Lágrimas.
Después de aquella plática, deseaba estar sola, no quería pensar en eso, sin ser descubierta se salió por la parte trasera de la escuela, luego se disculparía con sus amigos.
Llegando a casa, se dejó caer en el suelo recargada en la puerta, su llanto era leve, odiaba ser así, por un enojo dejó malherida a Melissa, y ahora huyó de sus amigos.
-Ochako, necesito hablar contigo, ábreme.
Era la voz de Shoto Todoroki, su... Ya ni sabía que era.
-¡No, no quiero hablar contigo!
-¡Ochako Uraraka, ábreme por favor!
Le abrió la puerta, pero en cuanto entró el joven, Ochako se dirigía a su cuarto, Shoto deteniendola tomando su brazo.
-Te dije que necesitamos hablar, y más sobre nosotros.- Su voz era algo seria, sorprendiendo a la castaña. -Yo fuí el responsable de que Melissa se enterara.
-¿Qué?
-Si, se lo comenté a Bakugo en el salón del profesor Aizawa, y lo más seguro que ella lo escuchó.- En su voz se notaba arrepentimiento, pero que Ochako tomó muy mal.
Se safó del agarre del chico, muy molesta.- ¿!Por qué mierda hiciste eso!?
No hubo respuesta de Todoroki, más la miró sorprendido, nunca le había hablado de esa manera.
-Por que no eres la única sufriendo aquí, Ochako. ¿No creés que a mi no me duele lo que tenemos? Que sólo me utilizas para llenar tu vacío por que no estás con Izuku Midoriya?
-¿Por qué todo el mundo me lo menciona ahora? !Estoy harta de esto! Tú sabías sobre lo que hacemos, no te hagas él inocente ahora, no sólo es problema mío, Shoto.- Lo miraba con total enojo.- Recuerda que sólo somos amigos.
-Si, lo sé, pero los amigos no hacen lo que tenemos, sabes que yo te amo, y me tengo que conformar con tenerte bajo las sábanas por que no puedo estar contigo, me basta con tener aunque sea unas migajas de tú amor, pero... No puedo seguir así.
-Pues si eso quieres, que así sea, y si te quieres ir, vete, o haz lo que quieras.
Ese tono de indiferencia, se sintió cómo una apuñalada a su corazón. Cómo dolía.
-Eres el amor de mi vida Ochako Uraraka, y por más que lo intente, nunca seremos algo, ¿no es así?
No hubo respuesta de la castaña, sólo se fué a encerrar a su habitación.
Apoyó su cabeza en la puerta de la habitación. -Sólo, quisiera que me amaras, cómo yo te amo, Ochako Uraraka. Adiós.- Comentó, para después marcharse.
Las ganas de llorar de ambos eran muy fuertes.
El llanto de ella era desgarrador, ¿por qué le dolía demasiado, si sólo eran amigos?
Shoto, por su lado... Ya se estaba resignando con ella.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top