15

-¿Y cual es tu nombre? -pregunto uno de los Soldiers a su cargo.

-¿Que? -pregunto Torcher mientras se comía su sandwich.

-Torcher no puede ser tu nombre, digo, es un apodo, ¿no?

-¿Eres nuevo aquí? -sonrio mirándolo.

-El sí, pero yo no -hablo firme el otro Soldier.

-Le quitas lo divertido a la vida -murmuró volviendo a su sándwich- mi nombre es Alex, pero te juro que te quemare la lengua si me llamas así.

-Desde que llego exigió que le dijéramos Torcher, después de que le quemara la mano a una chica por llamarlo así nos acostumbramos -volvió a hablar el Soldier.

-Esa soy yo -sonrio la chica que alimentaba a Kitty levantando una mano con un guante.

-Carne asada -se burló Kitty.

En eso, Mari se levantó de la mesa, ya había terminado de comer y ahora debía ir con Dessa, los dos Soldiers que lo cuidaban lo guiaron por los pasillos.

El comportamiento del chico había mejorado, pero seguía teniendo bastante desconfianza de todos y seguía teniendo pequeños intentos de escape.

-¡Permiso! -escucharon por el pasillo.

Se hicieron a una orilla y vieron a Giraffy pasar, eso hubiera sido algo normal, si no hubieran pasado un par de guardias persiguiendolo.

-¡Atrapenlo! -grito uno de los guardias que lo seguía a otros que estaban parados cerca de donde se dirigía el chico.

Rápidamente los guardias obedecieron, lanzándose encima del chico e inmovilizandolo.

-¡Maldita sea! -exclamó Giraffy enojado.

Los Soldier que lo seguían rápidamente se agacharon junto a él y revisaron sus bolsillos, encontrando lo que querían en estos.

-A Beary no le gustara que le mostremos esto -hablo uno guardando la navaja en su bolsillo.

-¿Pero como lo metió? -pregunto el otro levantando al chico.

-Seguramente algún guardia se lo dio -suspiro y comenzaron a caminar con el chico- nos terminarán matando aquí dentro.

-Es una suerte que aún no hayamos muerto.

Zizzy pasó a su lado y miró confundido a Giraffy, quien tenía la cara bastante pálida, pero le resto importancia y siguió caminando felizmente al salón de docentes, tocando la puerta con mucha alegría.

-¿Si? -hablo Black Bear abriendo la puerta.

-¡Badgy me pidió que trajera estos papeles! -sonrio entregándole unos papeles al chico.

-Muchas gracias Zizzy -sonrio tomando los papeles.

Pero la chica seguía parada en la puerta con una gran sonrisa, el chico suspiro y palmero su cabeza.

-Bien, eres una gran chica, ¿contenta?

-Si.

La chica se alejo con una gran sonrisa mientras Black Bear miraba los papeles, y con una pequeña sonrisa los tiro a la basura.

La chica de nuevo había falsificado papeles para recibir halagos.

-Cuidar tantos niños es agotador -suspiro Alfis tomando su taza de café.

-Es más fácil trabajar en una guardería que acá -respondió Kattie.

-Hey -entró Philip a la sala con una sonrisa- que relajados están todos.

-¿No podemos tomar un descanso? -murmuró Badgy limpiando sus lentes.

-Bueno, si, pero los veía demasiado relajados considerando que hoy venía Míster P.

La sala quedó en silencio, hasta que todos comenzaron a moverse rápidamente de un lado a otro hablando en voz alta.

...

-Hace tiempo que no me paseaba por acá -sonrio Míster P entrando a la escuela.

-Es que antes no habían problemas como para que usted se preocupara -respondió Badgy con una pequeña sonrisa.

-Tenía que hacer una inspección despues de las nuevas mejoras, los estudiantes deben tener las mejores condiciones para caminar hacia su recuperación.

-Claro que las tienen, ¿Que le gustaría ver primero?

-El salón de los más pequeños, claramente.

Badgy asintió y lo guió por el pasillo hasta el sector para los niños, se paro frente a la puerta custodiada por los dos guardias y le mostró a los chicos por la ventana.

-Vaya, no recordaba que hubieran tan pocos -hablo Míster P mirando por la ventana- ¿Y solo hay una chica en toda la clase?

-Eso es bueno, no hay tantos jóvenes enfermos en esta generación.

-Tienes razón, es excelente -sonrio el hombre apartándose de la puerta- veamos la cafetería.

Caminaron hacia la zona de la cafetería, Míster P se quedó parado en la puerta y Badgy lo miró.

-¿Sucede algo, señor?

-No la recordaba tan grande, puedo decir que la cafetería es el lugar más grande de la escuela -bromeó el hombre mirando el lugar.

-Si, es que la cafetería es el sitio donde todos los estudiantes se juntan al mismo tiempo, entonces para evitar inconvenientes la agrandamos para separar un poco más las mesas y que los niños estuvieran más seguros -explicó con una sonrisa.

-¿Y el patio?

-Ya de por si es grande, no cambiamos nada ahí.

-Bien, entonces sigamos con el segundo piso.

-Genial, hemos movido la sala de docentes al segundo piso también -hablo acomodando sus lentes mientras subían las escaleras.

Se acercaron a la puerta de la sala A y Míster P volvió asomarse por la ventana de esta, y así lo hicieron con la sala B, C y D.

-¿Hay algún rehabilitado hasta el momento? -pregunto caminando hacia la sala de docentes.

-Hemos podido hacer que Ghosty vuelva a un peso estable y estamos viendo la posibilidad de que pueda ir a casa después de clases -respondió.

Míster P asintió y entro al salón, abriendo los estantes y revisando las medicinas que habian en estos.

-¿Quiere ir al tercer piso? -recibió un asentimiento de cabeza y caminaron hacia las escaleras.

Badgy sacó su celular y abrió la puerta con este, ya que habían cambiado el mando a un control de celular, subieron las escaleras y se colocaron frente a las cinco salas.

-Le alegrará saber que un estudiante de acá está muy bien, y se está considerando moverlo a las clases normales con los demás.

-Quiero verlo.

El chico asintió y rápidamente se acercó a la sala de Tigry, abriendo la puerta y encontrándose al chico leyendo un libro sentado en el suelo, el chico miró como Míster P entraba a la sala y miraba alrededor, miró a Badgy y este le dio una pequeña sonrisa nerviosa.

-¿Como te llamas? -pregunto Míster P mirando al chico.

-Tigry.

-¿Por qué estas acá?

-Problemas de ira.

-Eso no suena tan grave.

-Créame que si lo es -hablo Badgy.

Míster P sonrio y salió de la sala, Badgy cerro la puerta detrás de él y lo miró impaciente.

-Las nuevas mejoras están bastante bien, no veo problemas en ellas -hablo el hombro bajando las escaleras con el chico a su lado.

Badgy suspiro aliviado y acompañó a Míster P hasta la salida, despidiendolo con una sonrisa en la salida.

Beary se acercó a él con una taza de café en la mano y después de darle un sorbo hablo.

-Aún no me creó que un tipo como el este a cargo de un proyecto como este.

-Yo aun no me creo que este lugar siga en pie.

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