ᵀʷᵒ⠃ᴄᴀʙᴀʟʟᴇʀᴏꜱ ꜱᴀᴄʀᴏꜱ
⋆˚☆˖°
Cuando recién se había creado el reino de Darek, la reina de los dragones se había tomado la tarea de cocinar algo para los niños que recién habían nacido de aquellos huevos que Caos le había encargado proteger.
Aquellos pequeñuelos de ahora diez años se encontraban esperando de manera impaciente en la cocina con sus tripas sonando del hambre que les causaba aquel dulce olor, hasta que sus ojos brillaron al escuchar cómo la reina posaba un gran pollo asado sobre la mesa haciéndolos babear.
—¡Waaa! ¡Se ve delicioso su majestad! ▬ Exclamó uno de los niños.
—Lo sé, es todo suyo. —Comenzó a lavar los utensilios, escuchando a los niños, agradeciendo por la comida para después quedarse callados, confundiéndola y haciéndola girar para ver qué pasaba.
Al ver a los niños, estos tenían sus ojos aguados y sus bocas llenas con mejillas abultadas, mirándola fijamente, poniéndola sumamente nerviosa.
—¿¡Q- qué sucede!? ¿¡Por qué lloran!? ¿¡Sabe muy mal!? —Caminó a su alrededor haciéndoles preguntas y agitando sus manos para calmarlos.
—N-no es eso su majestad. —Respondió una de las niñas sacándose las lágrimas con su brazo. —Está delicioso. —Le sonrió, cerrando sus ojos con rastros de comida en sus mejillas y restos de lágrimas en sus ojos.
Sonrió entendiendo lo que les pasaba. —Bien, bien, pero no hay necesidad de llorar.
[...]
Fue sacada de sus pensamientos por el rubio el cual le dijo que se fuera a la parte trasera junto con la albina, hizo caso y mientras estaban escondidas podían escuchar la conversación que tenían los caballeros con el rubio.
En un momento Hawk salió para hacer el papel de caballero oxidado y así encubrir a la albina, pero está salió corriendo intentando pasar desapercibida, lo cual fracaso totalmente, siendo notada por un caballero que le aviso a los demás de su ubicación, la peli violeta maldijo por lo bajo y salió detrás de ella para salvarla.
—Princesa impulsiva. —Murmuro agitada —¡Detente! ¡No dejaré que te atrapen!
—¡No pararé hasta lograr mi objetivo! —Le grito de vuelta la albina.
—Tsk, bien. —Susurro. —¡Es tu turno cerdito! —Grito a todo pulmón y ahi apareció el cerdito rosado que comenzó a golpear a los caballeros.
—Voy, voy, voy, voy, ¡Voy! —Gritaba el animal.
Alcanzo a la albina tocándole la espalda, un brillo violeta salió de sus dedos envolviendo a la chica que comenzó a flotar fuera de la vista de los caballeros, sin embargo, el rubio tuvo que rescatar a la chica violeta subiéndola a un árbol en estilo nupcial apretando uno de sus pechos.
Ignoró por completo al rubio, viendo fijamente como el caballero sacro había llegado a la orilla del barranco, deteniéndose para no caer.
Un poco de preocupación se notaba en sus ojos. Su cuerpo se estremeció al sentir como besaban su cuello suavemente de manera provocativa.
—Uhf... —Suspiro pesadamente ahora estremeciendo al rubio.
—No mires a nadie más que a mí, es molesto. —Le susurro en el oído de manera seria, la chica se sonrojó. Giro su cabeza para estar cara a cara, paso un mechón de su cabello atrás de su oreja y un tierno sonrojo apareció en su rostro.
El rubio la miro sonrojado y boquiabierto, era demasiado adorable para sus siete corazones.
—"¿Cómo molestarse con esa cara?".
La albina miraba fijamente la escena sintiendo nuevamente el malestar en su pecho, se asustó al sentir el vacío en su estómago cuando comenzó a descender lentamente.
Camino hasta el borde de la colina mientras los demás la miraban fijamente.
—Entonces, ¿por qué estás buscando a los ocho pecados capitales? —Pregunto abrazando de la cintura a la capitana, quien tenía sus brazos cruzados, con un brazo, mientras que su mano izquierda se encontraba en el bolsillo de su pantalón.
—Para detener... A los caballeros sacros... —La capitana quería decir algo, pero se guardó sus comentarios.
—¿Detener a los caballeros sacros? ¿Pero por qué? —Obviamente el cerdito sabía la verdad de los caballeros y quienes eran sus compañeros, ese cerdo en la actualidad se ganaría un Óscar. —Son los caballeros que protegen Lionés, ellos son los héroes de nuestro reino. —Los 'excuso'.
—Pero... ¿Y si los caballeros sacros quisieran iniciar una guerra en esta nación? —Contraataco la albina.
—Ay... —Exclamo 'sorprendido'.
—El otro día, a excepción de su majestad, el rey, toda la familia real fue arrestada por los caballeros sacros. —La de brazos cruzados aflojo su apretón levemente sorprendida.
—¿Y su majestad el rey? —Hablo por primera vez la capitana. —Los rumores dicen que está en cama enfermo. —Dio un paso al frente separándose del rubio. La albina negó con la cabeza.
—No, esa es la historia que ellos han difundido. —La capitana se fue acercando a ella. —No sé exactamente lo que pretenden al comenzar una guerra como esa, pero están reclutando personas de la capital y de las vías y aldeas lejanas. —La tristeza se reflejaba en su voz. —Su avance es lento, pero firme. Su mano pronto llegará hasta esta área.
—Eso no pasará. —El rostro de la albina demostró molestia ante sus palabras. —Lo evitaremos. —Puso su mano en el hombro de la albina.
Pero esta la aparto de un manotazo sorprendiendo a todos.
⋆˚☆˖°
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top