ᶠⁱᶠᵗʸ⠃ɢᴏᴡᴛʜᴇʀ

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Gowther se acercó a ellos con King en su espalda.

Eso fue increíble, capitán. —Dijo el hada.

Pienso igual. —Comento neutro Gowther.

Ay~, la capitana es cada vez más sexy~. Tenía las manos en sus mejillas acaloradas de su rostro.

King, ¿estás bien? —Le pregunto acercándose a él para verificar su estado, ignorando por completo al castaño.

Sí, no te preocupes. Le sonrió y ella se la devolvió.

¿Ya vieron como querer es poder? —Ban al notar algo en el cuerpo de Deal se acercó a este con la mirada de los demás en él.

Pero, ¿un humano transformado en un demonio? ¿Cómo es posible? —Cuestiono el hada.

Una maldición o quizá un experimento o un hechizo. —Intento buscar la respuesta, el rubio.

Entonces... ¿Es un demonio hecho por la mano del hombre? —El hada se había bajado de Gowther para agarrar su almohada y pararse por sí mismo.

Hay más, me temo que los caballeros sacros de Lionés estén involucrados. Miro con curiosidad al castaño que rodeaba los trozos del monstruo con curiosidad.

Pero no hay modo de que actúen a espaldas de los dos grandes maestros de los caballeros sacros. —Se detuvo un momento a analizar las cosas hasta que le encontró una razón. —¡Ah! Entonces... —Miro fijamente a su capitana que dejo de mirar la cosa en la mano de Ban para verlo a él.

Uno de ellos está involucrado.

¿Hablamos de Dreyfus... o quién-? —Fue cortado cuando una pequeña flecha de luz atravesó a la criatura en las manos de Ban para después mirar a Gowther.

Hendrikson. —Los nombres de los grandes maestros tensaron a Kaida que no les tenía un gran aprecio.

¿Dedujiste algo, Gowther? Pregunto Meliodas al ver que Kaida apretaba su mandíbula.

Sí, es casi seguro que el involucrado en este accidente sea el gran maestro de los caballeros sacros, Hendrikson.

Ban con su otra mano apretó a la criatura matándola. —Bien, ya tengo hambre, ¿podemos regresar? Con su brazo rodeo los hombros de Kaida para hacerla caminar junto a él.

Claro, Diana ya debe haber despertado, por cierto, no me toques después de haber aplastado esa cosa. Agarro el borde de su chaqueta y se quitó el brazo de encima un poco asqueada por los rastros de sangre.

Ou~, vamos capitana. Sabes que te gusta mi cercanía. —Le sonrió coqueto, acercando sus rostros y pasando su lengua por sus labios.

Ella sonrió burlona y le dio un corto beso en los labios para después alejarse de él a paso lento, pero recordó algo y se volteó esquivando al castaño que se iba a lanzar sobre ella como un tipo de emboscada.

Continúen, ya los alcanzaremos. Camino hacia Gowther que estaba en frente del cuerpo de Deal. —Y mantengan vigilado a ese humano.

Hasta donde sabía, Deal se había quedado un tiempo con Gowther por lo que dedujo que ambos crearon un lazo de amistad débil. Le toco el hombro con su mano y miro su rostro inexpresivo esperando alguna reacción de su parte.

Las personas suelen derramar lágrimas en momentos como este, ¿cierto? —Gowther intentaba que algo sucediera, pero por más que quería no lograba expresar ninguna emoción.

No te preocupes, te hice una promesa, ¿cierto? —Con una sonrisa lo atrajo hacia ella y lo abrazo, este solo apoyo su cabeza en su hombro sin mover sus brazos.

Sí.

Los pecados ya se habían encontrado con la princesa y miraban como ambos se abrazaban a lo lejos al lado del cuerpo de Deal.

[...]

Todos estaban frente a la taberna preparándose para celebrar el regreso de Gowther al equipo, Ban cargaba dos barriles hacia el lugar mientras Kaida y Meliodas se despedían de Caín un poco apartados de los demás, al finalizar el anciano le dio otra manilla a Kaida, de color rosado y con una flor de sakura como dije.

El par de la suya.

Ambos sonrieron y se miraron un rato para después abrasarse. Después de unos segundos se dirigieron con los demás agarrados de la mano y Elizabeth se comenzó a presentar con Gowther.

Es un placer conocerlo, señor Gowther. Mi nombre es Elizabeth, la tercera princesa de Lionés. Ban, Diana y King estaban detrás de ella esperando la reacción de la cabra. —Disculpe, ¿me otorgaría su apoyo para salvar al reino de los caballeros sacros?

No. —Los pecados detrás de la princesa se sorprendieron por su respuesta. —No acabas de conocerme. —Gowther se acercó a ella haciendo notar su diferencia de tamaño.

¿Cómo?

Ya nos habíamos encontrado en Jordán y tú solías reunirte con nosotros cuando solo eras una niña. —Kaida apretó la mano de Meliodas ante las palabras de Gowther, el rubio solo pudo acariciarla con su dedo gordo para darle tranquilidad.

¿Qué?

Ahora que lo dices, era la niña que todo el tiempo estaba junto al rey.

¿Saben qué?, la verdad, yo no me acuerdo de eso. —Dijo la gigante rascando su cabeza.

King se acercó a Gowther murmurándole algo por lo bajo. —Me disculpo por mi error. —Se disculpó la cabra sin mostrar una pisca de ello.

Entonces... ¿También conocí a la señorita Kaida en mi infancia? No recuerdo eso

Kaida paso saliva por su garganta nerviosa. —Así es. —Aparecieron caminando, agarrados de las manos. —Pero eso ya no importa.

Entonces, ¿la ayudarás o qué? Le pregunto el rubio desviando el tema.

Gowther acepto ayudar a Elizabeth y con emoción todos decidieron beber y comer celebrando, Kaida sonrió contenta viendo a todos sus compañeros sonreír y divertirse. Miro su vino con alegría pensando en que debía atesorar esos momentos de felicidad hasta que un Ban borracho jalo a Gowther y grito llamando la atención de todos.

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