Mientras hablaba a la joven Laura Wells, ella estaba con la mirada fija en la tarjeta con aquel símbolo que de alguna forma nos era familiar a ambos.
- Tengo vagos recuerdos. Me vienen imágenes a mi mente. Una gran sala. Ese símbolo en una pared. Me oigo gritar. Manos que me sujetan con fuerza. El ruido de una máquina, junto a mi. Pero son recuerdos sueltos, imágenes sin orden, sin una secuencia. -Me contaba Laura con la mirada perdida.

Cuanto más la escuchaba más me fascinaba esa chica. Teníamos bastantes cosas en común y aunque no nos conocíamos apenas, me inspiraba una gran confianza. Me sentía tranquilo junto a ella.
- La semana que viene tengo un permiso penitenciario. - Me dijo, cambiando súbitamente de tema y con una amplia sonrisa en su rostro.
- Sería un placer para mí, podernos ver y continuar está charla, mientras nos tomamos un café, fuera de este lugar asfixiante. - Le propuse al tiempo que oía al guardia que se acercaba y me notificaba que había terminado el tiempo de la visita.