Capítulo XLIV

Cuando Matteo me despierta, ya es de noche. La lluvia se ha convertido en un aguacero que convierte las goteras de antes en auténticos ríos. Matteo ha colocado la olla del caldo para recoger lo peor y ha cambiado de posición el plástico para evitar que me caiga demasiada agua. Me siento un poco mejor, puedo sentarme sin marearme mucho y estoy muerta de hambre, igual que Matteo. Está claro que esperaba a que me despertara para comer, por lo que está deseando hacerlo.

No queda mucho: dos trozos de ganso, un pequeño revoltijo de raíces y un puñado de fruta seca.

-¿Deberíamos racionarlo? -me pregunta.

-No, mejor lo terminamos. De todos modos, el ganso se está poniendo fel, y sólo nos faltaría acabar enfermos por comer carne en mal estado.

Divido la comida en dos pilas iguales e intentamos comérnosla despacio, pero tenemos tanta hambre que acabamos en un par de minutos y mi estómago no se siente muy satisfecho.

-Mañana será día de caza -digo.

-No podré servirte de mucha ayuda. No aprendi mucho de caza en los entrenamientos.

-Yo cazaré y vos vas a cocinar. También pedes recolectar verduras.

-Ojalá hubiera una especie de arbusto de milanesas por acá -comenta Matteo con aire melancólico.

-Toma, mastica esto -digo, pasándole un par de hojas de menta y metiéndome unas cuantas en la boca.

Resulta difícil ver la proyección en el cielo con la tormenta, pero es lo bastante clara para saber que hoy no ha muerto nadie, así que Carter e Ethan todavía no se han encontrado y Lucy aún esta a salvo.

-¿Adónde fueron Ethan y Lucy? Es decir, ¿qué hay al otro lado del círculo? -le pregunto a Matteo.

-Un campo; hasta donde alcanza la vista no hay más que hierbas que llegan a la altura de los hombros. No lo sé, quizás algunas tengan grano. Hay zonas de distintos colores, pero no se ven caminos.

-Seguro que algunas tienen grano y seguro que Lucy sabe cuáles. ¿Entraste?

-No, nadie tenía muchas ganas de perseguir a Ethan por la hierba. Ese sitio tenía un aire siniestro. Cada vez que miraba al campo no hacía más que pensar en cosas escondidas: serpientes, animales rabiosos y arenas movedizas. Ahí podría haber cualquier cosa.

-Quizás haya un arbusto de milanesas en ese campo -digo-. Quizá por eso Ethan parece mejor alimentado ahora que cuando empezaron los juegos.

-O eso, o tiene unos patrocinadores muy generosos -responde Matteo-. Me pregunto qué tendríamos que hacer para que Germán nos enviara unas milanesas.

Una idea surge en mi mente.

-Bueno, probablemente gastó muchos recursos para ayudarme a dejarte fuera de combate -comento, en tono travieso.

-Sí, en cuanto a eso -responde él, mirandome fijamente- no se te ocurra volver a hacerlo.

-¿O qué?

-O..., o... -No se le ocurre nada bueno-. Espera, dame un minuto.

-¿Hay algún problema? -pregunto, sonriendo.

-El problema es que los dos seguimos vivos, lo que, en tu cabeza, refuerza la idea de que hiciste lo correcto.

-Sí que hice lo correcto.

-¡No! ¡No lo hagas, Nina! -Me aprieta la mano con fuerza, haciéndome daño, y noto por su voz que está enfadado de verdad- No mueras por mí. No me harías ningún favor, ¿de acuerdo? Ni a mi, ni a nadie.

-Quizá también lo hice por mí, Matteo -respondo; aunque me sorprende su intensidad-. Quizá lo hice por mí, ¿se te había ocurrido pensarlo? Quizá no quería tener que soportar verte morir justo a vos -ya empecé a hablar y pienso soltarlo todo- Porque se que jamas me hubiera perdonado a mi misma si te hubiera hecho caso y me quedaba aca sentada viéndote morir. Y porque no quería rebanarme los sesos buscando la forma de explicarle a mi mejor amiga por que no hice nada para ayudarte.

Matteo se quedo mirandome fijamente unos momentos para luego bajar la cabeza.

-No creo que hayas tenido que explicarle nada -habla en un susurro- Porque ella estaría rebosando de felicidad solo por saber que su hermana del alma logro volver con vida.

Sabía que tenia razón. Luna no es la clase de persona que me hubiera reprochado algo, y se que estaría feliz de verme con vida, pero se también lo dolida que estaría si Matteo no lo lograba, porque se muy bien que él es alguien muy importante en su vida.

-Pero eso no evitara que su corazón se rompa al saber que vos no lograste sobrevivir.

-Pero vos hubieras estado ahí para ella, para cuidarla y recordarle lo mucho que la quiero. Hubiera sido mucho peor si morias en el banquete y ninguno de los dos lograba volver a casa con vida.

No podía negárselo porque tenia razón. Si yo moría, Matteo también lo hubiera hecho al poco tiempo, y Luna nos perdería a los dos. Ella no merecía eso.

-Lo se -admito en un susurro- Pero al final todo salio bien y ambos estamos vivos, y vamos a volver juntos a casa.

Matteo sonríe al mencionar volver a casa.

-Si...a casa.

No pudimos seguir hablando porque Matteo se ha distraído con algo.

-Creo que tu herida vuelve a sangrar. Vamos, acostate. De todos modos, es hora de dormir.

Ya tengo los calcetines bastante secos, así que me los pongo y obligo a Matteo a ponerse de nuevo su chaqueta, porque es como si el frío húmedo se me metiese en los huesos y él debe de estar helado. Además, insisto en hacer el primer turno de guardia, aunque ninguno de los dos creemos que alguien aparezca con este tiempo. No obstante, él sólo acepta a condición de que yo también me meta en el saco, y tiemblo tanto que no tendría sentido negarme. A diferencia de hace dos noches, cuando notaba que Matteo estaba a varios kilómetros de mí, ahora mismo me abruma su proximidad. Cuando nos tumbamos, él me baja la cabeza para que use su brazo de almohada, mientras me pone encima el otro brazo, como si deseara protegerme, incluso dormido.

Con la ayuda de las gafas, me quedo mirando las gotas de agua caer en el suelo de la caverna. Son rítmicas y tranquilizadoras, y doy unas cuantas cabezadas que me hacen despertar de golpe, con sentimiento de culpa y enfadada por mi debilidad. Después de tres o cuatro horas no puedo aguantarlo más y despierto a Matteo, porque se me cierran los ojos. A él no parece importarle.

-Mañana, cuando todo esté más seco, buscaré un lugar muy alto en los árboles para que los dos podamos dormir en paz -le prometo justo antes de dormirme.




















------------------------------------------------------
Estoy melancólica porque hoy termina teen wolf pero acá les dejo otro capitulo, capaz publique otro a la noche para liberar mi dolor ahre

Besoos💘

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top