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—Bien Laura, ya esta mejor, pero debes tener cuidado, correr en la lluvia es peligroso —Hablo Dessa mientras besaba la curita que le había colocado a la niña en la rodilla.
Esta se estremeció, pero se mantuvo quieta en su sitio, bajo la mirada de la chica y Edmond, quien las acompañaba.
—¿No le pondrás alcohol o algo? —Murmuro el chico mirando la herida.
—Badgy esta realmente enojado conmigo, hizo que me quitaran todo acceso a "contrabando"... Normalmente Rein estaría conmigo para permitirme acceso a cosas necesarias, como desinfectante y eso, pero no se donde se metió.
—En la recepción —Susurro Laura, obteniendo la atención de los chicos— Con dos señores malos.
—¿Señores malos? —Pregunto Edmond, confundido, recibiendo una efusiva respuesta afirmativa de la contraria.
—Supongo que para Laura todo hombre es malo —Murmuro Dessa con pena— En fin, los llevare a clases, Laura tiene justificativo, pero tu no Edmond, así que mas te vale apresurarte.
El chico asintió sin ganas y salió de la sala de docentes, había pedido permiso para salir al baño, pero en el camino se encontró a Laura cubierta de barro llorando en el patio, por lo que desvió su ruta para llevarla a enfermería.
La lluvia se hacia mas fuerte, y comenzaba a hacer frio, en días así Elly solía hacerle un café con leche y arroparse en el sofá junto a el.
Pero una rápida y efímera imagen paso por su cabeza. Willow.
La mayor cruzaba por su cabeza a veces, la que se hacia llamar su "hermana mayor", la que podía perfectamente venderlo por una bolsa de patatas fritas pero había demostrado un extraño vinculo con el.
Claro que estaba mal, el lo sabia, pero...
—¡Edmond!
Volteo al escuchar su nombre, pero algo lo empujo hacia atrás, algo regordete y feliz.
—¡George! —Exclamo Dino, acercándose a los jóvenes tirados en el suelo— ¿Están bien?
—Todo lo bien que puedo estar al caer en suelo sucio y mojado —Murmuro Edmond— ¿Que hacen acá?
—Acabaron las clases por la lluvia —Le respondió Didier, ayudando a George a levantarse.
—Oh, entonces debemos avisarle a Dessa, esta con Laura en la sala de docentes.
—¡Yo voy! —Respondió el Soldier que acompañaba al grupo de estudiantes y profesora— No pasara nada si siguen solos, tranquilos.
—Eso no me tranquiliza nada —Gruño la profesora Gacela por lo bajo— Bien, sigan niños, mientras mas tiempo pasemos aquí, mas probabilidades de morir tenemos.
Todos asintieron, separándose del Soldier que se quedo mirando los hasta que los perdió de vista, sonriendo mientras los despedía.
—"Eso no me tranquiliza nada" —Murmuro, imitando la voz de Gacela— Mi trabajo son los niños, no unos viejos de cuarenta años que me escupen en la cara, vieja estúpida.
Así era su pensamiento, su trabajo eran únicamente los niños, los protegería con su vida si fuera necesario, ¿pero los adultos?, lo apuñalarían en la espalda apenas tuvieran la oportunidad, ellos lo veían como eso, un escudo, pero los niños no, ellos lo veían como un héroe. Le gustaba esa palabra, héroe, eso era lo que el era, un héroe, el que vencería al dragón para salvar a las princesas, y príncipes, no discriminaba.
Se burlo de su pensamiento mientras comenzaba a caminar, el no era ningún héroe, sabia que en cuanto llegara el momento, el solo podría dar su vida por unos cuantos segundos de seguridad para aquellas pequeñas criaturas, así había sucedido con todos los demás, pero algo en eso le enorgullecía, su única vida podría ser la diferencia para salvar a decenas de personas, o para que ocurriera una masacre, un balance justo.
Entre pensamientos, llego mas pronto de lo que esperaba a la sala de docentes, así que tomo una postura firme y entro, encontrando a una chica con un martillo en la mano, y a una pequeña niña acostada sobre la mesa.
—Pero que mier-
...
—Deberías lavar tus guantes —Hablo Penny, mirando a la chica.
—Si... Pero no tengo otro par para ponerme —Respondió Sheppy, sacudiéndose el barro— Los suelo lavar los fines de mes y los seco con mi secador de pelo, pero con los fuertes vientos dudo que me dejen enchufarlo este mes.
—¿Y si te regalo otros guantes para tu cumpleaños? —Sonrió Doggy, con las piernas entreabiertos, pues de cintura hacia abajo estaba cubierto de barro seco.
—¿Podrías hacerlo? Hay unos guantes que me gustan mucho, son del tipo princesa.
—¡Claro! Puedo traerte dos pares, para que seas una princesa siempre.
—Eso es muy lindo de tu parte Doggy —Sonrió la chica, recibiendo un asentimiento de Penny.
—¿Te gustan las princesas? —Pregunto la peli rosa.
—Bueno... ¿Conoces la película de la princesa y el sapo? Pues yo era la pequeña Charlotte de papá —Comento, riendo por lo bajo— Creo que tarde o temprano se convirtió en una afición mía.
—¡Entonces para tu cumpleaños también haremos temática de princesa! —Exclamó la chica, recibiendo apoyo del chico.
—¿Hablando de princesas? —Pregunto Budgey, uniéndose a la conversación por detrás— Pues toda princesa necesita una tripulación que la secuestre.
—¡Y un príncipe! —Se unió Rash con emoción.
El grupo se animo más, tomando la delantera ante toda la demás clase y bajando las escaleras con rapidez, avivados por la idea de una fiesta, pero apenas pusieron un pie en el primer piso un extraño grito led llamo la atención.
Corrieron a la sala de donde provino el grito, la sala de docentes, y entraron sin previo aviso, encontrando una sangrienta escena.
—¡Mierda, ¿Por que me dejaste hacer eso?! —Grito el Soldier, sujetando su mano, la cual estaba cubierta de sangre.
—¡Tu quisiste romper la vitrina, yo no sabia que lo harías con el puño!
—¿¡Que mierda paso!? —Grito Budgey, mirando aterrada la mano ensangrentada, mientras su cuerpo comenzaba a temblar.
—No es nada de que preocuparse —Intento calmarla Dessa— Solo unos cuantos vidrios incrustados, nada importante.
—¿¡Solo unos cuantos!? —Exclamo el Soldier, levantando su mano— ¡Puedo jurar que tengo uno atravesado en la palma!
La docente lo miro mal, sacando a la chica de pelo verde del salón, mientras los demás seguían mirando la escena.
—Mierda, al menos ya tenemos los medicamentos —Gruño el mayor, tomando unas capsulas con su mano buena y acercándose a la pequeña con una sonrisa— Aunque creo que ya no los necesitas.
—¿¡Que mierda!? —Grito Doggy, llamando la atención, pues recién había podido captar la imagen.
—Si, se ve mal, cuando entre encontré a Dessa con un martillo a punto de romper la vitrina, Laura estaba teniendo un ataque de pánico, y me preocupe, ¿Saben cuantos vidrios pueden saltar si rompes mal un vidrio con la fuerza de un martillo? —Explico el chico guardando las capsulas en su bolsillo.
—Pero... Tu mano... —Murmuro Sheppy, apunto de vomitar.
—¿Esto? Estoy bien —Sonrió, levantando el pulgar de la mano herida, el cual parecía ser su único dedo sano— Solo quería asustar a Dessa, no duele tanto.
—Mierda, pásame unas pinzas, vamos a sacar los cristales antes de que se te ocurra aplaudirte por tu ingenio —Murmuro Penny apresurándose hacia el Soldier.
...
TRANQUILIZAOS TODOS, TENGO UNA BUENA EXCUSA
Estoy en una escuela agricola, y es temporada de partos, asi que estamos viéndole el ano a las cabras pa ver si sale un cabrito
Cabritillo aesthetic
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