque. Sin embargo, sus Sentidos Arácnidos lo alertan de un peligro inminente.

Spider-Man: *Sentido Arácnido, ¿Pero de dónde?* (Piensa alarmado, escudriñando a su alrededor).

A pesar de buscar alrededor de Animo, no encuentra nada que parezca amenazarlo, mientras Animo sonríe confiado.

Dr. Animo: Voy a recuperar lo que me pertenece y luego vendré a buscar lo que quedó de ti.

En ese momento, Naoto percibe algo grande acercándose, confiando en sus instintos, da un salto impresionante para esquivar lo que sea que se avecina. Aterriza unos metros más atrás y observa con asombro a la criatura que Animo ha revivido como un zombi. Un enorme T-Rex emerge de la oscuridad, dando pasos resonantes y chocando con objetos en la habitación.

Spider-Man: ¡Un T-Rex! ¿¡Es una broma!?

Moviendo su imponente figura entre las sombras, el T-Rex reanimado se revela ante Naoto, sorprendiéndolo con su velocidad al golpearlo con la cola. Naoto es lanzado a través de varias paredes hasta acabar en la tienda de regalos.

Spider-Man, aunque aturdido, se levanta rápidamente de entre los escombros. Observa cómo Animo escapa montado en el dinosaurio, y sin dudarlo, se lanza tras ellos. Utiliza sus telarañas para columpiarse y seguir el rastro del dino reanimado.

Spidey, habiendo buscado su bolsa de compras y materiales para el nuevo traje, avista a Animo a lo lejos y se lanza tras él.

Columpiándose ágilmente de un edificio a otro, intenta alcanzar al veloz dinosaurio. La situación se complica cuando el enorme animal corre descontrolado por las calles, poniendo en peligro a las personas.

Descendiendo desde las alturas, Spider-Man utiliza sus telarañas para mover rápidamente a varias personas fuera del camino, evitando que resulten heridas. En medio de la persecución, logra anclar las patas del dinosaurio al suelo con sus telarañas, frustrando temporalmente los planes de Animo.

Dr. Animo: ¡Maldito arácnido! ¿Crees que eso detendrá a mi creación?

Spider-Man: No, le quiero enseñar a sentarse y quedarse quieto.

El dinosaurio agita su cola, golpeando varios autos que salen despedidos en los alrededores, poniendo en peligro la vida de los ciudadanos. Sin perder tiempo, Spider-Man utiliza sus telarañas para atrapar uno de los autos en vuelo y lo deposita cuidadosamente en el suelo. Intenta detener otro que pasa sobre él, pero falla, observando cómo se dirige hacia un chico y una chica.

De manera veloz, el Hombre Araña salva a ambos jóvenes. Los ata juntos con una telaraña y los cuelga de un poste para después capturar el auto en movimiento, utilizando sus telarañas para frenarlo efectivamente.

Spider-Man observa cómo Animo libera nuevamente a su criatura para continuar su destructivo camino. Sin dudarlo, el héroe arácnido se lanza tras él, no sin antes levantar un pulgar arriba al chico y la chica que quedaron atados, quienes parecen algo sonrojados.

Spider-Man: Suerte Matador.

Spidey se columpia, nuevamente, pero esta vez logra alcanzar a Animo y subir sobre el dinosaurio, el cual comienza a moverse bruscamente. 

 Spider-Man: Lo que dijiste antes. . . ¿Hablabas de aquel premio novel por el cual competiste con Connors?

Dr. Animo: ¡Ah, estas informado! Exactamente, ese premio Nobel debería haber sido mío. Pero ese tonto de Connors se interpuso en mi camino. ¡Ahora le quitare el otro brazo y mi premio!

Spider-Man mantiene el equilibrio sobre el dinosaurio y se prepara para el próximo movimiento de Animo.

Spider-Man: Sí, creo que ya estás viejo para jugar con dinosaurios.

Dicho eso, Spider-Man le quita el casco del Transmodulador Animal con una telaraña, atrapándolo y examinándolo. En ese momento, el dinosaurio se descontrola al perder a su amo.

Spider-Man: ¿Cómo se juega a esto?

Animo pulsa un botón en el pecho de su Transmodulador, liberando una descarga eléctrica que obliga a Naoto a soltar el casco, permitiendo que Animo recupere el control de su bestia.

Animo se sujeta fuertemente al animal mientras el T-Rex choca y atraviesa parte de un edificio, provocando el pánico entre los presentes por la caída de escombros.

Spider-Man salta del dinosaurio para lanzarse a salvar a la gente y tratar de detener el derrumbe.

Spider-Man actúa rápidamente, atrapando y pegando los escombros en el hueco del edificio con sus telarañas. Realiza una maniobra peligrosa, pero logra conectar los extremos del edificio con sus telarañas y, a su vez, las sujeta a los edificios circundantes. Estos segundos ganados son cruciales para que Naoto dispare más telarañas en la zona afectada y refuerce las que sostienen el edificio. Esto le permite evacuar el área y asegurar la estructura antes de que colapse.

Un tanto agitado, Spider-Man cuelga la bolsa con sus compras sobre su hombro mientras se columpia hacia Animo, quien se dirige hacia Oscorp. Con determinación, Spider-Man sigue la persecución para detener los planes del villano.

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En Industrias Oscorp. . .

El Doctor, Curtis Connors, estaba inmerso en sus investigaciones en Oscorp, explorando un nuevo proyecto que despertó el interés tanto de él como de Norman. Se trataba de la posibilidad de modificar el ADN humano mediante un suero para otorgarle capacidades regenerativas, similar a las que poseen los lagartos y otros reptiles.

Sin embargo, la tranquilidad en el laboratorio de Connors se vio interrumpida abruptamente cuando Animo irrumpió en el lugar con su dinosaurio, con la intención de acabar con Connors y reclamar el codiciado Premio Nobel.

Connors: ¿James? ¿¡Que estas haciendo aqui!? ¡Deberías estar en prisión! 

 Dr. Animo: Y tu deberías estar muerto, pero así es la vida.

El Dr. Animo desciende de su dinosaurio con una sonrisa sádica mientras se acerca a Connors, quien retrocede sin saber cómo defenderse de la amenaza del gigantesco animal.

Dr. Animo: Acabas de dar tus ultimas palabras, Connors. ¡Porque serás alimento para mi dinosaurio!

El dinosaurio se abalanza sobre Connors, dispuesto a devorarlo. 

Sin embargo, en el último momento, Connors es empujado hacia un lado, sorprendido al descubrir que Spider-Man ha llegado al rescate. El héroe arácnido sujeta la boca del animal con sus manos, evitando que se cierre sobre Connors, aunque lamentablemente, la bolsa que llevaba consigo se rompe, y sus compras caen al suelo. El dinosaurio reacciona sacudiendo su cabeza, lanzando a Spider-Man contra una pared. La situación se complica mientras Animo observa con malicia.

Naoto se incorpora rápidamente, evaluando la situación con rapidez. Observa a Connors en apuros, acorralado por el dinosaurio, y a sus compras expuestas, con partes del techo amenazando con caer sobre ellas.

Maldiciendo en sus adentros, Naoto se lanza hacia el dinosaurio, disparando telaraña y pegándola en el muslo del animal. Luego, tira de ella para desplazar al dinosaurio y apartarlo de Connors.

El dinosaurio estaba a punto de rugir, pero Spider-Man actúa rápidamente cubriendo la mandíbula y el hocico del depredador prehistórico con su telaraña. De esta manera, evita que el rugido ensordecedor alerte a más personas y cause más daño en el entorno.

Agradecido por el oportuno rescate, Connors retrocede mientras Spider-Man se esfuerza por controlar la situación y evitar que el dinosaurio cause más estragos.

Spider-Man sintió que el tiempo se ralentizaba mientras ideaba un plan. No podía acercarse a Animo mientras estuviera cerca de la criatura y tampoco podía proteger a Connors indefinidamente.

Volviendo a la normalidad, Naoto lanza a Connors y lo adhiere a la pared sin herirlo, dejándolo a merced del animal, que corre para devorarlo. Sin perder tiempo, Spidey lanza una telaraña al casco de Animo, pero este la atrapa con su mano.

Dr. Animo: ¿¡Crees que soy un tonto!?

Spider-Man: Sí.

Naoto tira de la telaraña, lanzando a Animo sobre él y aprovechando el impulso para clavar su puño en el Transmodulador Animal del pecho de Animo. Destroza la máquina, haciendo que el dinosaurio se detenga a centímetros de comerse a Connors, desmoronándose y volviendo a ser huesos y polvo.

Naoto, algo cansado, no duda en darle un puñetazo a Animo antes de que intente cualquier otra cosa y lo envuelve con telarañas.

Connors: El Hombre Araña. Creí que solo eras un rumor en la ciudad. (Logra safarse de la telaraña y ponerse de pie.) Muchas gracias por salvarme.

Spider-Man: Sí, de nada. (Dijo algo triste al quedarse sin sus compras.) Los policías vendrán en unos momentos. No creo que hayan pasado por alto un dinosaurio corriendo por las calles y destrozando cosas.

El amigable vecino estaba a punto de irse, pero el científico lo detiene teniendo algo en su mano.

Connors: Esto es tuyo, ¿no?

Naoto voltea y se sorprende al ver sus compras, sanas y salvas en la bolsa, en las últimas, que sostenía Connors.

Spider-Man agarra la bolsa y agradece contento, marchándose mientras se columpia ahora mejor, sabiendo que podrá armar su traje con esto.

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Mas tarde. . . En otra parte de Japon.

Kai, Tadano y Najimi ingresaron al carnaval, sumergiéndose en la atmósfera del Circo de Zombozo que se había instalado en el lugar. Las decoraciones sombrías y los detalles de payasos inquietantes eran evidentes por todas partes.

Tadano se sentía incómodo y algo perturbado por la temática del circo, especialmente por los payasos. Nunca le habían agradado, no tanto por miedo, sino porque le generaban escalofríos y una extraña sensación desagradable. A pesar de ello, continuaron explorando el carnaval, curiosos por las atracciones que les esperaban.

Juegos, diversión y mucha, mucha alegría se esparcían por todo el circo. Chicos se divertían mientras varios adultos reían y disfrutaban de las atracciones.

Todo transcurría de manera normal hasta que Tadano, sin querer, se desvió del camino y se encontró con una pequeña carpa. En su curiosidad, se asomó para ver qué había dentro.

Dentro de la carpa, el payaso y jefe del circo se preparaba para su actuación. Aún sin maquillarse, solo pensaba en la alegría y la energía que la gente que visitaba su circo aportaría ese día. Relamía sus labios al imaginarlo, mientras se miraba al espejo y comenzaba a arreglarse.

Tadano, asomándose con curiosidad, observó a través del espejo el rostro del payaso. . .

"Me llevaré un festín esta noche", murmuró el payaso mientras miraba uno de sus pósters, tratando de recordar algo.

"¿Qué nombre tengo esta vez? ¿Pennywise o Don Clown?"

...

"Oh, aquí está. Este es el nuevo que se me había ocurrido."

"Zombozo."

Tadano, dando pasos lentos y silenciosos, se alejó de la pequeña carpa, sintiendo cómo su respiración se volvía agitada. Su corazón parecía pesarle mucho, y su cuerpo no dejaba de temblar. No le tenía miedo a los payasos. . . pero ESO no era un payaso.

Camina un poco mas rápido hasta que choca con Najimi, llevándose el susto de su vida. Se sostiene de Najimi y lo mira a los ojos, sudando frío por la experiencia, pero sintiéndose más seguro al tener a alguien cercano.

Najimi: Amigo, ¿estás bien? Pareces asustado. ¿Al final, sí te dan miedo los payasos o qué?

Tadano: N-No. Solo me perdí y vi algo feo y m-me asustó.

Najimi le da una palmada amistosa en el hombro a Tadano, tratando de aliviar la tensión en el ambiente.

Najimi: Bueno, ¿Sabes qué? No importa. Vamos, el show está por empezar y tu abuelo compró palomitas.

Juntos se dirigen hacia la carpa principal del circo, donde ya se escuchan risas y música animada.

Dentro de la carpa, todo era luces, diversión y mucha alegría. Los niños riendo, Najimi y Kai riendo y disfrutando el show. Pero Tadano no podía quedarse tranquilo, aun si su abuelo y su mejor amigo se mostraban contentos y felices. . . El simplemente no podía quedarse calmado luego de lo que vio.

El ambiente en la carpa se llena de expectación cuando Medusa, Pulgar y Acido realizan sus impresionantes actos. Los niños aplauden, los adultos sonríen y el circo vibra con la emoción. Sin embargo, la incomodidad persiste en el corazón de Tadano, quien no puede dejar de pensar en lo que vio en la pequeña carpa del jefe.

De repente, las luces se apagan y una música alegre comienza a sonar. Desde la oscuridad, surge Zombozo sosteniendo un globo, el payaso maestro de ceremonias. Su risa estridente llena el lugar, pero para Tadano, su presencia es como una sombra que se cierne sobre él.

Zombozo realiza un espectáculo de comedia, haciendo chistes y trucos que provocan risas en la audiencia. La carpa se ilumina con luces parpadeantes y el payaso se acerca a los espectadores para interactuar con ellos. Cuando llega al lado de Tadano, le dedica una sonrisa siniestra que le eriza la piel. Pero sonríe nervioso hasta que el payaso solo pasa de el.

Najimi y Kai están emocionados, riendo junto con los demás, pero Tadano siente que los ojos de Zombozo lo siguen a donde quiera que vaya. La sensación de malestar crece en él mientras el payaso continúa su actuación.

La risa del payaso resuena en la carpa, creando una atmósfera de diversión y entusiasmo entre los presentes. Sin embargo, para Tadano, cada risa parece ser un eco inquietante que lo persigue.

Zombozo, con su maquillaje exagerado y su atuendo estrafalario, realiza acrobacias y trucos que desafían la lógica. Su habilidad para hacer reír es innegable, pero Tadano no puede evitar sentir que hay algo oscuro detrás de esa apariencia alegre.

Tadano, ya algo incomodo con la presencia de Zomboso y con la mente aún inquieta, se aleja de la carpa y se sumerge en la noche, buscando un respiro lejos del bullicio del circo. A medida que camina por el área exterior del carnaval, se da cuenta de que las risas y la música disminuyen, dejando una atmósfera más tranquila.

El sonido de sus pasos en el suelo de tierra contrasta con la animada música que se desvanece a sus espaldas. Se detiene un momento y observa las luces del carnaval desde la distancia, preguntándose si la decisión de salir fue acertada.


En su paseo, presencia el robo de un banco. 

Tadano, escondido detrás de un auto, observa cómo los Fenómenos del Circo, Medusa, Pulgar y Acido, llevan a cabo un robo en el banco de la pequeña ciudad. Los villanos se divierten saqueando dinero y pertenencias de los ciudadanos, aprovechándose de todos estaban en el espectáculo de Zombozo, y los pocos policías que quedaban ya habían sido neutralizados.

Sintiendo la responsabilidad de intervenir, Tadano se transforma.

Bestia, con sus sentidos hiperdesarrollados como un Vulpimancer, gruñe mientras localiza a los Fenómenos del Circo. La visión infrarroja y el agudo sentido del olfato de Bestia le permiten rastrear la presencia de los villanos en la escena del crimen.

Con movimientos ágiles y rápidos, Bestia se desplaza entre las sombras, acercándose sigilosamente a los asaltantes.

Pulgar se disponía a cargar los robos en el auto de los payasos de Zombozo cuando, de repente, Bestia cae encima del vehículo, gruñendo y asustando al fortachón, quien retrocede y cae de espaldas.

Bestia, con su figura intimidante, gruñe para impresionar al resto de los Fenómenos del Circo, quienes se ven sorprendidos por la aparición repentina.

Acido: ¡No me asustas Perro!

Acto seguido, escupe su ácido hacia Bestia, pero el can alienígena es ágil y lo esquiva con destreza. Bestia salta hacia Acido, se cuelga de él y, con un movimiento ágil, lo derriba. Mientras tanto, esquivando los ataques de Medusa, cuyos cabellos intentan atraparlo sin éxito. Bestia se muestra ágil y astuto, aprovechando sus sentidos agudos para anticipar cada movimiento de sus adversarios.

Bestia se desplaza entre ellos, esquivando los ataques de Medusa y esquivando los golpes de Pulgar. Acido intenta lanzar más de su ácido corrosivo, pero Bestia, con movimientos ágiles, logra evadirlo.

Bestia gruñe y salta hacia Medusa, agarrándola de los cabellos y girándola en el aire antes de lanzarla hacia Pulgar. Los dos villanos chocan entre sí, desorientados por el repentino ataque de Bestia.

Mientras tanto, Acido se recupera y se prepara para un nuevo intento.

Acido: Pulgar (Mira de reojo a su compañero) Anda a llamar al Jefe.

Mientras Pulgar se apresura a buscar ayuda, Bestia se enfrenta a Medusa y Acido. Medusa, recuperándose del impacto, extiende sus cabellos hacia Bestia, intentando atraparlo y controlar sus movimientos. Sin embargo, Bestia usa su agilidad para esquivar hábilmente los ataques de los cabellos serpenteantes.

Acido, por otro lado, escupe una corriente de ácido verde hacia Bestia, quien utiliza su velocidad para evadir el peligroso líquido corrosivo. Bestia salta hacia Acido, tratando de derribarlo antes de que pueda organizar otro ataque.


De vuelta en la Carpa. . .

Zombozo continuaba con su show, absorbiendo pequeñas energías que salían de la risa de la audiencia, deleitándose con cada momento. Los destellos de energía fluían hacia él, llenándolo de un placer oscuro. Suspiró satisfecho, sintiéndose revitalizado por la diversión ajena.

Zombozo: Ahh~ La risa si que es la mejor medicina, Para Mi.

Mientras tanto, Pulgar irrumpió en la escena con un tono de urgencia, interrumpiendo el festín del payaso siniestro.

Pulgar: ¡Jefe, tenemos problemas!

Zombozo se volvió hacia Pulgar con una sonrisa forzada, ocultando la oscura expresión que se formaba en su rostro al darle la espalda al público.

Zombozo: ¿Cuántas veces he dicho que no me molesten mientras estoy Comiendo?

Pulgar balbuceó disculpas, temiendo la reacción de su jefe. Zombozo, aunque resignado, no ocultaba su irritación ante la interrupción.

Zombozo: Más te vale no hacerme perder el tiempo. ¿Quién se atreve a arruinar mi espectáculo?


Bestia mantenía controlados a Medusa y Acido, mostrando su fuerza y agilidad como Vulpimancer. Los cabellos de Medusa estaban atados sobre ella, y Acido tenía su rostro presionado contra el suelo, sin poder moverse.

Medusa forcejeaba con sus cabellos, intentando liberarse, mientras Acido escupía una baba corrosiva hacia el suelo en un intento desesperado de liberarse. La situación parecía tensa, pero Bestia mantenía el control.

HAHAHAHAHAHA

Bestia, alerta y con sus sentidos agudizados, intenta percibir la fuente de la risa que lo inquieta. Sin embargo, no encuentra a nadie a su alrededor. La risa parece resonar en el aire, creando una atmósfera inquietante en el lugar. 

HEHEHEHEHEHE

Bestia gruñe, sintiendo una presión en el ambiente. En ese momento, una figura sombría y desquiciada se materializa frente a él. Era Zombozo, el payaso macabro del circo, con una sonrisa retorcida en el rostro.

Zombozo: (Ríe) ¿Asustado, perrito?

Bestia gruñe, manteniéndose en guardia ante la presencia de Zombozo, queriendo mostrarse valiente, pero estando cagado de miedo en el fondo. Realmente no sabe que hacer, ya que sus instintos le gritan que escape, pero no puede hacer eso.

Zombozo aprovecha la confusión de Bestia y se lanza con agilidad, conectándole una patada en la mandíbula y derribándolo. La risa macabra del payaso retumba en el lugar mientras su rostro se distorsiona, buscando intensificar el miedo en Bestia. El alienígena, sintiéndose como un perro asustado, emite sonidos agudos mientras retrocede temblando, mostrando su incomodidad frente a la presencia amenazante de Zombozo.

Zombozo: Esto no es una Bestia rabiosa, es solo un cachorro asustado.

Si Bestia tuviera cola, seguro que la tendría entre las patas mientras retrocedía y se ponía detrás de una torre.

Zombozo: Acido, Medusa. Acábenlo.

Los dos coordinan sus poderes y, trabajando en conjunto, logran derribar la torre en la que Bestia se había escondido. La estructura se desploma sobre el alienígena, levantando polvo y provocando que se escuchen quejidos y golpes de las barras metálicas contra el suelo.

Zombozo da la vuelta con aire de triunfo, caminando con las manos en la espalda mientras se aleja junto a sus fenómenos, desapareciendo entre el polvo y el caos que han dejado a su paso. La risa macabra del payaso resuena en el aire, marcando su victoria momentánea sobre Bestia.

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Luego de un rato, Bestia logra liberarse de los escombros, mostrando signos de dolor pero sin sufrir heridas graves. En ese preciso momento, se escucha el característico sonido del Omnitrix, indicando el final de la transformación. Tadano vuelve a su forma normal y sale del lugar, corriendo en busca de Najimi y su abuelo, preocupado por su seguridad.

Tadano corre por un rato, pero se detiene abruptamente al percatarse de que el circo ha desaparecido, dejando el lugar en silencio y vacío. A pesar de la extrañeza de la situación, se apresura hacia donde se encontraba la carpa, encontrando a su abuelo Kai riendo cansado, sentado en unas escaleras.

Tadano se aproxima a su abuelo, observándolo mientras ríe con dificultad, como si le faltara un poco el aire.

Tadano: Abuelo, ¿qué pasó?

Kai: (Entre risas) Oh, te lo perdiste... Estuvo muy divertido... Fue muy gracioso.

Tadano: ¿Pero dónde está el circo?

Kai: (Aún riendo) Oh, se fueron cuando terminaron su acto.

Tadano: ¿Y Najimi?

El abuelo ríe un poco más antes de quedarse en silencio, mostrando cansancio y preocupación en su rostro.

Kai: Yo... Yo no sé.

En ese momento, notan que un camión, en el que iban Zombozo y sus fenómenos, se aleja rápidamente. Tadano sospecha de estos individuos; aunque Najimi puede ser Najimi, no se pondría en peligro ni se alejaría mucho tiempo del grupo. Algo no está bien.

Tadano ayuda a su abuelo a levantarse, y ambos se apresuran a subirse a la caravana para seguir al circo.

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Zombozo estaba de brazos cruzados al lado de Pulgar, quien manejaba el camión.

Zombozo: ¿Llevas comida para el camino?

Pulgar sonríe y le muestra cómo llevaban a varios jóvenes que no paraban de reír. Entre esos chicos llenos de vida, se encontraba Najimi.

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Luego de un rato, los Tadano estaban en la caravana, en camino hacia la colina donde los del circo se quedaron a descansar. Tadano se notaba muy nervioso y hasta aterrado de la idea de enfrentar cara a cara a Zombozo. Esto no pasó desapercibido por Kai, quien, a pesar de estar muy cansado, se da cuenta de que algo no va bien.

Kai: ¿Qué ocurre, Hito? ¿Es tu miedo a los payasos? (Dijo algo somnoliento.)

Tadano: No, no es eso. El jefe del circo, ese payaso... No es lo que parece. Dime, ¿alguna vez te viste con un alienígena capaz de cambiar su apariencia de una manera muy bizarra?

Kai trata de recordar algo vagamente relacionado con el tema, pero nada. Quizás algunos casos sobre un payaso asesino en un pueblo en malas condiciones, pero no había mucho más que indagar en su mente, y menos con las pocas fuerzas que le quedan. Aun así, lo intenta, pero solo se le ocurre una especie...

De manera abrupta e inesperada, Kai cae sin fuerzas sobre el volante.

Tadano: ¡Abuelo! (Se quita el cinturón preocupado)

Tadano agarra el volante rápidamente y comienza a manejar, tratando de mover los pies de su abuelo para que los quite del acelerador. Pero no funciona. Maneja como puede en una ruta en la noche, yendo a toda velocidad con el riesgo de chocar contra algún otro vehículo.

Sin mucho que hacer y entrando en pánico, gira el volante hacia un bosque para luego volver a girar y derrapar un poco, consiguiendo chocar el costado trasero de la caravana, moviendo al abuelo y logrando pisar el freno.

Kai: Hi-Hito.

Tadano: Abuelo, ¿te sientes bien?

Kai: No... Zombozo... Él parece que se lleva más que solo la alegría de la gente.

El abuelo comienza a entrecerrar sus ojos, muy agotado, pero continúa hablando.

Kai: Él toma todo, hasta que ya no queda nada... Si tiene a Najimi, probablemente tome todo de ella, hasta que...

Tadano: Entiendo, no te preocupes. Descansa y recupérate, iré a salvar a Najimi de ese loco.

Tadano sale rápidamente de la caravana mientras mueve el dial del Omnitrix, buscando a un alien en especial.

Tadano: Vamos reloj, no te pido mucho, ¡solo dame lo que te pido!

Dicho eso, Tadano acciona el dial comenzando a transformarse en XLR8.

XLR8: ¡Sí! ¡Allá voy, fenómenos!

El velocista cierra su máscara y corre a gran velocidad por el bosque, llegando rápidamente hacia la colina y adentrándose en la zona del circo, donde varias cajas estaban esparcidas, la carpa se mantenía en pie y liberaba luces desde los agujeros que tenía.

Mientras tanto, los fenómenos estaban ordenando algunas cajas, cuando sintieron que algo corría muy rápido cerca de ellos. Esta sensación se repite un par de veces hasta que se dan cuenta de que había alguien más con ellos.

En eso, sentado sobre una caja, se dejó ver XLR8. El alien azul se baja y se planta frente a los villanos confiado.

XLR8: Muy bien. ¿Qué está planeando su jefe y dónde tienen al chico secuestrado?

Los tres se miran entre ellos por unos segundos para luego dirigir miradas de enojo al intruso. XLR8 sonríe y baja su máscara, preparado para enfrentarlos.

La confrontación comienza con XLR8 enfrentándose a los fenómenos del circo: Pulgar, Medusa y Acido.

Pulgar, el hombre fuerte del grupo, avanza con puños listos para golpear a XLR8. El velocista alienígena esquiva hábilmente los golpes, dejando que Pulgar golpee solo el aire. XLR8 se mueve a velocidades impresionantes, dejando imágenes residuales de su presencia en el aire.

Mientras tanto, Medusa intenta usar sus cabellos indestructibles para atrapar a XLR8, pero este es demasiado rápido. XLR8 serpentea entre los tentáculos de Medusa, burlándose de sus intentos de atraparlo. La agilidad y velocidad del alienígena le permiten evitar cualquier contacto.

Acido, el miembro del trío con la capacidad de escupir ácido, intenta atacar a XLR8. Sin embargo, el alienígena esquivo evita las peligrosas salpicaduras de ácido mientras continúa su ofensiva.

XLR8, con movimientos ágiles y rápidos, neutraliza los ataques de los fenómenos del circo, manteniendo siempre una distancia segura. La destreza y velocidad de XLR8 demuestran ser demasiado para los villanos del circo, quienes comienzan a mostrar signos de frustración.

XLR8: ¿Quieren decirme dónde está el chico, o quieren mas?

Al acercarse a Pulgar, XLR8 utiliza sus rápidos movimientos para recoger cuerdas y cables dispersos en el área circundante. Con habilidad, ata las extremidades de Pulgar a diferentes objetos cercanos, creando una red de restricciones que lo deja completamente inmovilizado.

Para Medusa, XLR8 observa las cajas que los fenómenos estaban organizando y encuentra cintas adhesivas de embalaje. Velozmente, aplica la cinta en patrones estratégicos alrededor de los cabellos de Medusa, fusionándolos temporalmente y dejándola incapaz de usarlos para atacar.

En el caso de Acido, XLR8 lo noquea con una super patada.


Con sus adversarios vencidos, XLR8 fija su mirada con determinación en la carpa del circo, donde deduce que Zombozo y Najimi podrían estar dentro. Inhalando profundamente, ingresa rápidamente a la carpa, preparado para enfrentarse a Zombozo con puños y patadas. 

Sin embargo, su avance es abruptamente interrumpido cuando choca torpemente con un espejo, descubriendo que está atrapado en un laberinto de espejos.

Explora con la mirada su entorno, inicialmente manteniendo una confianza aparente en sus habilidades para enfrentar los desafíos que se le presenten. No obstante, esa confianza se desvanece ante un sonido sutil pero ominoso.

El Omnitrix en su pecho parpadea en rojo por unos momentos, indicando que se termino el tiempo. La transformación concluye, y Tadano regresa a su forma normal. Ahora, con una expresión de enojo dirigida hacia el dispositivo en su muñeca.

Tadano: Puto Reloj, no me regales de esta forma.

Tadano, visiblemente molesto con el Omnitrix, avanza con cautela por el laberinto de espejos, consciente de la incertidumbre que rodea cada rincón. Su travesía se ve marcada por una mezcla de atención y temor, anticipándose a lo desconocido que podría surgir en su camino. Sin embargo, su progreso se ve interrumpido cuando se encuentra en un callejón sin salida aparente, rodeado por espejos que le impiden avanzar o retroceder. La sensación de atrapamiento se intensifica cuando un espejo adicional surge detrás de él, sellando su escape.

Después de unos momentos de desconcierto, una repentina sorpresa invade a Tadano al descubrir a Zombozo del otro lado del cristal. El payaso malévolo sonríe de manera siniestra, fijando su mirada en el joven. Tadano, alarmado al no encontrar una salida visible, comienza a experimentar un creciente temor cuando Zombozo comienza a golpear el cristal con la cabeza, formando grietas que aumentan la tensión en el aire.

Desesperado, Tadano intenta romper los cristales circundantes, pero estos resultan ser demasiado resistentes. Justo cuando Zombozo está a punto de romper el cristal que lo separa de Tadano, el joven observa una superficie de madera bajo sus pies. Reaccionando rápidamente, salta hacia abajo segundos antes de que Zombozo logre ingresar, evitando el peligro y escapando de su alcance en el último momento.

Tadano experimentó una caída interminable a través de un vacío oscuro y eterno hasta que, finalmente, tocó suelo firme. Al levantar la vista, se encontró dentro de la carpa del circo, iluminado solo por un reflector que proyectaba su luz sobre él. La atmósfera en la carpa estaba cargada de misterio y tensión, mientras Tadano evaluaba su entorno con cautela.

El aire se llenaba de tensión mientras Zombozo se acercaba lentamente, disfrutando de la desesperación de Tadano.

Zombozo: ¿Qué pasó con el chico valiente?

Tadano observó la esencia vital de las personas atrapadas en el interior del payaso, pero este solo sonrió aún más ante la situación.

Tadano: ¿Qué es lo que quieres?

Zombozo se apartó para revelar una imponente máquina alimentada por la energía especial que absorbía de las personas.

Zombozo: Lo que todo payaso desea: extraer la alegría de la gente. Obtener esa energía que da vida a sus monótonas existencias. Todo lo que hago es alimentarme para vivir, volviéndome más fuerte y dando un mejor uso a la energía vital de la gente.

Tadano, notando cómo su energía también era drenada, se sentía debilitado y frío, pero aún así luchaba por ponerse de pie.

Zombozo: Tranquilo, chico. Tu energía no será desperdiciada, ¡sino consumida y desechada! Pronto iré a las grandes ciudades, donde tanta gente reirá y me dará su energía vital, haciéndome mucho más fuerte.

A pesar de comprender las siniestras intenciones del payaso, Tadano miró con rabia al aberrante ser.

Zombozo: Recuperaré mi poder y fuerza, y cuando alcance mi mejor estado, ¡tomaré el mundo!

Tadano: ¿Dónde está Najimi?

Zombozo colocó un dedo sobre su mentón mientras pensaba, luego sonrió y un reflector iluminó otro escenario donde se encontraba Najimi en el suelo.

Zombozo: Tu amiga fue deliciosa, pero no te preocupes.

Tadano vio horrorizado a Najimi, desnutrida, sin energía y agonizando entre risas.

Zombozo: Puedes quedarte con las sobras.

Tadano cerró los ojos y se levantó, decidido a no dejar que el miedo lo paralizara. El Omnitrix se había recargado, y con personas en peligro, era hora de ser un héroe.

Tadano: Eres gracioso, pero el que ríe último, ríe mejor. (Movió el dial del Omnitrix, buscando a un alien específico) Es hora de hacer frente al miedo, con mas miedo. (Estampó su mano contra el Omnitrix)

Zombozo observa con desprecio a Fantasmático, mostrando una sonrisa confiada.

Zombozo: Tienes estilo, chico, pero no vendo trucos, y mucho menos los compro.

Fantasmático fija su mirada en el payaso, su ojo deslizándose entre las líneas negras de su piel, explorando su entorno sin siquiera moverse antes de centrarse nuevamente en Zombozo.

Fantasmático: Sabes, hay algo que me provoca mucho más miedo y terror que tú.

Los dedos de Zombozo se alargan, transformándose en garras ansiosas por atacar al alienígena. Sin embargo, Fantasmático se vuelve intangible, volviéndose invisible, lo que irrita al payaso.

Fantasmático: Lo que realmente me aterra es perder a mi familia y amigos por culpa de un patético payaso.

Zombozo se voltea, tratando de localizar el origen de la voz de su adversario, pero la voz espectral de Fantasmático resuena en un constante eco, dificultándole la tarea.

De repente, el espectro reaparece frente al payaso, propinándole un puñetazo que lo derriba, para luego desvanecerse nuevamente en la oscuridad.

Fantasmático se mantiene en la sombra, desapareciendo y apareciendo intermitentemente alrededor de Zombozo. El payaso, visiblemente molesto, intenta golpear al alien, pero sus golpes pasan a través de la figura etérea.

Fantasmático: No puedes atrapar lo que no puedes tocar.

Zombozo, frustrado, se concentra y utiliza sus poderes para crear varias copias de sí mismo en un intento de confundir al espectro. Sin embargo, Fantasmático se mantiene imperturbable.

Fantasmatico: Ya entiendo. Te metes en la cabeza de la gente, y te aprovechas de sus miedos e inseguridades para hacerlos ver cosas que no están ahí.

El espectro alienígena sujeta del moño al verdadero Zombozo y lo vuelve a golpear en el rostro.

Fantasmatico: Pero es inútil contra mi, porque ya no te tengo miedo.

Fantasmático utiliza sus habilidades para aparecerse detrás de Zombozo y, con un movimiento ágil, lo envuelve en tentáculos provenientes de su interior, inmovilizándolo.

Fantasmatico: Pero con este alíen veo lo que hay atravez del miedo y esa sonrisa. Solo hay un payaso triste, ¡Que se quedo sin trucos!

Fantasmático, con un gesto indiferente, lanza a Zombozo hacia su máquina, destruyéndola y liberando la energía y la vida de todas las víctimas atrapadas. Zombozo, furioso, se recompone y fija su mirada en el espectro riendo.

Zombozo: ¡Vas a pagar por esto! (Comienza a deformar su apariencia) ¡Te mostraré el verdadero terror!

Fantasmático: Permíteme.

Fantasmático abre su piel, revelando parte de su esencia y su verdadera naturaleza. Zombozo se encoge y tiembla, gritando aterrorizado ante lo que presencia. La impotencia del villano ante el alienígena revela su desesperación y profundo miedo.

Zombozo: ¡No! ¡Aléjate! ¡No me toques!

Fantasmático: Oh, no me digas que. . . (Se acerca al payaso, con sus tentáculos saliendo para atraparlo) ¿Le tienes miedo a Fantasmático?

Debido al pánico y al miedo, Zombozo intenta desesperadamente transformarse o cambiar de forma, pero el terror nubla su pensamiento, impidiéndole razonar correctamente. Siente una presencia oscura a punto de atraparlo y, sumido en el caos de sus emociones, termina por explotar en confetis al tener al alienígena a centímetros de él.

Fantasmático: Wow... Eso hasta a mí me asustó.

En ese momento, el Omnitrix en su pecho, apenas visible entre su piel, comienza a parpadear en rojo.

Fantasmático: Ugh.

El alienígena se ve envuelto en una luz roja cegadora, marcando el fin de la transformación y devolviendo a Tadano a su forma normal.

Tadano, al volver en si, observa a su alrededor con cierto desconcierto y confusión por lo ocurrido. Recuerda vagamente los eventos, pero decide no darle demasiada importancia en ese momento, ya que su principal preocupación es verificar el estado de Najimi.

Al acercarse, nota que su amigo ya se encuentra mucho mejor, como si nada hubiera sucedido. Parece que todas las víctimas del payaso han recuperado sus energías y alegrías. Una sonrisa se dibuja en el rostro de Tadano al ver que su amigo está bien. Luego, levanta a Najimi para que ambos regresen junto con el abuelo Kai.

Terminando así, esta noche de circo.

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Bueno, ya esta.

Inicialmente, planeaba que este fuera el primer capítulo, pero reflexionándolo un poco más, creo que sería más conveniente que el capítulo 1 se ubique cuando los personajes estén en la escuela. Es en ese momento cuando comenzarán las historias de ambos animes.

En fin, el capitulo quedo bien largo, pero por ser un 2 x 1 en cuanto a tramas. Pero igualmente creo que esta bien, principalmente porque me quiero reservar a varios villanos para futuros capirulos o tramas.

A lo que voy, ¿Qué les parece si solo hacemos un "Time-Skip" hasta que comiencen las clases y ya? Les pregunto esto para evitar posibles descontentos o quejas por tomar esa decisión.

Sinceramente, me resulta un poco tedioso escribir uno o dos capítulos más en este viaje con los Tadano, ya que probablemente serían considerados como relleno. Ya que la verdadera trama y acontecimientos importantes se verán después de las vacaciones.

No pido que elijan nada, solo quiero saber que piensan. ¿Estamos de acuerdo?

Sea como sea, cuídense y nos vemos.

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